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22 de Agosto de 2006

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Nuevas reflexiones sobre la defensa privada: Respuesta a Iracundo (y VI)

36. Los gorrones apoyarían el trust o cómo no saber qué es un gorrón

Uno puede equivocarse en sus argumentaciones. No hay ningún problema en ello ni la gente debería avergonzarse. Tan sólo se tiene que rectificar el error y punto. El problema surge cuando la vanidad le impide a uno reconocer que se ha equivocado y se empecina en sostener barbaridades para las que crea kuhnianos programas de investigación, a cada cual más ridículo.

En Isidoro tenemos un claro ejemplo. En un principio sostuvo que los free-riders estarían deseosos de apoyar la constitución del Estado cuando, por la propia definición de free-riders, son los principales enemigos de esa posibilidad.

Repasemos economía de parvulario. Un free-rider es aquel sujeto que no paga por un bien o servicio pero se aprovecha de él. Por ejemplo, si a mi me encanta la música clásica y a mi vecino también, yo puedo escuchar la música clásica de mi vecino sin pagar por ella.

El free-rider es la persona que gorronea, la que no paga (ni quiere pagar, ya que su comportamiento estratégico se dirige a gorronear) pero consume lo que otros producen. En este sentido, es evidente que el free-rider NUNCA apoyará la constitución de un Estado, porque ello implica el fin de su provechosa condición de free-rider. De hecho, se dice que el Estado soluciona el problema de los bienes públicos porque obliga a los free-rider a pagar. ¿Cómo va el free-rider a querer hacer algo obligatoriamente cuando no está dispuesto a hacerlo voluntariamente?

Pero bueno, en el absurdo mundo de Isidoro todo es posible: Los gorrones apoyarían el trust antes que las empresas por una sencilla razón que tú mismo has expuesto: no es lo mismo un precio que un impuesto. Yo añado que no es lo mismo una tarifa plana que un pago por uso. El estado es la mayor tarifa plana imaginable y bajo ella los gorrones (los que no quieren preocuparse por pagar su defensa) estarían ciertamente mejor que bajo ese fantasioso, y caóticamente “amenazante”, entramado de empresas de seguridad.  Esto tiene que complementarse con otro párrafo de abajo: el gorrón no tiene que ser sólo una persona que rehúse pagar protección sino que puede ser simplemente una persona que se beneficia de la protección pagada por otros por la no posibilidad de discriminar y por el posible hecho de que ni siquiera pueda aspirar, o le compense aspirar, a dicha protección con su renta.

Primero, un free-rider no es, como dice Isidoro, “el que no quiere preocuparse por pagar su defensa”, sino el que se preocupa en no pagarla. Ni tampoco es el que se beneficia pasivamente por la provisión del bien, eso es una definición que te has inventado tú para escapar del apuro pero que nadie tiene que ver con el free-rider. El free-rider debe buscar su situación, debe rehusar pagar por saber que otros lo harán y aun así podrá obtener el bien que quiere. Si estamos ante un beneficiario pasivo que ni siquiera se ha planteado pagar, el que provee el bien lo tendría tan sencillo como pedirle una cuota por los beneficios que consigue. Es ahí, cuando esa persona se niega a entregársela, cuando se convierte en free-rider. Y es que si no podemos discriminar a los usuarios pero estos no pagan, están rehusando pagar. Isidoro simplemente se contradice.

Segundo, la diferencia entre pago por uso y tarifa plana no es equivalente a sector privado y sector público, de hecho, el concepto de tarifa plana ha surgido en el sector privado.

Tercero, el sector público sólo aparenta ser una tarifa plana en algunos sectores y, ciertamente, no en la defensa. Por ejemplo, en el sector educativo el Estado los ciudadanos pueden acceder irrestrictamente a las aulas, tengan uno o veinte hijos. Eso aparenta ser una tarifa plana. El problema es que se trata de una tarifa plana que el Estado no puede ofrecer sin ajustar el precio (de ahí que las aulas se saturen) y, como no quiere subir los impuestos, rebaja la calidad del servicio para que parezca que continúa siendo plana. En realidad, los consumidores reciben cada vez una cuota menor del servicio ante incrementos del número de usuarios (cada vez se aprende menos en la escuela) y, por ello, no puede calificarse de auténtica tarifa plana.

Sin embargo, en el caso de la defensa la mención a la tarifa plana no tiene sentido alguno, por cuanto no es el usuario (cada ciudadano) quien decide la cantidad de defensa que va a usar. El propio Isidoro dice que eso debe ser una decisión centralizada, sobre la que cada persona no tiene poder de decisión. ¿En qué sentido un servicio es una tarifa plana cuando no puedo elegir la cantidad que voy a utilizar?

En todo caso, si la aportación marginal del free-rider es relevante en términos de provisión de defensa, entonces no puede sostenerse que pagando el impuesto el free-rider estará mejor que sin él, ya que elige no pagar la cuota a la empresa aun cuando ello modificaría la provisión de defensa. El coste marginal de la provisión adicional superaría, si fuera free-rider, la aportación marginal.

Si, en cambio, el problema fuera que el free-rider sólo estaría dispuesto a pagar en caso de que pagaran todos (o mejor dicho, en caso de que se provea un cierto nivel del bien que sólo es alcanzable cuando paguen todos), aquí no tenemos un free-rider (ya que no está gorroneando ni quiere gorronear nada), sino un problema de acción colectiva fácilmente resoluble. Una forma radical son los contratos de unanimidad, por los cuales se efectúan depósitos que no se gastan en la provisión del bien hasta que todos hayan pagado.

Otra forma bastante más compleja de entender pero mucho más frecuente es la empresa. Pongamos el siguiente ejemplo: tenemos 10 personas, cada una de las cuales está dispuesta a pagar 100 u.m. para comprar un bien que vale 1000 u.m., pero lógicamente nadie quiere pagar hasta que el bien se adquiera. Una solución es obligar a todos a pagar 100, otra que una empresa compre a crédito el bien de 1000 u.m. y los clientes entonces le paguen (ya que en ese momento ya estarán dispuestos).

Esto es lo que puede realizar la empresa de seguridad. Realiza una inversión inicial para proporcionar un nivel de defensa por el que todos estén dispuestos a pagar y poco a poco va amortizando el desembolso. Así, el problema de acción colectiva donde la gente sólo está dispuesta a pagar si los demás lo están se puede solucionar simplemente a través de la anticipación del capital por el empresario.

En definitiva, Isidoro confunde free-rider con problema de acción colectiva. Allí donde exista un auténtico problema de free-rider, estos no estarán en absoluto dispuestos a pagar impuestos, ya que ello pondría fin a la gratuidad con la que venían percibiendo el servicio. Allí donde haya un problema de acción colectiva, la propia empresa lo puede solucionar.

Pero lo que ya es del tipo absurdo es el argumento subsiguiente que ofrece Isidoro para explicar por qué auténticos free-riders sí estarían encantados con el pago coactivo de los impuestos: no debemos caer tampoco en el error de ver a los gorrones como gente con dinero, podrían ser perfectamente unos desheredados o personas humildes que, por poderosas razones, apoyarían una defensa común siendo gorrones. Muchos no tendrían que pagar y otros muchos no esperarían pagar inmediatamente (muchos estados segregados de otros, si no todos, se han fundado sobre la base del populismo fiscal) o incluso “pagar menos”.  

Primero, nadie ha caído en el error de identificar free-rider con gente con dinero. Free-rider es aquel que gorronea a quien paga, tenga mucho o poco dinero.

Segundo, no veo por que han de apoyar unos impuestos aun cuando no pagaran nada, porque de hecho en una anarquía, por su condición de gorrones, tampoco pagarían nada. Tú hablas de “poderosas razones”, pero como siempre en todo tu discurso populista no nombras ninguna. Te mueves en imprecisiones porque tus ideas son imprecisas y vagas.

Supongo que tus “poderosas razones” serán que la defensa pública es más eficiente que la privada; pero esto no tiene nada que ver con la discusión. Aun cuando ello fuera así, no puedes afirmar que El naciente estado, desde luego, sería apoyado por los antaño gorrones, que no serían pocos, ya que ser free-rider es un desincentivo para apoyar la formación del Estado. Podrías decir, el naciente Estado sería apoyado por los individuos, aun cuando fueran free-riders; pero NUNCA por el hecho de serlo. Tú has establecido una pésima relación de causalidad entre ser free-rider y apoyar la formación del Estado, cuando es del todo inexistente como acabamos de ver.

Tercero, lo que ya es grotesco es que digas que “pagarían menos” en concepto de impuestos. ¿Menos que cero? Pero si estamos hablando de gorrones que no pagan NADA y en cambio SÝ reciben defensa. Si no pagaran y no recibieran nada, entonces no serían free-riders, no serían usuarios gratuitos, simplemente estarían alejados de las transacciones.

