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28 de Agosto de 2005

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1812
Bitácora de Daniel Rodríguez Herrera

El Mundo y la Guerra Civil VII. Miguel Primo de Rivera

Elena Pita entrevista al nieto del protomártir del bando nacional, José Calvo Sotelo aparte. Todas las ejecuciones sumarias son una injusticia y una tragedia. Pero la de José Antonio Primo de Rivera tiene una significación política especial. Franco tuvo suerte, la que le acompañó toda su vida, con las muertes en la Guerra Civil. Primero con el que sería jefe natural del bando rebelde, José Sanjurjo (a quien en gran parte se debe la llegada de la II República sin problemas), y después con la ejecución de José Antonio y la muerte en combate de Onésimo Redondo.

José Antonio era un intelectual raro en la España de entonces. Tenía escrúpulos morales, aunque eran contradictorios, y carecía del omnipresente sectarismo de la época, extendido a izquierda y derecha. Su ideal era una izquierda netamente antiliberal y antimarxista, que superara la lucha de clases que él aborrecía, y tuviera un carácter nacionalista; siempre con el ideal de unidad y solidaridad de todo el país. Un espanto, vaya. Pero el líder de un partido que fue pequeño y se convirtió en la guerra en un partido de masas que le dio al bando miles de milicianos y parte de una coraza ideológica de la que el propio Franco en gran parte carecía. Franco se valió de la falange sin hacerles ni caso, ni siquiera en los primeros gobiernos. Si los republicanos hubieran tenido más visión que sectarismo, le habrían dejado libre.

Y es que, como líder de una facción política en alza, y como intelectual crítico habitualmente consigo mismo y especialmente con los demás y que se planteaba la convenciencia o adecuación de lo que ocurría según sus oscuros ideales, le habría causado enormes problemas a Franco. Éste nunca fue fascista; era un conservado con pocos valores, muy firmes, extraídos de una interpretación parcial, torpe y poco imaginativa de lo que creía tradición española. Era casi lo contrario de un revolucionario, a lo que sin embargo sí se acercaba José Antonio.

La cuestión es que, como explica Hayek en su original capítulo porqué los peores llegan a lo más alto, de Camino de Servidumbre, los intelectuales se plantean demasiadas cosas, dudan, cuestionan, y finalmente son relegados. Con Primo de Rivera, no obstante, no hubiera sido fácil, y se hubiera abierto una lucha que le habría creado muchos problemas a Franco.

Bien, pues esta idea, que es ya un lugar común, le sirve a Elena Pita para acusar a Franco de matar a José Antonio, en la entrevista al nieto de éste:
P.- Se negó a recibir de Franco diferentes nombramientos a lo largo de su vida, se opuso a su voluntad y a su opinión en numerosas ocasiones. ¿Por qué le consentía el Generalísimo?, ¿era su forma particular de enjugar su conciencia?
P.- En su libro No a las dos Españas sí se refiere a la mala conciencia de Franco, ¿podía haber canjeado a José Antonio y no lo hizo?
P.- ¿No es cierto que Franco temió que José Antonio le disputara la jefatura política?
P.- ¿Su madre nunca hizo un comentario en este sentido?
P.- ¿Y sus tíos Pilar y Miguel?
P.- Entre la melancolía y la rebeldía, ¿cómo era su sentimiento hacia Franco?
P.- Una vez que pudo leer lo que José Antonio opinaba sobre el franquismo, siendo usted consejero del Movimiento, ¿su conciencia siguió estando tranquila?

Se puede considerar que Franco podía haber hecho más por liberar a José Antonio, pero hubiera tenido que cambiar sus planes de guerra. Acusarle de ser el responsable de la muerte de José Antonio, supone tomar su fusilamiento por los republicanos como algo automático. Pero es fruto de la decisión política de los responsables de entonces, que le fusilaron igual que podían no haberlo hecho. Miguel Primo de Rivera responde:
R.- Franco sentía profundamente no haber podido salvar a los Primo de Rivera. No es que tuviera mala conciencia, sino rabia por no haber sido capaz, y así me lo repetía cada vez que lo veía. Cuando acepté la Alcaldía de Jerez, le dije a Franco que no sería al mismo tiempo jefe local del Movimiento, porque aquello era pasado y lo que yo quería era hacer una Historia nueva.
R.- No, yo creo que sentía profundamente no haber podido salvarlo.A eso me refiero cuando digo mala conciencia.

