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19 de Octubre de 2005

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

¿Cuál es el problema de la inflación?


A raíz de los últimos posts, me ha parecido que este tema no está del todo claro. Intentaré explicarlo brevemente.

Es problable que la pregunta que encabeza el artículo sea ya incorrecta. La inflación no tiene un problema, tiene muchos. Los neoclásicos suelen hablar de shoe-leader cost, menu cost (¡algunos incluso atribuyen el ciclo económico a esto!), redistribución de las rentas, mala asignación de recursos... Todos son, en cierta medida ciertos, pero todos pueden, en buena medida, neutralizarse a través de una correcta anticipación (por ejemplo, a través de un incremento de las rentas en proporción a cierto índice como el IPC). Sin embargo, hay un coste de la inflación del que no suele hablarse: el ciclo económico.

Primero, ¿qué es inflación? A mí me gusta describirla como el envilecimiento de la moneda. A los neoclásicos como el incremento de precios. A buena parte de la Escuela Austriaca como el incremento no respaldado de la oferta monetaria (nótese que mi definición está estrechamente relacionada con esta). Dejaremos, en este momento, de lado mi definición (por no haber sido del todo integrada en un sistema económico suficientemente explicativo) y la neoclásica (por confundir inflación con incremento de precios, cuando ésta es sólo una posible consecuencia de la expansión monetaria).

Segundo, ¿qué efectos produce la inflación, esto es, la oferta monetaria? Estamos en un sistema bancario de reserva fraccionaria. Los bancos pueden expandir los créditos respaldándolos tan sólo por una pequeña porción de activos líquidos (reservas). El resto, son créditos artificiales que quedan respaldados por inversiones. Pero fijémonos, ya desde el principio, que están inversiones sólo serán líquidas (y, por tanto, suficientes para satisfacer a los depositantes) cuando hayan madurado, esto es, cuando la venta de sus productos sirva para amortizar la inversión inicial y el correspondiente pago del interés. Por tanto, si los bancos comerciales expanden mucho sus inversiones, sin el correspondiente respaldo, en caso que "por alguna circunstancia" (que ahora veremos) los depositantes acudan a retirar sus depósitos, no podrá satisfacer a sus clientes e impodrá un corralito al estilo argentino.

Tercero, ¿qué papel juega el Banco Central? El Banco Central pretende evitar que un banco se quede sin liquidez para satisfacer a sus depositantes, de manera que no cunda la desesperación. Para ello, concede distintos tipos de préstamos a los bancos comerciales. Cuando el Banco Central rebaja el tipo de interés (el precio del dinero), ello significa que el interés a corto plazo al que presta el dinero a los bancos comerciales disminuye. En otras palabras, los bancos comerciales: a) pueden conseguir más dinero del banco central, b) gracias a ese banco central, y a la reserva fraccionaria, pueden expandir en mayor medida la oferta crediticia, c) su comportamiento se vuelve más alocado e irresponsable, ya que el Banco Central les garantiza la liquidez a un menos coste. En definitiva, las políticas monetarias expansivas incrementan la oferta monetaria y crediticia, esto es, la inflación.

Cuarto, ¿cómo se determina el tipo de interés? En principio, tenemos dos mercados donde se determina. El mercado crediticio y el mercado productivo. En el mercado crediticio el tipo de interés se determina con la demanda y oferta de fondos prestables. Los prestamistas tienen una cantidad de fondos que será prestado a los prestatarios a un cierto tipo de interés para el cual no existan ni prestamistas dispuestos a prestar más barato ni prestatarios dispuestos a tomar prestado más caro. En el mercado productivo, la determinación no es tan clara. Los empresarios demandas factores productivos a los que anticipan unas rentas (capital circulante) para, al finalizar el período productivo, recuperar los fondos anticipados y el interés a través de los beneficios. En otras palabras, estamos ante otro mercado crediticio: los trabajadores y terratenientes son los prestatarios de bienes presentes (el dinero anticipado por el empresario) y el empresario el prestamista de bienes presentes. Así, cuando los trabajadores y las materias primas maduren (produzcan) el empresario se quedará con su producción y la venderá por un precio superior al que anticipó a los factores productivos. En asuencia de beneficios extraordinarios, la relación entre el precio de venta de los productos y las rentas anticipadas es el tipo de interés. En todo caso, observamos que tanto el mercado crediticio como el de bienes y servicios están estrechamente relacionados. La gran mayoría de la demanda de fondos prestables se realiza con ánimo de invertirla en procesos productivos: si el tipo de interés es, por ejemplo, más reducido en el mercado crediticio, los empresarios pedirán prestado dinero para invertirlo en el mercado de bienes y servicios donde es más elevado. Ello provocará la elevación del tipo de interés en el mercado crediticio y su reducción en el productivo. Si el tipo de interés es más reducido en el mercado productivo, los accionistas y empresarios tenderán a desinvertir (incrementando el tipo de interés) para convertirse en oferentes de fondos en el mercado crediticio (reduciendo el tipo de interés).

