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16 de Junio de 2006

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Ni con las parodias aciertan


Uno ya se ha aficionado a entrar en Socialdemocracia.org para echarse unas risas a costa del desparpajo intelectualoide ajeno. El último artículo que me ha llamado la atención es La Gran Creación, de un tal Francisco Agenjo, escribidor de otros textos humorísticos como Soy accionista de una empresa.

Agenjo pretende parodiar la supuesta "perfección" que los liberales atribuimos al mercado, equiparándolo con la creación divina: Y dios dijo, hágase el libre mercado. Y el libre mercado se hizo. Perfecto. El segundo día dios creó el Dinero, que iluminó la creación. Y dios continuó su obra, creando las acciones, las bolsas y los edge funds. El sexto día, dios creo la empresa, a su imagen y semejanza, perfecta e intachable en su gloria. Y el séptimo día, dios descansó, y se fue a un paraíso fiscal en las Barbados

Lo primero que se desprende de este artículo es un cliché absolutamente constructivista; el mercado y el dinero han sido creados y planificados de manera consciente por un ser superior. En caso contrario, su perfección resulta inexplicable.

Por supuesto, si caracterizamos el mercado por su orden planificado, simplemente estamos dejando de hablar acerca del mercado. Y si nos chotamos de que ese mercado planificado pueda llegar a ser perfecto, en realidad estamos ridiculizando que la planificación -esto es, el socialismo- puedan alcanzar buenos resultados. Un detalle del que alguna lumbrera izquierdista parece no haberse dado cuenta.

Pero además, la descripción de la creación del mercado que pretende pergeñar no puede ser más estrambótica. Dejemos al margen que un Dios omnisciente cometa faltas de ortografía y cree edge funds y no hedge funds; lo realmente curioso es la sucesión de los hechos.

Primero, el dinero no se crea, surge espontáneamente como el activo más líquido de una sociedad. Los únicos obsesionados con crear e imponer el dinero han sido los Estados, tanto en su forma keynesiana (¿te suenan el fénix o el bankor como intentos keynesianos de establecer divisas únicas mundiales?) como socialista (la abolición del dinero y si sustitución por vales de racionamiento); en el mercado los agentes demandan y acumulan aquellos bienes que consideran más líquidos y, de esta forma, surge y evoluciona el dinero de manera espontánea. Precisamente explico hoy en el Juan de Mariana por qué la imposición creadora del dinero es simplemente imposible; échale una ojeada.

Segundo, se me antoja un poco complicado que hasta el día quinto Dios creara las acciones y las bolsas sin que existieran empresas. Más que nada porque una acción es una parte alícuota del capital de una empresa; y la bolsa no es más que el mercado donde se compran y se venden esas partes alícuotas. Pero si no existen empresas, tampoco acciones ni Bolsas. Qué perfecta creación más imperfecta.

Tercero, si Dios crea empresas perfectas y que no yerran, simplemente no está creando empresas. Empresa proviene del verbo latino im-prehendo que viene a significar descubrir, darse cuenta de, o atrapar; si una empresa no puede equivocarse, ello significa que todas las oportunidades de beneficio son ciertas y conocidas por la empresa, de modo que no descubre nada, ya lo conoce. La empresa no actúa, sino que reacciona ante la información perfecta dada. Tampoco te vendría mal leer este otro artículo mío.

Cuarto, si Dios crea un libre mercado, ¿qué sentido tiene la existencia de paraísos fiscales? ¿En qué momento ha creado el Estado para escapar de él? Por cierto, tax havens no es "paraíso fiscal", sino "refugio fiscal".

Y si esta creación divina roza lo rídiculo por ilógica, el párrafo siguiente confirma tal presunción: Pero he aquí que el diablo, servidor de dios caído en desgracia por no creer en el libre mercado y en su creación, creo al hombre. Sabedor de la perfección del libre mercado hizo al hombre y a la mujer imperfectos. Llenos de necesidades, como comer, dormir, soñar. Y les liberó en la creación de dios, para que corrompiesen el libre mercado.

Ahora mi pregunta es, ¿cómo podía haber creado Dios el libre mercado, las empresas y las bolsas sin hombres? ¿Quién actuaba en ese mercado libre, comprando y vendiendo acciones, dirigiendo las empresas o aprovechando oportunidades de beneficio? De hecho, sin necesidades humanas, ¿en qué podían consistir esas oportunidades de beneficio?

Sintomático que se conciban las necesidades como una forma de corromper la perfección del mercado. ¿Acaso la empresa no es una unidad productiva que se dirige a satisfacer los fines, esto es, las necesidades del individuo?

Sigamos con esta magnífica creación: Las empresas, a imagen de su creador, acogieron a los hombres, y les dieron sus acciones, y repartieron su trabajo, y les entregfaron la riqueza que ellas habían creado, y el hombre fue feliz.

Curioso. Las empresas actúan como entidades propias y se autoentregan a los hombres en forma de acciones. De hecho, les llegan a entregar la riqueza que "habían creado" (¿quién?), aun cuando esa riqueza no pretendiera satisfacer las necesidades humanas. ¿Y de qué riqueza se trataba entonces? Y eso sí, la riqueza no necesita regenerarse y producirse de manera continuada; con crearla una vez y repartirla, los hombres ya son felices.