Por tanto, ninguno de los casos que nombras sustentan mínimamente la idea de que el Estado sería apoyado por los free-riders en tanto free-riders.

37. Mises, la defensa y la epistemología

En este post hemos criticado sobradamente a Isidoro por la inconsistencia de sus argumentos. En algún momento ha llegado a decir que para verificar que él tiene razón sólo has de creértelo, ¿y las pruebas? Eso es innecesario porque en su opinión es evidente que el Estado mínimo es mejor que la anarquía.

En este punto intenta utilizar una treta para salvar sus muebles: aludir a la defensa que hace Mises del Estado. Veamos: La desenfilada de la epistemología no puede ser utilizada con tal fruición desde alguien que se pretende austríaco en lo teórico. Porque se pretende tachar de “epistemológicamente” ridículo el que uno opine que muchos individuos son incapaces de ver lo provechoso de la cooperación y emplean su vida y recursos en la búsqueda de la ventaja inmediata y que para detenerlos sólo es posible la coerción (…) Esto lo puede pensar Ludwig Von Mises, que lo pensaba, y seguir siendo alguien serio a tus ojos pero si lo digo yo es que soy: tertuliano de cafetería, disparatado, cómico, ridículo... El argumento ad hominem es tan grosero, tan evidente... Espero un post tuyo, Rallo, en el que le dediques la mitad de lo que me has espetado a mí al señor Mises, que en paz descanse, por defender exactamente lo mismo que yo.

Mises no es infalible ni siquiera es siempre coherente. A Mises se le ha criticado desde muchas bandas: ética, teoría monetaria, interés, concepción del trabajo o ciclo económico. En cierta medida suscribo buena parte de esas críticas y Mises me sigue pareciendo el mejor economista del s. XX. ¿Y?

Cuando Mises argumenta a favor de la defensa nacional lo hace cometiendo dos graves errores. El primero ataca su propia metodología y es introducir en el análisis económico cuestiones relativas a los fines humanos, en concreto, como dices, sobre su cortoplacismo o su incapacidad para comprender los beneficios de la cooperación social.

La economía, para Mises, parte de que los fines están dados; la economía no se ocupa de explicar si los hombres serán corto o largoplacistas, si querrán entender o no la cooperación humana. No puede determinarse a priori el resultado de la elección; la economía sólo puede decir que el hombre dejará de participar en la cooperación humana siempre que los beneficios de no participar sean superiores a los de hacerlo. Ese es un juicio económico, no el que dice que “siempre habrá hombres que serán incapaces de apreciarlo”.

Fantástico; hemos encontrado otro punto donde Mises no es perfecto. Bien. Pero tú me pides que a Mises, el mejor economista del s. XX, le conceda el mismo trato que a ti, el mejor…¿?... del s. XXI. ¿No te parece un poco pretencioso? Mises se equivoca; y se equivoca por el simple hecho de comparar esa afirmación con la metodología que defiende. Tú, en cambio, te equivocas y defiendes la solidez de tu error. Incluso llegas a afirmar que es imposible demostrar las leyes económicas. Todo muy misiano, sí.

Y mientras Mises yerra cien veces y acierta veinte mil, tú te equivocas veinte mil y aciertas cien de pura casualidad. Mises suele tomarse la molestia de argumentar y razonar, de probar lógicamente sus proposiciones. Tú te escandalizas por que se te pida que lo hagas. De ahí que Mises se comporte como un gran economista al que se le puede criticar desde el debate académico y tú te comportes como un tertuliano de cafetería al que sólo se le puede invitar a otro carajillo.

38. Séptima contradicción que Isidoro niega: El trust como monopolio del derecho

Isidoro afirmó que uno de los grandes problemas de los trusts era la producción continua de desaguisados que se produciría. Yo le respondí que el trust no puede tener un problema de desaguisados, pues éste impondría su derecho –como el Estado- y no habría contradicciones de ningún tipo.

El problema es que estamos hablando de cuestiones distintas. Isidoro se refiere a los desaguisados como una imposición contraria al “derecho natural” o a los “fundamentos tradicionales del derecho”. Yo entiendo desaguisados como contradicciones jurídicas internas del derecho, es decir, la dificultad de conciliar las normas e interpretaciones dispersas de lugares que el Estado solventa rápidamente a través de la uniformización de las normas y de la jurisprudencia.

Si tomamos la acepción de Isidoro, evidentemente no se está contradiciendo por decir que el trust podría causar desaguisados. Si bien sí lo haría por creer que el Estado mínimo no podría hacerlo (ya vimos la estrategia de Isidoro: defiendo el Estado mínimo como una abstracción permanente y estable, aunque me importa poco analizar si es un objetivo realista). No se me caen los anillos por reconocer que Isidoro, aquí, no yerra, o no yerra especialmente.

Ahora bien, no deja de resultarme curioso que alguien que se pronuncia en contra de la existencia de ley natural equipare desaguisado (acto contra derecho) con atentado contra la propiedad: En ese sentido el trust comete desaguisados al violar la propiedad, ¿o no?

Creía que para ti sólo la posesión era un fenómeno natural, no así la propiedad. En ese caso, ¿cómo puedes decir que la violación de la propiedad es un desaguisado?

Efectivamente el trust –y el Estado mínimo- comete violaciones del derecho como orden espontáneo a través de su actuación (sin que le suponga un gran problema conciliar internamente los mandatos coactivos que el llama derecho u ordenamiento jurídico). Pero difícilmente puedes sostener tú eso, para quien el derecho es un resultado de la acción colectiva encauzada por los mecanismos estatistas.

39. Diferencias entre trust y Estado

Otra de las contradicciones en las que cae Isidoro es suponer que el trust es malísimo mientras que el Estado mínimo es bonísimo. Sin embargo, el propio Isidoro reconoce que el trust es un Estado de facto, esto es, no hay diferencias estructurales notables entre uno y otro. Por ello le insté a que demostrara por qué el trust si tendría intención de dominar a la población y el Estado no, o a que dejara de usar ese argumento sectario.

Su respuesta: La existencia de una legitimidad, norma constitucional, es algo con importancia que tú no puedes negar sino en base a tus ya celebérrimas creaciones teoréticas que te permiten el lujo de equiparar democracia y fascismo, como no me cansaré de hacerte notar. Legalidad, legitimidad, igualdad, no son sólo palabras sino que en un texto vinculante tienen la virtualidad de convertir en rebeldes a quiénes las subvierten desde el poder.

Sin embargo esto sigue sin contestar a mi pregunta. La cuestión es por qué el trust puede dominar y expoliar a la población, aun cuando sus estatutos no cuenten con el respaldo mayoritario, y en cambio el Estado mínimo no puede subvertir la Constitución y totalizarse.

Te recuerdo que tus presupuestos sobre el comportamiento humano establecen que a nadie le interesa defender a otra persona porque siempre es más rentable esclavizarla. Ello se puede aplicar tanto a las empresas como a los políticos, ¿por qué debería el Estado mínimo quedar restringido en sus estrechos límites si puede permitirse el lujo de expandirse? ¿Y qué frenaría este proceso totalizador? Sin duda, no la falta de apoyo popular, porque esa misma falta de apoyo no impide al trust controlar un territorio.

Por otro lado, tanto la legalidad como la legitimidad se podrían dar en una sociedad anarquista basada en contratos voluntarios y en la jurisprudencia. Las agencias que protegieran a sus clientes en los términos pactados respetarían la legalidad y los clientes que actuaran de acuerdo con las pautas pactadas con las agencias dotarían a esas normas de legitimidad. Así mismo, diversas agencias podrían reconocerse entre sí (del mismo modo en que opera el reconocimiento entre Estados y la suscripción de tratados) para reforzar la proyección externa de legitimidad de las normas.

En definitiva, simplemente asumes que el Estado respetará la propiedad y la libertad de sus ciudadanos –mientras que el trust no- porque así quieres creerlo; porque confían que aun teniendo una Constitución minarquista, ésta será respetada.

40. Los bancos como freno del Estado

Isidoro afirma que toda organización empresarial con mandos centralizados necesariamente degenerará en Estado. Ya hemos visto que uno de los frenos a esta degeneración monopolística podría ser la resistencia de la gente (del mismo modo que se enfrentan al proceso de totalización de un Estado mínimo). Otro puede ser la intervención de los bancos.

En efecto, todo Estado se asienta en el cobro coactivo de los impuestos. Sin impuestos el Estado ni siquiera puede funcionar; su maquinaria se desmoronaría. El impuesto tiene dos características: a) coacción, b) ausencia de contraprestación específica. En este sentido, los bancos bien podrían rechazar el pago al Estado de los tributos por parte de sus clientes (siempre que éstos se opusieran), lo cual ralentizaría enormemente (si es que no lo imposibilitaría) el proceso de constitución del Estado.

Así mismo, los bancos podrían embargar las cuentas bancarias del trust en el extranjero para compensar las pérdidas patrimoniales padecidas.

