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23 de Agosto de 2005

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Todo es un instrumento del capital


Hace tiempo que no me encontraba con un post tan delirante y absurdo. He de reconocer que al principio me he planteado si se trataba de una autoparodia, al estilo del MSV, pero parece que no. Lo firma el ciberinvitado Jesús Clavijo: Bodas y capitalismo.

El susodicho sostiene que las bodas son un instrumento al servicio de la lógica capitalista. No voy a negar que el matrimonio sea una institución importantísima para la civilización occidental; no es el tema que nos ocupa. Y es que, con ser importante para su sostén y desarrollo, el objetivo de un matrimonio no es colaborar en el progreso social, sino formalizar una relación de pareja y, en todo caso, consagrarla a Dios. En otras palabras, el matrimonio es un instrumento al servicio de la pareja, pues es ella quien lo contrae voluntariamente.

Desde el punto de vista de la convivencia, el matrimonio sirve para resolver asuntos tan importantes como la situación jurídica de los bienes de la pareja y sobre todo cuestiones de derecho hereditario como el usufructo del cónyuge o la sucesión intestada en favor de los vástagos. En otras palabras, el matrimonio aporta seguridad jurídica, claridad para las relaciones contractuales, y un fondo de ahorros que beneficia tanto al individuo como a la sociedad. Pero, repito en este punto, la sociedad se beneficia como conscuencia indirecta y no intencionada del matrimonio; de la misma manera que sería absurdo decir que tener un jardín bonito es un instrumento al servicio de los transeuntes mirones, señalar que el matrimonio está al servicio de alguien más allá de la pareja se escapa a toda lógica.

Pero si el razonamiento original es pésimo, me quedo sin adjetivos para el desarrollo económico del mismo. ¿Por qué dice Clavijo que el matrimonio está al servicio del capital? Pues porque consume más: En definitiva, se trata de establecer si la familia compuesta por la dupla hombre-mujer con su correspondiente descendencia es la que tiende a consumir más.(...) Hay datos que demuestran que la familia tradicional es la que más gasta, la que más consume, la que más demanda.

Uno no sabe si aplaudir la cabriola argumentativa o caerse de la silla. Al margen del debate sobre si la familia consume más que los individuos solitarios (lo cual es más que discutible, en especial, durante los últimos años de la vida de uno, cuando tiene que dilapidar todo su patrimonio ante la ausencia de herederos), el razonamiento supone una total incomprensión de la economía. Aceptemos que la familia consume más que las personas solitarias. ¿Significa ello que está al servicio del capital? Más bien todo lo contrario. Los bienes de capital se forman a partir de la inversión y SÓLO se puede invertir si se ha ahorrado previamente y, como es lógico, SÓLO se puede ahorrar si se restringe el consumo. Más consumo implica MENOS capital. El consumismo es todo lo contrario al capitalismo, una mayor demanda de bienes de consumo implica una MENOR demanda de bienes de capital. John Stuart Mill lo sintetizó en su cuarta proposición sobre el capital: Demand for commodities is not demmand for labour.

Sin ahorro no hay capital; de hecho, la forma originaria del capital es el ahorro. Los keynecios creyeron que el capitalismo necesita de un consumismo desbocado para sobrevivir, de ahí que propusieran la intervención gubernamental para estimular el consumo (a través de mayor gasto público, menores impuestos o una reducción del tipo de interés). Los economistas clásicos eran conscientes de que un mayor consumo significaba un mayor derroche y un menor fondo de salarios, lo cual dificultaba la acumulación de capital.

Pongamos un breve ejemplo. Imaginemos que podemos recoger bayas del bosque a mano o con un palo. Sin palo recogemos 10 bayas al día, con el palo 30. El problema es que el palo tiene que ser construido antes de utilizarlo y, mientras construimos el palo, los trabajadores tienen que alimentarse. En otras palabras, si el palo necesita dos días del trabajo de un obrero que consume cinco bayas al día, antes de construir el palo tenemos que ahorrar diez bayas (cinco por día), en caso contrario ese trabajador no podrá comer. El palo, obviamente, es el bien de capital. Supongamos que el palo se rompe cada tres días y, por tanto, necesitamos una industria de palos (una industria de bienes de capital).