Quinto, ¿cuáles son los efectos de la inflación sobre el tipo de interés? Si el Banco Central y los bancos comerciales expanden la oferta monetaria y esta se filtra al mercado crediticio, el tipo de interés se reducirá (al haber aumentado la oferta de fondos prestables). Esta reducción llevará a los empresarios a pedir prestados fondos en el mercado crediticio para invertirlos en el de bienes y servicios.

Sexto, ¿de qué modo se invertirán los créditos fiduciarios? Un menor tipo de interés permite expandir la duración de los procesos productivos, incrementando así su productividad. Los empresarios, pues, tenderán a alargar la estructura productiva, emprendiendo actividades que antes del crédito fiduciario no eran rentables (por el mayor tipo de interés) y ahora sí lo son (por el menor tipo de interés). Esta inversión en procesos productivos de larga duración supone, pues, una mayor inmovilización de los fondos de capital circulante. Hasta que éstos se liberen y se conviertan en activos líquidos, pasará un mayor período de tiempo. Además, esta inversión en bienes de capital alejados del consumo tiene un efecto añadido sobre éstos: parte de los factores productivos que eran utilizados para producir bienes de consumo, se desplazarán a esos nuevos estadios alejados del consumo, pagándoles rentas superiores a las que de otra manera se hubieran podido permitir con cargo al crédito fiduciario. Se produce una sensación de bonanza económica, ya que las rentas salariales aumentan, el paro se reduce y la "máquina" económica va a plena potencia. El gobierno parece haber conseguido algo milagroso: incrementar los ahorros sin que los consumidores tengan que restringir su consumo.

Séptimo, ¿puede incrementarse la inversión invirtiendo papel? Obviamente no. El tipo de interés debería haber reflejado únicamente el ahorro real de la sociedad. Si se difumina este ahorro real a través de un tipo de interés artificialmente bajo, la gente seguirá consumiendo de acuerdo con sus preferencias. Esto es, acudirán al mercado de bienes y servicios a consumir los fondos que los empresarios están invirtiendo. Por un lado, la oferta de bienes y servicios de consumo se habrá reducido ya que el período de maduración se ha incrementado (de manera que los productos llegan en mayor cantidad al mercado pero más tarde) y segundo, la demanda se incrementará porque las rentas extraordinarias pagadas para contratar a los factores productivos se trasladarán en un mayor consumo. Esto significa que, en este momento, se producirá "sobre el mercado de bienes y servicios de consumo" un incremento de los precios. Vemos, pues, cómo la inflación definida en términos neoclásicos se difiere mucho en el tiempo. Mientras que nosotros hemos hablado de inflación desde el momento de la expansión crediticia, los precios no se incrementan hasta que los consumidores adquiren bienes y servicios de consumo con cargo a las rentas anticipadas por los empresarios de bienes superiores de capital y procedentes del ahorro fiduciario. En todo caso, esto dará lugar a un incremento de los precios relativos de los bienes de consumo sobre los de capital, haciendo más rentable en estos momentos, la producción de bienes de consumo que la de capital. Por tanto, en la pugna de los fondos del mercado crediticio, los empresarios que se dedican a producir bienes de consumo podrán pagar un mayor tipo de interés que los de bienes de capital alejados del consumo (en otras palabras, los empresarios que se han dedicado a producir capital alejado del consumo tendrán que pagar un tipo de interés por el cual sus inversiones dejarán de ser rentables). No sólo eso, la mayor rentabilidad les permitirá recontratar a los factores productivos de las industrias alejadas del consumo y dedicarlos a producir bienes de consumo. Así pues, los bienes de capital carecerán del capital circulante y de los factores productivos suficientes para amortizar la inversión inicial. Esto se traducirá en que gran parte de las inversiones se abandonarán y muchos trabajadores irán al paro ya que, aun cuando sean necesarios para producir más bienes de consumo, el capital circulante necesario para adelantarles sus rentas en forma de salarios se hallará inmovilizado en las inversiones que no eran rentables. La única manera de evitarlo sería, precisamente, que los trabajadores aceptaran una reducción de sus salarios, de manera que un mismo montante de capital circulante pudiera financiar el empleo de un mayor número de trabajadores. Estamos en plena crisis económica.

