29 de Abril de 2004
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
De chiste, o no tanto
Por primera, y tal vez última vez, voy a permitirme postear un chiste procedente de los típicos fw que inundan las bandejas de entrada. He de reconocer que es realmente bueno -e ilustrativo de la situación política española.
El presidente Zapatero, en visita oficial a Inglaterra, es invitado por la Reina Isabel II a tomar un te. Durante el encuentro le pregunta cual es su filosofía de liderazgo y ella contesta que es rodearse de personas inteligentes. Entonces Zapatero le pregunta como sabe si las personas son inteligentes o no.
- Lo sé haciendo la pregunta adecuada - contesta, la Reina - deje que se lo demuestre.
La Reina llama por teléfono a Tony Blair y le dice:
- Señor Primer Ministro, le ruego que conteste a la siguiente pregunta: Su madre tiene un hijo, su padre tiene un hijo y este niño no es ni su hermano ni su hermana. ¿Quién es?
- Obviamente, ¡soy yo!, Majestad, - contesta Blair
- ¡Correcto! Gracias, Sir - dice la Reina y cuelga.
- ¿Ha entendido Mr. Zapatero? - pregunta la Reina
- ¡Claro! - responde sorprendido Zapatero - ¡Muchísimas gracias Majestad! ¡Sin duda haré lo mismo!
De vuelta a la Moncloa decide hacer la prueba a Caldera. Le pide que vaya a verle por una cuestión urgente y le pregunta:
- A ver, Caldera si me puedes contestar a esta pregunta...
- ¡Claro, Señor Presidente! ¿Qué desea saber?
- Tu madre tiene un hijo, tu padre también y este niño no es ni tu hermano ni tu hermana. ¿Quién es?
Caldera, con un poco de dificultad, contesta que le gustaría pensarlo bien para dar una respuesta apropiada. Al salir de la Moncloa, en el pánico total, organiza una reunión urgente con el nuevo gabinete del gobierno para analizar la pregunta. Después de varias horas, sin poder encontrar la respuesta correcta se les ocurre llamar a Bono que estaba de viaje:
- Oye Jose, una preguntita fácil.
- Dime.
- Tu madre tiene un hijo, tu padre tiene un hijo y este niño no es ni tu hermano ni tu hermana. ¿Quién es?
Jose Bono contesta enseguida:
- Pues soy yo, ¡claro!
Tranquilizado, Caldera llama al Presidente Zapatero y le dice:
- ¡Presidente, ya lo sé ! ¡Es Bono!
Y Zapatero indignado contesta:
- ¡No, idiota! ¡Es Tony Blair!
El presidente Zapatero, en visita oficial a Inglaterra, es invitado por la Reina Isabel II a tomar un te. Durante el encuentro le pregunta cual es su filosofía de liderazgo y ella contesta que es rodearse de personas inteligentes. Entonces Zapatero le pregunta como sabe si las personas son inteligentes o no.
- Lo sé haciendo la pregunta adecuada - contesta, la Reina - deje que se lo demuestre.
La Reina llama por teléfono a Tony Blair y le dice:
- Señor Primer Ministro, le ruego que conteste a la siguiente pregunta: Su madre tiene un hijo, su padre tiene un hijo y este niño no es ni su hermano ni su hermana. ¿Quién es?
- Obviamente, ¡soy yo!, Majestad, - contesta Blair
- ¡Correcto! Gracias, Sir - dice la Reina y cuelga.
- ¿Ha entendido Mr. Zapatero? - pregunta la Reina
- ¡Claro! - responde sorprendido Zapatero - ¡Muchísimas gracias Majestad! ¡Sin duda haré lo mismo!
De vuelta a la Moncloa decide hacer la prueba a Caldera. Le pide que vaya a verle por una cuestión urgente y le pregunta:
- A ver, Caldera si me puedes contestar a esta pregunta...
- ¡Claro, Señor Presidente! ¿Qué desea saber?
- Tu madre tiene un hijo, tu padre también y este niño no es ni tu hermano ni tu hermana. ¿Quién es?
Caldera, con un poco de dificultad, contesta que le gustaría pensarlo bien para dar una respuesta apropiada. Al salir de la Moncloa, en el pánico total, organiza una reunión urgente con el nuevo gabinete del gobierno para analizar la pregunta. Después de varias horas, sin poder encontrar la respuesta correcta se les ocurre llamar a Bono que estaba de viaje:
- Oye Jose, una preguntita fácil.
- Dime.
- Tu madre tiene un hijo, tu padre tiene un hijo y este niño no es ni tu hermano ni tu hermana. ¿Quién es?
Jose Bono contesta enseguida:
- Pues soy yo, ¡claro!
Tranquilizado, Caldera llama al Presidente Zapatero y le dice:
- ¡Presidente, ya lo sé ! ¡Es Bono!
