12 de Abril de 2006
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
Excusas para censurar
Esta semana en Libertad Digital utilizo la denuncia presentada por Vocento ante Defensa de la Competencia para criticar la legislación antitrust y, en concreto, aquella destinada a limitar la libertad de expresión.
Parece ser que Vocento no confía en la fidelidad de sus lectores y teme que escuchen a Jiménez Losantos. Ante la falta de calidad y de convicción, el silencio es su mejor arma; hay que impedir que otros pongan el dedo en la llaga. Las razones del comunicador tulorense las combaten con el poder coactivo que les proporciona el Estado; incapaces de convencer, prefieren censurar.
Las sociedades libres deben respetar la capacidad de elección de los individuos, no sólo en la adquisición de bienes y servicios, también en la formación de opiniones sobre la realidad circundante. El Estado no puede establecer cuál es la verdad por decreto ley, pues ello impide tanto que la verdad aflore a través de la discusión cuanto que los consumidores se formen libremente una opinión.
El paradigma comunicativo de los totalitarismos consiste eliminar cualquier información distinta a la proporcionada por el Estado y obligar a que los individuos interioricen dicha información. Las personas no son libres para evitar que la información estatal entre en sus vidas; no consumen aquello que quieren, sino lo que el Estado quiere que quieran.
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Parece ser que Vocento no confía en la fidelidad de sus lectores y teme que escuchen a Jiménez Losantos. Ante la falta de calidad y de convicción, el silencio es su mejor arma; hay que impedir que otros pongan el dedo en la llaga. Las razones del comunicador tulorense las combaten con el poder coactivo que les proporciona el Estado; incapaces de convencer, prefieren censurar.
Las sociedades libres deben respetar la capacidad de elección de los individuos, no sólo en la adquisición de bienes y servicios, también en la formación de opiniones sobre la realidad circundante. El Estado no puede establecer cuál es la verdad por decreto ley, pues ello impide tanto que la verdad aflore a través de la discusión cuanto que los consumidores se formen libremente una opinión.
El paradigma comunicativo de los totalitarismos consiste eliminar cualquier información distinta a la proporcionada por el Estado y obligar a que los individuos interioricen dicha información. Las personas no son libres para evitar que la información estatal entre en sus vidas; no consumen aquello que quieren, sino lo que el Estado quiere que quieran.
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Comentarios
¿Lanzó alguna injuria, calumnia o imputó infundadamente hechos concretos don FJL al ABC?
Únicamente hizo una recomendación ¿ es que acaso no puede?
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