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24 de Marzo de 2005

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Ser pobre es ecológico

La lucha del ecologismo contra la riqueza es una lucha contra los pobres. Para poner un ejemplo, me fijaré en un artículo que se plantea si la ayuda a los pobres incrementará el riesgo para la vida animal.

No es que descarte el alivio de la pobreza, pero el autor busca, como un estudio que cita, compatibilizarlo con la conservación de la naturaleza, que cree incompatibles. Por si acaso propone que se coaliguen ONGs ecologistas y de desarrollo en áreas pobres. El resultado me temo que sería el estrangulamiento del desarrollo de esas sociedades.

Comentarios

 
Hace tiempo, sobre todo desde la llegada del PSOE al poder, que en las conversaciones con gente de la izquierda moderada de la supuestamente informada detecto con alarma lo que no puedo catalogar sino como "milenarismo sofisticado". La base de esta manera de pensar tiene esa componente que comentas, la de la incompatibilidad entre la salvaguarda de la vida salvaje y el desarrollo. Pero no es la única ni la más importante. La parte principal de ese análisis (o lo que sea) entronca más bien con el asunto de la limitación de recursos, en concreto el del petróleo. Piensan que el desarrollo se acabará irremediablemente, que a "este ritmo" de consumo la cosa reventará sin remedio.

No digo que haya muchos que piensen eso. Es peor, es parte de la coartada ideológica que sustenta la política que están siguiendo los intervencionistas de siempre, los presuntamente moderados socialdemócratas en la última mutación ideológica. Lo realmente malo es que cada vez lo pensará más gente gracias a las consignas políticas. No tienen otras recetas diferentes y saben que estas producen la parada en el crecimiento económico y una "trabada" de los mecanismos naturales de adaptación en la sociedad. Han encontrado una nueva profecía de catástrofe para sustituir la antigua de Marx y que de alguna manera es mejor para justificar las políticas socialdemócratas, herederas seculares de aquella profecía. Es decir, las previsibles consecuencias de las políticas de redistribución las conocen ya a la perfección y saben (a diferencia de la idea de catástrofe, que es un puro y demencial prejuicio, ya digo) más allá de toda duda que se producirán. Ahora se han buscado un apuntalamiento a esos despropósitos: son en realidad un éxito porque limitan el desarrollo y permiten "ganar tiempo".
Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 09:38 (1)
Lo que se configura como nueva izquierda carece en apariencia de ideólogos pero se configura en un cierto ideario (tal vez la explicitación del ideario la hiciera menos atractiva) con un cierto bagage histórico. Veamos. La redistribución es moralmente buena porque las desigualdades son moralmente malas; el desarrollo no se puede sostener y a este ritmo estamos abocados a una catástrofe; las políticas socialdemócratas traban la economía con lo que nos permiten ganar tiempo y aprender; la gente no tiene consciencia y si la tiene no tiene responsabilidad para actuar en consecuencia, de modo que se necesita el estado coactivo.

Hay interesantes derivaciones del asunto como el hecho de que los que más y mejor defienden este idearia saben a la perfección que en EE.UU. con toda generalidad la gente vive mejor y tiene más oportunidades (que aprovecha muy generalmente) que en Europa. Sin embargo, y esto da idea de la catadura moral de la izquierda, no les importa nada que la izquierda radical les haga el trabajo sucio de propalar estadísticas falsificadas sobre el horror que padecen los pobres en la sociedad de ese país. Es muy llamativo que tantos de estos que me he encontrado y que tienen esta visión lleven a sus hijos a estudiar y a prepararse a EE.UU. (es de risa la cantidad de gente que hay que hace eso), que desde su punto de vista no puede ser otra cosa que un intento de "estar bien situados" cuando la catástrofe llegue y dejando a las claras que eso de la solidaridad, si se entiende bien, empieza por uno mismo.
Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 09:53 (2)
Vaya. Decía yo que fomentan que se propalen esas falsificaciones sobre la realidad de EE.UU. porque, con ese paternalismo tan característico, engañan a la gente "por su bien". Son egoístas y mandarían a la porra el planeta, así que no pasa nada con que lleguen a la conclusión "correcta" en base a datos equivocados. Una mentira dentro de una falsificación, en el interior de Matrix. Luego sigue lo de sus hijos y se cierra el circulo de la esencial hipocresía de esa manera de pensar.
Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 10:08 (3)
Dlluis, sólo añadiría una palabra que te faltó mencionar: la palabra «envidia» (por envidia piden cualquier cosa, hasta qué se detenga el mundo).
Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 17:29 (4)
Un medio con el que hombre dejara hacer daño a la naturaleza, morirse.
Hasta las comunidades primitivas tienen impacto sobre la naturaleza, peor las especies tienen impacto unas con otras eso del equilibrio es algo ficticio hay un flujo constante en la naturaleza.
Pero si en el fondo eso el ecologismo es un miedo al hombre y su desvalorizacion constante, terminaran diciendonos no respiren asi solo incrementan el CO2 y con ello el desastre climatico.
Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 19:52 (5)
"Dlluis, sólo añadiría una palabra que te faltó mencionar: la palabra «envidia» (por envidia piden cualquier cosa, hasta qué se detenga el mundo)."

Es incómodo decir "no lo dije pero lo pensé". En fin, queda dicho y pido perdón, pero es así. No lo dije porque las personas en las que estaba pensando cuando escribía eso y que me servían de paradigma no son envidiosas en absoluto, antes al contrario. Me daba no sé qué poner la envidia en el asunto porque aunque opera en la propaganda, no lo hace en las teorizaciones o amagos de teorización porque esas personas no tienen por qué serlo. Ahora, es muy posible que a mis amigos les picara la envidia en su día a la hora de adoptar ese ideario, pero no es exactamente lo mismo haber sido presa de ella que serlo ahora.

Estoy de acuerdo que la política de la izquierda es la de la envidia, pero te garantizo que pocas de las muchas personas con las que he hablado son envidiosas o, al menos, la envidia opera de manera especial. Lo que sí se da con frecuencia es una especial afición visceral al igualitarismo, una molestia por destacar... o por que se note que destacas. A lo mejor la racioinalización de la envidia es eso, la incomodidad por el orgullo de ser mejor en algo.
Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 20:17 (6)
Pienso que la mayoría de ellos no quiere «perder» y envidia al ganador, que por eso son reacios a aceptar un orden de competencia. Esto opinaba también Ludwig von Mises en un gran artículo que no pude encontrar, «El Resentimiento de la Ambición Frustrada», donde recuerdo que hasta los millonarios se molestan con los multimillonarios. El punto era que todos confrontamos ambiciones frustradas, no podemos escapar ese destino. Unos reaccionan bien, otros adoptan puntos de vista izquierdistas.

Enviado por el día 24 de Marzo de 2005 a las 20:50 (7)

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