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5 de Enero de 2004

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Seguridad y Libertad

El Gobierno de los Estados Unidos ha tomado una nueva iniciativa para incrementar la seguridad en los aeropuertos, que consiste en tomar las huellas y hacer fotografías de todos no nacionales que entren en su país. El asunto me parece medianamente grave; me lo parecería incluso si no me hubiera afectado directamente. Explicaré brevemente mi caso para que el lector juzge.

El pasado 3 me disponía a volver a Nueva York desde Madrid, en un vuelo con escala en Amsterdam. Dado que había huelga de controladores aéreos, el vuelo se retrasó, por lo que perdimos la conexión hacia NY. Y como no había más vuelos a esta ciudad hasta el día siguiente, nos tuvimos que quedar en la ciudad (a nuestra costa) lo que no siento en absoluto, ya que Amsterdam es una de las ciudades más bellas de Europa. Finalmente nos pudieron reubicar en un vuelo a en la línea Continental, y ahí empiezan las incomodidades derivadas de las medidas de seguridad.

KLM había perdido nuestras maletas y Continental no acepta viajeros que no tengan todo su equipaje, para que no haya equipaje "descontrolado" por esos mundos. Nosotros intentamos embarcar a última hora, pero ya desde el control de seguridad nos advirtieron que si no aparecían los dos bultos no podríamos subir al avión. Lo hicieron literalmente en el último minuto, por lo que pudimos aceder a la nave. Pero a lo que vamos: nos hicieron un exhaustivo interrogatorio (intentaron que no fuera excesivamente desagradable), nos cachearon, abrieron nuestro equipaje de mano, mi cartera, todo. Es explicable, ya que en el detector había sonado un pitido y no supimos de dónde podía proceder. Pues bien, no daré más pistas, pero lo que sonaba era un bolígrafo que no estaba en nuestro equipaje de mano ni en nuestra ropa y que igual que podría haber sido cualquier otro objeto de parecido tamaño. Con bolígrafo y todo nos subimos al avión.

Al llegar al aeropuerto de Newark nos encontramos de bruces con el dedazo y la fotografía, que hacían sin excepción a todo no americano o no residente permanente que llegara al lugar. A todos, menos a mí. La eficiente agente de policía que controlaba nuestros papeles, y que me tenía que haber controlado la huella dactilar y mi cara de cabreo en una foto para la historia, me dijo que había un error en mi fecha de nacimiento, me imagino que fruto de la actuación de otro eficiente agente. Así que sin huella y sin cara de cabreo en la mesa de la policía me condujeron a una habitación (a la que no dejaron pasar a mi mujer) en la que habría unas 50 personas a quienes nos iban llamando por nuestro nombre para solucionar nuestros respectivos problemas. A mi lado había una señora que se había divorciado cinco veces, por lo que había tenido cinco apellidos. Le acompañaba su sexto marido, que a su vez tenía no se qué problema. A una chica le advertían que le quedaba un mes de visado y que no debía exceder el plazo. Así iban desfilando caso a caso todas las personas allí congregadas, con expresión de resignación en el mejor de los casos. Yo estaba leyendo tranquilamente "What Means To Be Libertarian" de Charles Murray, lo que hacía la situación algo más absurda. Leer sobre la importancia de la libertad personal en esas circunstacias me causaba cierta melancolía. Finalmente me llaman y todo lo que me dice la policía es que todo está correcto y que me puedo ir. Hala, a casa.

En definitiva, toda una sucesión de incomodidades para protegernos de que alguien pueda subir al avión un objeto parecido a un bolígrafo, quizás punzante, y para fichar a todo visitante a los Estados Unidos menos a mí. Me consuela que me hayan pasado por alto a mí y no a cualquier indeseable.

Me adhiero a la frase de Benjamin Franklin: "quien sacrifica la libertad en nombre de la seguridad, no merece ni la libertad ni la seguridad".

Comentarios

 
Yo recuerdo una de Hayek en Camino de Servidumbre: "Un mínimo de seguridad es necesario si la libertad ha de preservarse, porque la mayoría sólo están dispuestos a aceptar el riesgo que conlleva la libertad si ese riesgo no es demasiado grande"
Enviado por el día 5 de Enero de 2004 a las 21:31 (1)
La elevación del bolígrafo como instrumento letal suena a peli americana, y de las buenas. No olvidemos las mortíferas estilográficas del Superagente Maxwell Smart y, más recientemente, la apoteosis sanguinaria con que culmina el Padrino III, cuando el matón encargado de asesinar al Papa, después de ser cacheado por dos celosos guardias para cerciorarse de que no llevaba armas, acaba cargándose al corrupto banquero del Vaticano clavándole sus propias gafas en la yugular. Casi nada.

Yo estoy con José Carlos. La paranoia a la que se está llegando en este y otros asuntos, aparte de inútil (son decenas los periodistas que han demostrado la facilidad de colar un objeto letal en cualquier avión americano), es una amenaza para la libertad, la inteligencia y la dignidad del viajero. Y si no que se lo pregunten a los turistas estadounidenses que las acaban de sufrir en Brasil, muchos de los cuales declararon sentirse humillados.

Desgraciadamente, la venida del Gran Hermano orwelliano está más cerca que nunca. ¡Que Dios
-es decir, el Tío Sam- nos coja confesados!



Enviado por el día 6 de Enero de 2004 a las 01:30 (2)
El post de José Carlos no parece muy heyekiano precisamente
Enviado por el día 6 de Enero de 2004 a las 01:38 (3)
Jacobo, genial como siempre. Me duele que darío me tome por mal hayekiano. Yo, que he sido de lo más. De todos modos, estoy seguro de que, enterado de lo que ocurre, el viejo Hayek hubiera añorado la libertad de movimientos de finales del SXIX y de principios del XX. Saludos.
Enviado por el día 6 de Enero de 2004 a las 02:40 (4)
peor sería otro 11 de septiembre.
Enviado por el día 6 de Enero de 2004 a las 07:59 (5)
Que no quepa resquicio a la duda. Creo que hay que tomar una posición firme y sin fisuras ni concesiones frente al terrorismo, nacional e internacional, que desde hace tiempo viene a ser lo mismo (véanse los asistentes a los foros sociales). Y si bien no destaco por la confianza en la capacidad o idoneidad del Gobierno para manejar nuestros asuntos, prefiero que se dedique a la seguridad que a producir sanidad, educación o telefonía (por poner tres ejemplos). Pero debemos estar muy muy vigilantes. Como enseña Robert Higgs, el Estado aprovecha cualquier ocasión de criris para crecer y hacerse fuerte. Con George W. Bush estamos ante ese proceso. Es un lobo con piel de cordero, si me permitís la broma. No despreciemos eel valor de la libertad, por muy válida que sea la seguridad. El camino está en Gustave de Molinari, pero eso sería tema para otra bitácora.
Enviado por el día 6 de Enero de 2004 a las 15:15 (6)
Respecto a esa medida, antes de ver la paja en el ojo ajeno, convendría ver la (posible) viga en el propio. El motivo de que esa medida no afecte a ciudadanos como los españoles, se debe a que a nosotros YA se nos ha sometido a ese control. A todos. No se cuantos de vosotros os sentís menos libres por tener DNI, yo la verdad es que no.
Enviado por el día 7 de Enero de 2004 a las 00:03 (7)

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