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18 de Enero de 2006

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Una sociedad de precaristas


En mi artículo para el Instituto Juan de Mariana sostengo que no es cierto que el derecho de propiedad haya sido limitado en Occidente, sino que ha sido limitado para sus legítimos titulares. Las facultades dominicales absolutas de la propiedad siguen siendo ejercidas por el Estado, quien en un ejercicio de despotismo tiránico, las ha nazionalizado:

Por necesidad fáctica, siempre existirá un poder de decisión última sobre los recursos. De hecho, los socialistas atribuyen esa facultad al Estado y sus órganos administrativos. No se trata, pues, de que el derecho de propiedad esté limitado, sino de que el Estado ha nacionalizado las facultades del propietario.

Dado que el Estado es, en realidad, quien se comporta como el propietario de todos los recursos -y de todos los individuos- nuestra condición jurídica queda calificada mucho mejor como "precaristas", esto es, una persona que disfruta de un bien por mera tolerancia ajena:

Jurídicamente, al individuo que posee por tolerancia o inadvertencia del propietario se le conoce como precarista. El adjetivo procede, obviamente, de que carece de derechos para poseer y, por tanto, su situación es precaria. En cualquier momento el propietario puede revocar su tolerancia anterior y despojar al precarista de su posesión.

Por tanto, si queremos realmente librarnos del yugo de la coacción, debemos efectuar una transición hacia la "sociedad de propietarios", donde el poder de decisión último sobre cada recurso recaiga en su primer ocupante o pacífico adquiriente, en lugar de en un Leviatán superior. Este punto es importante pues marca una diferencia con respecto al liberalismo minarquista; para los liberales clásicos, la libertad se garantiza limitando las facultades dominicales del Estado; pero no se llega al punto de cuestionar su fraudulenta naturaleza. El Estado, para los minarquistas, debe seguir actuando como propietario, pero con numerosas cortapisas y compromisos:

Los liberales decimonónicos consideraron que la mejor forma de garantizar la libertad del individuo consistía en dificultar el ejercicio de los poderes dominicales por parte del Estado. Había que colocar cortapisas a su actuación (separación de poderes) y lograr que firmara una declaración de buenas intenciones para con los individuos (Carta de Derechos Fundamentales).

El fracaso, claro está, no se hizo esperar. Si el Estado sigue siendo propietario las cortapisas a su actuación, al final, dependerán de su propia voluntad soberana, encontrará numerosos medios para saltárselas y ejercer plenamente su poder de decisión último:

El Estado no ha dejado de expandirse en virtud de sus nacionalizadas potestades dominicales. El motivo del fiasco es evidente: el Estado continúa reteniendo las facultades del propietario, por mucho que se trabe su funcionamiento; mientras que los individuos siguen siendo precaristas, por mucho que se alargue y proteja su situación.

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Comentarios

 
Quizás el principal problema está en conciliar la teoría de la “primera ocupación” con la realidad histórica de la evolución de la propiedad.

Si como ya te referí la propiedad debe ser no sólo informada a los demás, sino que éstos deben aceptar el método de apropiación, existe además la necesidad de que se llegue al compromiso interpersonal de defender comunalmente la propiedad de unos y de otros. ësto no significa mas que el que los individuos voluntariamente han llegado al acuerdo de establecer entre ellos la forma del acceso a la propiedad y en virtud de ese acuerdo defenderla frente a otros. Insisto en el acuerdo.

Ocurre, sin embargo que a lo largo de la historia lo que ha habido, desde los tiempos de las manadas de homínidos hasta el advenimiento del Estado, toda una lucha por parte de los individuos, libres por su propia naturaleza, libres en cuanto a su acción y deseo y libres y propietarios de su propia persona y de lo que con ella produce, por conseguir que se les otorgue la propiedad de la tierra que, en el fondo, es el sustrato en el cual se desarrollan todas las actividades.

Si no entendemos que en el fondo, la propiedad acaba siendo un concepto que se aplica más a la tierra que a la creatividad, puesto que estamos en ese medio, el del plano solar, la finca, la parcela, la casa. La cueva, aquel lugar en el que nos desarrollamos y desarrollamos nuestras actividades es pues necesaria la revisión efectiva de ese concepto y, a mi modesto entender, el comprender que estamos en el forcejeo contra la propiedad emanada del líder, el rey, el emperador, los señores feudales, frente al concepto de propiedad que una vez adquirida no depende de nadie sino de aquel que la detenta.

