10 de Septiembre de 2004
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Bitácora de Mario Noya
Para leer en vísperas de la Diada (y III)
José Luis Vila-San-Juan dice: "Lógicamente, [tras la rebelión mencionada en el post anterior] Felipe V tuvo que defenderse y atacar".
(...) Carlos III había conseguido ganar para su causa los reinos de Aragón y Valencia (además del principado), llegando a entrar en Madrid y ser proclamado rey el 2 de julio de 1706; aunque ello duró poco tiempo: la acogida había sido muy gélida y tuvo que retirarse a Valencia, donde estableció su corte (de septiembre de 1706 a marzo de 1707).
El 25 de abril de ese año el general borbónico duque de Berwick (James Stuart Fitz James) obtuvo en Almansa una resonante victoria contra las tropas del archiduque Carlos, lo que hizo que cayesen los reinos de Valencia y Aragón.
Felipe V, entonces, leyó en el Consejo del 30 de junio de 1707 el siguiente decreto:
"Considerando haver perdido los Reynos de Aragón y Valencia y todos sus avitadores por la revelión que cometieron faltando enteramente al juramento de fidelidad que me hicieron como a su lexítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exempciones y livertades que gozavan y que con tan liveral mano se les havía concedido, así por mí como por los Señores Reyes mis precedesores, particularizándolos en esto de los demás Reynos de esta Corona, tocándome el dominio absoluto de los referidos dos Reynos (...) he juzgado por combeniente, así por esto como por mi deseo de reducir todos los Reynos de España a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales governándose igualmente todos por las leyes de Castilla, etcétera".
Y entonces fue cuando Cataluña supo lo que le reservaba la "justicia" de Felipe V si era derrotada.
De ahí, aun habiendo sido abandonada por todos (incluido Carlos III), la numantina e inútil resistencia de Barcelona hasta el once de septiembre de 1714 (fecha que -a mi entender erróneamente- aún se celebra [cursivas, en el original] cada aniversario como "Diada Nacional de Cataluña").
(JL VLS, op. cit., pp. 228-229)
- José Luis Vila-San-Juan dice: "[Felipe V] Una vez obtenida la victoria, se pasó de la raya".
(...) Cataluña sufrió el "Decreto de Nueva Planta", similar a los de Valencia y Aragón, por el que eran suprimidas las instituciones seculares catalanas e incluso su lengua era reservada únicamente para el uso común entre personas, nunca entre jueces ni en comunicados oficiales.
(JL VLS, op. cit., p. 229)
El 16 de enero de 1716 Felipe V dictó el llamado "Decreto de Nueva Planta". Ahí se terminaron los privilegios e instituciones seculares de Cataluña. Pero ¿habría obrado muy distintamente Carlos III, que ejerció como emperador en Austria un centralismo similar?
(JL VLS, op. cit., p. 244)
Tras imponer a los valencianos la legislación de Castilla, los privilegios de Aragón quedan abolidos en 1711. Cinco años más tarde le toca (...) el turno a Cataluña, donde el rey se muestra más comprensivo, al permitir la supervivencia del derecho privado (...) Como recuerdo de su triunfo, Felipe V ordenaría la demolición de un barrio de Barcelona para levantar una fortaleza, la Ciudadela, en permanente vigilancia de la capital.
[...]
Lentamente los reinos se olvidaban de sus fueros, después de la disolución de sus Cortes y la creación de un Parlamento único con los representantes de las treinta y seis primeras ciudades. Defensora del proteccionismo económico, la monarquía borbónica conseguirá ganarse a los fabricantes catalanes, verdaderas fuerzas vivas del Principado, al prohibir la importación de algodones y linos extranjeros en todo el territorio español. Incluso estuvo a punto de ofrecerles un mercado completamente unificado, al añadir a la desaparición de las aduanas entre Castilla y Aragón el traslado de las vascas a la costa, frustrado por un violento motín en la ría de Bilbao. Anclado en sus viejos fueros, respetados por el apoyo a Felipe V, el País Vasco permanecería mudo ante la nueva política, pero se anunciaban graves conflictos, algunos resueltos por las armas, cuando la tradición aparezca como un obstáculo al desarrollo económico ideado por la burguesía bilbaína.
