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25 de Febrero de 2006

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Pues yo quiero vender


Me pasa Happy Butcher este delirante artículo de Socialdemocracia.org, página que, como ya dijimos, será una fuente inagotable de risas y chanzas. La última es simplemente genial: todos somos accionistas de la mayor empresa del mundo, el Estado: El Estado es la empresa de todos, mal que les pese a los líderes de algunas empresas privadas, pues el Estado es lo único que impide que el liberalismo salvaje haga y deshaga con nuestras vidas lo que les plazca.

Ya vemos como al socialismo no le gusta que el liberalismo haga y deshaga a su gusto, esto es, que cada individuo utilice su libertad para hacer y deshacer a su gusto en los asuntos de su vida. Prefieren, en cambio, que el Estado haga y deshaga en nuestras vidas a gusto de las plutocracias y partitocracias. "Lo único" que hace el Estado es matar la libertad individual, es poco.

De todas formas, no creo que a los líderes de algunas empresas privadas les importe mucho todo esto. Más bien al contrario, las empresas privadas que viven de explotar a los consumidores, de obtener rentas políticas y subvenciones, de restringir la competencia o de promover la imposición de cuotas y aranceles están encantadas con el Estado. Fíjese usted que no tienen ni que esforzarse; el Estado ya les garantiza su posición oligopolística. No le negaré que los emrpesarios honestos, los que se esfuerzan por servir a los consumdiores al margen de los intereses creados, de los arbitrismos estatitas y de la regulación obscena, sí estén en contra del Estado. Pero ya sabemos que la organización política -merced el cercenamiento de la libertad- sólo está instituida para favorecer los intereses de los grupos de presión sobre los que se sustenta. La honradez, el servicio y la caridad deben ser castigados y expropiadados en virtud del parasitismo, la corrupción, el nepotismo y el tráfico de influencias. Semos socialdemócratas.

Después de esta bonita declaración de intenciones nos topamos con el brillante razonamiento que subyace al artículo: Como propietarios de esta empresa, es deber de todos los ciudadanos en enriquecerla, y trabajar por su buen funcionamiento. Pensémoslo bien.

Vaya, vaya. ¿Así que soy propietario y accionista? Releches, y yo aquí abogando inútilmente por el derecho de separación. Pues nada, si tengo un paquete de acciones (¿cuántas?), ¿puede indicarme dónde está el mercado para venderlas? Ah, que no hay mercado. Entonces, ¿precio de mercado de las acciones? Ajam, que tampoco. ¿Entonces cuál es el valor de la acción? ¿La satisfacción personal? Uf, pero ¿podré renunciar siquiera a ese paraíso de éxtasis colectivo, aun sin contraprestación?, ¿qué no? En ese caso, ¿en qué sentido soy propietario? Ahhh, se refiere usted a que soy propietario del Estado porque tengo el deber ineludible de desprenderme de mis auténticas propiedades. Voy entendiendo. Pero una cosa, ¿puedo entregarle mi casa en propiedad? Ya sabe las condiciones: no puede venderla, no puede ocuparla, no puede desalojarme ni puede desvincularse pero, eso sí, debe pagarme periódicas rentas por la enorme satisfacción que le deriva este "peculiar" tipo de propiedad.

Otra cosa que tampoco sabía es que los accionistas tuvieran el deber de trabajar en la empresa de su propiedad. Creía más bien que su única labor consistía en financiar la actividad merced a la cual se producían toda clase de bienes y servicios valorados por los consumidores y, en virtud de ese adelanto y del título dominical, percibir una serie de ingresos en concepto de dividendos o de incremento del valor de mercado de la acción. Pero en esta curiosa empresa llamada Estado, tengo que pagar puntualmente todo lo que recibo (e incluso lo que no recibo). No son ingresos que se generan de la nada a partir de mi aportación inicial (no son rendimientos), sino que es un modo de consumir. ¿Qué inversión se realiza aquí? ¿Qué rendimientos obtengo? ¿Cuál es el valor de mercado de la empresa? Nada, nada; las ventajas son tantas y tan evidentes que no nos conceden el derecho de enajenación de la acción. Si es que donde esté la fuerza, ¿para qué utilizar la persuasión?

Pero tranquilos, que nuestro autor nos lo explica: Cada uno de nosotros es propietario de monumentos, carreteras, hospitales, edificios oficiales, barcos, aviones, autobuses, infraestructuras, bibliotecas, televisiones, emisoras de radio, etc.

