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7 de Septiembre de 2004

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Haciendo amigos
Bitácora de Mario Noya

El Yo Acuso de Zell Miller

contra los barandas de su partido de toda la vida: el Demócrata.

[Por cierto; el sábado escribía María Ramírez en El Mundo, sin ponerse ni colorá, que, "en parámetros españoles", "Kerry está a la derecha de Aznar". Sowell, por contra, sostiene, basándose en informes de la ADA, que Kerry y su cuate Edwards, así como el perenne Ted Kennedy, están "en la extrema izquierda de un partido liberal [léase progre]". Puestos en la disyuntiva de tener que elegir entre Ramírez y Sowell, me quedo con lo que dice la nena, cuya crónica sabatina (sobre las protestas contra la Convención Republicana) llevaba este subtítulo lapidario: Un juez de Manhattan dicta la ilegalidad de los arrestos ilimitados en el muelle 57, el 'Guantánamo de Nueva York'. Espero que Daniel me sepa perdonar; qué coño: espero que abra los ojos, entone el Yo Pecador y se dedique a menesteres que le alejen por siempre jamás de la sowellización de las masas batuecas. Porque don Tomás, a las pruebas me remito, no es de fiar. ¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia, infame Multivac?].

Comentarios

 
Gracias Mario Noya, acabo de conocer al increíble senador Zell Miller. Con seguridad, es muy raro que sea del Partido Demócrata. Es frío este hombre con un viejo amor; Zell es extremadamente desleal con su partido (en su discurso a la convención republicana):

«¿Qué le ha pasado al partido en el que me he pasado la vida trabajando?»

«Me conmueve el respeto que muestra por la Primera Dama, el franco cariño por sus padres y por sus hijas, el hecho de que no se avergüenza de creer que Estados Unidos no es indiferente a los ojos de Dios.
Yo puedo identificarme con quien es la misma persona el sábado por la noche que el domingo por la mañana.
No será el más pulido de los oradores pero es un hombre franco y decidido, y, de donde yo vengo, los hechos significan mucho más que las palabras.
Yo he tocado en la puerta del alma de este hombre, y he encontrado que hay alguien: un hombre temeroso de Dios con un buen corazón y una columna vertebral de acero.»

Y

«Y nada irrita más a este viejo infante de Marina que alguien llame a las tropas americanas ocupantes y no libertadores.
Pero no pierda su tiempo diciéndoles hoy eso a los dirigentes de mi partido. Según su monstruosa manera de pensar, Estados Unidos es el problema, no la solución.»

«En esta hora de peligro, nuestro presidente ha tenido el valor de mostrarse firme y decidido. Y este demócrata se siente orgulloso de estar a su lado.
Gracias.
Que Dios bendiga a este gran país, y que Dios bendiga a George W. Bush.»

Ok, Zell, a ver cómo te tratan los republicanos. Aunque ya nada escandaliza, hay que pellizcarse, ¿no será una broma lo de Zell?


Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 15:53 (1)
Ja, ¿quién más quiere el apoyo de Zell?
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 16:00 (2)
Es verdad, la letanía esa de que el partido demócrata está a la derecha en comparación con lo que hay en Europa. Me he hartado de escucharlo y, naturalmente, de que no me den ni una sola razón ni dato que lo sustente a pesar de mi insistencia en reclamarlos.

Supongo que es antinorteamericanismo "sutil", aprovechando que piensan que la derecha es mala remala ¿qué peor país que uno donde toda opción política es de derechas? De todas maneras pregunto con toda sinceridad ¿qué sentido tiene esta trola si es que estoy equivocado en lo del antiamericanismo? ¿anticapitalismo puro y simple? Es más rara de lo que parece, es absurda.