(Fernando GC. "Biografía de España", p. 249. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 1998)
Cataluña cicatrizó sus heridas y descubrió pronto la rentabilidad económica que había detrás de los decretos de Nueva Planta y del absolutismo de los Borbones. El siglo XVIII, sobre todo tras la llegada de Carlos III al trono, contemplaría la escalada de los grandes comerciantes catalanes y el esplendor del puerto de Barcelona, abierto al inmenso negocio de América. Lo que muchos catalanes de hoy tienden a recordar como una época de opresión fue, en realidad, una época de prosperidad, con una burguesía interesada en colaborar con la monarquía y un pueblo que recibe afectuosamente a Carlos III y toma una actitud favorable al rey durante el motín de Esquilache.
(Fernando GC, "Los mitos...", p. 148)
(...) Carlos III había conseguido ganar para su causa los reinos de Aragón y Valencia (además del principado), llegando a entrar en Madrid y ser proclamado rey el 2 de julio de 1706; aunque ello duró poco tiempo: la acogida había sido muy gélida y tuvo que retirarse a Valencia, donde estableció su corte (de septiembre de 1706 a marzo de 1707).
El 25 de abril de ese año el general borbónico duque de Berwick (James Stuart Fitz James) obtuvo en Almansa una resonante victoria contra las tropas del archiduque Carlos, lo que hizo que cayesen los reinos de Valencia y Aragón.
Felipe V, entonces, leyó en el Consejo del 30 de junio de 1707 el siguiente decreto:
"Considerando haver perdido los Reynos de Aragón y Valencia y todos sus avitadores por la revelión que cometieron faltando enteramente al juramento de fidelidad que me hicieron como a su lexítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exempciones y livertades que gozavan y que con tan liveral mano se les havía concedido, así por mí como por los Señores Reyes mis precedesores, particularizándolos en esto de los demás Reynos de esta Corona, tocándome el dominio absoluto de los referidos dos Reynos (...) he juzgado por combeniente, así por esto como por mi deseo de reducir todos los Reynos de España a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales governándose igualmente todos por las leyes de Castilla, etcétera".
Y entonces fue cuando Cataluña supo lo que le reservaba la "justicia" de Felipe V si era derrotada.
De ahí, aun habiendo sido abandonada por todos (incluido Carlos III), la numantina e inútil resistencia de Barcelona hasta el once de septiembre de 1714 (fecha que -a mi entender erróneamente- aún se celebra [cursivas, en el original] cada aniversario como "Diada Nacional de Cataluña").
(JL VLS, op. cit., pp. 228-229)
- José Luis Vila-San-Juan dice: "[Felipe V] Una vez obtenida la victoria, se pasó de la raya".
(...) Cataluña sufrió el "Decreto de Nueva Planta", similar a los de Valencia y Aragón, por el que eran suprimidas las instituciones seculares catalanas e incluso su lengua era reservada únicamente para el uso común entre personas, nunca entre jueces ni en comunicados oficiales.
(JL VLS, op. cit., p. 229)
El 16 de enero de 1716 Felipe V dictó el llamado "Decreto de Nueva Planta". Ahí se terminaron los privilegios e instituciones seculares de Cataluña. Pero ¿habría obrado muy distintamente Carlos III, que ejerció como emperador en Austria un centralismo similar?
(JL VLS, op. cit., p. 244)
Tras imponer a los valencianos la legislación de Castilla, los privilegios de Aragón quedan abolidos en 1711. Cinco años más tarde le toca (...) el turno a Cataluña, donde el rey se muestra más comprensivo, al permitir la supervivencia del derecho privado (...) Como recuerdo de su triunfo, Felipe V ordenaría la demolición de un barrio de Barcelona para levantar una fortaleza, la Ciudadela, en permanente vigilancia de la capital.