Y en el plano evidentemente de derecho a la propiedad, si ésta queda sujeta a la voluntad de otro, tendremos una propiedad en precario.

Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:01 (1)
El acuerdo de no agresión es necesario, sí. Pero es un acuerdo que: a) se basa sobre la libertad y la propiedad (precisamente es de no-agresión), y b) no tiene nada que ver con el contrato social o político; precisamente, lo que viene a señalar es que no es necesario ese contrato social para crear derecho y llegar a acuerdos entre los individuos.

Sobre la propiedad de la tierra, no creo que hoy en día sea el elemento más relevante. El capital y ciertos recursos naturales (como el petróleo) son mucho más apetecibles para el Estado.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:06 (2)
Me llama poderosamente la atención el primer párrafo del artículo. Se afirma en él que [i]El derecho de propiedad concede a su titular una capacidad de decisión última sobre el objeto de la jurisdicción dominical[/i], seguido de una lista de los derechos secundarios que sobre el objeto poseido tal posesión conlleva.

No comprendo cómo se fundamenta esto.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:10 (3)
No, lo que hago en este caso es definir el derecho de propiedad en función de quién ostente esos poderes. Esos poderes son circunstancias fácticas que no se pueden eliminar de la realidad; SIEMPRE las ejercerá alguien. El Estado o un particular. Como digo en el artículo:

Por necesidad fáctica, siempre existirá un poder de decisión última sobre los recursos. De hecho, los socialistas atribuyen esa facultad al Estado y sus órganos administrativos. No se trata, pues, de que el derecho de propiedad esté limitado, sino de que el Estado ha nacionalizado las facultades del propietario

¿Quién debe hacerlo? Si lo hace el Estado entonces el resto de individuos somos precaristas (como ahora), si lo hace cada individuo, entonces somos propietarios.

Ahora bien, como ya expliqué en otro caso la primera opción lleva, entre otras cosas, a la destrucción del derecho: http://www.juandemariana.org/comentario/410/
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:17 (4)
Claro, Eaco, el problema del Contrato Social es que se trata de una prostitución del derecho de propiedad si se aplica a este concepto.

Lo social y la propiedad no son lo mismo.

Lo social implica relaciones y la propiedad es el derecho de las personas a sí mismas y no dependiendo de otras tanto en cuanto es una relación de mútuo respeto de ese derecho. Respeto mútuo e intrínsecamente relacionado con la libertad. Por que la libertad sin propiedad no es tal.

En canto a lo que ahora le interesa o no al Estado me resulta difícil saber qué es. Desde luego al Estado, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, le interasará o no determinadas cosas, pero que a aquellos que lo ocupan les interesan muchas otras además del capital y el petróleo también es cierto. Díselo a aquel que quiera construir una casa en sus tierras y el Ayuntamiento de su ciudad no le deja o le pone condiciones tales que puede acabar por no resultarle rentable el construir.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:21 (5)
Claro, claro, no he afirmado que la tierra haya dejado de tener importancia tenga importancia. Digo que al aumentar las posibilidades de desplazamiento se vuelve un asunto menos importante. Si no puedes salir de una isla, la propiedad de la tierra es esencial; si te puedes ir a Asia, ya no tanto.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:24 (6)
Comprendo. Tal primer párrafo es una mera definición del "derecho de propiedad". Ahora bien, cuando afirmas en el segundo párrafo que "los socialistas se confunden" al enterder tal derecho de otra manera, el confundido soy yo, pues si se trata de meras definiciones cada cual puede hacerlas como le vengan en gana.

Lo que ahora no comprendo es cómo puede haber una confusión el tal caso, pues una definición en sí solo puede estar confundida si es contradictoria o cíclica.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:41 (7)
E indiscutiblemente no es mi intención decir que sólo la tierra tiene fundamento para la idea de propiedad.

Pero lo que si tiene es la idea del acceso a la propeidad.

El derecho de la propiedad es inherente a la libertad de las personas, pero la realización de ese derecho es un conquista a lo largo del tiempo en el transcurso del cual ha tenido muchas vicisitudes, de respeto, derecho romano, y de negación de ese derecho por la conquista violenta de las tierras.

¿Surje el Estado para la defensa de ese derecho? No, surge el acuerdo para la defensa de ese derecho. Pero la realidad histórica es que cuando uno defendía sus tierras o cuando luchaba por conseguir otras lo hacía en la mayóría de las ocasiones no para sí, sino para el rey. Y luego, si en la relación con el rey así estaba estipulado (Nos que somos igual que vos y todos juntos más que vos...) el acceso de lo conquistado para otros.

