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7 de Agosto de 2005

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Salarios e inflación


Mucha gente todavía mantiene el razonamiento primario de que un aumento de los salarios da lugar a un incremento de los costes empresariales, que repercutirá sobre los precios y, por tanto, en inflación. La conclusión final es que el salario real se mantiene estable, ya que la subida del nominal se ha visto compensada con la inflación.

En realidad, la inflación se refiere al envilecimiento de la moneda -a una pérdida de valor del dinero- cuando, por otra parte, el incremento de los precios supone una variación en la relación entre el valor de la moneda y el valor del bien contra el que se intercambia. Difícilmente, pues, un incremento de los costes en la producción de los bienes y servicios repercutirá en una menor valoración de la moneda. La inflación sólo da lugar a incrementos de precios porque la moneda vale menos, no porque los bienes tienen un mayor valor.

Aun así, cabe preguntarse si existe alguna relación entre un aumento de los salarios por decreto y el subsiguiente incremento de precios.

La intuición inicial puede llevarnos a considerar que los costes determinan los precios y, por tanto, mayores costes implican mayores precios. El problema de esta argumentación es que unos mayores costes en principio implican, simple y llanamente, la quiebra de las empresas. Los consumidores intentarán sustituir los bienes trabajo-intensivos por los capital-intensivos (que no se han visto afectados por el incremento de salarios). Y en todo caso pueden considerar que el valor que atribuyen a su dinero supera el precio reclamado. Por tanto, es difícil que, por esta vía, un mayor salario se traslade en un mayor precio.

Sin embargo, sí existe un camino a través del que los aumentos salariales por decreto provocan un incremento de los precios. Primero, dado que la productividad marginal de algunos trabajadores serán inferior a la determinada por los nuevos salarios, muchos trabajadores no podrán ser contratados. Segundo, unos mayores salarios dan lugar a un agotamiento más rápido del fondo de salarios o del fondo de subsistencia. ¿Qué significa esto?

Recordemos, previamente, que los procesos indirectos de producción (aquellos que no producen directamente el bien, esto es, que no actúan a modo de recolector de frutas) son más productivos que los directos. Cuanto más indirectos, mayor será la producción final. No obstante, para incurrir en esos métodos de producción indirectos es necesario un fondo de salarios que adelante el dinero a los trabajadores hasta que la producción no sea vendida. Cuanto menor sea el salario -mayor será en términos relativos el fondo- más indirecto podrá ser el proceso y mayor número de productos finales se obtendrán.

Ahora bien, si se fija un salario muy elevado, los métodos de producción indirectos tendrás que hacerse más directos, ya que no se podrá, con un mismo fondo de subsistencia, pagar durante el mismo tiempo que antes todos los salarios. Por tanto, un incremento de los salarios da lugar a estructuras de capital menos intensivas y alargadas, esto es, menos productivas.

En conclusión, unos salarios más elevados provocan un menor empleo del factor trabajo y una menor productividad del capital. El resultado neto es una menor producción. Obviamente, si la producción se reduce, la utilidad marginal de los productos se incrementa, con lo cual, los consumidores estarán dispuesto a ofrecer una mayor cantidad de dinero por los productos. En otras palabras, los precios aumentarán.

Pero este incremento de precios se producirá de manera dispersa y variada a lo largo de la economía. El resultado del incremento de salarios no será una suma 0, sino un desastre redistributivo que nos empobrecerá a todos. Más paro y menor riqueza.

Comentarios

 
No digas esas cosas, que ya sabes que luego nos acusan de estar al servicio de intereses espurios, como los sindicatos.

Y en contra de intereses tan legítimos como los empresarios.

Mejor calla, que luego nos vienen los palos.
Enviado por el día 7 de Agosto de 2005 a las 20:48 (1)
A mí me enseñaron, en la universidad estatal, que inflación es el aumento generalizado de los precios.
Enviado por el día 7 de Agosto de 2005 a las 22:51 (2)
eaco, un aumento de salarios no necesariamente supone un aumento de precios, pues el empresario no siempre puede repercutir el aumento al precio de sus productos, pues como sabes el mercado no tiene por qué tolerárselo. Quizás puede producirse un menor beneficio empresarial y en ocasiones la quiebra.
Enviado por el día 8 de Agosto de 2005 a las 08:52 (3)
No digo lo contrario josemaria, precisamente ese es el argumento. El aumento de precios es un resultado indirecto de la menor productividad del trabajo y del capital.
Enviado por el día 8 de Agosto de 2005 a las 15:01 (4)
La inflación es tan solo un parámetro matemático que determina el diferencial de precios al consumidor de una canasta de productos en dos momentos distintos. Y por lo tanto, no tiene nada que ver con el valor de la moneda, los costes empresariales, ect.

Aclarado esto, y con referencia a la relación Salarios (incrementos salariales) vs Inflación, existen dos situaciones distintas.

En una economía cerrada (ej. España de 1969) o en un sector industrial donde la oferta tenga una clara preponderacia sobre la demanda (monopólios y/o oligopólios), los incrementos en los costes empresariales son inmediatamente repercutidos en los precios y por lo tanto generan inflación.

En una economía abierta (ej. España actual) o en un sector donde exista una sobre oferta (ej. sector turístico español) el empresario no consigue repercutir en los precios el incremento de los costos empresariales, lo cual provoca, pérdidad de competitividad, disminución de los beneficios empresariales, disminución de la inversión, deslocalización de empresas, y finalmente PARO.

Enviado por el día 9 de Agosto de 2005 a las 12:29 (5)
Un gran ejemplo de este envilecimiento del dinero puede verse en lo que hizo Allende en Chile (1970-73) que, a golpe de decretos sobre salarios y precios, desató una inflación generalizada que llegó a más del 1000% anual, al punto que la población ya no sabía qué hacer con su dinero sino gastarlo en lo que hallara de inmediato (los precios reales subían todos los días, los "oficiales" los controlaba el gobierno pero o había mercaderías a esos precios; se desató un "mercado negro" también manejado por las Juntas de Abastecimientos y Precios -JAP- cuyo director era el general (A) Bachelet, padre de la actual candidata (PS) a la presidencia).

Con las "cartillas de racionamiento" se maneja a la población por el estómago y se consigue arruinar el aparato productivo, que pasa a ser controlado por el gobierno. Como siempre, ante la opinión pública, los aparatos comunicacionales del gobierno (DINACOS) echaban la culpa a los "malvados capitalistas" (comerciantes y productores) y los funcionarios aparecían como la salvación.

Ya ven en qué pararon esas misas, la hija del controlador ahora va a por el sillón de O'Higgins apoyada en los mismos apartos propagandísticos de la izquierda de siempre. La Democracia Cristiana medra a la sombrita del perejil.


S.
Enviado por el día 9 de Agosto de 2005 a las 23:27 (6)

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