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A la bailarina María Giménez no le gusta Carmen Calvo

22 de Agosto de 2006

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Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

A la bailarina María Giménez no le gusta Carmen Calvo

Realmente lo que no le gusta de la Camarada Calvo es la manera que tiene la ministra de repartir las subvenciones. Por lo visto, no recibe suficiente dinero y esto es i-n-a-d-m-i-s-i-b-l-e hasta el punto de que ha mandado una carta a todos los medios denunciando semejante afrenta:

      "La Sra. Carmen Calvo ha otorgado al Ballet ARTE 369 una subvención con la misma cuantía -o más bien limosna- que el año pasado, es decir 30.000 euros, cantidad que se gasta en 6 meses tan sólo pagando la Seguridad Social de su compañía.
      
      La Sra. Calvo se debe sentir con el derecho de privar al gran público español de una parte del ARTE, así como no valorar, ni apoyar la iniciativa única en España de alguien que ha hipotecado todos sus bienes y ha entregado con gran generosidad toda su dedicación y experiencia para crear, de la nada y sin ayuda, lo que en un principio fue un proyecto y hoy una realidad que llena teatros y recibe calurosas críticas y felicitaciones.
      
      Los intereses que mueven a este Ministerio no son sólo para despreciar sino para destruir lo que con tanto esfuerzo y sacrificio he logrado crear con mi equipo; y eso es algo que, aunque oculto, sigue siendo una aberración hacia la Cultura.
      
      He enviado telegramas a la Presidencia del Gobierno y a la ministra de Cultura suplicándoles una ayuda o, al menos, una entrevista. Al parecer el Arte no les interesa, o, al menos, el Ballet Clásico. La Sra. Calvo está demasiado ocupada como para entrevistarse o enviar una carta a la persona que ha conseguido crear y demostrar lo que su Ministerio considera un costoso imposible sin interés para nadie".
      

No soy aficionado a la danza, ni a la clásica ni al breakdance, así que desconozco la calidad de la agraviada pero vislumbro la cara de cemento armado que posee la tipa. O sea, que si ella no recibe pasta en forma de subvenciones, que a diferencia de lo que dice la ministra implicada, si tiene dueño, los contribuyentes, es una aberración hacia la Cultura. ¿Por qué?, ¿por qué es ella Cultura y un violinista en el metro no, quién es esta señora para indicar lo que es Cultura y lo que no?. ¿Por qué debemos quitarle el dinero a un albañil, un abogado o un camionero y dárselo a María Giménez, cuyo mérito es por lo visto bailar como los ángeles?, ¿acaso poner ladrillos o plantar césped no es tan importante?. ¿Cuántas personas han hipotecado todos sus bienes por un sueño, su sueño, su empresa creando de la nada y sin ayuda todo un imperio o al menos una pequeña república?, ¿por qué esas personas no pueden, o mejor dicho, no deben recibir al menos esos 30.000 euros que tan estúpidamente desprecia?.

Si es que al final pasa lo que tiene que pasar, tanta prebenda, tanto amiguismo, tanta kultura y la gente empieza a quejarse cuando no entra dentro de los círculos oficiales y oficiosos. Pero no importa, siempre nos quedará dinero en nuestras nóminas para que estos privilegiados puedan vivir, todo sea por la Cultura y la Danza Clásica, eso sí, en cuanto que vaya a ver a la Giménez, entro con la fotocopia del IRPF por única entrada.