Una anécdota muy, pero que muy ilustrativa. A compañero le dije que de eso nada, que el partido demócrata era de izquierdas, socialdemócrata "de manual" y de ríete del SPD o el PSF. Como era de esperar me obsequió con las sonrisitas condescendientes, de las reservadas a un derechista que niega cualquier dogma de los que para ellos son "lo evidente". El caso es que al cabo de un tiempo, un par de semanas o un mes, no sé, me vino diciendo si las cifras que salían en un libro de texto de sociales sobre el gasto público en EE.UU. estaban bien, que le parecían muy altas. En fin, no me sonreía en esta ocasión. Es más, me vino a dar la razón, cosa tan sumamente rara en un izquierdista como que supiera entender que un gastazo público como el de EE.UU. no se compadece con lo que se entiende por un "país de derechas". Otros, me consta, habrían saltado sobre el dato sin entenderlo o viéndolo como una "ley de la naturaleza" o algo así.
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 16:19 (3)
Dlluis, Aznar está a la derecha de cualquier Demócrata (sin contar a Zell Miller). Esa trola es absurda, de acuerdo. Concuerdo contigo también sobre que el gasto público americano es un indicio importante de que la izquierda está triunfando en EE.UU. No lo mencionaste pero las administraciones republicanas son las que más rompen records de gasto público. En ese sentido, Reagan dejó muy atrás a Carter y Bush a Clinton. Esa es la realidad. En política externa, no son significativamente diferentes, por más que Zell Miller diga que lo son. También son muy parecidos en eso. Escuchemos a Kerry.

Lo muy aparente es que los Bush terminaron de acabar con la derecha republicana. Tiene que ser más complejo que eso. Creo que Murray N. Rothbard tenía razón en 1981, cuando advertía que Ronald Reagan no era de verdad, que era todo como un circo de Hollywood. La realidad de hoy es una prueba contundente de que aquel intelectual estaba en lo cierto con respecto al hombre y al partido. Hoy la similitud con los demócratas ya debería ser obvia para cualquiera, es decir la degeneración total del partido republicano. Sólo interesa ya el poder, ya no queda ni el verso. Se han vuelto los norteamericanos exactamente como los políticos del tercer mundo, o mejor dicho (cuesta acostumbrarse a una nueva lección), ya se les cayó el disfraz de «políticos responsables» por completo. Los farsantes de siempre se encumbran en el poder. Peor que película de horror.



Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 17:24 (4)
Espero que Aznar sea diferente.
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 17:34 (5)
"No lo mencionaste pero las administraciones republicanas son las que más rompen records de gasto público."

Tienes razón, se puede ser muy de derechas y ser gastador. He simplificado algo el relato pero con el compañero no fue así, le hablé además de las pensiones, la enseñanza y no sé si algo más.

Y vaya, ¿quieres decir que el peso del sector público se incrementó cuando los republicanos? Una cosa es el incremento en el gasto y otra la importancia relativa.
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 20:36 (6)
Sí en el caso de Reagan y de Bush (hijo), no sé la respuesta en el caso de Bush padre. Entiendo que George W. Bush es el que más rápido ha hecho crecer al gobierno desde Lyndon B. Johnson.
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 22:16 (7)
Hasta el año pasado, los gastos de G.W. Bush en educación eran un 26% más altos que cuando Clinton dejó la presidencia. Bush es el «education president». Los gastos en general subieron un 22% con respecto a Clinton hasta el año pasado, y ahora entiendo que son no menos de un 28% más elevados que con Clinton.
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 22:28 (8)
Los de arriba son incrementos en gastos domésticos, así que no incluyen el costo de la guerra.

http://www.lewrockwell.com/paul/paul117.html

¿Has notado que disminuyeron mucho las tensiones entre India y Pakistán? En CNN este pasado domingo, en un especial sobre la India, me enteré que la élite corporativa de la India habló con su gobierno y le hizo entender que ellos - o el país -, estaban muy ligados a la economía global y que la disputa territorial con Pakistán valía poco o nada en comparación a lo que se perdería por una guerra. No fue más. Dejó de ser noticia el tema, ¿no?

No sé qué diablos le estará diciendo la élite americana - que definitivamente existe también - a Bush sobre el costo de futuras guerras.
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2004 a las 22:41 (9)
Tranquilocomp:

- ¿Qué pasa, que los certificados de lealtad al Partido Demócrata los deben expedir Kerry y sus secuaces? ¿No puede criticar Miller a la actual dirigencia sin que se le tache de traidor? ¿No puede hacer un canto a Truman y a Roosevelt, como hace en el texto? ¿De verdad me estás diciendo que las frases que reproduces en tu primer comentario son extrañas en boca de un demócrata?