[...]
Lentamente los reinos se olvidaban de sus fueros, después de la disolución de sus Cortes y la creación de un Parlamento único con los representantes de las treinta y seis primeras ciudades. Defensora del proteccionismo económico, la monarquía borbónica conseguirá ganarse a los fabricantes catalanes, verdaderas fuerzas vivas del Principado, al prohibir la importación de algodones y linos extranjeros en todo el territorio español. Incluso estuvo a punto de ofrecerles un mercado completamente unificado, al añadir a la desaparición de las aduanas entre Castilla y Aragón el traslado de las vascas a la costa, frustrado por un violento motín en la ría de Bilbao. Anclado en sus viejos fueros, respetados por el apoyo a Felipe V, el País Vasco permanecería mudo ante la nueva política, pero se anunciaban graves conflictos, algunos resueltos por las armas, cuando la tradición aparezca como un obstáculo al desarrollo económico ideado por la burguesía bilbaína.
(Fernando GC. "Biografía de España", p. 249. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 1998)
Cataluña cicatrizó sus heridas y descubrió pronto la rentabilidad económica que había detrás de los decretos de Nueva Planta y del absolutismo de los Borbones. El siglo XVIII, sobre todo tras la llegada de Carlos III al trono, contemplaría la escalada de los grandes comerciantes catalanes y el esplendor del puerto de Barcelona, abierto al inmenso negocio de América. Lo que muchos catalanes de hoy tienden a recordar como una época de opresión fue, en realidad, una época de prosperidad, con una burguesía interesada en colaborar con la monarquía y un pueblo que recibe afectuosamente a Carlos III y toma una actitud favorable al rey durante el motín de Esquilache.
(Fernando GC, "Los mitos...", p. 148)
Comentarios
Excelentes tres anotaciones. Vienen muy bien ahora que nos van a contar todo tipo de cuentos estos días. Tendrían que leer esto los responsables de los ayuntamientos catalanes que van a quitar la bandera española durante la Diada.
Hay párrafos demoledores para aquellos que intentan pintar un infierno para Cataluña tras los decretos de Nueva Planta y para los que piden "la vuelta al estatus previo a Felipe V" (como se pidió en el Congreso de Unió Democratica). El último párrafo es para recordárselo todos los días a los nacionalistas.
Saludos y gracias por la información!
Hay párrafos demoledores para aquellos que intentan pintar un infierno para Cataluña tras los decretos de Nueva Planta y para los que piden "la vuelta al estatus previo a Felipe V" (como se pidió en el Congreso de Unió Democratica). El último párrafo es para recordárselo todos los días a los nacionalistas.
Saludos y gracias por la información!
"A pesar de la difícil situación interna, [Cataluña] lograría a lo largo del siglo XVIII una notable recuperación económica, centrada en un crecimiento demográfico importante, un aumento considerable de la producción agrícola y una reactivación comercial (especialmente gracias al comercio con América)"
Dice en la wikipedia.
Así se suele narrar. Con un "a pesar".
El fin de los privilegios medievales, es seguido de una época de gran prosperidad. Lo más sensato sería suponer que alguna relación de causalidad debe de existir entre la supresión de privilegios medievales y la prosperidad económica.
Pero el nacionalismo no tiene porqué ser sensato y mucho menos los relatos novelescos a los que llaman historia. Esas novelas a las que llaman historia son muy útiles ¿cómo, si no, se podría predicar el odio antiespañol que hoy parece que se va a expresar quitando la autoridad nacionalista (del PSC en muchos casos) las banderas españolas de los ayuntamientos?
Dice en la wikipedia.
Así se suele narrar. Con un "a pesar".
