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11 de Febrero de 2004

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

La mala educación


¿Nunca han sido avasallados por ONGs del estilo Intermon Oxfam? Es una experiencia bastante desagradable, sobre todo por tener la certeza de que los problemas del Tercer Mundo no tienen nada que ver con la falta de generosidad del Occidente, sino con las distorsiones gubernamentales al libre comercio de mercancías y capitales.

La caridad es, sin duda, una muestra de magnificencia de la persona; magnanimidad a la que, desde luego, no viene, o no debiera venir, ni moral ni legalmente obligada. Y, por supuesto, la caridad debería proceder de la altruista iniciativa del donante; pese a constituir una inteligente estrategia empresarial, los pomposos piquetes informativos a pie de centro comercial sólo sirven para exhibir una generosidad más que dudosa, para que la mano izquierda, todas las manos izquierdas circundantes, conozcan lo que está haciendo la derecha.

El problema es, insisto, cuando por denegar el consumo de beneficiencia, la donación, los iluminados solidarios de la ONG te empiezan a insultar. Hoy me ha ocurrido. Entrando en el Corte Inglés dos chicas me han llamado consumista y explotador de niños tercermundistas por preferir comprar en el centro comercial a donar dinero a Intermon Oxfam. Como pueden suponer, no me he quedado callado. Pero sí es bueno, al margen de la anécdota, resaltar varios puntos.

Primero que, una vez obtenida una radiografía del perfil ultraizquierdista y reaccionario de esta gente, he llegado a la conclusión de que, lejos de ser inocua la ayuda a Intermon Oxfam, es altamente perjudicial para el Tercer Mundo. Darle dinero significa fortalecer la propaganda a favor del intervencionismo, del control de capitales, de la restricción de la competencia, de los salarios mínimos mundiales y de todas esas patochadas empobrecedoras, responsables de la situación de inanidad de millones de personas. Tras su "hábil" campaña publicitaria de hoy, que descarten perpetuamente un potencial cliente.

He aquí el segundo aspecto interesante. Es conveniente recordar que el hecho de que las personas decidan y prefieran gastar su dinero en los Grandes Almacenes, a cuyo pie se ubican las campañas informativas, sólo denota o bien la pésima campaña informativa que están realizando, o bien el escaso interés que despierta el producto que ofrecen. Pero déjenme que apunte más bien al primer motivo. Conozco pocas empresas que por rehusar comprar su producto, te increpen e insulten. Es una grotesca perversión del principio de soberanía del consumidor; es más, es una perversión de la idea misma de consumidor.

Esta gente cree que los individuos retenemos injustamente un dinero que debiera ir a parar a su ONG. Su cometido, por tanto, no pasa por convencer y persuadir a los consumidores, sino por presionarles. Fruto de su fatal arrogancia, según la cual existen unos fines objetivamente prioritarios a otros, desprecian con insoportable altanería a quien no comulga con sus ruedas de molino.

La consecuencia lógica de este pensamiento izquierdoso es la presión al gobierno para que desvíe partidas de gasto hacia las ONGs. Como son incapaces de convencer a los individuos, recurren al Estado para que coactivamente atraque a los individuos y les entregue el botín. Los fines objetivamente prioritarios justifican los medios más ruines. Así operan, así piensan.

Luego nos sorprendemos al encontrar en algunos foros exhortaciones a las purgas y los campos de concentración. ¿Qué esperar de quiénes creen haber encontrado el rumbo correcto de la humanidad, a cuya consecución deben mancomunarse todo esfuerzo, todo recurso, toda vida? Los que no se achanten y se opogan activamente a su misión mesiánica sobran; se supeditan al fin, todo se supedita a su fin.

Que se olvide Intermon Oxfam de convencerme en lo venidero. Ya tenemos bastante totalitarismo en la sociedad como para sufragar su propagación. Que no cuenten ni conmigo ni con mi dinero; hoy por hoy que puedo elegir, elijo que se vayan al carajo. Precisamente eso les molesta, la libre elección. Ejerzámosla mientras sus ideas no lleguen al gobierno, luego sólo cabrán ignominiosas reverencias.

Comentarios

 
Yo también estoy harto de esa gente y de la presunta superioridad moral con la que desprecian a los que no se adhieren a sus absurdas reivindicaciones.Antes,me callaba,pero ahora ni en internet ni en la vida real voy a hacerlo más ,los voy a poner en su sitio.
Enviado por el día 11 de Febrero de 2004 a las 20:29 (1)
"Conozco pocas empresas que por rehusar comprar su producto, te increpen e insulten."

Eso es que usted no ha visto ninguna gala de los Goya :-)
Enviado por el día 11 de Febrero de 2004 a las 21:39 (2)
Ay, pobre Rallito, qué mal trago, eso de que te increpen cuando tú solo querias ir un poco de rebajas.
Dejando de lado lo mal educada que está alguna gente (independientemente de su ideología), tampoco te costaba nada darles un euro.
Seguro que dejando libre al capital se arreglan los problemas de los pobres, pero mientras nuestros líderes se ponen de acuerdo, no está de mas ayudar a estas organizaciones, aunque sólo sea por calmar el hambre de hoy.
Enviado por el día 11 de Febrero de 2004 a las 22:14 (3)
Lo que cuesta y deja de costar será un asunto subjetivo en todo caso.
Dando euros y vitalidad a unas organizaciones que presionan a los gobiernos para que no haya libertad de movimientos de capitales, sólo se consigue perpetuar la pobreza y la dependencia del Tercer Mundo de Occidente.
Enviado por el día 11 de Febrero de 2004 a las 22:29 (4)
Probablemente todo el dinero de los incautos así como del fruto de la metedera de mano de los gobiernos cómplices en los bolsillos ajenos, terminen precisamente apoyando a gobiernos que aplasten las libertades en el tercer mundo y quien sabe engordando los presupuestos militares del gorila de turno en esos mismos países. No mas dinero a estas ONGs, si mas libertad y mercado libre (¿no son sinónimos?)
Enviado por el día 11 de Febrero de 2004 a las 22:58 (5)
Contestadles lo que yo "teneis todo mi apoyo y mi corazon, pero ni firmo ni doy un duro". La solidaridad es el negocio del XXI, y Joaquin Jose su profeta; En efecto, el español sentenciado a mueste en Miami es el pionero en descubrir que palpar la viscera y la lagrima te puede forrar... Rastread sus andanzas
Enviado por el día 13 de Febrero de 2004 a las 09:30 (6)
A ver si algún día les hacen una auditoría...
Enviado por el día 13 de Febrero de 2004 a las 13:33 (7)
¿Pero Intermon no era una empresa multinacional?
Enviado por el día 13 de Febrero de 2004 a las 18:41 (8)

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