- Por cierto, Miller no es el único demócrata que está apoyando a Bush. José Carlos ha escrito algo en este sentido:

www.libertaddigital.com/./opiniones/opi_desa_20331...

- La gestión económica de Reagan la han elogiado numerosas veces las gentes del Cato, que no son precisamente devotos de la Cofradía del Santo Estado Omnipotente. Y el 90 por ciento de los liberales de aquí (España) y de allí (EEUU). ¿Que tuvo sus cosas malas? Pues claro. ¿Que cometió errores? Faltaría más. Los que no se equivocaban nunca eran los marxistas, con su cientifismo pluscuamperfecto.

- Tanto en el Partido Republicano como en el Demócrata hay de todo, por eso no es nada sencillo endilgarle la etiqueta de "derechista" a uno y la de "izquierdista" al otro. Por poner un ejemplo generalizador (como tal, admite todas las matizaciones y excepciones y salvedades que se quieran): muchos demócratas de los Estados del Sur son más "derechistas" que muchos republicanos de los Estados ribereños de los Grandes Lagos. Otro ejemplo (éste, concreto): Lieberman (vicepresidente en la candidatura de Gore en 2000) es más "derechista" en algunos aspectos que Arnold Schwarzenegger, alias 'Gobernator'. Así que tu afirmación sobre que Aznar es más derechista que cualquier demócrata "(sin contar a Zell Miller)" me parece demasiado arriesgada, como diría John Travolta en Pulp Fiction :)

Saludos
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 00:49 (10)
Mario Noya:
«- ¿Qué pasa, que los certificados de lealtad al Partido Demócrata los deben expedir Kerry y sus secuaces? ¿No puede criticar Miller a la actual dirigencia sin que se le tache de traidor? ¿No puede hacer un canto a Truman y a Roosevelt, como hace en el texto? ¿De verdad me estás diciendo que las frases que reproduces en tu primer comentario son extrañas en boca de un demócrata?»

¿De un senador demócrata entregando su voto al candidato republicano en la convención republicana?

Como dicen en U.S.A., puedes apostar un millón de dólares que sí. Sinceramente, estoy en mi cumpleaños ahora, te respondo al resto mañana. No hay precedente para esto, es una señal más de lo degradada que está la política.

Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 01:19 (11)
«¿No puede criticar Miller a la actual dirigencia sin que se le tache de traidor?»

Vemos las cosas diferentemente. Esta puede ser la mayor traición política que yo he visto en mi vida. Para que no sea traición, el senador tenía que renunciar al partido demócrata primero y luego recién apoyar a Bush en esas condiciones, digamos, especiales. Está traicionando al partido y está traicionando a los que votaron por él.

Recién me entero de la noticia a través tuyo. Como indicaba en mi primer comentario, cuesta creerlo.

Saludos.
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 01:35 (12)
¡Feliz cumpleaños, Tranquilocomp!

Sí, sí hay precedentes; se me ocurre ahora mismo uno... que no sé si decirte, porque entonces pasarás directamente a llamar Judas al bueno de Miller :)

Allá va: en sus años mozos, el demócrata Reagan votó (y pidió el voto) varias veces por candidatos republicanos a la Casa Blanca. La última vez que se decantó por un demócrata en tales comicios fue en 1948 (Truman), y sólo se afilió al GOP en 1962.

¿No podríamos decir también que la señal de lo degradada que está la política está en que un primer espada de un partido (Miller presentó a Clinton en la Convención Demócrata de 1992) tenga que pedir el cambio desde la tribuna de la formación rival? ¿Poner por encima de todo la defensa de la DIRIGENCIA de un partido no es también una señal de degradación?

Pásatelo bien, y que te regalen muchas cosas.
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 01:41 (13)
¿No estabas celebrando tu cumpleaños, Tranquilocomp? :)

En situaciones normales, procede hacer lo que dices en tu último comentario: dar un portazo y cambiar de acera.

Pero ¿y si Miller cree que hay muchos en su partido que piensan como él? ¿Y si lo que pretende es, precisamente, sacudir las conciencias de las bases demócratas, no dejar la formación en manos de Kerry y compañía? Él puede dar ese aldabonazo, porque a su edad no creo que le preocupe el qué dirán (por ejemplo, que le acusen de hacerlo por oportunismo). Así, si el cambio se produce, él probablemente quedará como el malo de la película, pero habrá apartado a su partido de lo que estima un camino tremendamente equivocado.