¡Caray! Si soy un maldito terrateniente explotador, ¡y yo sin saberlo! Ah, que no, que no podemos utilizarlos sin permiso legislativo o administrativo, ni tampoco podemos vender nuestra parte. Ventajas de ser propietario del Estado. ¿Para qué voy a adquirir acciones de una empresa privada? Total, ¿qué más da que pueda vender y desprenderme de la acción? Eso sos derechos sin importancia al lado de sentirnos propietarios de la mayor empresa del mundo. Mayor empresa que, claro está, lo es por méritos propios, esto es, sirviendo a los consumidores y descubriendo oportunidades de ganancia. ¿Cuándo ha robado, asesinado, atacado o eliminado el Estado a otros individuos o empresas? Nunca jamás, la mayor empresa del mundo está ahí para quedarse. Las quiebras no le afectan, ¿para qué?

Ahora viene otra perla: No comprendo la actitud de algunos ciudadanos que destrozan las infraestructuras que son de su propiedad. No comprendo la actitud de quienes critican al Estado, exigiendo su desaparición. Puedo entender y apoyo a quienes exigen que el dinero se use bien, de forma más eficiente.

Pero hombre, ¿para qué quieres entendernos? Si ya se sabe que eso de ponerse en la piel del otro es muy difícil (de ahí que el Estado conozca cuál es el bien común); mira, como propietario de esa gloriosa empresa, sólo tienes que esclavizarnos. Ni es necesario que nos convenzas para que continuemos pagando y cantando, ni que estemos felices con sus servicios para que sigamos consumiendo de manera coactiva sus servicios monopolísticos. Nada de esto es necesario: grandiosa empresa pública.

Yo, en cambio, no entiendo a quienes critican que el dinero se use de manera más eficiente. ¿Pero acaso eso es imposible? Piensa dos veces en lo que acabas de escribir: la mayor empresa del mundo despilfarra el dinero. ¿Y cómo se mantiene en pie? No me seas hereje; ni se pueden destruir los muebles ni el prestigio de la empresa (ya que como sabrás el buen nombre comercial es un activo de la empresa). Todos tenemos el deber de impedir que su prestigio sufra mella: queramos o no es nuestra empresa. Desde la cuna a la sepultura (ni Rockefeller).

Pero cuidado, el socialdemocrata se pone duro: Todos los ciudadanos tenemos derecho a exigir que los funcionarios sean más eficientes, como empleados nuestros, y que los presupuestos del Estado sean más eficaces y que nos mejoren la vida.

Somos tan propietarios que podemos despedir a nuestros empleados ineficientes. Ah no, perdón. Tenemos derecho a exigirles que sean eficientes y si no cumples nuestros mandatos entonces... podemos... eh.... esto... sí... podemos... enfadarnos, eso es. Podemos enfadarnos mucho, muchísimo, incluso gritar, pero fuera de las administraciones, no sea que nuestros sumisos empleados llamen a seguridad. Nos harán mucho caso, así es.

Después de asentar y demostrar la enorme cantidad de derechos que tenemos, gracias a ser propietarios de la mayor empresa del mundo, nuestro fino analista reincide en la parte realmente sustanciosa de nuestro título de propiedad, las obligaciones: el ciudadano de la calle no debe desvincularse de la tarea de crear Estado, de ampliar nuestra riqueza común. Proteger el medio ambiente, donar libros a las bibliotecas, cuidar los transportes públicos, la limpieza de nuestros parques y nuestras calles, reciclar.

Toma ya. Hay que ampliar la riqueza común. ¿Pero qué riqueza? Aquí hay algo que todavía no hemos entendido, ¿cómo sabe el susodicho de que las piedras son riqueza? La riqueza no tiene propiedad objetivas, depende de la valoración de cada persona. Si construimos un edificio de 5 kilometros de altura repleto de estiércol mientras la gente se está muriendo de hambres, ¿ese edificio es riqueza o una malinversión de mil demonios que sólo una "gran empresa" con la fuerza coactiva del Estado podría acometer? En ausencia de precios de mercado con los que valorar los activos de la mayor empresa del mundo (cuyo valor no es más que la capitalización presente de unos rendimientos futuros que tampoco tienen precio de mercado), ¿cómo sabemos si disponemos de una gran riqueza común o de un gran basurero de miserio? Aunque bueno, es de suponer que "la mayor empresa del mundo" tendrá en cuenta esos "pequeños" y solubles problemillas.

Lo que ya me conmueve es la asimetría entre los trabajadores-funcionarios y los propietarios-ciudadanos. Fijémonos: el trabajador explotado por el Estado tiene derecho a percibir un sueldo mensual por realizar su tarea. Los propietarios, en cambio, aparte de entregar a la gula política nuestras propiedades (para mayor gloria de la empresa) hemos de donar libros y limpiar las calles. ¿Puedo ser trabajador en lugar de propietario? Ya sé que esta petición no es habitual en las empresas privadas, pero visto lo visto, no creo que a ningún propietario se le niegue el derecho a subrogarse en la posición de un obrero de la empresa, ¿no?

