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29 de Julio de 2004

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Michael Moore y la libertad


Hace unos días José Carlos Rodríguez publicaba tanto en Libertad Digital como en esta web un artículo desmontando las mentiras de la última película de Michael Moore.

Como es suficientemente sabido, la figura izquierdosa de Moore despierta algunas pasiones entre los libertarians yankees debido a su oposición a Bush, al warfare state y a la guerra de Irak.

Sin embargo, no pocas voces críticas se han alzado, dentro del libertarian movement, frente a esta postura. Así, por ejemplo, J. H. Huebert asegura que debemos ser cuidadosos en alabar demasiado a Moore en cualquier tema, y Thomas Dilorenzo ridiculizó sus conocimientos económicos.

Hoy el Mises Institute publica un muy buen artículo, Michael Moore and Freedom, donde, por fin, se fija definitivamente una postura sensata. Erich Mattei explica, en primer lugar, el éxito comercial de la película en que Moore estira una cuerda que se encuentra en la conciencia de la gente de todas las culturas, clases e ideologías: el temor al poder y el amor a la libertad. Dada la significativa merma de libertades que ha tenido lugar en EEUU, la película de Moore se ha convertido en un recurrente asidero.

Ahora bien, estos innegables puntos fuertes de la película son también sus mayores debilidades, pues Moore se concentra en criticar la administración neocon de Bush en lugar de atacar el núcleo del problema: la institución gubernamental en sí misma. (...) Uno podría preguntarse con razón si la finalidad de la película hunde sus raíces en la libertad o simplemente en el revanchismo.

El autor no perdona a la izquierda su doble moral, su crítica al Warfare State, por un lado, y su idolatría del mellizo Welfare State, por otro: la izquierda y la derecha son incapaces de darse cuenta de que el Warfare-Welfare State son, históricamente, una monstruo con dos cabezas. El autor menciona, en este sentido, el magnífico trabajo realizado por Robbert Higgs en su Crisis & Leviathan, donde se muestra que el crecimiento radical de las regulaciones gubernamentales, los programas y la política pública ocurre en sinergia con el tiempo de guerra.

Mattei, pues, pone el dedo en la llaga utópica de Moore; su pacifismo está descafeinado en tanto en cuanto odia el libre mercado, único ámbito donde la paz perpetua puede conseguirse. Una aplicación coherente de la postura de Moore nos conduciría necesariamente a una guerra si el Estado totalitario quisiera evitar su propio colapso. Así, es vano señalar que Fahrenheit 9/11 lucha por la libertad en EEUU, pues la única libertad que persigue Moore is la libertad del gobierno para imponer impuestos, regular y crecer tanto como para manejar toda la vida económica, social y cultural.

El autor propone una acertada metáfora para ilustrar por qué los libertarios se equivocan al ensalzar a Moore. Consideremos la siguiente anología histórica: un alemán neo-marxista de la década de los 30 hace una película en la que muestra los terrores del gobierno nazi. La película mostraría lo evidente, e incluso tendría consecuencias positivas, pero los motivos y fines buscados por la misma serían casi tan malos o incluso peores.

Ciertamente, no debemos olvidar que como apuntó Joseph Sobran "la guerra tiene todas las características del socialismo: Poder centralizado, planificación estatal, falsa racionalización, restricción de libertades, alocado optimismo sobre los resultados esperados, y ceguera para ver los efectos secundarios inesperados". Ningún socialista como Moore puede oponerse sinceramente a ninguna guerra, siempre y cuando, claro está, esa oposición no sea el velo que oculte objetivos de mucho mayor calado.

Comentarios

 
Moore es izquierdista, lo cual - por lo menos - no habla bien de su educación y/o temperamento.

Sin embargo, lo justo sería que el documental sea juzgado por si sólo, para bien o para mal.

No hay todavía peligro de que Moore sea el operador del aparato de coerción y compulsión.

Mas Robert Higgs, a quien se cita, tiene una gran educación y un gran temperamento...y pega mejor que Moore en el tema Iraq, a juzgar por lo que escribió antes de la guerra contra Iraq, en este fragmento de su artículo, "Impotentes, Esperamos a la Catástrofe que Nuestros Gobernantes Están Creando" {Sept. 23, 2002}:

«¿Duermen en paz estos días, Dick Cheney y Donald Rumsfeld, o se despiertan ellos atormentados por visiones de los extraños inocentes a los que se están preparando para destruir? Se levantan ellos en la medianoche para lavarse las manos, sólo para encontrar que no pueden limpiarse la mancha maldita?