Y de nuevo, Isidoro lo ve imposible: Cabe preguntarse por qué los bancos no hicieron estas cosas que Rallo dice aquí a lo largo de todo el siglo XX. Resulta que los Bancos tienen un poder omnímodo que amablemente sólo utilizan cuando Rallo dice. La verdad es que los bancos se ponen al servicio de dictaduras no en pocas ocasiones y reciben cosas a cambio de ello.

Primero, yo nunca he dicho que los bancos se comportarían de esta forma en cualquier caso. Sólo he expuesto uno de los posibles mecanismos que permitirían impedir el advenimiento del Estado, no mecanismos que actúen siempre (ningún límite es perfecto ni inexorable). El hecho de que los bancos no actuaran así en el pasado ni prueba ni refuta que puedan actuar así en el futuro. Sería como cuestionar el Estado mínimo sólo por el hecho de que sus pretendidas limitaciones del Estado no hayan logrado contenerlo jamás en la historia.

Segundo, una vez dicho lo anterior, la explicación de por qué los bancos no han actuado así en el pasado resulta bastante sencilla. Por un lado, porque el Estado ha ido mezclándose progresivamente con el sistema bancario a través de los Bancos Centrales; los intereses de unos y otros han acabado por confluir en el inflacionismo irresponsable sustentado por el poder público. Por otro, y sobre todo, en el s. XIX nadie (o casi nadie) creía que la función de los bancos fuera la de enfrentarse al poder político y colaborar en la destrucción del Estado. Del mismo modo que la población no pretendía destruir al gobierno ni dificultar el pago de impuestos, tampoco los bancos (que se debían a sus clientes) tenían la más mínima intención de oponerse al Estado.

Sin embargo, estas dos dificultades pasadas pueden superarse siempre que la gente deje de someterse a la ficción de que el Estado es necesario. La desconstrucción de este último terminaría con los bancos centrales y con el sistema de prestamista de última instancia; una vez el dinero fuera privado y estuviera respaldado por algún bien líquido, el inflacionismo bancario sólo incrementaría la deuda del banco y se vería descapitalizado. Los intereses del Estado y del sistema bancario serían separados y estos últimos no tendrían por qué proteger a aquél.

Así mismo, si la sociedad desconfiara del Estado, la consolidación de un monopolio sería observado como un acto de agresión del que se esperaría una respuesta satisfactoria del banco. Mientras que en el s. XIX un banco que se negara a pagar los impuestos al Estado sería visto como un golpista, en una sociedad anarquista, el golpista sería la empresa con aspiraciones monopolísticas y, del mismo modo, el banco que aceptara pagarle.

La explicación por tanto es clara y sencilla: las convicciones, de nuevo, cuentan y mucho. En el s. XIX nadie esperaba ese tipo de actuación por parte de los bancos, mientras que una sociedad que rechazara la concentración monopolística del crimen, sí podría hacerlo. De hecho, los bancos suizos llevan realizando este tipo de operaciones a escala internacional ya que sí se espera de ellos este papel.

Por supuesto, ya le indiqué a Isidoro que el intento de establecer un régimen comunista haría menos relevante el papel de los bancos (ya que se nacionalizarían todos los activos y su valor de mercado sería irrelevante), pero incluso a partir de esta concesión por mi parte, Isidoro comete excesos erróneos: La premisa para mandar en una dictadura no es ser amigo de los banqueros, es un detalle colateral, sino el ostentar el mero dominio de la máquina represiva bajo la cual todos se pliegan. (…) Si los bancos extranjeros ponen problemas pues autarquía hasta que pase el chaparrón (no se habrá visto veces esto ni nada) y si son los nacionales, les amenazas mientras que a un tiempo les planteas la posibilidad de no competir y obtener cargos de responsabilidad a sus dirigentes. Rara vez problemas complejos tuvieron soluciones simples y tú nos propones una pura ingeniería equilibrista en la cual todos son ángeles y los criminales son reprimidos sin que nadie se dedique a reprimir (¿?). Brillante.

Primero, aquí no estamos discutiendo sobre si los bancos pueden destruir una dictadura establecida y que cuente con el apoyo popular, sino cómo el sistema bancario podría dificultar la consolidación de un trust, por ejemplo, embargándole las cuentas e impidiendo que pagara a sus mercenarios. Tu frase inicial es un Perogrullo total: lo único que hace falta para ostentar el poder es que todos se plieguen a él; bien, pero a nosotros nos interesa cómo una empresa puede alcanzar y consolidar ese poder si la población está mayoritariamente en contra de que lo haga.

Segundo, tu propuesta de autarquía como solución a la oposición bancaria parte de la premisa de que la empresa ya ha alcanzado el poder como para decretarla, esto es, que ya tiene un monopolio territorial que le permite blindar las fronteras. Esto, cuando menos, es poco realista: el incipiente Estado no sólo tendría que enfrentarse a su población, sino a miles de empresarios que verían sus intereses perjudicados al erradicar el libre comercio.

Y es que, como te digo, mi punto es que el sistema bancario podría frenar o impedir el surgimiento del Estado y si el Estado aun no ha surgido no puede decretar ninguna autarquía.

Es evidente que, como he dicho, con un ejército suficiente y si tiene el propósito de establecer una tiranía comunista, el sistema bancario poco podrá hacer. Ahora bien, si ese ejército no tiene un poderío máximo y si la población afectada está mayoritariamente en contra, los bancos podrían impedir o retrasar el establecimiento de un sistema impositivo. ¿Cómo seguiría entonces el incipiente Estado obteniendo su capital? Los clientes habrían dejado de pagarles la cuota; los bancos no les permitirían dirigirse contra los depósitos de los ciudadanos y además podrían embargarles sus cuentas. El único camino sería la financiación a través de la colocación de deuda de la empresa a los extranjeros; pero también aquí los bancos podrían negarse a facilitar la compra de los bonos de la empresa a través de sus depósitos.

En definitiva, no digo que el sistema bancario sea un obstáculo infranqueable, pero sí podría poner enormes trabas a la consolidación del Estado; trabas de tanta o más entidad que las que podría oponer, por ejemplo, un Defensor del Pueblo o un Tribunal de Garantías Constitucionales.

41. Octava contradicción que Isidoro niega: La necesidad innecesaria de paz

Otra de las bombas argumentales de Isidoro es que el mercado no puede funcionar sin paz; es decir, todo el sistema capitalista opera bajo la expectativa permanente de paz. Por supuesto, Isidoro desconoce que son, por ejemplo, las provisiones por insolvencias, esto es, las estimaciones de impagos que efectúan los empresarios (y que presupone un robo o una agresión contra lo pactado) ni tampoco parece que pueda explicar demasiado bien cómo los empresarios pueden seguir prosperando en el País Vasco (¡o en Israel y EEUU!), en medio del terrorismo etarra.

Con todo, lo más gracioso viene a continuación. Después de afirmar que el mercado no funciona sin paz, sentencia que el mercado no necesita un ejército. La parida sería similar a afirmar que los coches sólo funcionan con gasolina pero que los coches no necesitan gasolina para funcionar.

Veamos cómo intenta Isidoro salvar su orgullo: El mercado como tal, alienándolo, no concibe otra circunstancia que no sea la de la paz y la guerra le conduce a la disolución. El mercado en sí no puede preveer una guerra sin que ello repercuta en su buen funcionamiento. La autoridad política ejerce un control de la paz coactivo, el estado puede ser una creación del mercado entendido éste de manera amplia: como interacción social, pero el “mercado sin política”, ese mercado alienado, no establecería estado y por tanto no establecería ejército.

Primero, Isidoro cae en una dicotomía absurda. La vida nunca es o “paz completa” o “guerra absoluta”. En medio de ambos extremos tenemos grados distintos de violencia con los que convivimos diariamente. Nadie dirá que la sociedad desaparece ante una cierta violencia y, por tanto, para que el argumento de Isidoro tuviera una mínima consistencia, debería precisar qué grado de violencia es suficiente como para destruir el mercado. Asumir que el mercado requiere de una paz absoluta es un disparato en el que no creo que caiga ni siquiera un acreditado disparatado como Iracundo.

Pero además el mercado no es más que la asignación de recursos escasos hacia fines competitivos. La violencia restringe el mercado porque impide que los sujetos asignen los medios de los que disponen hacia la satisfacción de sus fines. Pero la violencia nunca es omnipresente, nunca llega al extremo de anular toda acción humana del sujeto. En tanto el individuo no se convierta en autómata en todos y cada uno de los momentos de su vida, el mercado, para él, seguirá existiendo.

En otras palabras, es absurdo afirmar que la guerra destruya el mercado porque la guerra necesita del mercado. La guerra es un proceso hacia la dominación del adversario y, por tanto, presupone un espectro de libertad para las partes (si una careciera completamente de libertad la guerra ya habría terminado) y en ese ámbito sí subsiste el mercado.