El fin de los privilegios medievales, es seguido de una época de gran prosperidad. Lo más sensato sería suponer que alguna relación de causalidad debe de existir entre la supresión de privilegios medievales y la prosperidad económica.
Pero el nacionalismo no tiene porqué ser sensato y mucho menos los relatos novelescos a los que llaman historia. Esas novelas a las que llaman historia son muy útiles ¿cómo, si no, se podría predicar el odio antiespañol que hoy parece que se va a expresar quitando la autoridad nacionalista (del PSC en muchos casos) las banderas españolas de los ayuntamientos?
Bien por ti, Mario. Casi a diario deberíamos recordarles a los nacionalistas las falsedades de su particular historia. Una historia preñada de embustes y fantasía que se enseña en los colegios desde hace 23 años y que amamanta a ese 85% de nacionalismo que existe en Cataluña.
Perdón por la inmodestia, pero déjame que te diga, Mario, que yo procuro ir recordando estas cosas a lo largo de todo el año, porque aunque sea el 11-9 cuando los nacionalistas se desbocan más, en realidad no decae ningún día la labor de adoctrinamiento que ejercen sobre la población catalana.
Pongo un enlace, con perdón, a un post de Batiburrilo del pasado mes de junio: http://batiburrillo.redliberal.com/001094.html
Perdón por la inmodestia, pero déjame que te diga, Mario, que yo procuro ir recordando estas cosas a lo largo de todo el año, porque aunque sea el 11-9 cuando los nacionalistas se desbocan más, en realidad no decae ningún día la labor de adoctrinamiento que ejercen sobre la población catalana.
Pongo un enlace, con perdón, a un post de Batiburrilo del pasado mes de junio: http://batiburrillo.redliberal.com/001094.html
Como diría el chapulín, "lo sospeché desde el prinsipio".
Si lo suyo sería colgar en el balcón una bandera española para conmemorar el fin de la Edad Media en Barcelona, pero vamos, no la cuelgo ni por el Pilar (vivo en un principal, si viviera en un ático...).
Si lo suyo sería colgar en el balcón una bandera española para conmemorar el fin de la Edad Media en Barcelona, pero vamos, no la cuelgo ni por el Pilar (vivo en un principal, si viviera en un ático...).
Dudo que salga entre mis compañeros, pero si hablamos de cómo hemos celebrado la diada yo diré que celebro la victoria por ser el inicio de la salida de Cataluña de la Edad Media y la entrada en la prosperidad.
El año pasado lo comenté en invierno, lejos de las fechas de la celebración y hubo quien pensó que era una broma sin más importancia. El fechas cercanas creo que si lo toman como una broma no les hará gracia y tendré réplica. Que me repliquen, será interesante.
El año pasado lo comenté en invierno, lejos de las fechas de la celebración y hubo quien pensó que era una broma sin más importancia. El fechas cercanas creo que si lo toman como una broma no les hará gracia y tendré réplica. Que me repliquen, será interesante.
¿Banderas en viviendas particulares?
Qué cosas más raras se le ocurren, felipon.
Las normativas sobre exhibición de banderas en edificios públicos se crearon, por acuerdo, para evitar herir susceptibilidades y sensibilidades. Su incumplimiento se efectúa, siempre, con la intención de herir.
Es la mejor exhibición del valor que tiene la palabra diálogo y negociación para algunos: los acuerdos, adoptados por amplísimo consenso, para crear una convivencia razonablemente amable, se rompen cuando apetecen. Es lo que diríamos nacionalismo, una de cuyas necesidades es la invención de un enemigo al que herir. De momento simbólicamente.
Y, ya le digo, aunque no tengo afición a poner banderas en mi casa (quizá porque no viva en un principal) no me molesta ni poco ni mucho lo que los particulares gusten exhibir en sus propiedades particulares. Sólo me molesta que sea una autoridad, de las que viven del presupuesto, la que intente ofender, saltándose precisamente las reglas que se crearon para que nadie fuera ofendido.