En el Congreso, los políticos declaran su fuerte apoyo a la nueva política de guerras preventivas globales del presidente y, en particular, a su inminente asalto contra los enfermos, empobrecidos, casi indefensos iraquíes. Los legisladores no se atreven a oponerse al plan del presidente, ya que entonces sus oponentes electorales pondrían a su patriotismo en cuestionamiento. Su patriotismo parece requerir que ellos sacrifiquen su claro deber constitucional por el bien de sus presentaciones de campaña. Un patriotismo más profundo - una lealtad a los principios de la República Americana -, yace más allá de su comprensión. En el nombre de un vulgar y superficial patriotismo, ellos abandonan toda lealtad a las tradiciones que una vez hicieron de los Estados Unidos un faro de la libertad, en vez de un abusivo mundial, temido y detestado.»


De acuerdo que «es vano señalar que Fahrenheit 9/11 lucha por la libertad en EEUU».

Parecería que Moore debe tener algún mérito.

Enviado por el día 29 de Julio de 2004 a las 21:02 (1)
Qué fijación con Robert Higgs.
Enviado por el día 29 de Julio de 2004 a las 21:18 (2)
Lo que parece, John, como te vengo repitiendo hace tiempo, es que no quieres entender que las motivaciones de Moore chocan con las tuyas; y no ver y dejar claro eso es un tremendo error, que afortunadamente, muchos otros "libertarians" no comparten.
Enviado por el día 29 de Julio de 2004 a las 21:51 (3)
Enviado por el día 29 de Julio de 2004 a las 22:14 (4)
Pareció oportuno citarlo.

Roberto, las acciones, más que las motivaciones o intenciones, son las que cuentan. Uno prefiere juzgar las acciones.

Fíjate lo que dice Rothbard sobre los libertarios {se regaló finalmente este término a los sindicalistas españoles, qué pena, bueno sería fijarse en la primera definición de «libertario» en el diccionario de la Real Académia Española}, izquierdistas y derechistas, en su «Axioma de la No Agresión»:
{http://www.jorgevalin.com/weblog/2004/06/traduccin-parcial-libertarian.html}

«...el libertario no ve ninguna inconsistencia en ser izquierdista en algunos temas y "derechista" en otros. Por el contrario, él ve a su propia posición como virtualmente la única consistente, consistente en nombre de la libertad de cada individuo. ¿Por qué cómo puede el izquierdista estar opuesto a la violencia de la guerra y al reclutamiento mientras al mismo tiempo apoya a la violencia de la imposición de impuestos y al control gubernamental? ¿Y cómo puede el derechista pregonar al son de la trompeta, su devoción a la propiedad privada y a la libre empresa mientras al mismo tiempo está favoreciendo a la guerra, al reclutamiento y a la proscripción de actividades y prácticas no invasivas que él considera inmorales? ¿Y cómo puede el derechista favorecer a un libre mercado mientras no ve nada improcedente en los vastos subsidios, distorsiones e ineficiencias improductivas que atañen al complejo militar-industrial?»

Me complace alinearme con el Prof. Rothbard ahora.

Amagi, «Ningún socialista como Moore puede oponerse sinceramente a ninguna guerra...», escribió Juan Ramón Rallo Julian. Esa frase es demasiado dura para mí.


Enviado por el día 29 de Julio de 2004 a las 22:56 (5)
No me llamo libertario pero entiendo lo suficiente...

Enviado por el día 29 de Julio de 2004 a las 23:01 (6)
j__f, no hubiera citado a Higgs si no hubiera él sido citado en el artículo. No hay dicha fijación.
Enviado por el día 30 de Julio de 2004 a las 01:24 (7)
¿Las acciones no requieren de motivaciones? ¿Y si éstas últimas están bien definidas en una dirección no nos aclaran las acciones posteriores? No necesita un libertario "antiwar" de ciertas compañías para coger más fuerza; antes al contrario, la pierda.
Rothbard, como es lógico, también yerra. Parece mentira que alguien como él sea tan simplista a la hora de utilizar conceptos superados como "izquierda" y "derecha". Un libertario está con el individuo y sus derechos; no más. Y por eso, no puede ir de la mano de Bush ni de Moore. Lo primero lo cumplen a rajatabla; lo segundo no todos ni en todo momento.
Enviado por el día 30 de Julio de 2004 a las 01:51 (8)
Sí, las acciones requieren de motivaciones y las motivaciones bien definidas aclaran las acciones posteriores.

Caramba, ¿no conoces tú a alguien con el que siempre estás en desacuerdo, y finalmente te encuentras de acuerdo en algo con él?