Por ello, mucho más absurdo incluso es aseverar que el mercado es incapaz de prever la guerra porque ello le llevaría a desaparecer. Como ya hemos dicho, las empresas anticipan un cierto grado de impago por parte de sus clientes y se blindar contra esa posibilidad a través de provisiones. Del mismo modo, los individuos que prevén una guerra incrementan su ahorro y su disponibilidad de líquido (Por ejemplo, los bancos alemanes comenzaron a acumular oro antes de que empezara la Primera Guerra Mundial) para enfrentarse en mejor situación con el conflicto. Así, pueden acumular alimentos, construir bunkers, adquirir armamento… Todo esto se produce EN EL MERCADO ante la anticipación de una guerra.

El mercado no se anula sino que se reorienta a satisfacer las necesidades más acuciantes de los individuos (como siempre hace el mercado), en este caso la seguridad frente a la guerra que se prevé. Negar que una guerra pueda preverse supone negar el componente especulativo de la acción humana y, en última instancia, suponer que el ser humano sólo reacciona ante hechos consumados, nunca ante juicios futuros. Y en ningún caso la previsión de guerra anula el mercado, ya que los individuos siguen siendo capaces de actuar al menos hasta que no hayan perdido completamente la guerra.

Esto significa que el ejército privado puede emerger como una necesidad de los individuos para garantizar su seguridad presente y futura. Si ellos esperan un ataque pesado, perfectamente pueden contratar a mercenarios (y en caso de que no existan, pueden pagar para que se entrenen), adquirir tanques, aviones, munición… La disponibilidad de todo esto será mayor o menor dependiendo de la estructura productiva y de la acumulación de capital (cuanto más rica sea una sociedad, mayor capacidad de respuesta y de adaptación).

Si existe una necesidad y el ser humano es libre de actuar el ejército privado podrá proveerse. Y cuando hablo de un ser humano libre no me refiero a una libertad absoluta y omnipresente; basta con que tenga libertad de disposición sobre la porción de renta que necesita para financiar al ejército privado. Si esa es su mayor prioridad sobre esa porción de renta, el ejército aparecerá.

La solidez de este argumento es tan evidente que incluso Isidoro tiene que reconocerlo: Otra cosa es que nosotros digamos ahora que los agentes del mercado, en la realidad, preveerían o sufrirían conflictos diversos a raíz de abusos posibles y sufridos (política) y que les empujarían a preparar fuerzas de defensa, eventualidad que, como decimos, degeneraría en estado o mejor dicho “generaría” estado: territorialización de la extorsión.

No es “otra cosa”, sino la misma cosa. La acción libre de los individuos es el mercado y su reacción ante una previsión bélica es la reacción y adaptación del mercado, no su fin. Que digas que ese ejército privado degeneraría en Estado es sólo una arbitrariedad más en toda tu argumentación que, evidentemente, eres incapaz de demostrar como hemos visto sucesivamente en este post y podemos ver otra vez con una nueva perla: La forma más eficiente de repeler una agresión es conformar una comunidad de intereses y personas que te protejan pero no te esclavicen y es precisamente eso, y no otra cosa, un proceso de creación nacional. El alienado mercado no genera nada y el mercado en sentido amplio, el realista, el mercado histórico, genera el estado como la más efectiva y duradera institución de defensa posible de una comunidad.

Las empresas son comunidades de intereses, las naciones no necesariamente. Mi participación en una empresa (con la función que sea) demuestra que tengo un interés en la empresa. Mi inclusión artificial en una nación no demuestra que a mí me interese lo más mínimo eso que llaman nación. Los independentistas catalanes y vascos sólo tienen interés en la nación española para destruirla, ¿qué defensa se erige ahí? La filiación nacional de cada individuo (lo que tu llamas “interés”) depende enteramente de su visión subjetiva y en tanto no establezcas controles del pensamiento, nada te asegura una cohesión suficiente de esas visiones subjetivas.

Puedes argumentar que precisamente por lo anterior el sentimiento de unidad nacional es tan importante. Pero aquí estarías introduciendo una función a las convicciones extraestatales que tú simplemente niegas. Del mismo modo puedo señalar yo que el “sentimiento de libertad y antimonopolios territoriales” es importante para asegurar que ninguna empresa degenerará en Estado.

Tú metes lo que tu defines como nación dentro del corsé de una estructura coactiva llamada Estado y tienes fe en que esa combinación funcione; pero en tanto la gente que has metido dentro del Estado no se considere una nación y no clame por la solidaridad universal (qué socialista te queda esto) la explotación y esclavización de las minorías por las mayorías de intereses es una posibilidad más que probable. ¿Qué son, sino, los grupos de presión? ¿Qué nos ofrece tu nacionalísimo Estado contra la organización política de los individuos destinada a explotar a otros individuos? ¿La Constitución? Y si esa Constitución es enmendada o modificada por esos mismos grupos de presión organizados, ¿qué nos ofreces? Humo, como siempre.

42. Novena contradicción que Isidoro niega: Un trust no integrado

Isidoro es un dogmático visionario que, por la razón que sea, ha cogido un berrinche antianarquista y trata de aunar todas las objeciones posibles contra la defensa privada. En ocasiones, esas objeciones son simplemente incompatibles entre sí, de modo que o escoges unas o las otras. Pero Iracundo que es más chulo que un ocho, las mete todas juntas esperando que cuele.

En este caso, recordemos que Isidoro preveía que las empresas de seguridad privada se asociarían entre sí en una guerra contra los individuos a los que pretenden explotar. Pues bien, aquí, en cambio, sostiene que la defensa privada es imposible porque cuando las empresas tendrían que integrarse surgirían conflictos internos por los puestos de mando que terminarían con el acuerdo de integración.

Pues bien, si las empresas no pueden integrarse, tampoco podrán formar un trust que explote a los consumidores; el monopolio territorial sería imposible por integración y sólo quedaría abierto el enfrentamiento entre las distintas empresas.

Por tanto, según la visión isidoriana el trust de integración queda descartado como problema. Sólo la guerra serviría para edificar el Estado, pero entonces, ¿por qué los Estados mundiales no se enzarzan en guerras permanentes para constituir un monopolio mundial? ¿Simplemente porque ya tienen consolidados en su territorio a los individuos a quienes esclavizar? Entonces, ¿cómo es posible que permitan los movimientos de capitales, lo que reduce los asideros fiscales? ¿Cómo puede ser que durante el siglo XIX se permitiera la libre migración si ello reducía el número de esclavos de los Estados emigratorios? ¿Por qué un Estado emigratorio no declaraba la guerra a otro inmigratorio para conservar la clientela? Ah ya, que los Estados son buenos y las empresas malas.

En todo caso, la objeción de Isidoro es trivial. Recuerdo mi argumento: las empresas de seguridad pueden conformar una NUEVA empresa de defensa para proteger, a través de instrumentos pesados y más caros, a sus clientes. De este modo no tiene sentido hablar de exceso de generales, porque las empresas de seguridad no los utilizan. Sus áreas de interés son distintas: las de seguridad persiguen a los rateros, las de defensa a los portaaviones.

Y aun cuando hubiera generales, lo tienen tan sencillo como hacer un ajuste de plantilla. Isidoro no lo ve claro: Todo muy bonito, pero... ¿quién despide a quién? ¿El directorio?¿A quién preferirán unos y otros? Vamos a sistemas de mando rotativo o a problemas de disciplina serios. No digo que sean irresolubles con una buena diezma, el problema es si los mandos de esos militares la acordarían en el mismo sentido sin que ello repercutiese en la capacidad de mando estratégico del directorio. Eso es lo que yo, francamente, dudo.

Si hemos estado hablando todo el rato de defensa centralizada (las posibilidades de defensa descentralizada prácticamente ni las hemos contemplado), no tiene sentido que ahora me digas quién tomaría las decisiones. Las empresas de seguridad podrían nombrar un capitán general que reorganizara los distintos cuerpos de las empresas –siempre, recuerdo, suponiendo que las empresas de seguridad tuvieran cuerpos militares- manteniendo la eficiencia defensiva. ¿Qué las empresas podrían equivocarse al nombrar al capitán general? Claro, y también los Estados; o mejor dicho, mucho más los Estados, ya que al menos las empresas que se equivocaran podrían ser castigadas por los clientes.

De nuevo, con rascar un poco se cae la objeción.

43. Conclusión

En este largo post he tratado de responder a las objeciones que Isidoro ha ido planteando a la defensa privada. Cualquier lector mínimamente atento habrá podido comprobar la nula base de casi todas las críticas; en su inmensa mayoría su veracidad se basaba en tener fe en las afirmaciones de Isidoro (como él mismo reconoce en una muy sincera frase: No hacen falta pruebas de laboratorio para respaldar estos asertos sino simplemente estar de acuerdo con ellos).

A pesar de que, como digo, la mayoría de las objeciones tenían una edad mental entre preescolar y primaria, no creo que haya perdido el tiempo en refutarlas. Precisamente por su gran banalidad están muy extendidas en nuestra sociedad.

