31 de Diciembre de 2004
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
Feliz 2005
Como ya hice el año pasado me disponga a resumir el año, o lo que buenamente pueda de él, a partir de las anotaciones efectuadas en la bitácora.
Si el año pasado terminé señalando la obviedad de que abandonamos un año sin duda marcado por la guerra, qué no puede concluirse de éste. Quizá sea porque, a pesar de lo que muchos erróneamente piensan, la guerra nos la han declarado otros y no parece avistarse un final que no pase por su completa derrota. Otra cosa, muy distinta, es que se estén empleando los medios correctos para ganarla.
En todo caso, la guerra se dejó notar, sin lugar a dudas, en las elecciones que acontecieron el 14 de marzo en nuestro país. No porque los atentados estuvieran inspirados en la misma, sino porque a muchos les interesó hacer pensar que así lo estaban. Si Carod, con su reunión con ETA, parecía haberse convertido en el tema central de la campaña -despreciando por parte de todos los partidos cualquier atisbo de discusión sobre nuestras libertades- el mayor atentado de nuestra historia, nuestro particular 11-S (si bien no nuestro particular post11-S), condicionaron a todas luces el resultado electoral, cortando las alas al PP, y encumbrando a ZP, ese monumento a la mediocridad, a presidente del gobierno.
La izquierda envalentonada, incluso para proponer nuevas chekas, experimentó un sólido espaldarazo con el retiro a los tropas españolas de Irak. No fueron las únicas propuestas novedosas, aunque vacías, entre el IVA, el renuncio a firmar la Constitución europea en Madrid, la persecución de los fumadores, las subvenciones a un cine en bancarrota, las cesiones a los astilleros, la renovada manipulación en TVE -a la sazón más en bancarrato que los cineastas-, las exhortaciones totalitarias, las continuas obstrucciones a la comisión de investigación del 11-M, las nuevas alianzas exteriores, el prohibicionismo sin fin, la pretensión censora a la COPE, la tramitación de ese aborto expresivo como es el Estatuto del Periodista, la descoordinación absoluta y la más que habitual cesión al nacionalismo catalán, ZP nos ha dado el año.
Nos lo hubiera dado casi tanto como el PP, si no fuera porque ésta ya no está en el gobierno y, sobre todo, porque se ha pasado casi todo el año hibernando, sin defeder nada sólidamente. Si bien, para las veces que habla, más valdría que callara.
Ha sido, sin duda también, el año en el que se ha hablado, aunque menos de lo que se debiera, de la Constitución Europea. Los liberales hemos empezado a organizar un intento de oposición al engendro, tapándonos la nariz en muchos casos, con la relativa confianza en que, una levada abstención, combinada con una activa participación del NO, podría derribar este ladrillo. Desde luego, ante tal posibilidad, el gobierno no ha dudado en movilizar todos los recursos habidos y por haber.
El año también de la explosión de bitácoras, muchas de ellas liberales, que ha motivado las ansias censoras de muchos, con no pocos apoyos legislativos. Aún así, por ahora, los liberales gozamos de buena salud y no permitiremos que alegremente se nos selle la boca.
Académicamente ha sido un buen año. Por un lado, tenemos la traducción del libro de Hoppe, el libro sobre el Che de Fernando Díaz Villanueva y el nuevo libro de Rodríguez Braun que, además, parece ser el primero de toda una colección. Por otro, se ha editado la Scholar's Edition del Man, Economy & State, con su respectiva versión en pdf, así como el excelente manual de David Gordon. Y finalmente se ha anunciado la redacción de nuevos Tratados de Economía.
En definitiva, el año de la boda, del forrum, de la conversión de Javier Ortiz y de Lula al liberalismo, de la muerte del último político liberal hasta la fecha, de la primera iniciativa aerospacial privada, de la consolidación dictatorial en Venezuela, de la aparición de pruebas de que la anarquía funciona, del reavivamiento de la polémica sobre el valenciano, de interesantísimos debates (sobre el dinero, los recursos energéticos o el derecho al honor) y de nuestro primer aniversario como bitácora.
What a year it's been! En todo caso, un año que, marcado por la tragedia terrorista, aún así nos deja la esperanza de que el liberalismo va abriéndose camino. Un año que, dentro de la natural desconfianza ante la situación, debe permitirnos encarar el 2005 con renovadas esperanzas -y fuerzas- en -y para- que la libertad se vaya abriendo camino.
A todos os deseo un feliz y liberal 2005
Si el año pasado terminé señalando la obviedad de que abandonamos un año sin duda marcado por la guerra, qué no puede concluirse de éste. Quizá sea porque, a pesar de lo que muchos erróneamente piensan, la guerra nos la han declarado otros y no parece avistarse un final que no pase por su completa derrota. Otra cosa, muy distinta, es que se estén empleando los medios correctos para ganarla.
