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2 de Noviembre de 2004

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Terrorismo y riesgo

La inseguridad es subjetiva. Hay mucha gente que no podría subirse a un avión, el medio de transporte más seguro, y que se sube sin problemas a un coche o una moto. Sin duda es una actitud irracional o más bien, poco informada. Lo mismo ocurre con el terrorismo. Un reciente artículo del Cato Institute se pregunta si el terrorismo no habrá impuesto un falso sentimiento de inseguridad.

La tesis de John Mueller es que el riesgo de cada individuo de ser afectado por un ataque terrorista es insignificante y no puece compararse con muertes en accidentes, lo que ilustra con varios ejemplos. Como ejemplo de la falsa impresión que se tiene de la seguridad, Mueller recoge un estudio que concluye que las probabilidades de un americano de morir en un vuelo sin escalas es de una entre 13 millones (...) Para alcanzar el mismo nivel de riesgo en la conducción en las carreteras más seguras de los Estados Unidos (las autopistas rurales interestatales) uno tendría que recorrer solo 11,2 millas. Lo que no se corresponde con la impresión subjetivas de muchos. Con el terrorismo ocurre igual, vemos un atentado terrorista e interiorizamos el riesgo, lo que es muy humano y quizá por ello muy errado. La política y los medios contribuyen a ello. Pero si bien es cierto que le puede ocurrir a cualquiera, también lo es que la probabilidad para cada uno de que eso ocurra es despreciable, desde un punto de vista práctico.

Dicho esto, Mueller dice: puesto que cada uno de nosotros no tiene motivos para temer por ataques terroristas y que el objetivo de estos es precisamente el terror, seamos por un lado razonables y por otro listos, y venzamos al terrorismo no teniéndole miedo.

A este pensamiento añade otro: El verdadero peligro del terrorismo viene de la sobrerreacción ante su amenaza. Ante un determinado peligro, estamos dispuestos a pagar un precio para su prevención. Pero no pagaríamos cualquier precio por cualquier peligro. Mueller no va más allá en este punto, pero quizás podríamos recordar a Robert Higgs. Este historiador ha encontrado que el aumento de poder del Estado (en su país natal) ha estado precedido de una situación de crisis (en ocasiones provocada por sí mismo). Las amenazas terroristas se pueden utilizar para justificar medidas en un momento llamadas provisionales, pero que se convierten en permanentes y que socavan la libertad de los ciudadanos.

Dado que nuestra libertad es el modo de vencer a los terroristas, pero es principalmente nuestra victoria ante ellos, cederla es reconocer la derrota desde el principio, como ya he argumentado.

De todos modos hay dos puntualizaciones que hacer a todo lo antedicho. Primero que el análisis de John Mueller vale para los Estados Unidos, pero no para el País Vasco, donde los terroristas cuentan con toda una red que puede llegar hasta muchos de los ciudadanos, observar sus comportamientos y tomar represalias concretas. Y la segunda, que la bajísima probabilidad de que los ataques influyan a cada uno de los individuos no rebaja un ápice la necesidad de combatir el terrorismo moral y prácticamente.

Comentarios

 
No es asi: El terrorismo nuclear es un riesgo creible. El 11-S fue una DEMO.

De momento como diria Rumsfeld, el tamaño de la amenaza es un "unknown unknow".

Enviado por el día 2 de Noviembre de 2004 a las 01:17 (1)
Coincido con kantor, el terrorismo de última generación es un peligro sin parangón en la historia de la humanidad, unido al desprecio de la vida propia y ajena de la que hacen gala los terroristas islamistas.
Enviado por el día 2 de Noviembre de 2004 a las 01:33 (2)
Claro, el art se refiere a lo que ha sido el terrorismo 1) en Estados Unidos, 2) hasta ahora. El terrorismo nuclear, algo que hasta ahora solo hemos imaginado, no entra en sus supuestos.
Enviado por el día 2 de Noviembre de 2004 a las 04:02 (3)

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