Octavo, ¿y qué pasa con los bancos? Ya hemos indicado que una parte muy pequeña de sus inversiones (alrededor del 1%), las reservas, se hayan respaldadas por activos reales y líquidos. La otra, la oferta monetaria expandida, estaba respaldada por la maduración de las inversiones. En la medida en que estás han dejado de ser rentables, hayan sido abandonadas o el capital se encuentre totalmente inmovilizado, los bancos serán incapaces de atender a las demandas de los depositantes para recuperar su liquidez. Esto generará una situación de pánico entre el público que acudirá en masa a retirar unos depósitos que no existen o que se hayan invertidos en bienes nada líquidos.

Noveno, ¿puede realmente el Banco Central evitar esta situación? Si el Banco Central recurre a la expansión crediticia para evitar las situaciones de pánico, en realidad sólo estará prorrogando el caos y favoreciendo nuevas malas inversiones. Cuanto más reducido sea el tipo de interés, mayor será el período productivo y mayor la inmovilización del capital. Como acertadamente recordó Strigl, si el Banco Central expandiera sin límite la oferta monetaria, terminaríamos con el capital totalmente inmovilizado, de manera que habría que abandonar los métodos de producción indirectos, para volver a la producción inmediata, aquella cuya maduración es directa, por la incapacidad de subsistir sin consumir (dado que no existen ahorros).

Décimo, ¿cómo salir de la crisis? Simplemente permitiendo la reestructuración de la estructura productiva; asumiendo el consumo de capital que se ha producido; favoreciendo la movilidad laboral, sin fijaciones de salarios o penalizaciones al desempleo; evitando cualquier recurso al déficit público, que sólo tendrá como efecto reducir aun más las disponibilidades de ahorros que necesitan los empresarios para completar la maduración de sus proyectos. Los estabilizadores automáticos, en este sentido, son nefastos. El subsidio por desempleo incrementa los gastos públicos, dando lugar al déficit que se financia a costa de los ahorros reales; además, transmite ese incremento del gasto público en forma de rentas a los trabajadores, que terminarán consumiéndolo y no ahorrándola, incrementando pues, todavía más los precios de los bienes de consumo y agravando la situación de las industrias de capital. La crisis es un período de catarsis que no puede ni debe evitarse. Cuando más se retrase, mayor será el grado de de capital consumido y más dolorsa será la caída.

Undécimo, ¿cuál es el saldo neto? Se ha producido un consumo neto de capital al inmovilizarlo en proyectos no rentables que deberán ser abandonados. Multitud de trabajadores han acabado en el paro, se ha perdido poder adquisitivo y, lo que es más preocupante a largo plazo, se genera un clima de desconfianza hacia el capital y el capitalismo. La gente se vuelve más cortoplacista, no confía sus ahorros a inversiones que regularmente quiebran; se considera que el capitalismo es inestable y que el gobierno tiene que regularlo para evitar sus zarandeos. Al final, el capitalismo retrocede y el estatalismo se incrementa. Menor libertad y prosperidad es el saldo neto de la inflación.