Más allá de la anecdótica respuesta a quienes confunden la bitácora con el bar y la reflexión con el amor propio, creo que pueden encontrarse razonamientos interesantes en torno al anarcocapitalismo.

No estoy diciendo, claro está, que todas las objeciones que puedan plantearse a la anarquía sean pueriles –digo que las planteadas aquí, por carecer de razonamiento, son pueriles-, y de hecho grandes pensadores minarquistas y anarquistas han dedicado profundas argumentaciones a criticar y refutar ciertos planteamientos libertarios.

Yo por mi parte me he limitado a explicar lo que a falta de mejor crítica (por no decir a falta de crítica) considero una alternativa a la defensa socialista: la creación de una nueva empresa financiada por las empresas de seguridad como un paquete adicional para los consumidores.

Esta no es la única posibilidad ni siquiera tiene por qué ser la mejor posibilidad. Es, tan sólo, la alternativa privada más parecida a una defensa minarquista que, no obstante, no caería en los problemas del cálculo económico socialista. Faltan por explorar sistemas de empresas de defensa pesada no participados por empresas de seguridad o incluso el amplio abanico de posibilidades que ofrece la defensa descentralizada. De hecho, en un mercado libre los tres sistemas competirían entre sí para asegurar la mejor defensa a los individuos.

Todo esto tampoco significa que el anarcocapitalismo sea un punto de no retorno. El Estado siempre puede volver a emerger, del mismo modo en que siempre puede volver a ser destruido. La discusión teórica sólo trata de demostrar por qué es mejor que no haya Estado, con independencia de que la mentira socialista pueda volver a imponerse en la sociedad.

En definitiva, mediocridades al margen, el debate continúa abierto.


Comentarios

 
En este largo post...

Disiento. Un post largo son dos mil palabras. Cuarenta y seis mil palabras son otra cosa.
Enviado por el día 22 de Agosto de 2006 a las 22:11 (1)
Pongamos, un ensayo largo o un tratado breve.
Enviado por el día 22 de Agosto de 2006 a las 22:12 (2)
"Todo esto tampoco significa que el anarcocapitalismo sea un punto de no retorno. El Estado siempre puede volver a emerger, del mismo modo en que siempre puede volver a ser destruido. La discusión teórica sólo trata de demostrar por qué es mejor que no haya Estado, con independencia de que la mentira socialista pueda volver a imponerse en la sociedad."

El anarcocapitalismo no es un punto "de no retorno". No es un punto en absoluto. No es un punto en la realidad. Es una prédica, una profecía. No se trata de que el estado pueda "volver a emerger". El estado es una realidad hoy, hic et nunc, no hace falta que retorne porque no se ha marchado a ninguna parte.

Y la identificación del "estado", es decir, de la política, con el socialismo...es un abuso completo, un ejemplo de mediocridad teórica. Estado y política no son equivalentes a socialismo. El socialismo es una doctrina política que surge no antes del siglo XIX, y trata de la socialización de los medios de producción.La Atenas de Pericles no era "socialista". La Roma de los emperadores, tampoco. La monarquía hispánica de los reyes católicos tampoco era "socialismo". Etcétera.
Enviado por el día 23 de Agosto de 2006 a las 14:23 (3)
El free-rider.

No sé que dijo Isidoro en su día, porque esta disertación me ha pillado de nuevas, pero estoy casi seguro de que coincidiría con él. Me parece curioso, cuando menos, que no os planteéis en serio lo que pasaría.

¿Cómo sería ese ejército? ¿Portegerá una nación, una comunidad, una ciudad?

Si una persona no pagase, por gorrón, ¿cómo se le excluiría de los servicios de defensa? Osea, la compañía privada dejaría pasar los tanques enemigos con la advertencia de que como bombardeen a sus clientes ya verán?

Qué bueno :-)

¿Y si no puedo pagar, ya no estaría bajo la protección de ese ejército? Es decir, me puede sodomizar mi vecino si no puedo pagar, y si intento defenderme, ¿vendría el ejército a defenderle a él? :-)))))

Enviado por el día 23 de Agosto de 2006 a las 19:40 (4)
Todo eso está contestado en los posts.
Enviado por el día 23 de Agosto de 2006 a las 20:02 (5)
Agenjo: Rallo presume que no habría gorrones porque asume que contractualmente eso se vería solucionado "espontáneamente". Pero por si eso fallase (Rallo está en todo) siempre queda el recurso del terror. El terror a lo que te pasaría en un mundo de agencias de seguridad privadas que van y vienen de no estar "asegurado" (recordemos que Rallo abjura de que el servicio de la agencia de defensa sea un seguro dado que él mismo reconoce que la violencia no es asegurable) sería suficiente para contratar a una aseguradora. Incentivo este último idéntico al que opera para generar obediencia y sumisión tanto económica como política frente a un ente extorsionador(estado o aspirante a). Por supuesto llegados a ese punto, suponiendo que los contratos colectivos son una patraña extravagante para salir al paso, cabe preguntarse acerca de dónde quedó aquello de la propiedad como derecho natural. Y digo esto porque cuando para mantener tu propiedad no es necesario sólo tenerla sino el custodiarla con matones, de ordinario, esa naturalidad suena a mal chiste o, mejor dicho: humor negro.

Por supuesto para salir al paso de ello se propone y propondrá que en la anarquía reina la paz absoluta o que en una sociedad como la nuestra, tan desarrollada, esas bárbaras agresiones que inquietarían a una comunidad con defensa privada y gorrones serían imposibles. Pues bien, eso es ya un discurso pacifista y eso, precisamente eso, es insostenible. Algunos creen en la divina providencia, otros creen en que los contratos generan la perfección en la tierra por sí mismos, algunos creen en las dos cosas a la vez... El caso es que algunos, lejos de "creer" en el estado y su infalibilidad presunta, estatolatría, pensamos que el mejor negocio del mundo es apropiarse de lo ajeno organizadamente dando "protección" y por ello el estado es inevitable. De nuestra responsabilidad como ciudadanos del mundo real depende que ese estado esté dirigido por los más fuertes, los más ricos o los más votados.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 04:19 (6)
Eaco: no está contestada. Lo siento. en tda esta perorata no hay una sola razón convincente que me responda a esta pregunta:

Si ha un ejército privado para España o Madrid, pagado por la gente de esta ciudad. Cómo piensas obligarme a pagar si no quiero.

¿Utilizarás la violencia?

Puedes plantearte todos los contratos de unanimidad, las provisiones y la coherción social que quieras (curioso, lo que achacáis al Estado).

Pero si hay popiedad privada no puedes obligarme a emplearla donde tú quieras. Punto.

Lo demás, son racionalizaciones que me demuestran que no pensáis en la vida real cuando decís estas cosas.

Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 15:32 (7)
Agenjo, ¿en donde dice que te van a obligar a pagar si no quires? El post se limita a decir que ser gorron puede resultar poco atractivo porque quedas expuesto a ser victima de chantaje si se sabe que no estas protegido. No se habla de crear un para-estado que te obligue a pagar.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 15:46 (8)
"Por supuesto llegados a ese punto, suponiendo que los contratos colectivos son una patraña extravagante para salir al paso, cabe preguntarse acerca de dónde quedó aquello de la propiedad como derecho natural. Y digo esto porque cuando para mantener tu propiedad no es necesario sólo tenerla sino el custodiarla con matones, de ordinario, esa naturalidad suena a mal chiste o, mejor dicho: humor negro".

C*ño, Iracundo, por mas que tu vida sea un derecho natural, siempre habra quien quiera quitartela. Estando en un callejon con un asaltante que no le importaria matarte, siempre estaras agradecido de llevar un arma contigo. ¿En que cambia esto si llevas un guardaespaldas, perdon, "maton"?
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 15:52 (9)
Agenjo, punto 27 "los gorrones": http://www.liberalismo.org/bitacoras/1/3980/

Isidoro evita una vez más la demagogia. Todo el mundo contrata seguridad (o le pide al Estado que la provea) por el terror "a lo que puede ocurrir". El futuro es incierto y las agresiones también lo son; si tuviéramos información perfecta de que nadie nos va a atacar, no gastaríamos ni un centavo en defensa. Pero ello no sucede, nos pueden atacar y eso genera miedo e inseguridad, y para combatirla recurrirmos a la industria de la seguridad.

No sé a que viene decir para mantener tu propiedad no es necesario sólo tenerla sino el custodiarla con matones, de ordinario, esa naturalidad suena a mal chiste o, mejor dicho: humor negro. ¿Acaso no defiendes el monopolio de la violencia estatal para lograr una defensa efectiva de la libertad y la propiedad? Un derecho natural no es un derecho que no haya que defender, sino un derecho que puede verse vulnerado y que el individuo puede defender.