Comentarios

 
También Aida Gómez, a propósito del estreno de Carmen en el Albéniz (¿recuerdas aquella manifestación con la concejala de cultura, la líder de los transexuales del PSOE y otra, también líder de no sé qué chiringuito de lesbianas de IU -no me preguntes que tiene que ver una cosa con la otra, pregúntaselo a ellas, porque yo me sorprendí tanto como tú), ha estado pidiendo dinero, aunque ella lo ha mezclado con quejas sobre la mala calidad de los bailarines jóvenes, y al menos ella está consiguiendo cosas por su cuenta.
Una de las cosas más molestas de la subvención es que luego vas a un espectáculo y te das cuenta de que la mitad de los asistentes no han pagado su entrada, sino que se la han regalado. Así no hay espectáculo rentable. Pero como lo paga el ministerio...
Una vez tuve una discusión con Inocencio Arias, quien pretendía colarse en una fila por entradas -ni él ni sus acompañantes pagaban, claro, porque su hija les consigue a todos, seis personas en aquella ocasión, gratis total siempre; me he encontrado con la pandilla varias veces- y le dije "ya que ustedes no pagan, por lo menos no se cuelen". Por lo menos nos queda el derecho al pataleo.
Enviado por el día 22 de Agosto de 2006 a las 20:37 (1)
En realidad si yo perteneciera al mundillo de la “cultura” también estaría molesto con la señora Calvo. Cuando ves que hay gente que por pertenecer al corrá viven con menos esfuerzo que tú, haciendo cosas que consideras de inferior calidad que la tuya sinceramente es para cabrearse.

Pero en el fondo, cuando alguien se cabrea con esto lo que al final descubre es que los dineros que se reparten desde el ministerio no tienen, porque no pueden tener, un criterio objetivo. La realidad es tozuda y lo que ocurre es lo que suele ocurrir, se utiliza el dinero de todos para beneficiar a los amigotes. Por eso yo me cabrearía.

Pedir que no se le diera a nadie no le crearía mas que enemistades dentro de dicho mundillo, sobre todo de los que viven de la subvención. La cuestión al final es si se logra hacer ver al pagano el alcance del mejunje.

Enviado por el día 22 de Agosto de 2006 a las 21:59 (2)
Mira el Inocencio, que pillín. Tengo una anécdota de los caraduras del gratis total. En una ocasión que asistía a un concierto acompañado de unos amigos, antes del inicio se acercó una azafata a nuestras localidades y amablemente me indicó que estábamos sentados en una butacas que no nos correspondían; le mostré las localidaes para que comprobara que estábamos bien ubicados. Entonces, haciéndose la tonta me dijo: "debe haber algún problema porque esas localidades estaban reservadas". Le respondí que no veía el problema por ningún sitio: las butacas casaban con las localidades. Como pretendiera cambiarnos de lugar, le ofrecí mi teléfono: "señorita, llama Vd. a la policía o prefiere que la llame yo". Discusión zanjada.

Respecto de la actitud de la bailarina,
Enviado por el día 22 de Agosto de 2006 a las 22:19 (3)
Respecto de la bailarina, si tan buena es no le debieran faltar patrocinadores privados; tal vez su problema sea el que todos tenemos de niños pero acabamos superando: a su edad, se niega a ser destetada.
Enviado por el día 22 de Agosto de 2006 a las 22:23 (4)
Una vez, alguien de este mundo del teatro me comentó que lo que en realidad cuesta de conseguir es el tema de los ensayos: locales, medios acústicos y de iluminación, ...
Que en todo caso, las ayudas de la administración deberían encaminarse a esta fase de la producción de la obra.
Y luego, cuando de verdad se alzara el telón, que cada palo aguantase su vela. Si había éxito, mejor para ellos; si no, pues ya era su dinero, y no el de los demás.
Enviado por el día 23 de Agosto de 2006 a las 15:42 (5)
Cada vez que la administración pública mete la mano en la llamada "cultura" esto es una debacle. Es tan fácil manipular qué es o no cultura, y sobre todo, qué debe ser cultura! Un peligro eso de la cultura estatal... Crecí con lo que Tierno Galván consideraba cultura. O sea, que sé de lo que hablo... La cultura es popular cuando el pueblo la elige pagando un precio. Y el Estado que se meta las manitas en los bolsillos para no impedir ni sesgar el proceso.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2006 a las 11:09 (6)

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