Por cierto, fíjate en su discurso; o en su final, si quieres: pide la bendición para América y para Bush, no para el Partido Republicano.

Una última cosa: Miller no ha traicionado a sus votantes porque ni ha optado a la nominación demócrata ni basó su campaña para el Senado en prometer que apoyaría al candidato demócrata en las presidenciales. Y bien sabes que las elecciones al Senado y a la Cámara de Representantes son bien peculiares: en ellas la batalla es, principalmente, entre personas, no entre partidos (éstos -y el presidente de la nación- se las ven y se las desean no pocas veces para conseguir que todos sus miembros voten lo mismo en las distintas votaciones, y perdón por la redundancia).

Más saludos.
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 02:10 (14)
Mario:

«En situaciones normales, procede hacer lo que dices en tu último comentario: dar un portazo y cambiar de acera.»

Ese es básicamente el punto, Mario. Hay veces que Zell Miller y otros senadores demócratas optan votar por la agenda de los republicanos en el congreso, y viceversa, pero ir a la convención del otro partido para dar un discurso de apertura como lo hizo Zell, fue un golpe bajo al partido al que éste pertenece y que compite contra el de Bush, y un golpe bajo contra muchos demócratas que votaron en las primarias que ganó el senador Miller y que, como mínimo, han podido desear que su candidato no se regale a la convención electoral del otro partido.

De haberlo sabido, los demócratas no le hubieran dado su denominación y su respaldo y él no ocuparía el curul que ocupa. Pareciera que es bien difícil llegar ahí como independiente.

Antes de esto, anunció públicamente que se jubila el próximo año. En defensa de sus sufridos camaradas, supongo que es mucho pedirles que sean como el «temeroso de Dios», de «buen corazón» y «columna vertebral de acero» (no si toca ir a Vietnam): el republicano, George W. Bush. Son demócratas al fin, miembros nomás de lo que el columnista Patrick J. Buchanan ha definido (espléndidamente) como el «Partido de la Compasión». Tienen derecho a no ser republicanos. Además, nunca antes se han parecido tanto ambos partidos como ahora.


Continúa...
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 12:51 (15)
Comparas a Ronald Reagan con Zell Miller. Una vez que Reagan se convirtió en un republicano notable, ya no volvió a votar por un demócrata, y ni muerto hubiera recitado como Zell en la convención del otro partido. Por supuesto, cambiar de preferencias y votaciones es algo que hemos hecho muchas personas, pero no somos el senador demócrata Zell Miller, en la convención republicana, hablando de cómo es George W. Bush cuando se va a dormir y cuando se despierta, de la relación que tiene la primera dama con su marido, del amor filial de Bush, de haber «tocado en la puerta del alma de este hombre», etc. ¿Tienes un ejemplo similar a este tipo de actuación en una convención electoral americana?

¿Si Bush no fue a la convención republicana para hacer un favor o ayudar a los demócratas, cómo pensar que Zell Miller sí estaba allí para eso?

En la época de Reagan, especialmente durante los primeros 4 años de su presidencia, habían también demócratas que solían votar por la agenda republicana, por ejemplo el senador Sam Nunn, también de Georgia, pero que no se fueron hasta la convención republicana a cantarle hosannas a Reagan y a prometerle el voto y a pedirle a todos los americanos que voten por el «Gipper». Guardaban cierto recato, particularmente por ser hombres emblemáticos del partido. Sabían perfectamente que no se puede ser demócrata y republicano al mismo tiempo; servían a su patria según su conciencia pero no eran acusetes.

Saludos, gracias.
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 12:53 (16)
Tranquilocomp:

Como regalo (tardío) de cumpleaños, te concederé que había mejores lugares que la Convención Republicana para que Miller lanzara su mensaje, sobre todo porque considero que está dirigido especialmente a los simpatizantes del Partido Demócrata.

¡Pero no te acostumbres! :)
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 17:56 (17)
Ok ;)
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2004 a las 18:54 (18)
Enviado por el día 13 de Octubre de 2004 a las 03:59 (19)

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