Tanto en el caso de los gorrones deliberados como de quienes pagan la seguridad. Los gorrones sólo se ven más desprotegidos frente a las eventuales agresiones. Algo equivalente a si no quisiera contratar un seguro de automóvil.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 17:05 (10)
agenjo: Si ha un ejército privado para España o Madrid, pagado por la gente de esta ciudad. Cómo piensas obligarme a pagar si no quiero.

En otras palabras, tu pregunta es: ¿si hay un ejército no financiado coactivamente cómo piensas coaccionarme para financiarlo?

Algo falla, ¿no crees?
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 17:10 (11)
Si, pero aquí se acepta la "presión" de las agencias de seguridad como incentivo, junto con otras situaciones, a contratar con una en concreto. A ver si nos aclaramos: si la propiedad es sagrada no debiera precisar de nada más de ordinario para existir (a uno le cabe preguntarse si hacéis los ancaps dicotomía de propiedad aparente y propiedad existente a lo Hegel). Si el modelo ancap en una de las posibles circunstancias mete en el mismo saco la defensa mercenaria y la misma propiedad para generar una suerte de real propiedad debemos entender que la propiedad ya no es sagrada. Y si la propiedad no es sagrada... ¿qué objeciones puede haber al estado mínimo o incluso limitado? ¿De eficiencia ante agresiones? Bien, pues yo digo que esa defensa es inferior a la estatal por gorrones, traidores de pago (valga la redundancia), prevención política y, en definitiva, todo lo expuesto en mis artículos.

La cosa es que llegados a este punto, como dije, qué diferencia hay entre la ancapía "que funciona" (la gente tiene miedo al stablishment de la violencia y por eso firma contratos) y el estado. La coacción subsiste pero de una manera más confusa y diversa. Entonces...¿por qué querríamos esa anarquía? ¿Por qué querríamos un invento que sólo funciona si coacciona como estado? Una vez aceptamos que la propiedad no es sagrada debemos optar por el modelo que la preserve mejor de las amenazas externas e internas a cambio de unos impuestos que hacen caer bajo el paraguas defensivo del estado a todos los ciudadanos sin que unos estén desamparados frente a mafias o bandas rivales ansiosas de "protegerles". Sencillo.

Salud y libre comercio
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 17:25 (12)
Nadie acepta ni desea la presión, sólo es un hecho que generaría incentivos para contratar defensa. Yo no acepto el robo, pero la perspectiva de ser atracado me fuerza a querer policía cerca de mi casa.

La propiedad sigue siendo un derecho, pero un derecho que deberé defender y no pretender que me lo defiendan los demás. En el caso de los gorrones sucede lo mismo: ellos no quieren pagar por la defensa y ello les expone a mayores peligros que quienes sí la contratan.

¿Qué esos peligros no deberían existir por suponer vulneraciones de derechos? Obvio, pero estamos hablando de la violencia y de la transgresión de derechos. Si el gorrón es capaz de defender su propiedad sin contratar a ninguna empresa, bien por él. Si es incapaz, será una situación desagradable, pero el gorrón no tendrá derecho a pretender que YO le pague los medios para defenderse.

De hecho, quien contrata seguridad es porque cree que puede ser agredido sin que logre defenderse de manera eficiente. ¿Acepto "la presión" de la previsión de agresión para contratar la defensa? Es que es precisamente ese incentivo el que justifica TODO el negocio de la seguridad. Sin ese incentivo, sin ese miedo a ser agredido, simplemente no existiría.

La anarquía no necesita coaccionar como el Estado para funcionar. Un individuo podría aceptar ser víctima de pequeños robos y no pagar la defensa (si el montante robado es menor que el coste de la defensa). Yo no he dicho que la sociedad "funcione" cuando todos tengan contratada su compañía de seguridad; digo que la situación de gorrón, junto con sus ventajas (servicio de defensa gratis) tiene enormes inconvenientes, y es no poder disfrutar de aquellos servicios donde la compañía sí puede discriminar, por ejemplo el de iniciar una agresión contra quien amenace con atacar a un cliente suyo.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 17:37 (13)
Yo creo que la concepción natural de la propiedad requiere, para ser coherente, de una defensa igual básica de todos y cada uno de los propietarios. El respeto a la propiedad ajena forma parte de una ética que debiera, en ese caso, ser ejecutada en toda circunstancia sin caber posibilidad a que un derecho de propiedad fuese violentado por mera superioridad violenta de usurpadores (imaginemos además el caso en que hablamos de un individuo sin familiares). Si se admite que un derecho de propiedad se puede quebrar impunemente al no mediar una defensa adecuada por parte del atacado entonces lo que se está aceptando es que la propiedad es más bien una suerte de principio moral, no ético, relacionado con la importancia que le den unos u otros a través de la provisión de seguridad para su defensa. El asalto a la casa del vecino no es un crimen contra el conjunto sino sólo contra el vecino que, de ser gorrón o confiando en su propia defensa se viese superado, sucumbiría sin más por imprevisor o caradura. Esta concepción, como ya te dije, me parece sumamente rechazable al constituir, particularmente en el marco iusnaturalista, una soberana injusticia sin castigo alguno (los efectos de esta impunidad sobre la mentalidad y escala del crimen se intuyen rápidamente). O bien la gente es ajena a error o bien se cometerán injusticias. ¿Es eso aceptable?

Salud y libre comercio
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 18:06 (14)
Lo que no se puede hacer es quebrar el derecho de propiedad ajeno para defender el de una persona. Esta concepción es la que da soporte al servicio militar obligatorio, por ejemplo: tu libertad debe destinarse a defender la libertad de los demás.

O dicho de otro modo, una agresión a la propiedad debe dar origen, en caso de ser necesario, a otra nueva agresión contra otras propiedades distintas de las agredidas. Pero esto sólo te conduce al socialismo más absoluto: todos los recursos del país deberían utilizarse en defender la propiedad (prevenir crímenes) o en castigar a los criminales de un modo más eficiente (más juzgados, más cárceles, más policías...).

La propiedad es un principio ético, pero la ética se traduce en acciones humanas concretas. El agresor no tiene DERECHO a agredir a la víctima, pero precisamente estamos hablando de como combatir la transgresión de derechos. La moralidad se refiere al juicio individual sobre las acciones ajenas, la ética a la legitimidad o no de esas acciones. Son planos distintos. Pero en ningún caso la ética se convierte en moralidad por la incapacidad humana para hacerla prevalecer. Parafraseando a Hume, de un "deber ser" no se impone un "ser" y mucho menos se generan "deberes seres" para otras personas que no han participado en la agresión.

Si un terremoto me destruye la casa, eso acaba con mi propiedad, pero no tengo derecho a que otros me paguen una casa nueva. Para ello debería haber suscrito un seguro. El incentivo de los seguros es el miedo a que suceda un fenómeno desagradable, ¿y?

Ahora bien, das otro salto lógico cuando dices que todo esto incrementaría la escala del crimen por generar crímenes sin castigo. Ello sólo sucederá si la gente decide no defenderse; pero la discusión partía de los incentivos que ello genera para contratar compañías de seguridad. Ese podría ser el camino si no estamos en una sociedad de tolstoyanos, y eso mismo no generaría ningún incremento del crimen.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 18:26 (15)
¿Cómo se gestiona el crimen contra la persona aislada? ¿Alguien actúa ex officio? ¿O la soledad ya no es opción en un mundo tan peligroso?
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 18:44 (16)
No sé muy bien a que viene este cambio de tercero, pero bueno.

¿Cómo se actúa para defender a la persona aislada? Si tiene contratada a una compañía YA no está aislada, de hecho le ha delegado en buena medida su seguridad (otro incentivo para que las personas aisladas no sean free-riders). Y si no tiene contratada compañía, cualquiera podría apropiarse de su derecho de crédito y restitución.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 18:50 (17)
El asalto a la casa del vecino no es un crimen contra el conjunto sino sólo contra el vecino que, de ser gorrón o confiando en su propia defensa se viese superado, sucumbiría sin más por imprevisor o caradura. Esta concepción, como ya te dije, me parece sumamente rechazable al constituir, particularmente en el marco iusnaturalista, una soberana injusticia sin castigo alguno (los efectos de esta impunidad sobre la mentalidad y escala del crimen se intuyen rápidamente).

Pero entonces se podría decir lo mismo de cualquier cosa: sanidad, transporte, carreteras, seguros, alimento, educación, producción de manzanas o pianos.

Si A le agregue a B, no veo por qué hay que agredir a C y a D y a TODO el resto de la sociedad.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 18:52 (18)
Cualquiera podria apropiarse de su derecho de crédito y restitución? Ah! Entonces quedaría, a priori, impune. Genial. Es todo cuanto quería saber.

No te quedes aislado nunca, vigila tus espaldas.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 19:06 (19)
¿Impune? Si a tu eres una persona solitaria (sin heredero alguno) y te matan, yo puedo apropiarme de tu derecho de crédito y perseguir al criminal. No veo dónde está la impunidad. Hoy al fin y al cabo lo nacionaliza el Estado.

