liberalismo.org
Portada » Bitácoras » 1812 » Así de liberticidas son algunos cinéfilos

26 de Octubre de 2005

« Un blog desde Gallaecia | Principal | Amenaza de bomba en la COPE »

1812
Bitácora de Daniel Rodríguez Herrera

Así de liberticidas son algunos cinéfilos

El blog de crítica de cine de Periodista Digital ha incluido como anotación unos comentarios que proponen varias medidas liberticidas. Como el sistema de comentarios no me acaba de dejar contestar, pues lo hago aquí. El autor propone:
Copiar el sistema de distribución y exhibición que usan los USA. ¡Que viva la reciprocidad! A saber: a) Si el porcentaje de salas que proyectan películas no USA es del, pongamos, 5%, pues aquí, que somos muy generosos, les dejamos el 10% de las salas para sus películas. b) Si en USA no se permite que tú estrenes tu película doblada al ingles, pues coño, aquí igual. Subtítulos para todos. c) Si allí no se practica la venta por paquetes de películas no USA, pues aquí lo mismo, las pelis se venden de 1 en 1. O como somos muy generosos, de 2 en 2, como los Donuts.
Es decir, que como en Estados Unidos los espectadores eligen libremente ver sólo un 5% de cine extranjero, aqui obligamos a que se vea el 10% de cine norteamericano como máximo. Como a los useños no les gusta ver películas dobladas, aquí prohibimos el doblaje. Como las distribuidoras no incluyen en pack las películas extranjeras allí (que es algo de lo que no estoy seguro, pues las suelen distribuir distribuidoras yanquis), aquí obligamos a que no lo hagan. La diferencia entre hacer algo voluntariamente y en libertad y obligar coactivamente por medio de la policía no nos importa y nos la pasamos por el forro. ¡Viva el fascismo cultural!
Tampoco trago ese otro cuento de por qué pagar a los vagos de la cultura que no hacen más que mierda. Yo con mis impuestos (con un 0,01% de mis impuestos, que no es más) ayudo (que no pago) a cualquier tío con talento, tenga las ideas políticas que tenga y que me aporte algo creativo, con imaginación y personalidad, ya sea excitando mis sentidos o alimentando mi alma.
Como no diferencias entre voluntariedad y obligatoriedad, hablas de tu porcentaje de impuestos. Y a los demás, que nos zurzan. Porque a nosotros también se nos obliga a pagar. Si tú, voluntariamente, quieres dar dinero para el cine español, adelante. Me parece estupendo; de hecho, es lo que se hace al pagar una entrada e incluso yo lo hago así de tanto en tanto. Pero que se haga con dinero público significa que lo pagamos también los demás, queramos o no. ¡Viva el comunismo cultural!
A mí no me gustaría que sólo existiese el tipo de cine que promueven las multinacionales, que es lo que se está consiguiendo con lo que ahora llamamos "libre mercado". Es decir, que las multinacionales controlen a su antojo todas las fases de producción, distribución, exhibición y comunicación, vulnerando impunemente cualquier ley antimonopolio que se precie de serlo con toda clase de prácticas abusivas como la venta de películas por paquetes, por la que si quieres adquirir los derechos de una buena película, tienes que comprar, distribuir y exhibir por narices las otras diez que ellos te impongan, aunque sean más malas que pegarle a una madre.
Juntar varias cosas no tiene nada, pero nada que ver con que el mercado sea libre. El mercado es libre si el productor tiene la libertad de ofrecer sus productos como le salga de la napia y el comprador tiene la libertad de comprarlos... o no. Si confundes mercado libre con extrañas entelequias que no existen en el mundo real es problema tuyo, no del mercado. Debo suponer que consideras que el mercado de los sandwiches no es libre porque los vendedores de sandwiches no te desglosan el precio del pan, el jamón y el queso ni ofrecen comprarlos por separado. ¡Menuda estupidez!
Otra de los rasgos del mercado perfecto era la racionalidad en las elecciones del cliente, que tras comparar productos esencialmente homogéneos, optaba por el más barato. Parece que con el cine es imposible y las estrategias de promoción se dedican justamente a impedir que tal cosa suceda, que los espectadores puedan hacer un cotejo racional de las películas. En el mercado de tornillos lo puedo entender, pero en el del cine en el que el efecto emocional del servicio del que se trata es primordial para colocarlo, la promoción tiene una elenco asombroso de herramientas para distorsionar en el espectador la realidad del producto: hasta el punto de que hay quien considera el trailer otro género.
El valor es siempre subjetivo. Tanto en tornillos como en películas. Sólo cada uno de los sujetos que participan en el mercado sabe de sus preferencias y de las razones de sus preferencias. De nuevo, parece que se invente usted un mercado a su medida. Los trailers, como toda publicidad, otorga al espectador más elementos de juicio. Yo he visto películas por los trailers y también he abandonado la idea de ir a verlas por ellos. Aunque no se lo crean ustedes, fui a ver Lisboa, película española, por el trailer y me encantó. Reconozco que es posible que me haya equivocado en más de una ocasión en ambos casos. Pero contaba con un elemento de juicio que antes no tenía para decidirme.