En todo caso, la guerra se dejó notar, sin lugar a dudas, en las elecciones que acontecieron el 14 de marzo en nuestro país. No porque los atentados estuvieran inspirados en la misma, sino porque a muchos les interesó hacer pensar que así lo estaban. Si Carod, con su reunión con ETA, parecía haberse convertido en el tema central de la campaña -despreciando por parte de todos los partidos cualquier atisbo de discusión sobre nuestras libertades- el mayor atentado de nuestra historia, nuestro particular 11-S (si bien no nuestro particular post11-S), condicionaron a todas luces el resultado electoral, cortando las alas al PP, y encumbrando a ZP, ese monumento a la mediocridad, a presidente del gobierno.
La izquierda envalentonada, incluso para proponer nuevas chekas, experimentó un sólido espaldarazo con el retiro a los tropas españolas de Irak. No fueron las únicas propuestas novedosas, aunque vacías, entre el IVA, el renuncio a firmar la Constitución europea en Madrid, la persecución de los fumadores, las subvenciones a un cine en bancarrota, las cesiones a los astilleros, la renovada manipulación en TVE -a la sazón más en bancarrato que los cineastas-, las exhortaciones totalitarias, las continuas obstrucciones a la comisión de investigación del 11-M, las nuevas alianzas exteriores, el prohibicionismo sin fin, la pretensión censora a la COPE, la tramitación de ese aborto expresivo como es el Estatuto del Periodista, la descoordinación absoluta y la más que habitual cesión al nacionalismo catalán, ZP nos ha dado el año.
Nos lo hubiera dado casi tanto como el PP, si no fuera porque ésta ya no está en el gobierno y, sobre todo, porque se ha pasado casi todo el año hibernando, sin defeder nada sólidamente. Si bien, para las veces que habla, más valdría que callara.
Ha sido, sin duda también, el año en el que se ha hablado, aunque menos de lo que se debiera, de la Constitución Europea. Los liberales hemos empezado a organizar un intento de oposición al engendro, tapándonos la nariz en muchos casos, con la relativa confianza en que, una levada abstención, combinada con una activa participación del NO, podría derribar este ladrillo. Desde luego, ante tal posibilidad, el gobierno no ha dudado en movilizar todos los recursos habidos y por haber.
El año también de la explosión de bitácoras, muchas de ellas liberales, que ha motivado las ansias censoras de muchos, con no pocos apoyos legislativos. Aún así, por ahora, los liberales gozamos de buena salud y no permitiremos que alegremente se nos selle la boca.
Académicamente ha sido un buen año. Por un lado, tenemos la traducción del libro de Hoppe, el libro sobre el Che de Fernando Díaz Villanueva y el nuevo libro de Rodríguez Braun que, además, parece ser el primero de toda una colección. Por otro, se ha editado la Scholar's Edition del Man, Economy & State, con su respectiva versión en pdf, así como el excelente manual de David Gordon. Y finalmente se ha anunciado la redacción de nuevos Tratados de Economía.
En definitiva, el año de la boda, del forrum, de la conversión de Javier Ortiz y de Lula al liberalismo, de la muerte del último político liberal hasta la fecha, de la primera iniciativa aerospacial privada, de la consolidación dictatorial en Venezuela, de la aparición de pruebas de que la anarquía funciona, del reavivamiento de la polémica sobre el valenciano, de interesantísimos debates (sobre el dinero, los recursos energéticos o el derecho al honor) y de nuestro primer aniversario como bitácora.
What a year it's been! En todo caso, un año que, marcado por la tragedia terrorista, aún así nos deja la esperanza de que el liberalismo va abriéndose camino. Un año que, dentro de la natural desconfianza ante la situación, debe permitirnos encarar el 2005 con renovadas esperanzas -y fuerzas- en -y para- que la libertad se vaya abriendo camino.
A todos os deseo un feliz y liberal 2005
Comentarios
Y que el 2005 te sea tan productivo como el que se acaba.
Es más, a ver si se nos pega algo y también comenzamos todos a publicar más artículos en favor de la libertad.
Feliz Año Nuevo a todos.
Es más, a ver si se nos pega algo y también comenzamos todos a publicar más artículos en favor de la libertad.
Feliz Año Nuevo a todos.
Feliz año, tatno para Juan Ramón como para todos los integrantes y lectores de esta bitácora y de liberalismo.org
Magnífico Eaco,
del retumbar de las ideas origen y no eco;
con título de página más que paradójico:
¿Todo un hombre de eso? De eso nada, ni siquiera poco
y de Nabucodonosor solo Nabuco. :)
Felix año nuevo para ti, feliz año nuevo para todos.
del retumbar de las ideas origen y no eco;
con título de página más que paradójico:
¿Todo un hombre de eso? De eso nada, ni siquiera poco
y de Nabucodonosor solo Nabuco. :)
Felix año nuevo para ti, feliz año nuevo para todos.
Felicidades y prospero año nuevo.
Que este nuevo año, sea mas que nunca, el de la Libertad! .
Buenos Aires Blog
Que este nuevo año, sea mas que nunca, el de la Libertad! .
Buenos Aires Blog
prospero y libertario año entrante para tod@s. y que los magnificos bloggers sigan escribiendo mas y mejor, si cabe
:D
:D
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