Portada » Bitácoras » 1812 » Expresarse libremente debe tener consecuencias

Bitácora de Daniel Rodríguez Herrera

Hay un pequeño lío montado en Estados Unidos a cargo de un chiste bastante soez de Whoopi Goldberg en una reunión de apoyo a Kerry:

Debemos devolver a Bush donde debe estar [en ese momento se señala los genitales] que no es la Casa Blanca

Encantador. Y, sobre todo, de un ingenio deslumbrante. Bueno, resulta que una compañía de productos para bajar el peso, SlimFast, ha decidido despedirla de sus campañas publicitarias al considerar que estas cosas no casan bien con la representación de la compañía ante el público. Aqui viene lo bueno. Goldberg se ha quejado porque:

El corazón y el alma de America es la libertad de expresión sin miedo a las represalias

En esto se mete en el jardín de confundir lo público con lo privado. La constitución norteamericana asegura poder hablar libremente sin miedo a las represalias por parte del gobierno. Todo lo que decimos tiene consecuencias, y la responsabilidad de asumirlas es la otra cara de la libertad de expresarnos. Si te dedicas a insultar a un presidente apoyado por la mitad de los clientes de SlimFast, parece normal que quedarte sin ese empleo entre dentro de las consecuencias de tu acción. Estas cosas (y otras como que la gente te mire mal) permiten que el discurso público mantenga ciertos niveles de moderación. Cuando se pueden decir las mayores burradas sin malas consecuencias para quien las dice la calidad del discurso público se reduce hasta niveles pancarteros. Que es lo que le pasa a la izquierda y sus kulturetas en España.