3 de Febrero de 2005

Una máxima de la política barriobajera es que si las reglas te fastidian el juego y puedes hacerlo, las cambias y a otra cosa. Tal es el trance por el que pasa estos días Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Hace cierto tiempo, cuando Pedro Solbes todavía no había sido llamado al Ministerio de Economía a ser ninguneado por Caldera y Sebastián, desempeñaba el cargo Comisario de Asuntos Económicos de la UE con cierto éxito. En esa época, quien mandaba en la Comunidad era Alberto Ruiz Gallardón y quien proyectaba kilómetros y kilómetros de Metro era él. Quiso Gallardón crear un Ente Público denominado Madrid Infraestructuras de Transporte (Mintra) que acumulara la deuda que suponía tan importante infraestructura y que tanto juego dará a los encargados de elegir qué ciudad se hará con de las Olimpiadas de 2012. En febrero de 2003 el Comsario Solbes del que dependía el Eurostat certificó que la deuda de Mintra en MetroSur, que es la línea metropolitana que une la mayoría de los populosos municipios del sur de la Comunidad, era de carácter privado por considerarla una empresa de mercado y que no tenía que computar en la deuda pública de la Comunidad. Y así fue en 2003 y en 2004, así de real y así de absurdo y este es el panorama que se encontró Esperanza Aguirre cuando se convirtió en presidenta regional y con el jugaba a la hora de hacer planes.

Pero con Solbes ministro, y de cara a la pared por una fea tendencia a políticas algo derechistas, a Joaquín Almunia le dieron el cargo de Comisario y por arte birlibirloque la deuda privada se convertirá en pública sin que haya habido ningún nuevo elemento que justifique tal decisión. Todo esto supondrá un serio problema para los planes de Esperanza Aguirre ya que le acerca al límite de deuda que es aconsejable que llegue a una administración. La deuda pasaría de 6.250 a 8.650 millones de euros.

Más allá de las inevitables deudas, más o menos mastodónticas, a las que son proclives las administraciones, de izquierda o de derecha, más socialistas o más derechistas, estamos ante un caso claro de política de cloaca, un caso que se une a otros muchos. Uno piensa que desde Ferraz se ve a Esperanza Aguirre como una seria candidata a batir y con serias posibilidades de repetir cargo. Ven también a Rafael Simancas, líder regional, que una vez arreglada la Play Station de su hijo, se le ha descubierto un chalecito especulador, cosa perfectamente legal pero con poca coherencia con su forma pública de hacer política, otra cosa es como se maneje en privado, y empieza a estar más quemado que un vendedor de Coca Cola en el Foro de Davos. Habrán pensado, si torpedeamos aunque sea sólo un poquito a la 'Espe' en el tema económico, su fuerte y empezamos a hacer campaña ya, es posible que esto tire pa'lante. Y se hizo una llamadita a Bruselas y el actual Comisario y ex candidato a presidente, Joaquín Almunia puso la maquinaria administrativa en movimiento, porque ¿qué otro significado tiene semejante maniobra?.

Y para hipocresía la de Simancas que no ha dudado aplaudir la medida, lógico, diciendo que "Se inventaron una trampa y les han pillado". Digo yo que quien se lo inventó fue Solbes, que tuvo la posibilidad de dejar la deuda en pública y la convirtió en privada por alguna oscura razón. Don Rafael debería buscarse una viga que creo que se le ha metido en el ojo.