Rothbard es un genio sofisticado. Habrán superado esos dos términos en España, pero no en EE.UU., ni en Sudamérica.

«Un libertario está con el individuo y sus derechos; no más. Y por eso, no puede ir de la mano de Bush ni de Moore.» Ok, así seamos.

Continuas: «Lo primero lo cumplen a rajatabla; lo segundo no todos ni en todo momento.» Ok, debemos encontrar algo positivo acerca de Bush…hmm…pero de Reagan…¿qué de bueno tienen los derechistas?

Creo que tú también me has hecho un jaque mate.

Es precisamente en política externa donde los libertarios o Rothbardianos tienen algo en común con la izquierda.
Enviado por el día 30 de Julio de 2004 a las 03:24 (9)
Afortunadamente, no todos, insisto. Y es que no entiendo qué se puede tener en común con quienes aspiran, no al aislacionismo, sino al expansionismo socialista.

Se puede estar de acuerdo puntualmente con alguien, pero siempre siendo consciente de los fines que de él te separan, John.

Precisamente un "genio sofisticado", y no dudo que el gran Rothbard lo sea, no usa términos tan reduccionistas como esos, que no aclaran nada.
Enviado por el día 30 de Julio de 2004 a las 09:23 (10)
La unica explicacion que le encuentro a la pasada guerra en Iraq es tener en el futuro bases militares en esa zona del planeta.No se si despues ampliaran la operacion a Siria o Iran,pero creo que los votantes empiezan a pensar que no merece la pena endudarse hasta un 67% de su PIB para tener otra fuente de petroleo ,por si tienen que darle la patada a Arabia Sadi.
Enviado por el día 30 de Julio de 2004 a las 14:32 (11)
Friedrich_hayek,

¿Quién dijo que la guerra es socialismo?

George W. Bush y Cia., son parte de la revolución socialista.

No tiene la culpa Murray N. Rothbard de que la verdad venga «torcida» como viene.

Tiene razón Patrick J. Buchanan, derechista, cuando dice que el Partido Repúblicano y el Partido Demócrata, son «dos alas del mismo pájaro de rapiña».

Aún si no existiesen en el mundo socialistas como los que mencionas, los libertarios se levantarían contra la invasión a Iraq pues no es cierto lo que dice Michael Moore sobre los defensores del capitalismo: no somos unos despiadados, lo que se puede notar en el siguiente fragmento de aquél artículo escrito por Robert Higgs antes de la guerra:

«Vemos como el desastre es diseñado y solicitado inoportunamente, observamos la deshonra intelectual mirándonos fijamente desde los rostros de George W. Bush y sus consejeros, y notamos los océanos de piedad que yacen encerrados y congelados en sus ojos. Sin embargo, no podemos hacer nada para impedir que los hacedores de esta calamidad lleven a cabo la devastación.

Yo me pregunto si ellos alguna vez yacen despiertos en la noche e imaginan los rostros de hombres, mujeres y niños - gente que no conocen, gente que no conoce a ellos y que no puede lastimarlos a ellos -, que estarán muertos pronto, sus cuerpos aplastados, destrozados y quemados, por la fuerza de las municiones de los Estados Unidos explotando en sus calles, hogares, tiendas, escuelas y hospitales.»

Sentimos por ellos y somos hasta capaces de llorar por ellos.
Enviado por el día 30 de Julio de 2004 a las 14:47 (12)
John, te pido que lees con atención. Porque yo me limito a insistir en los compañeros de viaje, no a criticaros por vuestra oposición a la guerra. ¿Queda claro ya?
Y precisamente porque "la guerra es socialismo", no se puede uno hacer acompañar para criticar la guerra en un socialista. Más claro imposible.
Enviado por el día 31 de Julio de 2004 a las 18:14 (13)
Friedrich_Hayek,

No he alabado al Sr. Moore, ni tampoco he hecho propaganda para su documental.

Pienso que actué en estas bitácoras como el libertario que describes: Ni con Moore ni con Bush.

Hubieron algunos compañeros de viaje de Bush que yo pienso que atacaron a Moore a partir de esa alianza. No puedo negarles que sean paladines de la verdad abstracta, si es que eso es lo que sostienen ser, pero les ha faltado la objetividad e imparcialidad que caracteriza a tales paladines.
Por eso, en algún momento, dije a un compañero de que era muy duro con Moore y muy suave con Bush.

Saludos cordiales
Enviado por el día 1 de Agosto de 2004 a las 02:14 (14)
No te olvides, Roberto, que libertarios como Lew Rockwell en EE.UU., empezaron a criticar al imperio estadounidense menos de un mes después de Septiembre 11. Dudo que Moore haya estado tan vociferante como ahora en ese momento.

