liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Todo un hombre de Estado » Tercer panel (Jesús Gómez Ruiz)

29 de Septiembre de 2006

« Segundo día. Tercer panel (Juan Ramón Rallo, otra vez) | Principal | Tercer panel (José Ignacio del Castillo) »

Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Tercer panel (Jesús Gómez Ruiz)

Jesús Gómez Ruiz

11.15
Soy Juan Ramón Rallo. Ahora comienza la conferencia de Jesús Gómez Ruiz sobre dinero, crédito bancario y ciclos económicos. Podéis leer su artículo sobre el tema aquí.

Jesús Gómez matiza que el título de su conferencia no tiene exactamente que ver con el de Huerta. Su charla tratará de transmitir tres ideas: el dinero no es una convención, sino un proceso de mercado, segundo, violar las leyes de ese proceso de mercado tiene consecuencias (devaluación, crisis, inflacón...) y, por último, que el tipo de interés es un precio como los demás y que sin mercado no podemos saber cuál es ese tipo de interés.

11.20 Jesús se pregunta qué puede ser dinero. Hay varias opciones:

Dinero es lo que dicen las autoridades: El dinero que emite el banco, central.
Dinero es lo que dicen los manuales de economía: El dinero es aquel bien que es medio de pago, unidad de cuenta, nexo entre valor presente y futuro y depósito de valor.
Dinero es lo que dice el mercado: Parecido a lo que dice los manuales de economía, pero a través de una relación causal.

Esa relación causal es la posibilidad de acumular activos no perecederos e intercambiarlos sin pérdida de valor. Dinero será pues ese bien menos perecedero que conserve mejor el valor (liquidez). Para ser líquido deberá cumplir lo siguiente: demanda amplia y extendida, deberá ser durable, debe ser fácil de almacenar, tiene que ser homogéneo y fácilmente divisible, que acumule una gran cantidad de valor por unidad de volumen y que tenga una baja proporción entre la poducción y las existencias de bienes.

Por tanto, los bienes líquidos serán depósito de valor, por tanto un buen nexo entre el valor presente y el futuro, se usará como medio de pago y por consiguiente como unidad de cuenta.

11.25 Jesús repasa ahora los distintos tipos de dinero a lo largo de la historia, el ganado, el hierro, la plata y finalmente el oro. Es un proceso dirigido a buscar la máxima liquidez y la máxima disponibilidad de valor.

11.30 ¿Es posible manipular el proceso de mercado que eleva un bien a dinero? La respuesta es que sí, pero con graves conecuencias.  Primero, si arrebatamos calidad al dinero entra en funcionamiento la Ley de Gresham, que da lugar a inflación y erosión de capital circulante.

Con el desarrollo de la banca, la adulteración del dinero se vuelve más sofisticada a través de los billetes de banco. El billete de banco no es lo mismo que el papel moneda; el primero en un principio era una especie de pagaré a la vista y al portador. El billete permitia circular la moneda metálica de manera más eficaz, ya que evitábamos los pagos en efectivo.

Si todos los pagos tuvieran que ser en efectivo, sería casi imposibl financiar todas las transacciones comerciales. El billete, por tanto, facilita el "viaje" de los bienes de consumo del productor al consumidor y el rumbo inverso en el cas del dinero. Jesús dice que por eso no cree necesaria, a diferencia de Huerta de Soto, la reserva bancaria 100%. Los mecanismos de compensación bancaria cumplen su función para evitar los pagos en metálico.

11.35 El papel moneda vendría a ser, en cambio, ese mismo billete de banco impagado. Para entender las consecuencias hace falta entender e funcionamiento del patrón oro.

Bajo el patrón oro el ahorrador es soberano. El negocio del banco consiste en captar el dinero de los capitalistas y examinar los negocios de los comerciantes. El margen es la diferencia entre el tipo de interés pagado y cobrado.

Bajo el patrón oro, cuando un banco presta más dinero del que recibe, los otros bancos le presentan billetes para cobrar o la gente retira sus depósitos, ya que en realidad está prestando a un tipo de interés menor al de mercado. Para corregirlo deberá elevar los tipos de interés para conservar los ahorros.

11.40 Si todos los bancos se pusieran de acuerdo para expandir, los consumidores retirarían el oro de los depósitos ante la insuficiente remuneración. Los bancos perderán reservas y tendrán que subir los tipos de interés. Y es que estarían sustituyendo el oro o las letras de cambio por otros activos de amortización muy superior. Habrá proyectos de inversión demasiado a largo plazo que habrá que liquidar con pérdida.

Por tanto, con patrón oro aunque los bancos se pongan de acuerdo se pone pronto fin a la expansión.

11.45 Si los bancos no aumentan el tipo de interés cuando menguan las reservas (por ejemplo porque el banco les obliga a comprar sus bonos), entonces hay dos opciones: quiebra bancaria o suspensión de la convertibilidad.

Por ejemplo, en Argentina obligaba al banco central a monetizar la deuda y no se equilibró tampoco el presupuesto. Argentina vivió de liquidar su sector público sin producir y en 8 o 10 años se agotó el crédito; la gente observó que el Estado estaba en quiebra y se refugió en los dólares, que no existían en las reservas del banco central. Con lo cual fue imposible mantener la convertibilidad y tuvo que devaluarse posteriormente.