Eso sí, las críticas a esta magnifica obra, a esta enorme empresa al servicio de la humanidad, sólo pueden provenir de oscuros intereses de clase: aquellos que abogan porque el Estado se reduzca a su mínima expresión, suelen ser aquellas personas, lobies o empresas que tendrían mucho más que ganar si no existiese un poder que se les opusiese.

Si hombre, ya hemos visto que las empresas que sobreviven gracias a la represión y las transferencias coactivas del Estado están encantadas de que perdure per saecula saeculorum. ¿O acaso crees que los Thyssen o los Krupp eran muy antiestatistas? No hombre, la oposición proviene precisamente de aquellos que son explotados sistemáticamente por la mayor empresa del mundo; eso sí, la pregunta es reversible. ¿Crees que la mayor empresa del mundo seguiría siendo la mayor en caso de no asentarse sobre la la fuerza y la violencia? En ese caso, ¿no sería más correcto afirmar que los únicos que quieren expandir el Estado son todos aquellos grupos de presión que obtienen rentas sin servir a los consumidores, esto es, todos aquellos grupos que pueden medrar aun sin servir a los demás? Los ladrones tendrían mucho que perder si se les impidiese robar, no me cabe duda.

Con todo, no debemos olvidar que existen seres inferiores y subdesarrollados, una suerte de especie atrasada, que son incapaces de sobrevivir si no recurren al parasitismo. Los fascistas decían que esta gente provenía de las razas inferiores; los comunistas que eran los grandes terratenientes que, incapaces de trabajar, vivían de las rentas obtenidas a través del expolio de las tierras. Los socialdemócratas simplemente constatan que existe este tipo de gente, algo deficiente, y que por tanto necesita del poder opresivo del Estado: Por eso quienes más necesitan del Estado no ya para enriquecerse, sino simplemente para sobrevivir, prefieren un Estado fuerte que les proteja y que defienda sus derechos.

No sé dónde ha quedado ya la idea de una empresa que nos hacía habitar en la Arcadia feliz. Ahora sólo encuentro un ejercicio de fuerza que se legitima por la supuesta existencia de seres inferiores. Es un hecho constatado que la gente muere de hambre sin el Estado; es un hecho constatado que es el Estado quien produce la riqueza. Lo que no termino de entender es lo siguiente:

Supuestamente existe una gente inválida que, a poco que la dejemos sola, morirá de hambre. Por otro lado, tenemos al gran capital, obtenido por gente despiadada e inteligentísima. En medio de los dos, tenemos a las clases populares, de inteligencia mediana. Queda claro que la gente inválida es tan sumamente tonta, que no puede siquiera convencer el Estado para que canalice sus rentas hacia ellos. No creo que nadie sostenga que los seres inferiores son incapaces de trabajar pero son grandes rent-seekers. Por otro lado, resulta cuando menos curioso que los despiadados capitalistas no hayan conseguido eliminar, merced a su descomunal asticia y artimañas, eliminar toda ayuda redistributiva. La única explicación que se me ocurre es que la clase media esté poblada de miles de ciudadanos bondadosos que estén dispuestos a mantener con un suero a los moribundos de las clases bajas; bondad que ha conseguido doblegar la maligna astucia de los capitalistas. Pero si esas clases bajas son tan bondadosas y tan numerosas, ¿por qué han de recurrir al Estado? ¿por qué han de utilizar la fuerza para ayudar a los zombies de las clases bajas? ¿Acaso no pueden canalizar su descomunal amor en forma de aportaciones voluntarias?

Claro que también podría ser que los inválidos no fueran tan tontos, sino bastante más listos, y con la excusa de la supervivencia, se aseguren una sobrevivencia: convencen a los tontos útiles de las clases medias para que acepten las corrientes de pagos coactivos hacia sus cuentas suizas, y todos tan contentos. No sé con qué explicación quedarme. Ya se ve que dentro de esta gran empresa todo es cordialidad.

No en vano, como decía Freud, la sociedad se asienta sobre un crimen colectivo. Más que sociedad, eso sí, debería haber dicho la Sociedad Anónima del Estado. Ya se sabe que incluso el comunismo puede ser capitalista.