Pero en todo caso no te quede con la anécdota, eso sería un incentivo más para que no hubiera free-riders y las empresas persiguieran a los criminales incluso luego de desaparecer sus clientes.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 19:08 (20)
¿Por qué impune? El derecho a la apropiación de la restitución existe porque la intención de la víctima fue de no morir. Al no morir, en la gran mayoría de los casos la víctima (o su agencia de defensa o aun el Estado mismo) igual hubiera iniciado una persecución legal para castigarle. Opino que hay un consentimiento implícito: si yo estoy en la calle y un grupo de maleantes me ataca, entonces cualquier persona puede venir a mi rescate, aun cuando yo no haya pedido esa ayuda de manera explícita.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 20:00 (21)
Pero no sólo lo anterior es válido sino que una empresa de seguridad muy probablemente se encargue de traer a la justicia a todos los criminales, no solamente porque eso figuraría en el contrato, sino porque de esa manera es posible reducir la criminalidad en esa zona. Si a un ladrón le capturo, es posible que mis gastos de seguridad se reduzcan ya que habrían menos robos.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 20:12 (22)
Vanguardist: eso que dices es exactamente generar un incentivo a ser gorrón xD.
Enviado por el día 24 de Agosto de 2006 a las 22:55 (23)
iracundo:

derechos de restitución cedibles a otros significan que a priori SIEMPRE estás protegido. Entiendes? Es como si una deuda tuya, como ocurrió en el pasado liberal europeo que monumentalmente ignoras, fuera transable como de hecho fue. Eso a priori garantiza los cobros pues se vuelve de interés de más de uno que asi sea.

Creo que necesitas aprender ECONOMIA. ETICA tampoco te cae mal. Vamos Iracundo, más Aristoteles y Mises, y menos Kipling.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 01:50 (24)
Claro, iracundo. Además, en una sociedad donde el derecho a la restitución se puede apropiar, el asesino sabrá que CUALQUIER persona podría buscarle y llevarle a la justicia, o sino la empresa podría hacer eso también.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 01:52 (25)
Cualquier persona cuyos costes no excediesen la "recompensa" de punir a quien ha eliminado a la persona aislada. Cuando para que acontezca la represión es preciso un previo juicio empresarial o económico... es que a priori no hay represión. Es bien sencillo; si el coste de reclamar en nombre del muerto es superior al beneficio que ello reporta (no hay nada que restituir salvo apenas la vida: que es inrestituíble) nadie "hará justicia". Ahora puedes decirme, Carpio, que la justicia debe ser un negocio por cuestiones de presunta eficiencia pero en tal caso pregúntate si un pobre o un desheredado tiene derecho a que no le maten y piensa en las implicaciones sociales de que haya personas que sepan que están al margen de cualquier protección posible (no optarán por una colectiva autotutela? sabes en qué acaba eso?).

Si participamos de una ética que afirma que la propiedad o la vida son sacrosantas o inviolables pero establecemos un sistema en el cual sólo se persiguen los delitos contra aquéllos por motivos de rentabilidad... ¿Qué clase de personas somos? Así que no, Carpio, la protección a priori no la establecería TU sistema sino la LEY.

Salud y libre comercio

PD: Vanguardist; lo mismo que a Carpio. El hecho de que CUALQUIER persona pueda perseguir los delitos contra otra no garantiza nada cuando dicha persecución se basa en el afán de lucro o en la eventual solidaridad de alguien (la justicia no se puede erigir sobre la posibilidades sino sobre certezas si pretende garantizar y disuadir). Eso es demasiado arbitrario y cualquier es capaz de verlo. Asimismo si aquí se sugiere que habría compañías de defensa que resolverían gratuitamente o, lo que es parecido, a elevados costes, casos de desheredados o gente aislada pero a la vez se pretende que todo el sistema de terror social cree incentivos contra ser gorrón... se cae en una contradicción. Contradicción porque la mera idea de empresas que actúan filantrópicamente de ordinario elimina todo desincentivo.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 10:23 (26)
No me sorprende que siempre estés buscando garantías. Es como el socialista que se pregunta quién produciría manzanas en el mercado, y qué garantías habrían de que eso ocurra.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 15:48 (27)
Y yo que creía que una de las razones de ser del liberalismo era aquéllo de los derechos del hombre... Por encumbrar la propiedad se cae en su negación práctica o, incluso, la indiferencia por la vida del prójimo. Garantizar la seguridad de una persona y garantizar que la justicia se ocupará de atacar y perseguir a quiénes violan, roban y matan a un CIUDADANO o extranjero en un determinado territorio con indiferencia por su estado social o de la ubicación de su propiedad y persona yo creía que era un avance de la humanidad. Cuando garantizar una igualdad ante la ley en la protección frente a todo tipo de ataques se ve como algo socialista es que a algunos se les ha ido mucho la cabeza.

Y ojo con decir que esto es una apelación a cierto grado de sentimentalismo, esto es una apelación a una justicia ciega con espada y balanza (fuerza y equidad) enmarcada en un orden democrático: la única que, a priori, GARANTIZA la persecución de los crímenes sean contra quién sean. De momento la "justicia" ancap no lo garantiza. Esto tiene por efecto una inseguridad jurídica y personal interesante.

Yo si pidiese que todos tengan lo mismo sería un socialista (radical además), del mismo modo sería un socialista (y un irreflexivo) si exigiese un "derecho" a las manzanas, el pollo frito o el fornicio legal y justo para todos. Yo no pido que estado alguno garantice un nivel material a nadie sino que garantice una serie de verdaderos derechos (vida, propiedad y libertad) frente a cualquier agresión. Pedir la igualdad de los hombres en cuanto a su derecho a la vida, propiedad y libertad no es socialista, NO ES SOCIALISTA. Quien mantenga lo contrario o está loco o es un interesado botarate.

"Sostenemos que estas verdades son autoevidentes..."

Salud y libre comercio
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 16:12 (28)
"No es ningún crimen el ser ignorante en economía, la cual, a fin de cuentas, es una disciplina especializada y una que la mayoría considera una "ciencia oscura". Pero es totalmente irresponsable el tener una opinion ruidosa y vociferante sobre temas económicos cuando se permanece en ese estado de ignorancia." --Rothbard
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 16:15 (29)
Si esto es un argumento de autoridad ahí va otro: "No todos los atenienses pueden hacer la política pero todos son quiénes de juzgarla".

Los hay que parecen niños de 10 añitos...

Salud y libre comercio
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 16:43 (30)
No es argumento. Es opinión. Si no sabes diferenciar....
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 17:04 (31)
Iracundo:

Nuestro sistema de incentivos es mejor que tu sistema idealizado o utopico de monopolista disciplinado. Acéptalo, hombre.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 17:04 (32)
La "colectiva autotutela" puede ser como el "colectivo sistema de panes" que tenemos ahora, y se llama mercado. Nadie se siente desprotegido del hambre por no tener horno o no ser parte de un sindicato de panaderos.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 17:13 (33)
Podría ser, Carpio, pero el caso es que nadie, con vuestro sistema en la mano, puede garantizar la persecución de los delitos contra la propiedad, vida o libertad de alguien sin familia, sin recursos o sin responsabilidad (interés por detraer renta de otros campos para destinarla a su defensa). ¿Deben de poder ser masacrados "por pureza"? ¿Por qué?

Salud y libre comercio
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 17:15 (34)
Por "colectiva autotutela" me refiero a Robin Hood y sus alegres compañeros, no a la lista de suscriptores de Historia y Vida...
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 17:17 (35)
Eaco:
"Mises no es infalible ni siquiera es siempre coherente. A Mises se le ha criticado desde muchas bandas: ética, teoría monetaria, interés, concepción del trabajo o ciclo económico."

Un link a un artículo(s) tuyo al respecto, por favor, o un artículo futuro que cubra esta crítica en detalle. No le conozco esas supuestas fallas lógicas.
Enviado por el día 25 de Agosto de 2006 a las 20:29 (36)
iracundo:

porque ir tras los agresores implica un % de la restitución como comisionable, en el PEOR de los casos. Vamos, se te explica y es como si nada, vuelves al paso uno en vez de mostrar objeciones que demuestren que entendiste los presupuestos sobre los que se está avanzando. Por eso se fastidian algunos debatiendo contigo.
Enviado por el día 27 de Agosto de 2006 a las 20:19 (37)
Yo, que me encuentro sorprendido tanto por la amplitud de la respuesta de Rallo como por el tono de Iracundo, me gustaría que alguien, algún Ancap absolutamente convencido me dijera en qué entorno se desarrollaría eficazmente dicha defensa privada.

Digo defensa, es decir, defender a unos individuos y sus posesiones de un ataque indiscriminado contra un territorio para someterlo a su control y ocupar posesiones eliminando a los antiguos propietarios o, cuando menos someterlos a leyes que ellos no han elegido.