11.50 Con el papel moneda el ahorrador ya no es soberano. No existe un coeficiente de reserva que te permita calcular tu disponibilidad de liquidez. Los bancos pueden expandir el crédito ilimitadamente, al igual que el Estado. Al ahorrador ya no le sirve de nada retirar sus fondos, porque no le permite adquirir interses y además tendrá que venderlo con descuento.

Al ahorrador le quedan pocas opciones: atesorar el papel (esperando que la inflación le quite todo valor) o comprar bienes reales que conserven mejor el valor. Esto suele perjudicar especialmente a la gente con menor cultura financiera que no sabe valorar los activos, a la gente que confñia en el dinero y en el Estado. (Así, todos aquellos que tienen su dinero por ejemplo al 2% lo que están haciendo es dar crédito gratis al banco).

11.55 Cuando anteponemos la cualidad de medio de pago a la de conservación de valor la gente sólo demandará el dinero cuando tenga que pagar en efectivo. El resto lo tendrá que invertir en activos menos realizables. Todo el exceso de papel moneda, por tanto, lo dedicará a los bienes de consumo a la inversi´n. La función de conservación del valor la cumplen otros activos: la propiedad inmobiliaria, las acciones... Precisamente aquí es donde se manifiesta en primer lugar la inflación.

Como el endeudamiento es gratis y es la única manera de conservar el valor, todo el mundo pasará a endeudarse. Por ejemplo, pido un préstamos con garantía de acciones. Esto infla el valor de los activos en medio de expectativas alcistas creadas por la inflación. La gente no compraba en función de la corriente esperada de beneficios sino de que se continúe inflando la oferta monetaria.

Cada vez por tanto el respaldo de los depósitos son cada vez activos de peor calidad cuyo valor está inflado. Esto obviamente incrementa progresivamente el PER hasta que la gente se da cuenta de que no recuperará nunca las inversiones y comienza a vender.

Los bancos también se ven atrapados en esta lógica. Si suben el tipo de interés, ponen final al ciclo. Si los bajan, siguen inflando la burbuja hasta la hiperinflación.

Esto se puede detener antes de que sea demasiado tarde, pero el momento es que nadie sabe cuál es el momento justo. Por ejemplo, la política monetaria actual se basa en que si los precios son estables, se subirá y se bajarán los tipos de intrés para mantenerlos. Sin embargo, la estabilidad de precios no es ninguna garantía; por ejemplo, en los años 20 hubo brutales innovaciones tecnológicas que mantuvieron estables los tipos de interés (deberían haber bajado y no lo hicieron).

Pero claro, todo esto altera la estructura de precios relativos, y esto te hace perder la guía de dónde invertir o dónde desinvertir. Si las señales están confundidas, la inversión se vuelve ciega.

12.00 Las ganancias de la productividad se las quedarán los especuladores y el Estado a través del sistema impositivo. Por ejemplo, durante la Gran Depresión sucedió algo similar: se arrastraban las deudas de la Primera Guerra Mundial, se comenzaron a poner aranceles que impedían vender productos y por tanto pagar las deudas. Por ello, sólo se pudo mantener el sistema acumulando nueva deuda que con la imposición del papel moneda en Europa, provocaba exportaciones masivas de oro en EEUU. Todo el nuevo dinero se invirtió en activos a muy largo plazo, hasta que finalmente se desmoronó.

12.05 Por último, Jesús quiere explicar que la teoría cuantitativa del dinero es tremendamente desorientadora para explicar los precios.

Según la teoria cuantitativa, a más dinero, precios o producción más elevados. Si no hay recursos ociosos, más dinero significará precios más elevados; si tenemos recursos ociosos, más dinero, más producción.

El dinero, en realidad, no es equivalente al resto de los bienes, ya que pueden venderse grandes cantidades de él sin pérdidas apreciables de valor. Por tanto, los incrementos de dinero líquido (no papel moneda), no tienen por qué traducirse en incrementos de precios.

Los cuantitativistas son incapaces de distinguir entre dinero más líquido, crédito, papel moneda... Lo meten todo junto en la "masa monetaria", y esto como hemos visto es un gran error. El dinero líquido no sufre descuento, pero sí lo hará el papel moneda cuando aumente de valor. La función de conservador del valor con el papel moneda la realizarán otros activos.

Así, distinguir rígidamente entre dinero y el resto de bienes carece de sentido, ya que dinero no es sólo el oro o los billetes de banco, sino en distanta escala el resto de bienes que sirven para conservar el valor.  Así, cuando el trueque o las transacciones a través de la compensación bancaria no se introducen en la ecuación, y los cuantativistas no tienen más remedio que explicarlo a través de la variación de la velocidad.

Por ejemplo, los cuantitativas no pueden explicar el valor de los Greenbacks durante la guerra de Secesión. El valor no fluctuaba por la impresión de billetes, sino en función de las batallas que ganaba o perdía la Unión. Otro ejemplo es el peso filipino impuesto por los japones; con la llegada de McArthur el peso se desploma, ya que no podía garantizarse la convertibilidad.

Berti y Mónica, para que luego digan que no hay liberalas

Comentarios

 

No se admiten ya más comentarios.