Comentarios

 
Podrías, si quieres, escribir sobre el ciclo económico.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 15:39 (1)
Esto es precisamente el ciclo económico. No he separado cada fase expresamente, pero fíjate en los momentos en que hablo sobre expansión y crisis.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 15:44 (2)
Perfecto, ¿sin regulaciones estatales el ciclo económico de crecimiento sería ininterrumpido?
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 16:10 (3)
Sin agresiones a la propiedad privada, bien procedentes del Banco Central, o de una expansión bancaria que no permite restituir al depositante, no habría ciclo económico. Lo cual no significa que las empresas no quebrarían o que no se producirían fallos por parte de los empresarios, sino que no habría una crisis generalizada y recurrente en todas las empresas.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 16:17 (4)
¿Y cómo limitarías una expansión bancaria?

Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 16:43 (5)
Juan Ramón:
"Primero, ¿qué es inflación? A mí me gusta describirla como el envilecimiento de la moneda. A los neoclásicos como el incremento de precios. A buena parte de la Escuela Austriaca como el incremento no respaldado de la oferta monetaria (nótese que mi definición está estrechamente relacionada con esta)."

A mí como "el consumo del capital", por no decir despilfarro. Como dice Mises en «Liberalismus» (1927), traduzco: «La política antiliberal es una política de consumo del capital. Recomienda que el presente sea más abundantemente provisto - a expensas del futuro -.»

Las otras también me gustan pero esta creo que da más en el ojo.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 16:45 (6)
¿Cómo eliminas el crimen? No es sencillo. En principio al cerrar el banco central y regresar al patrón oro, ésta quedaría seriamente limitada, al menos en sus efectos más nocivos.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 16:48 (7)
Excelente análisis, pero la "política económica" de cualquier gobierno Estatal tradicional requiere de instrumentos como los del Banco Central y los impuestos, etc.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 16:54 (8)
Podrían poner un ejemplo de a qué se refieren con consumo de capital, por favor.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 17:58 (9)
El consumo de capital consiste básicamente en la inversión de capital circulante en procesos productivos de larga maduración, de manera que, por no ser rentable, queda finalmente inmovilizado. Esto no significa necesariamente que las estructuras de capital no se finalicen, sino que fueron construidas para unas determinadas rentabilidades que, al variar los precios relativos, dejan de existir. Por tanto, esas inversiones perderían valor y serían progresivamente desmanteladas.

Vamos, consumo de capital consiste en dilapidar los ahorros.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 18:11 (10)
De un profano: Me gustaría que comentaras, en relación a los ciclos, la para mí fascinante idea de la "desnacionalización del dinero" de Hayek. De hecho, él sostuvo que la propia existencia del monopolio de emisión de moneda hacía inevitable la existencia de ciclos, y ello porque el sistema provocaba necesariamente inflación. La idea de "privatizar" la emisión de dinero nos parece descabellada por mera costumbre, como a muchos les parecía la de las telecomunicaciones (Borrel, ex-ministro de la cosa, dijo que los del PP "se han vuelto locos" cuando anunciaron la privatización de Telefónica, y más teniendo en cuenta que el dinero es un "invento" privado que los "príncipes" se ocuparon de secuestrar como forma de poder.

Aunque sea más sencillo contemplar fórmulas como el patrón oro, parece rezonable que el objetivo fundamental de un banco central - mantener la estabilidad de la moneda - no se pueda cumplir sin mecanismos de mercado y sin que el mercado penalice a la entidd que incumpla - y no, como sucede, a los ciudadanos de su país-.

En este sentido, por cierto, Hayek era contrario a la moneda única europea, considerando un "mal menor" que las monedas nacionales compitiesen. Y, hasta la fecha, nadie me ha explicado ninguna virtud de la moneda única más allá que las que tuvieron los esfuerzos por adaptarse a las condiciones económicas que se exigieron para entrar en la zona euro.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 18:13 (11)
Yo (creo que) entiendo la teoría austríaca del ciclo económico y modestamente, me parece correcta para explicar ciclos que no sean explicables por otras causas.

Ahora bien, lo que me suele chirriar es la traslación de la teoría a la realidad económica.
En mi opinión, un ciclo "austríaco" puede no manifestarse si se produce en un contexto en el que muchos otros factores empujan fuertemente el crecimiento económico.

