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20 de Julio de 2004

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Contra el poder tutelar


Un poder tutelar es un fracaso, eso va para el Estado pero también a niveles más pequeños.

En el tema de la guerra contra las drogas es evidente. En el mismo planeta donde la heroína podía comprarse en farmacias a principios de s.XX, y los únicos en convertirla en vicio eran los viajeros que importaban la ansiedad de la prohibición de sociedades autoritarias (no necesariamente estatistas pero sí nada permisivas con los vicios personales), ahora tenemos grandes porcentajes de la juventud experimentando y volviéndola un estilo de vida. ¿Alguien puede decirme (salvo los iletrados económicos e históricos) que la guerra contra las drogas no ha sido la causante de la popularidad de las mismas y su desproporcional daño? ¿Alguien puede sostener que los principales beneficiarios de la misma no son los narcotraficantes, los pushers y las fuerzas estatales que combaten (lo hagan o no) el problema? El daño es para los niños y la gente que normalmente no tendría nada que ver con el tema. Un pusher necesita crearse nueva clientela y no hay nada más adictivo que una droga para que el cliente regrese una y otra vez. Es el producto que jamás debería prohibirse, ya debería saberse que el Estado no resuelve problemas, los subsidia, como dijo algún personaje en este siglo. De hecho es la base de la comprensión liberal del mundo: nada valioso se logra por medios violentos, nada que valga la pena se puede forzar.

En el caso de una familia, si un valor no se transmite y se acepta voluntariamente (los padres autoritarios suelen tener hijos rebeldes entre otros que asienten y callan y otros que gustosamente asimilan el autoritarismo, pero las tres siguen siendo neurosis en mi visión: rebeldía, escapismo y heredar el problema original. Incluso, para mí, la primera de las tres es la más valiosa pues al menos implica repensar, aunque luego se retorne a los valores familiares de los cuales uno renegaba por forma de transmisión y no por su fondo. Las familias exitosas giran alrededor del liderazgo de los progenitores, no de su jefatura. El primero se basa en incentivos positivos y persuasión, la segunda en incentivos negativos (amenaza de castigo) y mando.

¿Puede algo escapar a estos principios? La educación pública, de financiamiento obligatorio, asistencia obligatoria (2,3), pensum obligatorio, ¿puede traer bienes o traerá males como regla? ¿Existen casos históricos que ilustren estos principios?

There is no worse tyranny than to force a man to pay for what he does not want merely because you think it would be good for him.
-- Robert Heinlein

Comentarios

 
Juan Fernando. Al hablar de las familias, pareces confundir, implícitamente, incentivos negativos con obligatoriedad, violencia, agresión, pero no son los únicos incentivos negativos posibles. Pensemos, si no, en los mercados, llenos ellos de incentivos positivos (ganas más, aumentas la cuota de mercado) y negativos (pierdes, reduces cuota de mercado, tienes que cerrar la empresa...). No hay violencia en ellos. La transmisión del valor de la responsabilidad (el reverso de la libertad) implica habituarse a sufrir en las propias carnes (entiéndaseme bien) las consecuencias de la propia conducta. Eso, cuando somos niños, puede implicar un uso moderado de "castigos" por parte de los padres, ¿no?
Enviado por el día 20 de Julio de 2004 a las 16:29 (1)
Siempre y cuando sean restricciones u omisión de premios (incluyendo bienestar que se le prodiga al hijo gratuitamente, vale resaltarlo) no entran en la categoría coacción aunque sí de incentivos negativos, coincido contigo. No darte mi amistad para nada equivale a hacerte un mal, pero es un incentivo negativo. Pegarte con un garrote o amenazarte con ello, sí es agresión.
Enviado por el día 20 de Julio de 2004 a las 16:36 (2)
Mi tesis es que un niño y joven saben distinguir eso o con un poco de razones (propias o de terceros)podrán hacerlo, lo cual explica mucho en el tema, pues hay familias pobres o con dificultades, pero sin hijos resentidos (personales o sociales). Importante sutileza, gracias.
Enviado por el día 20 de Julio de 2004 a las 16:38 (3)
De nada. Los padres que por aquí andamos te agradecemos la aceptación del matiz.
Enviado por el día 20 de Julio de 2004 a las 16:40 (4)
Anda, no habia visto la publicidad de la web. ¿Lleva mucho? Gran trabajo, no molesta absolutamente nada.
Yo pienso cliquear todos los días.
Enviado por el día 20 de Julio de 2004 a las 20:47 (5)
A raiz de una noticia sobre una intoxicacion con estramonio(datura stramonium) me pico la curiosidad.No se os acordais:un danes dio una botellitas en una discoteca y varios estuvieron en coma y un italiano de 30 años murio.Me acuerdo porque pense que hay que ser gilipollas con esa edad para beberse lo primero que te den.
El caso es que si buscais en cualquier guia de plantas descubrireis que solo en España hay un monton de hierbas alucinogenas que no requieren condiciones especiales ya que muchas crecen en los arcenes de carreteras.
Nada de complicados abonos e iluminaciones como los que se dedican a plantar marijuana.
Tienen nombres muy indicativos como matapollos,tomatillos del diablo etc asi que supongo que si la gente quiere drogarse sera dificil parar lo que la gente se fuma o se beba en su casa.

Enviado por el día 20 de Julio de 2004 a las 22:44 (6)
Yo también creo que la droga debería venderse empaquetada, etiquetada (contenido, excipientes, efectos secundarios, advertencia de "puede producir adicción") y, sobre todo, con un reponsable identificado y que pague impuestos por su negocio.
Y coincido con logout: no sé cómo nadie se mete cualquier cosa que le dan y luego pone el grito en el cielo ante un yogur caducado.
Enviado por el día 21 de Julio de 2004 a las 08:25 (7)
Responsabilidad individual o barbarie, coincido.
Enviado por el día 21 de Julio de 2004 a las 16:26 (8)

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