27 de Mayo de 2004
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
Tres citas
Y tres joyas. Todas de Jacques Rueff, uno de los mejores economistas del siglo, las tres de un mismo artículo, Defensa e Ilustración del Patrón Oro, y concentradas en tres páginas. Y sobre asuntos diferentes, no relacionados necesariamente con el Patrón Oro. Parecería un milagro si no supiéramos que la pluma es del excelso economista francés. El artículo está recogido en La Época de la Inflación. Guadarrama, Madrid, 1967., pp 67-105. El artículo fue escrito en 1932.
La quiebra no es solamente una medida de moral o equidad. Ante todo y sobre todo es la condición de eficacia del mecanismo de los precios, y por ello del régimen económico generalmente llamado capitalismo. Si se renuncia a la quiebra este régimen se hunde, puesto que se hace desaparecer la única amenaza que obliga a los individuos a someter sus actividades libres a condiciones sin las cuales el sistema no podría subsistir. (p 84). Aquí Rueff muestra la profundidad de su comprensión del equilibrio económico.
Los hombres se encaminan a construir un mundo no como debe ser para asegurar su continuación, sino como desearían que fuese para que les proporcionase el máximo de satisfacción con el mínimo esfuerzo. Y lo han logrado -el mundo se acerca cada vez más a sus deseos-; pero en su forma actual está expuesto a una catástrofe segura, puesto que se han suprimido todos los frenos. (p 85). ¿Se puede decir más sobre el Estado Providencia en menos palabras?
Los trust y los cartels, igual que los diversos planes de limitación de la producción (...) han extendido su red por todo el mundo, tendiendo a aumentar la estabilidad de los precios, es decir, a resistir a las bajas que la gran caída del nivel general del precio hacía necesaria (Recuerdo que escribe en la plena deflación de 1932). A decir verdad, yo no creo que su actuación haya tenido consecuencias muy importantes, porque mientras los cartels no tengan un monopolio de derecho continúan amenazados por concurrencias virtuales, que les hacen desaparecer cuando se separan demasiado de las condiciones que se establecerían si no hubieran existido. (pp 86-87). Es decir, la teoría de la competencia y el monopolio de Murray N. Rothbard, defendida en 1962, solo que en una frase y treinta años antes.
La quiebra no es solamente una medida de moral o equidad. Ante todo y sobre todo es la condición de eficacia del mecanismo de los precios, y por ello del régimen económico generalmente llamado capitalismo. Si se renuncia a la quiebra este régimen se hunde, puesto que se hace desaparecer la única amenaza que obliga a los individuos a someter sus actividades libres a condiciones sin las cuales el sistema no podría subsistir. (p 84). Aquí Rueff muestra la profundidad de su comprensión del equilibrio económico.
Los hombres se encaminan a construir un mundo no como debe ser para asegurar su continuación, sino como desearían que fuese para que les proporcionase el máximo de satisfacción con el mínimo esfuerzo. Y lo han logrado -el mundo se acerca cada vez más a sus deseos-; pero en su forma actual está expuesto a una catástrofe segura, puesto que se han suprimido todos los frenos. (p 85). ¿Se puede decir más sobre el Estado Providencia en menos palabras?
Los trust y los cartels, igual que los diversos planes de limitación de la producción (...) han extendido su red por todo el mundo, tendiendo a aumentar la estabilidad de los precios, es decir, a resistir a las bajas que la gran caída del nivel general del precio hacía necesaria (Recuerdo que escribe en la plena deflación de 1932). A decir verdad, yo no creo que su actuación haya tenido consecuencias muy importantes, porque mientras los cartels no tengan un monopolio de derecho continúan amenazados por concurrencias virtuales, que les hacen desaparecer cuando se separan demasiado de las condiciones que se establecerían si no hubieran existido. (pp 86-87). Es decir, la teoría de la competencia y el monopolio de Murray N. Rothbard, defendida en 1962, solo que en una frase y treinta años antes.
Comentarios
Perdón por el offtopic.
José Carlos, hay una duda que me consume.
Tras no levantarse ZP ante la bandera Useña.
Tras lo de la retirada.
Tras la visita de Moratinos y su infumable artículo en el Wall Street Journal.
Tras luego decir que le habían pedido que ejerciera de interlocutor entre Palestina e Israel.
Tras retirar las tropas antes de tiempo.
Tras decir que no piensan mandar ni un soldado más a ningún lado.
Tras criticar la vicepresidenta a Aschroft por sus declaraciones...
Yo pregunto.
¿Creen que el gobierno en España es gilipollas o creen que toda España es gilipollas por haber votado a este gobierno?
Es más, ¿ya somos peores que Francia?
José Carlos, hay una duda que me consume.
Tras no levantarse ZP ante la bandera Useña.
Tras lo de la retirada.
Tras la visita de Moratinos y su infumable artículo en el Wall Street Journal.
Tras luego decir que le habían pedido que ejerciera de interlocutor entre Palestina e Israel.
Tras retirar las tropas antes de tiempo.
Tras decir que no piensan mandar ni un soldado más a ningún lado.
Tras criticar la vicepresidenta a Aschroft por sus declaraciones...
Yo pregunto.
¿Creen que el gobierno en España es gilipollas o creen que toda España es gilipollas por haber votado a este gobierno?
Es más, ¿ya somos peores que Francia?
No me ha dado tiempo para observarlo. Pero desde que llegamos aquí notamos que la gente tiene (o tenía) una enorme simpatía por España. Lo más raro es lo de los taxistas negros. Van tres o cuatro que nos dicen que quieren conocer España. Gente que apenas se ha movido de un par de Estados de los USA y nunca ha salido al extranjero.
España está o estaba de moda.
No sé cómo quedará ahora la cosa. Hubo una corriente de simpatía añadida con los atentados del 11M, pero los últimos movimientos del Gobierno no sé cómo han influido.
Sí te puedo decir que iba a escribir un artículo para Libertad Digital sobre la boda (¿La boda? ¿Qué boda? ¡Pues la boda!) y su repercusión en los medios estadounidenses, pero me hubiera dado para dos parrafitos y con mucha literatura. Vamos, que han pasado.
España está o estaba de moda.
No sé cómo quedará ahora la cosa. Hubo una corriente de simpatía añadida con los atentados del 11M, pero los últimos movimientos del Gobierno no sé cómo han influido.
Sí te puedo decir que iba a escribir un artículo para Libertad Digital sobre la boda (¿La boda? ¿Qué boda? ¡Pues la boda!) y su repercusión en los medios estadounidenses, pero me hubiera dado para dos parrafitos y con mucha literatura. Vamos, que han pasado.
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