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27 de Junio de 2009

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

La insuficiencia del monetarismo

Ya sabréis que considero al monetarismo una deplorable desviación del buen curso hacia el que estaba orientada la teoría monetaria a finales del s. XIX y principios del XX. Toda teoría monetaria medianamente seria debería partir de este fabuloso artículo de Menger sobre el dinero (o al menos incorporarlo desde un principio, no digo que antes de Menger no se escribiera nada bueno sobre el dinero). Uno se sorprende de cuánto ha degenerado la teoría monetaria cuando se da cuenta de que todos los manuales de este tema citaban reiteradamente el artículo de Menger a comienzos del s. XX y ahora ninguno lo hace.

El monetarismo, por supuesto, ignora la tesis de Menger sobre la liquidez de los bienes y sólo por eso ya se convierte en una doctrina acientífica. Existe casi unanimidad en que la economía comienza a ser ciencia en cuanto la ley de la utilidad marginal decreciente. Hasta ese momento, nos encontramos en la prehistoria de la ciencia económica.

Lo sorprendente del caso es que muy pocos se dan cuenta de la íntima conexión que existe entre la utilidad marginal decreciente y la liquidez de los bienes, es decir, muy pocos se dan cuenta de que o manejan modelos donde no existe el dinero (equilibrio general) o de que manejan modelos donde al dinero se le da un trato precientífico al no someterlo a la utilidad marginal decreciente (monetaristas). Estos últimos, con su fijación obsesiva en los pasivos bancarios se olvidan de que a) existen pasivos más allá de la banca que son muy relevantes para las interacciones económicas, b) los pasivos son simplemente derechos sobre unos activos que nunca analizan, salvo de manera muy primaria (¿cuáles son las reservas del banco?).

Lo primero lo han intentado solucionar ampliando gradualmente la definición de dinero: M1, M2, M3, M4 o ALP e incluso M5. Todo un despropósito que sólo ilustra la escasa claridad de los conceptos empleados y la insuficiencia del análisis del lado pasivo de la economía. Lo segundo, hasta donde sé, ni siquiera han intentado solucionarlo. Es un problema que no se han planteado.

De ahí que realmente quepa salvar muy poco de la teoría monetaria de Friedman y compañía (cuestión distinta es su historiografía económica, donde perpetran recopilaciones de datos muy valiosas). La crisis actual precisamente ilustra que las teorías monetaristas no se han cumplido y que urge una revisión urgente de dogmas tan asentados e incorrectos como la teoría cuantitativa del dinero.

Básicamente, siguiendo el análisis de Friedman en la Gran Depresión, las crisis se suceden por una contracción de la oferta monetaria que los bancos centrales pueden revertir mediante políticas monetarias activas. Por supuesto, el mejor de los mundos sería donde la oferta monetaria no pudiera contraerse por aumentar a una tasa constante tal y como proponía el chicaguense (aunque a estas alturas debería haber quedado claro que el crédito en una economía no depende sólo ni principalmente de la expansión de los pasivos del banco central).

La primera tesis (las crisis se desencadenan por una contracción de la oferta monetaria) la critiqué aquí. La segunda (la política monetaria activa del banco central es capaz de darle la vuelta a la crisis) la he analizado recientemente aquí. Más bien es al contrario, las crisis comienzan por una expansión monetaria previa del sistema bancario (generalmente comandadas o incentivadas por el banco central) y una vez se inicia la contracción, la política del banco central deviene estéril salvo para generar nuevas burbujas que tendrán que pinchar eventualmente.

Con estos mimbres, claro, no es de extrañar que Friedman no diera casi ni una en 2005 a la hora de pronosticar hacia dónde se dirigía la economía. Viento en popa a toda vela hacia una catástrofe que su aparato analítico no supo anticipar ni, ahora, explicar.

Comentarios

 
Enviado por el día 27 de Junio de 2009 a las 20:00 (1)
Cuando escribí el primer comentario no estaba enlazado el artículo.
Enviado por el día 27 de Junio de 2009 a las 20:02 (2)
Creo que no respondiste a la pregunta que te hicieron en relación a una anotación anterior: cuál es la mejor respuesta ante la crisis entonces? Ni expansión fiscal, ni monetaria? Simplemente dejar que la crisis siga su curso y toque fondo?

Y otra pregunta que a lo mejor nos permite juzgar dentro de unos meses si aciertas en tu análisis: en tu opinión entonces vamos hacia una deflación sí o sí? No hay riesgo de inflación como resultado de la política monetaria que se ha estado llevando a cabo?
Enviado por el día 28 de Junio de 2009 a las 00:55 (3)
Hombre, aunque a nivel teórico tienes alguna razón, a nivel aplicado, la recomendacion esencial de Friedman era que los Bancos no debian quebrar, y esa recomendación se ha aplicado abundantemente y con éxito.

