liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Orden Natural » ¿República o democracia?

23 de Enero de 2005

« Linda película, paupérrima enseñanza económica | Principal | Demandas ridículas »

Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

¿República o democracia?

Por publicarse en medios locales...



El Ecuador, según muchos ha llegado nuevamente a un punto de inflexión política e institucional. El único problema es que en 25 años de momentos similares, no hubo nunca un principio rector para cambiar nuestro sistema social. O mejor dicho, los principios intentados no han dado -y a mi modo de ver no podrán nunca dar- respuesta a sus propias promesas. Nuestra República del Ecuador no es una república, nuestra separación de poderes no es tal y nuestra constitución está francamente mal constituida. Para empezar, una república es lo opuesto a una democracia. En la primera, el colectivo está limitado en su poder sobre el individuo. De esa forma se evita que cualquier mayoría formada ad hoc atropelle la libertad de los individuos y las asociaciones que consensualmente constituye como familias, empresas, iglesias y comunidades de cualquier tipo.

En una democracia, si hemos de darle significado a las palabras, el individuo se ve limitado por el poder colectivo y centralizado. La masa se rebela contra toda noción de autonomía individual y privada, y se obtiene la capacidad de decidir sobre la vida y propiedad de otros. En otras palabras, los límites constitucionales y la separación de poderes sólo tienen sentido en una república. ¿Qué importancia tiene esa distinción clásica hoy en día? Muchísima. No puede ser que en nuestro territorio sigamos aceptando el linchamiento por turnos como forma de tomar decisiones. No es posible que no logremos entender lo que Montesquieu enseñó sobre la separación efectiva de poderes. Y por otra parte, como dijo Ayn Rand, "El gobierno se crea para proteger a la gente de los criminales, y la constitución para protegerle, del gobierno".

Pero nuestra constitución es todo menos un límite a las funciones del gobierno. Una ironía, en un país que con razón descree de la política como mecanismo de progreso y cambio. Los resultados de dar carta blanca a las mayorías han sido la inseguridad jurídica, la inseguridad económica y el relativismo cultural. Nada es bueno o malo si no está avalado por la mayoría. Nuestra responsabilidad histórica es repensar nuestro sistema social. En vez de regresar a ver a la socialmente decadente Suecia, con dos tercios de sus niños naciendo al margen de una familia, o a los Estados Unidos donde la educación pública sigue subdesarrollando generaciones enteras, debemos retornar a la República. Este concepto implica tener un gobierno limitado a poquísimas funciones que sí pueda desempeñar con decencia, fragmentar la política en regiones e instituciones, y en general devolverle al individuo y sus instituciones voluntarias el papel principal en la vida social. Necesitamos gobiernos locales y sólo locales, agrupados en forma federal o confederada a lo largo del territorio.

De esa forma se minimiza el daño y se maximiza el control ciudadano. Un retorno a la sociedad civil, y a formas basadas en la justicia y la libertad, no en el poder y la política. Por ese sentido de responsabilidad histórica, hagamos de la República del Ecuador realmente una república y erradiquemos el centralismo.

Comentarios

 
Cuando he hablado con amigos ecuatorianos residentes en España, siempre han expresado sus esperanzas de que el nuevo dirigente de turno cambie la triste realidad del país (me refiero a la corrupción).
En Ecuador y también en otros paises, se cree, como tú muy bien apuntas, que la solución a los problemas vendrá de la mano de un político (Mesías?) y precisamente ahí, reside el problema, es como el que espera que le toque la loteria para mejorar su posición economica; no se da cuenta que su posición ecónomica no depende del azar, depende de su esfuerzo.

Efectivamente Juan Fernando, deben cambiar muchas cosas, pero si seguís esperando que cambien desde "arriba" os auguro una espera de 200 años. Nada puede cambiar, en el sentido que tú apuntas, si no se hace desde "abajo".
Enviado por el día 23 de Enero de 2005 a las 10:18 (1)
Bien, yo matizaría un poquito tu de mención acerca de la democracia. Quizá llamarles las democracias actuales o algo por el estilo. Como decía el Dr. Benjamin M. Anderson, economista, antes los gobiernos eran mejores, las democracias eran mucho más decentes. Estaban bajo el sistema oro y los gobiernos redimían fielmente las notas de papel. Había más seriedad, verguenza y honor de parte de los gobernantes y de la comunidad en general.
Enviado por el día 24 de Enero de 2005 a las 02:21 (2)
Disculpas, «tu mención», quise decir simplemente.
Enviado por el día 24 de Enero de 2005 a las 02:22 (3)
Topgun:

Personalmente no creo que son mutuamente excluyentes la educación a políticos y la ruptura desde abajo, desde nosotros. Hay ejemplos de ambas estrategias llevadas exitosamente.
Enviado por el día 24 de Enero de 2005 a las 16:10 (4)

No se admiten ya más comentarios.