Y, por supuesto, me parecería anacrónico celebrar el fin de los privilegios medievales con una bandera que fue inventada más de cincuenta años después de los hechos celebrados. No sé, quizá el pendón de Santa Eulalia que ondeaban los defensores de la ciudad, fuese más adecuado.
Qué cosas más raras se le ocurren, felipon.
Las normativas sobre exhibición de banderas en edificios públicos se crearon, por acuerdo, para evitar herir susceptibilidades y sensibilidades. Su incumplimiento se efectúa, siempre, con la intención de herir.
Es la mejor exhibición del valor que tiene la palabra diálogo y negociación para algunos: los acuerdos, adoptados por amplísimo consenso, para crear una convivencia razonablemente amable, se rompen cuando apetecen. Es lo que diríamos nacionalismo, una de cuyas necesidades es la invención de un enemigo al que herir. De momento simbólicamente.
Y, ya le digo, aunque no tengo afición a poner banderas en mi casa (quizá porque no viva en un principal) no me molesta ni poco ni mucho lo que los particulares gusten exhibir en sus propiedades particulares. Sólo me molesta que sea una autoridad, de las que viven del presupuesto, la que intente ofender, saltándose precisamente las reglas que se crearon para que nadie fuera ofendido.
Y, por supuesto, me parecería anacrónico celebrar el fin de los privilegios medievales con una bandera que fue inventada más de cincuenta años después de los hechos celebrados. No sé, quizá el pendón de Santa Eulalia que ondeaban los defensores de la ciudad, fuese más adecuado.
Pues eso, si encima es anacrónica, con más motivo me voy esta tarde a Murcia todo el finde y dejo el balcón bien cerradito por si los cacos.
Me acabo de regalar "El Ebro, la batalla de los Cien Días" de M. Alonso Baquer y tengo unas ganas de hincarle el diente... (al libro, no al autor)
Me acabo de regalar "El Ebro, la batalla de los Cien Días" de M. Alonso Baquer y tengo unas ganas de hincarle el diente... (al libro, no al autor)
Y dejar un pendón en casa, durante un fin de semana, creo que también tiene inconvenientes. Aunque no sea un pendón anacrónico.
En Cataluña, la bandera española solo ondea en los hoteles; eso sí, hábilmente camuflada con la europea, la catalana, la local que sea y la de la cadena hotelera.
A mí no es que me importe demasiado el tema (aunque esté de acuerdo con rafa en lo de que se hacen las reglas a medida y se las saltan ellos mismos cuando quieren). Lo que me indigna es lo que digo siempre: senyera en todos los edificios, solapas, autobuses, pasteles, productos "auténticos", etc hasta el aburrimiento y cuando ponen una española grande ¡en Madrid!, la matrix mediática lanza una nueva cruzada contra el fascismo, los "fachas" son los demás. Imaginaros Madrid con banderas españolas en cada esquina, sobre cada tortilla de patatas, en los envoltorios de los libros, en los ramos de flores, en las solapas de los paseantes... Daría risa, ¿verdad?
Felipon, todos los respetos a su señora y un buen fin de semana. Por cierto, en agosto descubrí en Murcia los michirones y casi me hago adicto, sólo me faltaba inyectármelos en vena.
Exhibían poca bandera en Murcia. Pero lo compensaban sobradamente con el colorido de las frutas y verduras. Buen fin de semana.
Exhibían poca bandera en Murcia. Pero lo compensaban sobradamente con el colorido de las frutas y verduras. Buen fin de semana.
Gracias, bueno fue, excelente de hecho. Eso sí, el sábado por la tarde se levanto un viento huracanado que en apenas dos minutos se llevó por delante grandes ramas y medios árboles por toda la ciudad. Yo estaba en un ático y una palmera oscilaba peligrosamente hacia el ventanal. Dos minutos. No quiero imaginarme lo de Florida.
Nos vemos en otros threads
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