25 de Enero de 2004
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
Los mil millones de Gates
Bill Gates ha donado 1000 millones de dólares al programa de Desarrollo de la ONU. Barrunto que serán desperdiciados de una manera grotesca, pero bueno, la buena intención siempre queda. Este gesto prueba, una vez más, que el libre mercado, los actos voluntarios, no están reñidos con la solidaridad y la caridad; más bien es el estatismo quien los vacía de contenido.
Con todo, insisto en lo de siempre, la caridad y la solidaridad son actos voluntarios. La donación de Gates debe tenerse en cuenta, incluso puede ser digna de admiración y de emulación. Eso sí, la ausencia de coacción no puede, en ningún caso, desaparecer de la escena. Lo digo porque el Sr. Gates también milita en la plataforma Responsible Wealth, contubernio de multimillonarios yankees, que presionan para que el gobierno no baje los impuestos a los ricos; es decir, no se pronuncian exclusivamente sobre su dinero, sino sobre el del resto de la gente.
Quien quiera seguir a Gates en su voluntaria donación genial; pero no extraigamos del benéfico gesto una obligación, incluso legal, para todas las personas. Tal decreto extinguiría la caridad en sí misma; pariendo derechos y obligaciones, prebendas y explotaciones. No crucemos la línea que separa la libertad de la esclavitud.
Comentarios
A veces las empresas condicionan al empresario. Digo esto porque a mí Gates me parece, dentro del lógico desprecio hacia el rico ;), un ejemplo que l@s ric@s deberían seguir, en muchos sentidos, y lo que comentas son sólo un par de cosas. Digo lo del condicionamiento porque por muy dueño que Gates sea de Microsoft, ésta se debe a sus accionistas y por tanto a resultados positivos en el campo económico, lo que la lleva a hacer lo que tod@s sabemos. Asimismo las direcciones de este tipo de empresas no las llevan personas en concreto, sino técnicos especializados para tal fin.
Dentro de los muchimilonarios norteamericanos ha existido tradicionalmente una corriente de pensamiento que reclamaba una responsabilidad moral para con los más desfavorecidos. Debido a la relativa juventud de los EE.UU. y a que es una nación donde no se ha considerado que hacerse rico sea inmoral, aquellos muchimillonarios que a través de su esfuerzo han alcanzado un alto status económico han considerado que debían devolver algo a la sociedad que en cierto modo les ha ayudado a lograr esa riqueza.
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