Comentarios

 
Que sólo Israel y los Estados Unidos votaran en contra no ha pasado desapercibido para el autor del blog. No podía faltar la referencia al lobby judío que "gobierna" Hollywood. ¡Pero qué patéticos y previsibles son la mayoría de nuestros progres!
Enviado por el día 26 de Octubre de 2005 a las 17:38 (1)
Daniel no puedes replicar ha esto (...)Si en USA no se permite que tú estrenes tu película doblada al ingles, pues coño, aquí igual. Subtítulos para todos.(...) con esto otro (...)Como a los useños no les gusta ver películas dobladas, aquí prohibimos el doblaje.(...) Él habla de prohibición (no se si será cierto) y tu de gustos. Chabacana manera de responder. Y si ciertamente ellos prohiben que se distribuyan peliculas dobladas aqui sería plausible exigir reciprocidad (aunque los perjudicados seríamos nosotros mismos, por loq eu yo rechazaría tal reciprocidad)
Enviado por el día 26 de Octubre de 2005 a las 18:14 (2)
Pues los blogs de elmundo.es no es que se quede muy atrás en sectarismo progre:
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/10/26/descodifi...
Enviado por el día 26 de Octubre de 2005 a las 18:33 (3)
Yo estoy tratando de hacerle un comentario pero no puedo. Aparece: Supplied comment is invalid!

A ver cómo hago.
Enviado por el día 26 de Octubre de 2005 a las 18:46 (4)
Rojobilbao, he contestado a eso. No hay ley alguna, que yo sepa, que prohíba distribuir películas dobladas. Pero a los useños no les gusta, como hay muchos otros países donde tampoco gusta. Nosotros estamos acostumbrados a ver a los actores mover los labios y escuchar algo que no están diciendo, pero somos un poco rara avis en eso.

Oliver: a mí me pasó lo mismo. Por eso no contesté en los comentarios y lo hice aquí.
Enviado por el día 26 de Octubre de 2005 a las 19:05 (5)
Coloco el comentario que le iba a poner al autor de "Cine Digital". ¡Daniel, no pienses que es contigo!:

Este año se destinaron 73 millones de euros para la subvención de películas españolas, así como 109 millones de euros en el financiamiento del teatro, la música y la danza. El 30% del presupuesto total del Ministerio de Cultura en 2005 de destina a las subvenciones de películas y obras que no vemos todos. Así todos las paguemos.
¿por qué en vez de ayudar a Fernando Alonso, nos ahorramos ese dinero y se lo regresamos al contribuyente? El sabrá como ayudarse a sí mismo.

España es uno de los pocos países donde se doblan las películas al español, y se proyectan así en la casi totalidad de los cines.

En América Latina, por ejemplo, la gente ODIA los doblajes. La calidad de la película cae notablemente, se pierde realismo y se pierden diálogos. Los doblajes españoles además de ser inexactos, son sumamente superficiales. Incluso, muchas veces transforman por completo la trama (En vez de llamar al 911 llaman al 112 ¡en Nueva York!).

A la gente no le gusta las películas dobladas, ni en América, ni en muchos otros países. Y aquí nos harían un favor si dejaran de doblarlas.

Además, la de las personas mayoría en España, así como en Estados Unidos, prefieren ver una comedia romántica americana o una película de acción o un drama histórico con firma californiana, antes que un drama español donde el protagonista es un transexual con Sida que tiene un hijo argentino. Muy a su pesar es un tema de oferta y demanda.
A la gente le gusta pasarlo bien y le gusta ver películas americanas. A los americanos les gusta pasarlo bien y ver también películas americanas ¡Y fuera de España a la gente le gusta ver las películas en versión original! ¡Horror! ¡Tragedia!

Pues no. Simplemente placer y libertad para el ocio. De nada sirve obligar a nadie, aunque usted no lo crea.
Enviado por el día 26 de Octubre de 2005 a las 19:12 (6)
Sólo una observación: a mí me encantan los doblajes españoles. Las voces de los actores extranjeros suelen ser ridículas. De Niro o Al Pacino ganan muchísimo con los dobladores españoles, reconocidos mundialmente. Otros buenos actores de doblaje son los japoneses. En el manga, por ejemplo, prefiero el doblaje original japonés al español.

Lo que quiero decir es que en la variedad está el gusto. ¿O a quienes nos gustan las películas dobladas (seguramente a la mayoría) no tenemos derecho a ese producto? Para que veas que la gente prefiere los doblajes, piensa cuántos cines proyectan películas en v.o. en contraposición a los que las proyectan dobladas. Y luego, piensa cuánta gente acude a unos y a otros. Está claro, ¿no?
Enviado por el día 27 de Octubre de 2005 a las 09:02 (7)
Totalmente de acuerdo en todo. Fantástica la crítica a tales mamarrachadas. Sin embargo, puntualizar una cosa que en realidad no invalida el argumento. Es cierto que todo valor es subjetivo. Pero si es cierto que un tornillo tiene unas cualidades mensurables, dureza, resistencia, etc., que pueden ser valoradas, eso si, subjetivamente. Pero poca gente habrá que decida comprarse un churro de tornillo porque es más bonito que otro que es más resistente y duradero. Sin embargo, las cualidades de una película que se pueden medir objetivamente no afectan para nada en su triunfo o fracaso. Los trailers si son un elemento de juicio, pero cada vez menos. De hecho, cada vez más películas incluyen escenas en ellos que no sólo no aparecen en la película, sino que han sido rodadas específicamente para el anuncio. Decir, sin embargo, que no sirven como punto de referencia, apuntando, supongo, a publicidad engañosa, me parecería exagerado.
Enviado por el día 27 de Octubre de 2005 a las 10:27 (8)

No se admiten ya más comentarios.