Comentarios

 
Ja,ja,ja,ja.
Realmente esta gente te hace pasar un buen rato. Que encantadora y que candida la estupida ignorancia de este socialdemocrata.
Un fisking genial.
Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 15:33 (1)
Recuerdo que en la universidad, en una clase sobre el Bloque del Este, la profa nos dijo que la URSS funcionaba como una única y gigantesca SA. Yo objeté que ninguna SA rodea sus terrenos con alabre de espino para disparar a matar contra los que tratan de salir. La clases se tronchó pero a la profa le pareció un detalle menor.
Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 15:34 (2)
Me parece fatal que os meeis en la palabra socialdemocrata atribuyendosela a cualquier indocumentado filo-comunista que transita por el mundo.

Los dos unicos socialdemocratas que hay en RedProgre son Egocrata y Carmen. Los demas son nihilistas.

Para mas información sobre socialdemocracia, vease Stuart Mill, Paul Samuelson, Kenneth Arrow, Jhon Rawls y Kenneth Rogoff.






Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 15:44 (3)
Por cierto, Juan Ramon, ¿te leiste este artículo, sobre arbitraje?

http://kantor-blog.blogspot.com/2006/02/capitalism...
Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 15:46 (4)
"Me parece fatal que os meeis en la palabra socialdemocrata atribuyendosela a cualquier indocumentado filo-comunista que transita por el mundo."

Pues que protesten y luego se matiza lo que haga falta. Lo digo porque por muy socialdemócratas que sean los que nombras, hay que recordar que conviven estupendamente con los radicales. No es un simple juego de etiquetas.
Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 17:34 (5)
En esa web consideran como socialdemócratas a los neofascistas de ERC o a los econacionalistas de ICV.
Identifican a la socialdemocracia con el odio al capital, que es lo que tienen. La página tenía que llamarse comunismo.org, anticapitalismo.org o algo así pero creo que encaja muy mal con la socialdemocracia. Aún así, allá cada uno...
Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 19:52 (6)
No, si ya se que RedProgre no es socialdemocrata. Precisamente por eso lo digo.
Enviado por el día 25 de Febrero de 2006 a las 23:51 (7)
Pués si socialdemocracia.org son radicales, no sé que deben ser rebelion.org o nodo50.org. A ver, hay artículos que defienden la educación y la sanidad pública (socialdemócrata, por cierto, o incluso social-liberal), que defienden las descargas de archivos (eso los hace liberales??), que defienden que el sistema público también ha de regirse por sistema de calidad y de eficacia en el gasto (¿eso no es social-liberal?), que defienden la alianza de los CD (democrata-cristiano) y el PS (socialdemócrata) en Chile que ha llevado a la victoria de Bachelet, entre otros artículos. Me parece que tildáis muy fácil de "comunista" "radical" "extremista", cualquier cosa que ligéramente sea alejada del centro a través de la izquierda, la socialdemocracia va desde Giddens hasta Vicenç Navarro, pasando por Manuel Castells, Foucault o Durheim, según como se hagan las lecturas y no únicamente por los economistas keynesianos. Es tan socialdemócrata la Confederación Europea de Sindicatos como el laborismo británico, ¿o ahora el pacto capital-trabajo no es socialdemócrata?. Socialdemócratas son Olof Palme o Brandt. En la internacional socialista que es donde se integran a los partidos socialdemócratas, ERC está como miembro invitado, así que algo pinta. En ICV existe un ala socialdemócrata que han construído el ecosocialismo, y no todos provienen del comunismo reconvertido. Quedarse en teóricos del XIX o que murieron en la década de los 70 es limitar bastante la socialdemocracia. Es más, es una miopía supina quedarse sólo con los teóricos keynesianos y los economistas. Hasta según que lecturas de Chomsky pueden hacerse como socialdemócrata. Y esa es la realidad. O confundís social-liberals con socialdemócratas, que también puede ser, porqué vuestros autores favoritos desconocen la realidad política europea y hacen simplificaciones como asimilar socialdemocracia al partido demócrata o únicamente al nuevo laborismo. En fín, lo mejor "anticapitalismo", ¿donde pone eso?
Enviado por el día 26 de Febrero de 2006 a las 18:50 (8)
El Estado parece que tiene un propietario: el gobernante. Si ese gobernante es temporal poco o nada le importan los electores. Los electores se creen accionistas, pero es una ilusión o apariencia. La realidad se impone a todos, sean liberales o socialdemócratas: las elecciones democráticas contribuyen a mantener la apariencia de que el Estado puede minimizarse o depender de los votantes, en verdad no es así, por lo que cada elección hace mantener esa apariencia....
Enviado por el día 26 de Febrero de 2006 a las 20:34 (9)
"En la internacional socialista que es donde se integran a los partidos socialdemócratas, ERC está como miembro invitado, así que algo pinta. En ICV existe un ala socialdemócrata que han construído el ecosocialismo, y no todos provienen del comunismo reconvertido"

ERC. El criterio de la Internacional Socialista no me vale. Ahí entra una auténtica amalgama de partidos cuyas ideologías, en muchas ocasiones, poco tienen que ver. Hoy por hoy, ERC es un partido antisistema de corte neofascista, que poco tiene que ver con la socialdemocracia.
ICV. Cierto que hay ecosocialistas pero, hoy día, son más nacionalistas y neocomunistas que otra cosa.