Es decir, yo creo que la teoría austríaca del ciclo económico debería enunciarse mejor de una forma parecida a esta: "cualquier aumento de la oferta monetaria genera un crecimiento económico (relativo al que habría sin ese aumento) sobre bases poco firmes, que tarde o temprano acaba por conducir a una liquidación de capital con una recesión (relativa a la situación que habría si no hubiera mediado la expansión)"

O sea, que, siendo cierta la teoría como tal, sólo en circunstancias especiales de cierta constancia económica y aumento fuerte de la oferta monetaria podríamos apreciarla en acción.

En cambio, si hay fuertes variaciones de origen extramonetario en el crecimiento económico y la expansión monetaria es modesta, puede pasar desapercibido un ciclo o, lo que me parece más probable, pueden superponerse fenómenos de cierta malinversión, liquidaciones y ajustes por "descuento" de la inflación o incluso un nuevo equilibrio artificial, pero potencialmente duradero, en el que no se acabe de producir nunca una recesión apreciable.

Bueno, yo todo esto lo digo por intentar cuadrar lo que dicta la lógica con lo que se aprecia en la realidad.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 18:45 (12)
Si fueran por causas propias del mercado, no hablaríamos de ciclos, sino de fluctuaciones aisladas propias de los negocios.

Acá esta sobre la mesa, los grupos de errores, que por ninguno motivo pueden ser resultado del free-market, como ya explicase Rallo en otra oportunidad.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 19:36 (13)
Estoy avanzando lenta pero provechosamente con este artículo. Acabo de terminar de leer el cuarto punto (no os riais demasiado que la economía era compleja hasta para L. v. Mises). No obstante la claridad, no estoy muy seguro sobre el alcance del tercer punto. Al principio del tercero, Juan Ramón, te refieres a prestamos de emergencia del Banco Central a la banca, luego pareces referirte a prestamos rutinarios o dinero fácil emitido para que gane dinero la banca. Me quedo un poquito en duda sobre el alcance y contexto del punto, también por esta partecita final: «las políticas monetarias expansivas incrementan la oferta monetaria y crediticia, esto es, la inflación.» Mi duda aquí se refiere al término "monetaria". ¿Te refieres al mismo proceso de dinero fácil - a la expansión crediticia en sí - o tienes algo más en mente al usar este término? A mí siempre me ha parecido confuso el uso simultáneo de estos dos términos: expansión "monetaria y crediticia". Es como que el término "monetaria" podría referirse a otros dineros más.

El cuarto punto me parece una joya, y muy austriaca (me imagino). ¿O los neoclásicos también visualizan las cosas así? Este cuarto punto le puede cambiar a cualquiera la visión de la economía. Es algo genial, ¿no?, es realmente el tipo de conocimiento que a muchas generaciones se le puede pasar de largo, como ha sucedido. Ejem, traspasa las barreras o imperfecciones del lenguaje, que a menudo no le permiten a uno entender el fondo del tema (algunos llegan a pensar, prefiero no citar nombres hoy, que la economía es como un platillo volador al que se maneja desde un centro de control). Me explayo para que no me crean tonto ;).

Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 20:34 (14)
"penalizaciones al desempleo", gran expresión.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 21:02 (15)

"Los neoclásicos suelen hablar de shoe-leader cost, menu cost (¡algunos incluso atribuyen el ciclo económico a esto!), redistribución de las rentas, mala asignación de recursos... Todos son, en cierta medida ciertos, pero todos pueden, en buena medida, neutralizarse a través de una correcta anticipación"

Como tu mismo haces notar en una anotacion anterior, la teoria del ciclo austriaco depende de la incorrecta anticipacion de los empresarios.

En realidad todas las teorias nominalistas del ciclo economico dependen de la inelasticidad de ciertos ajustes, o de comportamientos no racionales. En el caso del modelo IS_LM es el ajuste lento de los precios y los sueldos, el modelo de Lucas depende de la incapacidad de los empresarios para distiguir un aumento de precios sectorial de un aumento general del nivel de precios y en la teoria austriaca del ciclo, todo depende de la incapacidad de los empresarios para descontar el propio ciclo.