Si consumiéramos TODAS las bayas, TODOS los trabajadores se dedicarían a recoger bayas y NINGUNO a construir palos. No habría ahorro (se consume todo) y, por tanto, no habría bienes de capital. Vemos, pues, que la afirmación de Jesús Clavijo es totalmente infundada. En caso de ser cierta, la familia prestaría un flaco favor al capitalismo, pues el consumismo va en contra de la acumulación de capital.

Pero hay más. Para sostener que la familia consume más se apoya, entre otros, en el siguiente argumento: También porque la mayoría de productos y servicios están orientados específicamente a cada uno de los idealizados miembros de la unidad familiar. Nueva demostración de que no entendemos nada del capitalismo. Si la mayoría de productos están orientados HOY a las familias es porque las familias son mayoritarias. Si el número de individuos solitarios aumentara, la estructura de la producción variaría y la mayoría de productos estaría orientados hacia ellos. Lo contrario es suponer o bien que los empresarios son estúpidos (ya que se quedarían sin vender) y que no saben de marketing. La producción actual sólo ilustra los deseos de la sociedad. Hay que pensar que cuando compro una cafetera, meses antes un empresario tuvo que anticipar que yo iba a necesitarla. Cuando mañana compre el pan, el panadero la noche antes habrá tenido que preguntarse cuánto pan y de qué tipo se necesitará mañana. Si produce en exceso perderá dinero, si produce en defecto la clientela le huirá. Si los bienes de consumo son zafios y groseros se debe, únicamente, a que la sociedad es mayoritariamente zafia y grosera. En una sociedad casta y pulcra a la que se le ofrecieran solamente productos pornográficos representaría unas oportunidades de ganancia ENORMES para aquel empresario que proporcionara productos no pronográficos.

En definitiva, hablar por no callar. Será que Jesús Clavijo también está al servicio del capitalismo; al aumentar el flujo de información en Internet incrementa las oportunidades de Internet y favorce que más gente lo contrate a través de grandes corporaciones como Terra o Wanadoo. Hay que ver.

Comentarios

 
Eso de keynecios me ha gustado.
Enviado por el día 23 de Agosto de 2005 a las 23:20 (1)
Es de Carpio, no soy tan original :P
Enviado por el día 23 de Agosto de 2005 a las 23:29 (2)
J_fcarpio, dime, ¿es un playboy don Clavijo? Yo estoy casado y muy feliz y pensando más que nunca en ahorrar.

Lo lamento pero tu explicación no puede ayudar a don Clavijo. Estoy seguro que no puede. No se lo deseo a Clavijo pero probablemente un SIDA le ayudaría a entender las burreras que escribe. O una familia tradicional.

Así es, amigos, es mejor no postergar demasiado la boda. :)
Enviado por el día 24 de Agosto de 2005 a las 00:21 (3)
Tranquilocomp,

El post es mío, la expresión "keynecio" es propiedad intelectual de Carpio.

Sobre la decisión soltería o familia tradicional cada cual debe tomar su decisión. Como ya digo, el matrimonio es, en primer lugar, un instrumento de la pareja. A nadie se lo obliga a casarse. Y, por supuesto, el SIDA no tiene que ser una especie de fatídico castigo por no someterse al matrimonio tradicional. Una cosa es reconocer su valor social y otra el individual que, como siempre, es subjetivo y depende de qué fines persiga cada uno.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2005 a las 00:32 (4)
Disculpa, eaco, estaba con una copa demás, que es decir una sola copa. Sin whiskey en las venas no cometo ese error.

Saludos.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2005 a las 01:31 (5)
¿Un instrumento de la pareja? Ay, eso no suena muy católico que digamos.

La relación de pareja puede que sea un mero instrumento. Términos más excelsos para el matrimonio por favor.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2005 a las 01:59 (6)
tranquilocomp yo creo que siempre estás con una copa de más ;P
Enviado por el día 24 de Agosto de 2005 a las 19:25 (7)
Una cosa es reconocer su valor social y otra el individual que, como siempre, es subjetivo y depende de qué fines persiga cada uno

Mmm. Esta interesante diferenciación no siempre queda clara en autores como Hoppe o incluso Huerta de Soto.

Una cosa es lo que uno considere un modelo ideal para que se formen unos comportamientos pautados que hagan posible la vida en sociedad y otra que cuando uno los defiende esté apelando a la coacción estatal para ello.

Y es que hay cosas que deberían ser evidentes pero no lo son tanto, pues la figura estatal está presente en todo momento.

Por cierto, Narpo. xDDDDDDD
Enviado por el día 29 de Agosto de 2005 a las 02:35 (8)

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