Digo esto porque para que se pueda hablar de auténtica defensa debemos establecer una cierta claridad en los términos. Es decir, un ataque a una región no se hace contra la empresa tal o cual, o contra determinados individuos dejando a los demás indemnes y a salvo, sino que se hace con la intención de controlar el territorio y someter a los ciudadanos. A todos.

Por tanto entiendo que en una situación establecida de anarcocapitalismo se pueden dar dos situaciones:

.../...
Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 09:57 (38)
.../...

1ª. Se entiende que todo el planeta es Anarquía. Con lo cual identificar a un atacante de esa condición requiere que se den una serie de circunstancias que puedan hacer entender que se da dicha situación de riesgo. Con lo cual, el que haya quienes estén dispuestos a usar la violencia para la conquista tiene que ocurrir de una forma evidente. Es decir, se tiene que haber producido alguna actividad, alguna acción en ese sentido. Difícilmente se va a convencer a nadie para que se gaste su dinero en fabricar aviones y tanques para no defenderse de nadie.

Por tanto, dicha situación lo que estaría demostrando es que la Anarquía no garantiza la ausencia de movimientos conquistadores y expansionistas de determinados movimientos ideológicos o religiosos cuyo objetivo fuese el imponer su determinado modo de concebir la sociedad. Es más, en ningún momento se podría actuar de manera preventiva contra dichos movimientos puesto que en la Anarquía la libertad de asociación e incluso de sumisión debe estar garantizadas por la No-Coacción.

.../...
Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 09:58 (39)
.../...

2ª. Seria más lógico pensar que la anarquía se da en alguna región del planeta, mas grande o mas pequeña, pero la propia existencia de Estados que así se definan implican la necesaria definición de ese territorio de alguna manera… nada más que por atender a los convencionalismos al uso. Dicho territorio, por dichos convencionalismos deberán tener algún grado de representación y alguna forma de presentarse ante los demás en representación de dicho territorio. Eso no significa la necesidad imperiosa de un aparato estatal al uso, pero indiscutiblemente precisa de la necesaria definición de las normas dentro de dicho territorio. ¿Cómo se llevaría a cabo dicha definición, dicha defensa incluso? Esa es para mí la pregunta clave en todo esto. Puesto que si respondemos a ella estaríamos definiendo la auténtica defensa de los valores anarcocapitalistas……Con todo lo que ello supone.

Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 09:59 (40)
El punto que planteas ya lo expliqué aquí: http://www.liberalismo.org/bitacoras/1/3666/

Básicamente, cuando un Estado decide conquistar un territorio entero está declarando la guerra a todas las emrpesas que se encuentran dentro de ese territorio, de modo que las alianzas surgen de manera natural. El Estado está creando un frente común de empresas.
Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 17:51 (41)
Juan Ramón, pero es que yo no estoy hablando sobre la viabilidad o no de la defensa privada. Estoy hablando de la realidad de un territorio donde reine la Anarquía, en el buen sentido del término.

¿Cómo delimitas ese territorio?

¿Quién delimita ese territorio?
Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 18:13 (42)
Y ¿por qué?
Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 18:14 (43)
Lo delimitará el atacante cuando declare la guerra o disperse sus soldados entre las zonas que desea ocupar. De hecho, la dificultad para delimitar el territorio también serviría para que los territorios colindantes se sintieran amenazados (¿Y si luego vengo yo?) y se unieran a los atacados. Se generaría un efecto de onda expansiva que se iría atenuando conforme la población se alejara del foco de la agresión.
Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 20:11 (44)
No Juan Ramón. No hablo de ataques, hablo del cómo se establece un territorio denominado Anarquía.

Que lo curioso del debate que mantenéis Iracundo y tu es que lo que cada uno dice sólo podremos saber que se justifica, que funciona o que ocurre lo que dice cada uno es cuando se enfrenten estas dos situaciones.

Y eso es un futurible muuuy lejano.

Pero además, ni tan siquiera serviría para dirimir la cuestión. Puesto que las victorias y las derrotas en las batallas, en las guerras, dependen de muchos factores, y dependiendo cómo se analicen justifican a unos o a otros.

Y, sinceramente, a mi me gustaría estar en el bando del vencedor usando el método que sea.

Enviado por el día 28 de Agosto de 2006 a las 21:38 (45)
¿Por qué te fijas en el territorio entonces? Lo que tienes son jurisdicciones superpuestas en función de la adscripción a una determinada empresa.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2006 a las 15:15 (46)
Ya bueno. Será porque me gusta estar con los pies en el suelo.... a veces.

Verás. Pueden existir empresas que ofrezcan sus servicios de seguridad en, por poner un ejemplo, Francia, y otras en Anarquía un territorio que está al sur de los Pirineos y cuya frontera reconoce dicho Estado. En dicho territorio (acabo de colonizar Portugal, espero que no se lo tomen a mal) en dónde no existe Estado, ni tan siquiera para organizar una defensa del mismo, lo que existen son empresas de seguridad que defenderán a sus abonados en caso de agresión. ¿Esa es la teoría no?

Ya, pero ¿cómo conseguimos que se dé ese caso?
Enviado por el día 29 de Agosto de 2006 a las 17:08 (47)
Lo que pasa es que estoy preguntón....

Y lo del territorio es una cuestión que a mi me afecta especialmente. Básico.... eso de poner los pies en la tierra.

Veamos. Por poner un ejemplo. Yo vivo en una comunidad de vecinos que estamos obligados por ley a pagar unas cuotas para mantener las zonas comunes. En el momento de comprar sabía de dichas condiciones. Eso mismo puede ocurrir en Anarquía. Pero si yo vendo mi piso, ¿esa obligación de pagar una cuota de comunidad también obliga al nuevo dueño?

Por otro lado, al salir de mi casa en dicha comunidad de vecinos tengo acceso a una calle. Esa calle en principio debe ser privada salvo que al igual que en la comunidad de vecinos se haya aceptado por todos que es “zona comun” y, para su mantenimiento se establezcan unos cánones a pagar por todo aquel que viva adyacente a dicha calle.

Pero si quiero acceder a otra calle dónde tengo el trabajo, al no ser propiedad mía se me podría hacer pagar un canon por uso, no necesariamente, ciertamente, lo podrían pagar aquellos propietarios que tuvieran acceso por la misma, pero el no necesariamente no implica que no sea así. Podría ser. Es más en dicha calle se pagaría un canon no sólo por mantener limpia la misma sino por tener contratado una empresa que garantice la seguridad. Es decir, mantenimiento de la limpieza de papeles e indeseables.

¿Podría ser no?. En todo ello, con sus posibles variantes hay una posibilidad que va desde el interés por encontrar líneas de negocio y el mantenimiento tanto de los bienes comunes como de la seguridad. Y en todos se paga una cuota. La diferencia radica en que si no acepto esa obligación de pagar cuotas, para evitar el Free Rider pagaría por uso. Por ejemplo. Si salgo al pasillo una moneda de 5, si uso el ascensor 20, si salgo a la calle 50 y así sucesivamente. ¿O no? A cada paso que dé por territorio privado, salvo aquellos en los que el interés de sus dueños me dejara paso libre.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2006 a las 17:32 (48)
Pero la cuestión es.... ¿sigue siendo posible obligar a alguien a pagar una cuota de comunidad de zonas comunes?

Pero supongamos aún mas. Mi calle y la calle contigua y la paralela y la que cierra son de una misma propiedad y yo vivo alquilado. El beneficio que obtengo es que en el precio del alquiler ya está incluido el mantenimiento y la seguridad. Interesante ¿no? Bueno, dependerá del precio.

Claro que la otra opción es vivir en un chalet que da acceso a una calle que el anterior dueño de ese terreno urbanizó pero de cuyo mantenimiento nos hemos de ocupar todos los dueños de parcelas y .... vaya, para su mantenimiento pagamos una cuota igualmente. ¿Esta obligación debería estar recogida en un futuro contrato de compraventa?

Claro que también puede ser que no, de hecho, cuando no hace mucho una fuerte tormenta se llevó un tramo de la misma por una parcela que no estaba ocupada. La calle quedó impracticable. La arregló el vecino de la cuarta derecha. ¡qué generoso! Lo mismo le invito a café.

De hecho yo creo mas probable el vivir en comunidades de vecinos que por contrato, al acceder a un piso, se tenga la obligación de pagar una cuota de mantenimiento, en las cuales puede estar incluida la seguridad del mismo. Y que las calles adyacentes, al igual que los pasillos y jardines sea una comunidad a pagar por todos. Pero la pregunta sigue siendo la misma. ¿me podría negar? La respuesta es si

O no.

Es decir, la pregunta es si en los contratos de propiedad se puede obligar por parte de terceros a incluir la obligación de pagar cuotas para el mantenimiento de zonas comunes. Por ejemplo.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2006 a las 17:34 (49)

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