La existencia de agentes irracionales puede ser una buena explicacion, pero DESTRUYE EL APRIORISMO de las conclusiones y convierte a la Teoria Austriaca del Ciclo en una variante mas del Keynesianimo o viceversa. Y eso os condena a la melancolica tarea de analizar empiricamente los mecanismos de transmision.

Los economistas neoclásicos tienden a creer que el ciclo se debe a un ajuste a variaciones de la oferta productiva real. Yo no soy muy partidario de las Teorias del Ciclo Real, pero son INFINITAMENTE mas aprioristicas que la T.Austriaca y pasan bastantes tests empiricos.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 21:05 (16)
En todo caso, la realidad es que todos los marginalistas pensamos en terminos del modelo Walrasiano, donde no quedan recursos infrautilizados. El Keynesianismo parte de la observacion empirica de que SI quedan recursos sin utilizar, y proponen la expansion crediticia para utilizar esos recursos. El almuerzo Keynesiano es gratuito solo si creemos que la situacion anterior a la intervencion era suboptima. No se trata de redistribuir capital hacia el consumo, sino de movilizar recursos que iran a consumo y capital.

En un modelo multiequilibrio donde la economia esta en un equilibrio de subconsumo y subacumulacion de capital autoinducida, el Keynesianismo mueve el sistema del equilibrio malo al Pareto-mejor.

Conclusion: Menos dogmatismo.

Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 21:07 (17)
Pero kantor:

Paradójicamente, si el ciclo según el modelo austríaco puede evitarse si los empresarios lo descuentan correctamente, es que precisamente, su fundamento es cierto.
Es decir, los empresarios lo descuentan porque lo aceptan como verdadero y si lo descuentan bien y no se produce, es que era verdadero.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 21:31 (18)
El séptimo punto es otra joya, todo el artículo de nuestro autor es muy instructivo, profundo.

Kantor, creo que tu buen comentario ilustra por qué mi definición favorita de la inflación es «el consumo del capital».

El punto de fondo es que el dinero fácil, ese que el Banco Central crea de la nada, termina consumiendo a una riqueza real acumulada, que es siempre de todas formas relativamente escasa. Se va desperdiciando el capital, el que costó harto trabajo acumular. Los ahorros reales, en bienes, se van dilapidando, cómo no, si hay un dinero que poco menos que cae del cielo y al que hay que gastarlo/invertirlo rápido, mientras todavía vale más.

Creo que de esta realidad depende la teoría del ciclo austriaco.

Es interesante tu punto que cuestiona una supuesta irracionalidad de los empresarios/managers. Son pocos los que toman las decisiones claves, ¿no? Quizás a ellos el desplome económico no les afecta tanto, porque, a esas alturas, tienden a estar ya todos ellos forrados de plata. (Personalmente, se hacen ricos en el boom del dinero fácil.)
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 21:35 (19)
me refiero a las grandes corporaciones.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 21:37 (20)
Kantor, no quedó claro si eres walrasiano o keynesiano o un poco de ambos.

Creo que más que de dogmatismo, el tema es uno de responsabilidad y hasta de honestidad. Reitero el "jaque mate austriaco": inventarse dinero de la nada es en realidad un crimen, un robo a alguien.

Keynes (1883-1946) una vez justificó sus teorías intervencionistas diciendo que "en el largo plazo estamos todos muertos" y yo alguna vez te dije que ese señor estaba jugando con el presente de esta generación y el futuro de nuestros hijos.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 22:10 (21)
"Paradójicamente, el ciclo según el modelo austríaco puede evitarse si los empresarios lo descuentan correctamente, es que precisamente, su fundamento es cierto.
Es decir, los empresarios lo descuentan porque lo aceptan como verdadero y si lo descuentan bien y no se produce, es que era verdadero."

Para evitar esta clase de paradojas se invento el concepto de equilibrio.

Si los agentes conocen la Teoria del Ciclo Austriaco, no se meten en inversiones irracionales, y rechazan la expansion crediticia.
Y eso es todo. No hay ciclo, porque de hecho no hay expansion crediticia.