Y sobre Franco,
R.- Creo que fue un hombre honrado que hizo todo lo que pudo en una dictadura, que es una situación anormal, casual, fruto casi siempre de un hecho problemático. El me llamaba y yo iba, y tenía conmigo un trato tal vez algo especial por el recuerdo de los míos.

Pero lo más destacado de la entrevista a Miguel Primo de Rivera es la parte que se refiere a la reconciliación tras la GC.
PREGUNTA.- «La Historia pertenece al pasado y lo pasado, pasado está», parece ser su lema de vida. Pero, ¿podemos vivir ignorando nuestra propia Historia, la de nuestra familia, nuestro pueblo?

RESPUESTA.- No, no podemos vivir sin conocer nuestra historia, pero tampoco podemos vivir de ella. Hay que ir siempre hacia delante.

P.- Dice que no siente rencor hacia quienes fusilaron a su padre: ¿cómo se consigue, cómo se vence tal rencor?

R.- No se puede tener rencor contra la Historia, hay que respetarla.Tuve la mala suerte de que mi familia estuviera entre los fusilados, pero es un hecho histórico.

P.- ¿Y rabia?

R.- Sí, y amargura y dolor, pero no rencor. Toda la rabia e incluso el odio que pueda sentir contra las personas que hicieron desaparecer a mi padre queda dentro de mi alma, como la tristeza de no haber podido conocer a personas de tal categoría.

El rencor es el odio como guía de la acción. De modo que entiendo que Miguel Primo de Rivera siente odio hacia quienes fusilaron a su antepasado, pero cree que no se debe hacer uso de este odio contra nadie. Me da la impresión de que es honrado con sus sentimientos, pero con el alma lo suficientemente amplia como para no repetir, con el odio como acicate, los errores del pasado. Una interpretación que es exactamente contraria a la de Elena Pita, mira que lo siento.

Comentarios

 
Un par de anotaciones, José Carlos:

- "Protomártir" es porque se considera a Calvo Sotelo el último "mártir" del bando nacional muerto antes de estallar la guerra. O el primero de la misma si se prefiere. En ese sentido, José Antonio, cuya muerte fue la más sentda por el bando nacional, no fue protomártir sino el mártir por excelencia.

- Sobre la actuación de Franco en la liberación de José Antonio.

1) A Primo de Rivera lo fusiló el Gobierno Largo Caballero, con Manuel Azaña como Presidente de la República. Es impresionante cómo se quitan los muertos de encima y se los trasladan a Franco gratuitamente.

y 2) Respecto al interés de Franco por liberar a José Antonio, está archidemostrado que:

- Existe una treintena larga de intentos de liberación de José Antonio. Antes y después de la guerra. Sin y con Franco como Jefe del Estado. No se le pudo liberar y no sirve darle vueltas.

Enviado por el día 28 de Agosto de 2005 a las 18:07 (1)
- Franco, concretamente: 1. Supervisó, financió y dio cobertura logística a todos los infructuosos intentos de liberación. 2. Franco aprobó en Burgos el canje de José Antonio por ERnst Thälman. 3. Franco financió la estancia en París de Eugenio Montes en París para tratar otro canje vía Miguel Maura. 4. Franco salvó la vida del hijo de Largo Caballero, a quien habia propuesto para canjearlo. Josá Antonio, en cambio, fue fusilado. 5. Franco aprobó otra propuesta de canje que había insinuado Indalecio Prieto y que luego se desmoronó porque éste se echó atrás. 6. FRanco financió la operación técnica de liberación de Agustín Aznar y Von Knobloch. 7. Franco volvió a aceptar el pago de cuatro millones de pesetas de aquellas a un anarquista que iba a ser sobornado por el cónsul de Alemania en Alicante. 8. Franco aceptó otro intento de liberación que contaba con la participación de Aznar, Dávila y el teniente de nvío Manuel de Mora Figueroa, a quien Franco propuso como jefe de la operación. 9. Franco aprueba un nuevo intento de soborno de Von Knoblock, Gamero del Castillo y Ravelló. 10. Quince días antes de su fusilamiento, Franco propuso el canje de José Antonio por el diputado socialista Graciano Antunia..... .....