Moore es uno más ahora. Prácticamente el mundo entero piensa hoy que lo de Iraq es un desastre.

Enviado por el día 1 de Agosto de 2004 a las 12:12 (15)
Afortunadamente, los liberales no damos la razón a la mayoría por qué sí. Eso no es un argumento. Otros que dáis sí. Yo sigo creyendo en lo acertado de Irak y en lo miserable de Sudán, por ejemplo.
Y John, comentaste no haber visto el documental de marras. Visiónalo y quizás veas por qué no sirve de compañero de viaje: miente y manipula. Y como bien sabes, no es necesario (es decir, no es ni eficiente ni justo).
Enviado por el día 2 de Agosto de 2004 a las 01:45 (16)
Lamento que ya se esté hablando desde la derecha de la peliculilla de Moore desde el punto de vista político y de estrategia política. No lo veo inevitable a pesar de que el éxito es un hecho político de la izquierda y desde el primer momento.

Hubiera deseado que quedara la cosa desde la derecha con la crítica sensata y acertada de que es una mentira, un puro acto de propaganda con disfraz de documental.

Que la izquierda casi en pleno se regodee del éxito a pesar de que la práctica totalidad de la misma izquierda sabe que es mentira era de esperar y la reacción a la trola ha sido consecuente... hasta ahora. Salirse de eso en la dirección de considerar la conveniencia o no de los "compañeros de viaje" o "utilidades políticas" de ese estilo me parece lamentable. Vamos a ver, si con el tema del referendum sobre la constitución europea hay quien va a votar no procurando dejar claro que los comunistas no son en absoluto compañeros de viaje ¿a santo de qué ponerse en estas disquisiciones con algo, el "documentalito" de Moore, que es infinitamente peor?

Los análisis de fondo, sobre lo que representa Moore o deja de representar, me parecen lamentables. ¿A qué viene "Moore estira una cuerda que se encuentra en la conciencia de la gente de todas las culturas, clases e ideologías: el temor al poder y el amor a la libertad."? Esto es un análisis de esos que tanto nos irritan por parte de la izquierda. No se sabe si está pintado un cuadro simbólico del asunto del "documental", si está hablando de las fantasías de libertad que puede generar en el espectador o de qué. Me parece elevar el fenómeno de rango cuando es imposible. Es decir, se está metiendo de rondón la utilidad política en la peor forma, esa que nos tiene acostumbrados la izquierda.

Enviado por el día 3 de Agosto de 2004 a las 12:14 (17)
En definitiva, creo que se equivoca el analista porque sin darse cuenta entra él mismo en el juego que critica. Me parece más sencillo decir que el "documental" es una pura mentira y a partir de ahí marcar el contraste de la ética derecha con la de la izquierda.

Y si se quiere decir que lo de Irak es malo ¿para qué narices meter a Moore intentando sacar rédito? ¿no son firmes las convicciones ni más importantes? ¿no es esa la estrategia de la izquierda, el robar los éxitos de la derecha? Sí, es eso, y como siempre que la derecha se pone a imitar a la izquierda en estas cosas, lo hace mal, queda tan inmoral como la izquierda pero como tontos y torpes, al revés que esta.

Lo de Moore y la actitud de los que, queriendo o sin querer, se meten en "compañeros de viaje" y "cualidades ocultas" se puede resumir parafraseando a Sagan (o no es Sagan pero como es una paráfrasis se me perdonará).

"Decir que la película de Moore tiene algún valor político a pesar de que es una trola de cabo a rabo y él mismo es un farsante es como decir que las opiniones del astrónomo X tienen valor científico a pesar de que cree que las estrellas son agujeros en un velo negro que dejan pasar la luz de detrás".

Si Moore acierta o creemos que acierta, lo sensato, lo normal es pensar que es por casualidad y como eso es lo normal, la actitud de los que prentenden ver virtudes detrás de eso será contemplada normalmente como tontería o interés malintencionado.

El que desde la derecha se mete en el juego ese de las "utilidades a pesar de" está haciendo el ridículo. Estáis avisados :P
Enviado por el día 3 de Agosto de 2004 a las 12:29 (18)
Naturalmente, pienso como friedrich_hayek, pero me apetecía extenderme un poco más.
Enviado por el día 3 de Agosto de 2004 a las 12:32 (19)
dlluis,
pero también piensas como yo en este tema, sí, es mejor juzgar al documental por sí solo.
Enviado por el día 3 de Agosto de 2004 a las 16:38 (20)

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