Ojo: que de todas las clases de Teorias Nominalistas, la austriaca es de las mejores. Todas las Teorias basadas en el dinero (como la Keynesiana o la Austriaca) exigen irracionalidades o problemas de ajuste. Son por tanto NO APRIORISTICAS y Juan Ramon os puede contar los problemas que eso trae. Luego puede seguir reflexionando y entendera que la unica Teoria realmente aprioristica en Economia es la Walrasiana.La Teoria del Ciclo Real (que es la clasicamente Walrasiana) es la mas aceptada.

Porque entre otras cosas y muy a pesar de todas las escuelas liberales, siempre hay recursos subutilizados.

En todo caso, no tengo claro que exista una buena teoria del ciclo economico.
Enviado por el día 19 de Octubre de 2005 a las 23:34 (22)
Kantor me da la impresión de que no eres amante de las etiquetas, al considerarlas signo de pereza, sin embargo me gustaría que te definieras, por curiosidad.
Enviado por el día 20 de Octubre de 2005 a las 01:46 (23)
Y creo que Kantor hace muy bien en no ser amante de las etiquetas. No se trata de elegir una Teoría que más o menos se ajuste a tú manera de pensar y luego defenderla a muerte sin aceptar nada más.
En mi opinión, hay que buscar lo mejor de cada Teoría y, a partir de ahí, formarse una idea. A mí me gustan cosas de los neoclásicos (con lo que más me identifico), de los austríacos y de los neokeynesianos. No todo lo que digan unos va a estar bien ni todo lo que digan otros va a estar mal. Evidentemente, luego habrá una escuela con la que uno se sienta más identificado, pero no hay que descartar per se las teorías de las otras escuelas. La economía real es muy compleja y, en ocasiones, abundan los tonos grises.
Enviado por el día 20 de Octubre de 2005 a las 03:35 (24)
La existencia de agentes irracionales puede ser una buena explicacion, pero DESTRUYE EL APRIORISMO de las conclusiones y convierte a la Teoria Austriaca del Ciclo en una variante mas del Keynesianimo o viceversa. Y eso os condena a la melancolica tarea de analizar empiricamente los mecanismos de transmision.

Falso, como respondió Mises la teoría Austriaca se dará SIEMPRE QUE se den sus supuestos. Si no se dan no habrá ciclo austriaco. Tampoco hemos llegado a asegurar que no existan otros ciclos causados por otros motivos (de hecho, el artículo de Hülsmann explica, al menos, cuatro ciclos económicos particulares dentro de su teoría general de ciclo de errores), simplemente es a priori en tanto cada vez que los empresarios no anticipen las malas artes del Banco Central, sucederá lo que señalan los austriacos.

En todo caso, la realidad es que todos los marginalistas pensamos en terminos del modelo Walrasiano, donde no quedan recursos infrautilizados. El Keynesianismo parte de la observacion empirica de que SI quedan recursos sin utilizar, y proponen la expansion crediticia para utilizar esos recursos.

Esto es un error de observación. El problema no es que existan recursos sin utilizar, sino que no existen los factores complementarios para utilizarlos. Esto es, no queda suficiente capital circulante para financiar el uso de esos recursos. Como explico en el artículo: Esto se traducirá en que gran parte de las inversiones se abandonarán y muchos trabajadores irán al paro ya que, aun cuando sean necesarios para producir más bienes de consumo, el capital circulante necesario para adelantarles sus rentas en forma de salarios se hallará inmovilizado en las inversiones que no eran rentables.
Enviado por el día 20 de Octubre de 2005 a las 11:47 (25)
Se me olvidaba,

Si los agentes conocen la Teoria del Ciclo Austriaco, no se meten en inversiones irracionales, y rechazan la expansion crediticia.

No es tan sencillo. ¿Cuáles son esas "inversiones irracionales" cuando el tipo de interés ha sido manipulado con una incidencia que ningún agente conoce?
Enviado por el día 20 de Octubre de 2005 a las 11:51 (26)
Kantor:
"En todo caso, la realidad es que todos los marginalistas pensamos en terminos del modelo Walrasiano, donde no quedan recursos infrautilizados."

Es bueno que no queden infrautilizados.

Yo me pregunto has leído, kantor, todo este artículo (citas a otro). ¿Qué opinará kantor sobre el cuarto punto, el séptimo?

¿Dónde está el error aquí?
Enviado por el día 20 de Octubre de 2005 a las 13:26 (27)

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