"En fín, lo mejor "anticapitalismo", ¿donde pone eso?"

¿Te has leído el artículo que comenta Rallo? Es lo más contrario al capitalismo que puede haber. Y, por otro lado, el anticapitalismo es el nexo de unión de muchos de los miembros de socialdemocracia.org (no de todos). Es la única manera de entender la inclusión de ERC, ICV o de que tengan cabida artículos como el que comenta Rallo.

Saludos
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 00:33 (10)
Por otro lado, puedo estar de acuerdo en el amplio espectro político y económico que abarca la socialdemocracia: desde la socialdemocracia de mercado hasta la más estatista. Pero ERC e ICV...
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 00:38 (11)
Poldec, que tu hables conmigo no significa que seas votante del psoe verdad? Eso del crimen por asociación no me convence... En ERC hay de muy variadas convicciones (aunque no te lo creas)y en ICV d IU ni te cuento. Algunos, es cierto, encajan en tu definición pero otros no. De ahí a afirmar que los que escriben en la misma web lo son, hay mucho trecho. Yo no acuso a rallo de ser neocon por escribir en libertad digital ni de confabular con losantos para el desangramiento de la clase obrera (o de cosas peores!) un poquito de por favor!!!
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 01:03 (12)
Pués lo siento, yo me tengo que fiar de gente que me dice que es de ERC pero su discurso es sobre el estado del bienestar y nunca me han dicho que hay que quemar la banca o destruir la industria o socializar todos los medios de producción. Hay gente que viene de Maulets que es de ERC pero también hay gente que milita en ERC que es centro-izquierdista. Y de ICV pués sí, hay el ala ecosocialista, están adscritos al grupo verde europeo y han habido bastantes puntos de encuentro entre los partidos socialistas de corte socialdemócrata y los partidos verdes. Y ICV hoy en día en su acción de gobierno es bastante socialdemócrata.
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 10:20 (13)
realmente aquellos que hablan sin desconocimiento de erc o de icv no son más que neofascistas que dicen ser liberales, pero cuya única idea es la defensa de españa al más puro estilo fascistoide, dejando de lado las libertades que tanto dicen defender, y todo esto se ve al ver como meten en el mismo saco a diferentes formaciones, y encima llamarlas radicales.
jajajajajajajajajaja
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 15:12 (14)
(14) "...que hablan sin desconocimiento..."
¿habrá que hablar con desconocimiento?
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 18:17 (15)
Mano, es un argumento débil entrar en las faltas de ortografía o en lapsus al escribir. Está claro que demiurgo se refería "que hablan con desconocimiento" o "hablan sin conocimiento". Pero en fín, si esa es la mejor crítica apaga y vamos. Si se tilda diréctamente a ERC de fascistas y a los de ICV de comunistas, es que se sabe bien poco de la política catalana y de la acción de gobierno de esta gente. O si defender el estado es ser anticapitalista (los social-liberales son anticapitalistas, igual que los liberales clásicos o ya que estamos la derecha democrata-cristiana, ya que estamos, todos los que crean que hay un espacio público y que es necesario un estado que lo gestione son troskistas). Joder, como se va a poner el PCE de militantes...
Enviado por el día 27 de Febrero de 2006 a las 22:30 (16)
José, me parece qeu nuestro platónico amigo le hace un flaco favor a nuestra argumentación...
Enviado por el día 28 de Febrero de 2006 a las 00:10 (17)
Socialdemócrata, no pretendía hacer pasar esa pequeña burla como argumento. Tampoco me parece que la intervención (14) dé para mucho argumentar. No contiene más que dos típicos autoengaños, como son:
- los que no están de acuerdo conmigo son fascistas y
- en concreto, los liberales son en realidad fascistas disfrazados

Así se va uno a dormir tranquilo, sin tener que examinar lo que dicen los que piensan distinto, porque claro, son todos fascistas o neofascistas, ....

En cuanto al tema general: evidentemente, hay mucha izquierda no estalinista, por si quieres saber mi opinión.
Enviado por el día 28 de Febrero de 2006 a las 01:00 (18)

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