Pero continuemos un poco más: Pero un terrible germen anidaba en el oscuro corazón del hombre. Un pecado mayor que los siete capitales. El comunismo y la igualdad

No hombre, tovarish, el comunismo y su montaña millonaria de cadáveres es la virtud proverbial del ser humano. Aun así, siguiendo la descripción que has realizado del libre mercado, yo no diría que el comunismo surge de la corrupción del libre mercado, sino que lo que tú entiendes por libre mercado es el comunismo.

Recapitulemos: tenemos empresas que sólo reaccionan ante oportunidades de beneficio dadas que, para más inri, no se corresponden con la satisfacción de las necesidades del individuo. El dinero aparece como una creación e imposición superior, y no como un acto de disposición del consumidor por el cual selecciona los bienes que le interesan. Las empresas se entregan en partes iguales a los individuos, con independencia de quién las ha creado, de quién las ha financiado o de quién las está dirigiendo, y la riqueza inútil se reparte entre los hombres. Las bolsas, claro está, no son más que una ficción exterior, ya que en ellas no se negocia la titularidad de las empresas, pues ésta ya está dada a cada individuo. Y, por si esto fuera poco, ¡el mismísimo creador de todo este invento se fuga a un territorio extranjero para descansar! ¿Acaso no había creado el paraíso en la tierra que necesita irse a un libre mercado auténtico?

Más características de este particular "libre mercado": unos pocos se liberaron del estigma del diablo rojo, y se hicieron libres y liberales. Y vieron la hermosa luz de la creación, y comprendieron que las empresas eran quienes creaban la riqueza, y que el hombre quería atarlas a sus necesidades. Y como el hombre no podría con la empresa, creada a imagen de dios, esos fieles comprendieron que el hombre crearía estados, para atar más al libre mercado. Y le declararon la guerra. Y renegaron de la solidaridad compartida, y de las necesidades del hombre, y comprendieron que lo verdaderamente importante son los beneficios individuales..

Las empresas crean riqueza pero esa riqueza no sirve para satisfacer a los consumidores. ¿Qué clase de riqueza es ésta? De hecho, ¿cómo puede prosperar una empresa sin que sus clientes adquieran voluntariamente sus productos? Ah ya, a través de la subvención estatal, esto es, de la transferencia coactiva de renta en contra de los deseos de los consumidores. Es curiosa la confusión de los términos: las empresas se enriquecen porque intercambian voluntariamente; el Estado satisface las necesidades de los individuos aun cuando les obligue a consumir algo que no quieren.

Ya digo que ese libre mercado es muy comunista: las empresas producen algo que los consumidores no quieren, aun así se enriquecen y el Estado termina distribuyendo la riqueza, creyendo que, de este modo, satisface las necesidades de los individuos. Por si fuera poco, los disidentes que se levantan contra la coacción estatal, son anatematizados como enemigos de la "solidaridad compartida" o del "genero humano". Vamos, Stalin estaría dando palmas.

Mira Agenjo, tu modelo de libre mercado ya se inventó hace bastante tiempo: se llama "socialismo competitivo" y su Dios-creador es Oskar Lange. Así que si esto es un libre mercado, que baje Dios -no tu Dios rojo- y lo vea.

Comentarios

 
Asi como Susan George, estos epigonos enanos pretenden criticar un sistema que desconocen de pe a pa.
Enviado por el día 16 de Junio de 2006 a las 21:54 (1)
Rallo, permíteme felicitarte por el artículo, he aprendido mucho y sobre todo me he reído.
Enviado por el día 16 de Junio de 2006 a las 22:54 (2)
La respuesta te ha quedado épica.
Enviado por el día 16 de Junio de 2006 a las 23:27 (3)
Pues a mi me parece que Rallo, ya aburrido de no encontrar argumentos válidos, ha decidido ponerse a refutar chistes, y ya puestos, chistes malos. Olé pues.
Enviado por el día 17 de Junio de 2006 a las 00:53 (4)
¿Realmente un articulo tan estupido como el de ese hombre merece que alguien inteligente malgaste su tiempo en criticarlo y refutarlo?
Enviado por el día 17 de Junio de 2006 a las 01:22 (5)
No pero si Rallo no pierde su tiempo, porque le usa de punching-ball al tipo y nos da una lección se divierte de paso. ¿cierto?
Enviado por el día 17 de Junio de 2006 a las 07:45 (6)
El artículo de Agenjo es ideal. Mezcla con una facilidad enorme todos los prejuicios antiliberales y todas las falacias socialistas. Consigue acercarse sorprendemente a las bases del razonamiento socialista, y lo que es más apreciable, con una gran claridad.

Ideal para hacer de él un medio de demostrar la bajeza intelectual de la izquierda que nos asuela. Y Rallo lo ha aprovechado perfectamente.

Un saludo
Enviado por el día 17 de Junio de 2006 a las 12:24 (7)
Uhmmm...diria que las primeras frases citadas son dignas de un mito fundacional de los Ferengi...
Enviado por el día 19 de Junio de 2006 a las 00:31 (8)
No tengo más que agradecerte por redactar este texto-respuesta. Donde vivo hay mucha gente que cree en las falacias ya mostradas y, si bien no me agrada mucho argumentar, lo veo necesario, pero mis ideas estaban un poco desordenadas hasta antes de leer esto.
Enviado por el día 19 de Junio de 2006 a las 21:00 (9)

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