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25 de Septiembre de 2005

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

ATTAC y la pobreza


A gran parte de la izquierda, la realidad no le preocupa lo más mínimo. "No sabemos economía, ¿y qué?" Les basta con sus prejuicios y supuestas buenas intenciones para justificar el uso de la coacción sobre millones de personas.

Entre ese grupo de ignorantes voluntarios y orgullosos encontramos a ATTAC. Como saben, ATTAC es una organización constituida para conseguir la imposición de una "tasa" sobre el movimiento internacional de capitales. Constituirse para alcanzar un objetivo tan horroroso (pues consiste en gravar el desplazamiento de los recursos privados que necesitan los países pobres para dejar de serlo) bastaría para descalificar sus declaraciones ulteriores. Pero, para corroborar que estamos ante una agrupación de chamanes, alquimistas y astrólogos, veamos su "opinón" sobre la LX asamblea de la ONU.

La última Asamblea General de las Naciones Unidas se ha saldado con un estrepitoso fracaso. La línea que encabeza resume todo el artículo. Hasta aquí estamos de acuerdo; con un matiz, el fracaso es la constitución de un organismo político internacional. Todas las actuaciones, asambleas y parafernalias sucesivas son simplemente la exteriorización de ese ruinosa iniciativa.

Aunque, como no podía ser de otra forma, las discrepancias comienzan en este punto. Para ATTAC el fracaso se debe a que las estrategias de reducción de la pobreza planteadas hasta ahora en las cumbres internacionales no han conseguido escapar de una filosofía neoliberal que da prioridad a los mercados y a la competitividad. Ya se sabe, la prioridad no debe estar en la sociedad, en los intercambios voluntarios, en la libertad de empresa, en la propiedad privada, en la división del trabajo y en la acumulación de capital. No. La prioridad debe situarse en los impuestos, el despilfarro, la corrupción, las burocracias, el funcionariado, la explotación de los ciudadanos y la nazionalización de los recursos. En otras palabras, la prioridad de ATTAC consiste en trasladar el poder desde la sociedad libre a los cabestros políticos.

La pobreza, según ATTAC, sólo puede solucionarse a través de incrementar los recursos financieros disponibles para el desarrollo, cancelar la deuda externa y permitir a los países pobres decidir y aplicar sus propias políticas comerciales y de alimentación.

¿Y quién puede oponerse a que el capital se dirija libremente hacia África, a que los africanos consigan una situación contable saneada o a que cada persona pueda decidir qué comprar y qué vender? Supongo que nadie. Pero ATTAC, destrás de esas palabras vacías no propone semejante cosa. El incremento de los recursos financieros no consiste en que los occidentales incrementemos nuestra inversión en bienes de capitales africanos, sino en que los distintos gobiernos tiránicos, suyos y nuestros, se repartan NUESTRO dinero y lo inviertan en proyectos abocados al fracaso. El incremento de la ayuda financiera es eso, un fortalecimiento del reino de terror de los gobiernos africanos costeado con la quema de nuestros proyectos e ilusiones.

La cancelación de la deuda es otro nombre para la irresponsabilidad contable. Consiste en defraudar a los acreedores y en NO someter a los africanos a los mismos estándares que toda nación civilizada. Consolida la estupidez de que los africanos son una raza "excepcional" que no tiene que pagar sus deudas y que necesita siempre de una niñera, venga ésta en forma de colonialismo de los "salvajes" o de parternalismo rojo. Como decía June Arunga, sería mucho más sencillo decirles a los Estados occidentales: vuelvan a colonizarnos, esclavícennos, no podemos prosperar y cuidarnos por nosotros mismos.

Y por último, la "libertad" de decisión de los países africanos para decidir sus políticas comerciales supone atacar la libertad de cada africano para comprar o vender en el extranjero. Es un sinónimo para hablar de explotación de sus dictaduras, de restricción de sus transacciones voluntarias, de sometimiento al mercantilismo estéril. ¿Qué tipo de libertad es aquella que le impide a un africano comprar ordenadores más baratos en España que en su propio país? ¿Así queremos contribuir al desarrollo? ¿Fomentando la coacción de los dictadores sobre sus sociedades?

Además, como cabía esperar, ATTAC no puede olvidar su propuesta estrella: perseguir la riqueza. Nadie niega la necesidad de presionar a los gobiernos para acelerar el cumplimiento de sus compromisos, pero Attac considera que ha llegado la hora de superar las prácticas “caritativas” de los poderosos para acercarse una justicia fiscal global, lo que supone pasar de la limosna de los ricos a una fiscalidad internacional basada en unos impuestos que recauden prioritariamente el dinero allí donde se concentra la riqueza.

Yo sí niego la prioridad de que nuestros gobiernos nos atraquen continuamente para mantener a una casta de africanos ricos y para financiar los proyectos de dominación de sus gobiernos. Yo sí niego que los africanos son incapaces de desarrollarse sin la dirección, el control y la neocolonización occidental. Yo sí niego esa ideología puramente racista y socialista de que los africanos necesitan del crimen de nuestros gobiernos para prosperar.

Es más, niego que la mejor manera de salir de la pobreza sea destruir la riqueza. Niego que gravar la concentración de riqueza favorezca otra cosa distinta a su destrucción, al aumento de la pobreza. Niego que la gestión de los recursos por el gobierno sea más eficaz en la satisfacción de las necesidades de los individuos que la de los empresarios. Niego que robar el dinero sea más lícito que obtenerlo a través del intercambio voluntario. Niego que sociedad alguna pueda desarrollarse sin producir, sin propietarios, sin ricos y sin personas responsables que sepan como servir a los demás a través del uso diligente de sus recursos. Niego todo eso, y por ello me opongo a que sea el gobierno quien gestione las propiedades ajenas y les diga, como si de un Papa Noel especialmente rojo, se tratara: "No os preocupéis, nosotros nos ocupamos de vuestro bienestar, relajaos en la butaca". Niego que una sociedad así puede siquiera alimentarse a sí misma.

Por eso, cuando ATTAC dice que seguirá ejerciendo, tanto dentro de Alianza Española contra la Pobreza, como fuera de ella, una creciente presión social contra la dictadura de los mercados financieros para, mediante la introducción de una fiscalidad internacional y la erradicación de los paraísos fiscales offshore, impedir que se siga concentrando riqueza y poder en muy pocas manos, sólo puedo leer que esta gente quiere tomar el poder del mundo para, con la excusa de una pobreza que no le preocupa lo más mínimo, organizar, controlar, y dominar la vida y las propiedades de toda la sociedad. No luchan contra ninguna dictadura del mercado financiero, porque todo mercado financiero se basa en los acuerdos VOLUNTARIOS entre dos partes; lucha por imponer su particular dictadura. Como siempre ha hecho la izquierda. Es más, el lenguaje orwelliano no debería parecernos novedoso.

Comentarios

 
No, sin duda, ninguna novedad, lo que ocurre es que, personalmente, me producen un profundo sopor estas soflamas plenas de resentimiento anticapitalista.
Seguro que estos de ATTAC tampoco saben mucho de economía, particularmente de cómo se crea riqueza SIN su ayuda.
Enviado por el día 25 de Septiembre de 2005 a las 18:35 (1)
Gravar los movimientos de capitales sería lo peor que les podría ocurrir a los países pobres. Yo creo que la gente ATTAC no es consciente de lo que dice ni del perjuicio que ello causaría para los países receptores de esos capitales.
La solución es un comercio internacional mucho más libre que permita a los países pobres exportar sus productos a los países ricos sin impedimentos.
Enviado por el día 25 de Septiembre de 2005 a las 22:08 (2)

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