José Antonio, fundador de la Falange fue un preso del Frente Popular desde marzo de 1936. Antes de comenzar la guerra, el director de Seguridad, Mallol, lo mandó a Alicante para que en Madrid no fuera liberado por algún comando falangista. En ningún momento los republicanomarxistas dieron su brazo a torcer y no lo canjearon. Los falangistas no pudieron tampoco liberarle por su cuenta. Murió fruto de la justicia "republicana". Era senciallamente una justicia soviética, roja. Azaña y Largo son los principales responsables de su muerte. También Prieto, que se confabuló en las elecciones de Cuenca para que no saliera elegido diputado.
Enviado por el día 28 de Agosto de 2005 a las 18:13 (2)
Azaña, Largo, Prieto... Estos son los culpables. Franco no tuvo la culpa de la muerte de José Antonio. Es más hizo todo lo que pudo para salvarle. Téngase en cuenta que, como Jefe del Estado, sólo actúa desde el mes de octubre y Primo de Rivera está preso desde marzo. Téngase asimismo en cuenta la cantidad de asuntos que tenía Franco sobre la mesa y si el apoyo a todas las iniciativas arriba expuestas no son suficiente curriculum para tener la conciencia más que tranquila respecto al tema.

De no haber sido así, los familiares de José Antonio no habrían colaborado con el régimen de Franco.

Esa tal Elena Pita hace unas insinuaciones dignas del mejor prostíbulo de la Historia de España.
Enviado por el día 28 de Agosto de 2005 a las 18:17 (3)
Lo de Elena Pita es acojonante. Bueno, como los anteriores entrevistadores. Es que no se salva ni uno.

Lo de intentar culpar a Franco de la muerte de José Antonio es ya lo último.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2005 a las 10:26 (4)
Es una vieja engañufla con distintos objetivos: 1) Desprestigiar a Franco; 2) Quitarse el marrón; 3) Dividir a los falangistas; 4) Enfrentar a éstos contra Franco.

Creo haber desmontado a los falsarios arriba con suficientes argumentos. Pero da igual. Al final, volverá el mito de que Franco fue el culpable de su fusilamiento. Como el mito de que Indalecio Prieto era un gran colega de Primo de Rivera. Si éste se hubiera estado quietecito en las elecciones de Cuenca, José Antonio habría sido excarcelado al haber sido elegido en mayo de 1936 diputado a Cortes.

Reincidirán. Así es la propaganda: sucia y rastrera.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2005 a las 17:16 (5)
lo que no entiendo es como un general "tonto" en lo militar y con el apoyo sólo de curas y terratenientes pudo ganar la guerra contra un montón de militares "buenisimos" en lo militar que además contaban con el apoyo de todo el pueblo. Explicación actual sobre la GC. Y esta explicación no le chirría a nadie del mundo progre. A esto los cristianos le llamamos fé. No sé como se llamará en la cosmovisión laica-progre.
Enviado por el día 29 de Agosto de 2005 a las 18:29 (6)
Es que eso no se lo cree nadie.

Resulta doloroso cómo degradan al bando perdedor degradando al vencedor. Pues si el vencedor fueron cuatro magnates y cuatro curas -léase ociosos sin nada productivo que aportar-, liderados por un incompetente, ¿Qué será el bando perdedor?

Enviado por el día 29 de Agosto de 2005 a las 19:48 (7)
Es que, además, si se historiara como hacen los perdedores, se podría decir que los poderosos industriales vizcainos, madrileños y catalanes perdieron frente a los desvalidos campesinos castellanos.

Ridículo, ¿no?
Enviado por el día 30 de Agosto de 2005 a las 08:26 (8)

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