Y Zapatero indignado contesta:
- ¡No, idiota! ¡Es Tony Blair!
Comentarios
Ese chiste ya lo habia oido, pero con un el entrenador del athletic de bilbao visitando al de la real sociedad (me lo conto alguien de guipuzcoa, claro)
yo habia oido hace tiempo el chiste al revés: Aznar iba a ver a su amigo Blair, que le demostraba lo listos que eran la gente de su equipo haciéndole a uno de ellos esa pregunta pero sobre sí mismo: "dime, si mi padre tuvo un hijo, mi madre también y no es ninguno de mis hermanos, ¿quién es?" y etcétera.
:-)
:-)
Pues yo lo había oído con González, Guerra y creo que Solchaga. Si no recuerdo mal, el tonto era Guerra. En serio.
Un poco viejo sí que es :p
Un poco viejo sí que es :p
Oye, Jaimer, que en el chiste hay tonto y medio.
Si el tonto era Alfonso Guerra, ¿Quién era el medio tonto?
Si el tonto era Alfonso Guerra, ¿Quién era el medio tonto?
Si no recuerdo mal, en lugar de Zapatero, estaba González; en lugar de Blair, la Thatcher; en lugar de Bono, Solchaga y en lugar de Caldera, Guerra. Cuando decía "el tonto" era para distinguir entre el presidente y el otro. Damos por supuesto que en toda democracia occidental que se precie, el presidente es el que no vale para nada más. A ver, es que si no, tendría un oficio como Dios manda.
Pero tampoco os fiéis, que por aquel entonces yo ni me afeitaba.
Pero tampoco os fiéis, que por aquel entonces yo ni me afeitaba.
Jaimer, tengo un paciente (matemático y profesor de secundaria) exconcejal del PSOE, que dice que CUALQUIERA que se dedique profesionalmente a la política es porque no vale para otra cosa. Secundariamente, dice tambien que Pepiño Barbilampiño está ahí para recibir las hostias en primera instancia, pero esa es otra cuestión.
Aunque el post va de chiste, yo ahora hablo muy en serio:
En las democracias de corte occidental, y la nuestra es una de ellas aunque en ocasiones no lo parezca, es tal el sistema de gobierno que es imposible que atraiga al mismo a los mejores hombres de la nación.
Las fatigas de una campaña en elecciones generales sería suficiente para que un hombre que sea, no digo sabio, sino simplemente sensato, envíe al demonio las ganas de ser presidente del gobierno de España.
Y si bien es cierto que para cargos menores se requieren menos sacrificios de este tipo, la recompensa en forma de poder es también menor.
Y es ese poder, como droga insuperable, lo único que le permite soportar esas fatigas, y lo que es peor, las mentiras, bajezas y alguna que otra pequeña, o no tan pequeña, canallada que casi todo hombre público se ve de vez en cuando obligado a cometer. Ello explica el que hasta personas que han conseguido la fama y la riqueza, insistan y con qué ansias, en regir y en mandar a los demás, camuflándolo en el altruista 'servir al pueblo, a los ciudadanos, es decir, a los demás'. Les empuja el 'mono' del poder.
Por tanto, nadie que sepa gobernar su propia vida, tendrá interés en gobernar las ajenas. Nadie que sepa servirse a sí mismo, buscará servir a los otros. Y, casi como dice ese paciente de fredi: El que vive la política profesional, es porque no sabe vivir otra cosa.
En las democracias de corte occidental, y la nuestra es una de ellas aunque en ocasiones no lo parezca, es tal el sistema de gobierno que es imposible que atraiga al mismo a los mejores hombres de la nación.
Las fatigas de una campaña en elecciones generales sería suficiente para que un hombre que sea, no digo sabio, sino simplemente sensato, envíe al demonio las ganas de ser presidente del gobierno de España.
Y si bien es cierto que para cargos menores se requieren menos sacrificios de este tipo, la recompensa en forma de poder es también menor.
Y es ese poder, como droga insuperable, lo único que le permite soportar esas fatigas, y lo que es peor, las mentiras, bajezas y alguna que otra pequeña, o no tan pequeña, canallada que casi todo hombre público se ve de vez en cuando obligado a cometer. Ello explica el que hasta personas que han conseguido la fama y la riqueza, insistan y con qué ansias, en regir y en mandar a los demás, camuflándolo en el altruista 'servir al pueblo, a los ciudadanos, es decir, a los demás'. Les empuja el 'mono' del poder.
Por tanto, nadie que sepa gobernar su propia vida, tendrá interés en gobernar las ajenas. Nadie que sepa servirse a sí mismo, buscará servir a los otros. Y, casi como dice ese paciente de fredi: El que vive la política profesional, es porque no sabe vivir otra cosa.
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