La situación en agosto de 2007 se parecía mucho a la de 1929, y la situación ahora mismo no se parece en nada a la de 1930. Aunque el crédito no fluye a la velocidad de la época pre crisis, los depositantes no han perdido su dinero, el desempleo en USA no llega al 9%, y aunque la tendencia a la recuperación es debil, tampoco hay ninguna razón para creer que las cosas vayan a empeorar signitifcativamente.

Objetivamente la moneda fiat y la manipulación del tipo de interés han sido capaces de evitar la quiebra bancaria generalizada, y por eso tenemos una Gran Recesión, pero PARA NADA una gran Depresión. Un año y medio despues del estallido de la crisis, el debate entre el liquidacionismo y el monetarismo está resuelto a favor del monetarismo.

Como era de esperar:

http://www.lorem-ipsum.es/blogs/equilibriosocial/2...
Enviado por el día 28 de Junio de 2009 a las 09:37 (4)
Kantor,

Que tenemos una Gran Recesión en vez de una Gran Depresión es lo que todo el mundo está diciendo. Ahora falta que los datos confirmen esa afirmación. Según Eichengreen y O'Rourke por ahora vamos igual o peor que la Gran Recesión. Puedes ver sus gráficos en:

http://www.voxeu.org/index.php?q=node/3421
Enviado por el día 28 de Junio de 2009 a las 10:28 (5)
¿Y el desempleo? Por otra parte, que a nivel mundial esto sea tan malo como lo de 1929 es casi trivial: ahora tenemos una verdadera economía mundial, mientras entonces la abrumadora mayoria del mundo vivia en un sistema de econmia de susbsitencia. La comparacion natural es la economia USA, ahora y en 1929, y desde ese punto de vista la situacion se parece mas a 1973 que a 1929.
Enviado por el día 28 de Junio de 2009 a las 11:08 (6)
Perdona bsanchez, creía que la respuesta era clara porque la he repetido hasta la saciedad. Mi reacción frente a una crisis pasa por que los agentes, mejoren su liquidez y se recapitalicen. Desde la perspectiva de las políticas públicas: reducir mucho los impuestos y el gasto y amortizar deuda pública (en la línea de lo que hizo Andrew Mellon frente a la crisis 20-21). Aparte, liberalizar, si es que no lo estaban, los mercados de factores.

Claro que hay riesgo de inflación, pero no tanto por la expansión de la base monetaria, sino por como se ha abusado de esa base monetaria para constituir préstamos a los gobiernos. La cuestión estará por ver: ¿se desinfla más la deuda privada más de lo que se infla la pública? Hasta ahora no ha sido así, pero me da que los Estados no tienen mucho más margen para endeudarse y la deuda privada sí tiene mucho camino por reducirse. En ese caso me inclinaría más por la deflación, aunque todo depende de cuánto maltraten la moneda. Vamos, que de momento veo más Japón que otra cosa.
Enviado por el día 28 de Junio de 2009 a las 13:03 (7)
Rallo,

Si ves más Japón que otra cosa entonces sí que les queda margen a los estados para endeudarse - otros $15 billones de los espanoles a USA para llegar al nivel de endeudamiento público japonés. Claro que a lo mejor lo de Japón tampoco es sostenible y ahora también a ese estado se le acaba el chollo ... o no?
Enviado por el día 29 de Junio de 2009 a las 00:06 (8)
Bueno, en este caso no sólo EEUU está tratando de captar deuda y cuando todos buscan fondos no sólo se restringe la oferta, sino que se es menos dado a seguir prestando a naciones con un creciente riesgo de insolvencia.
Enviado por el día 29 de Junio de 2009 a las 10:46 (9)
Yo pienso que mientras no cambien las reglas del juego, es decir, mientras cada dolar que se emita este respaldado por deuda, no queda otro camino que la deflación.

Si la inflación por expansión crediticia de los últimos decenios fue el camino de ida, esa deflación sería la vuelta de ese mismo camino.

Y la "fortaleza" de esa deflación es proporcional a la cantidad de deuda pendiente de liquidar que exista en el sistema. Cuando se destruya toda esa deuda, entonces terminaría la deflación.

Y la actitud de los Gobiernos ante esto, viniéndose a re-endeudar hasta las trancas, es patética. Están tirándose un farol contra el sistema, con unas cartas de llorar, con nuestro dinero, y aun encima los muy descerebrados van con todo (lo que tienen y lo que no tienen).

Ni el jugador de poker más inconsciente del mundo se atrevería a hacer eso. Aunque bueno, si el dinero no fuese suyo, entonces igual sí....
Enviado por el día 29 de Junio de 2009 a las 12:53 (10)

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