El error es conceder al rey la tutela sobre la propiedad de las tierras en virtud de ese acuerdo.

¿A día de hoy que nos interesa? El derecho de propiedad sin tutelas. Pero seguimos en ese proceso para llegar a hacerlo efectivo.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:42 (8)
Confunden derecho con licencia. Un "derecho" de propiedad limitado es, en realidad, un derecho ostentado por quien tiene la capacidad para limitarlo.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 17:52 (9)
Evidentemente. Cuando algo queda limitado, el que lo limita tiene poder sobre ello si no es dueño de ello.

Pero precisamente yo hablo de propiedad de la tierra porque tiene límites. ¿Dónde y cómo delimito yo lo que es mio?

En la teoría de la primera ocupación, esa ocupación en principio está limitada a aquella tierra que yo uso para transformarla, dándole poder a ese acto de transformación para la justificación de la toma de la propiedad.

¿Pero esa propedad sólo se obtiene con la agricultura? No, me dirás, también por la caza y la recolección. entonces nos vamos a la territorialidad de las primieras manadas de homínidos. El asegurarse la no ingerencia de competidores por los frutos y la caza de un terrotiro te asegura la supervivencia en aquel estadío del desarrollo.

Es cuando la propiedad empieza a individualizarse, cuando los frutos de uno son realmente aquellos que ha transformado por su iniciativa personal, por su inventiva, por su capacidad como individuo, cuando empiezan a surgir otras "propiedades". Esas propiedades empiezan a identificar distintas capacidades y empieza la especialización.

Por tanto, aunque los límites territoriales tienen sentido, es la propiedad de lo producido lo que caracteriza al individuo. Es la libertad de usarlo lo que define al individuo. Libertad y propiedad unidos.

Pero, y aquí está mi tema, si esa propiedad se encuentra referida a una serie de acuerdos o no que alteran la propiedad individual entonces tanto en cuanto más lo alteresn mas alteran la libertad individual.

Por tanto, es el acuerdo de respeto de la libertad y la propiedad lo que fundamenta el derecho, como tu dices, pero no el estado. Que es otra cosa.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 18:08 (10)
Es la libertad de usarlo lo que define al individuo. Libertad y propiedad unidos.

Traté este tema aquí: http://www.juandemariana.org/comentario/240/

Y sí, el Estado supone la ficción del respeto a la libertad y a la propiedad en cuanto se reserva el poder de decisión último. La propiedad no es revocable salvo por el propietario, y hoy en día esto no sucede.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 18:12 (11)
Por eso es lo que digo que estamos en el proceso de ir conquistando la libertad y la propiedad.

Y el papel fundamental es el de la libertad porque el de la propiedad sí que se suele entender por el común como otorgado cuando no es así.

Por ello, porque restringir la libertad es característica de los totalitarios, a los socialistas y protodictadores de toda índole les come la moral el que defendamos la libertad y que entandamos que ponerle límites, sean cuales sean es un acto de imposición y de coacción.

Y les jo...roba.
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 18:30 (12)
Los propietarios no son precaristas porque exista el Estado tradicional. Los propietarios son objeto de robos y agresiones ilegítimas por el Estado tradicional. El propietario es el que posee legítimamente un bien. Y el Estado no es quién para robar y agredir a los legítimos propietarios.
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 10:17 (13)
El derecho de propiedad nada tiene que ver con el Estado tradicional, ni en cuanto al derecho ni en cuanto a la propiedad. El Estado tradicional es lo contrario al derecho porque todo es deber ante él, y es lo contrario a la propiedad legítima porque todos sus bienes han sido objeto de una apropiación ilegítima.
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 10:21 (14)
El Estado se comporta como si fuera propietario, es decir, ejerce las facultades dominicales que deberían ejercer los auténticos propietarios.

Esa circunstancia nos convierte a todos en precaristas de facto.
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 14:32 (15)
Tomar consciencia de lo que hace y puede hacer el Estado tradicional puede servir para hacer más efectivo el derecho de propiedad de los empresarios sobre sus empresas y de los ciudadanos sobre sus bienes y sobre sus territorios
http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2002...
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 14:39 (16)
Y sí, lo principal en el asunto reflejado por XSM son los territorios. Realmente si al autor del artículo nos estuviera defendiendo el derecho de los ciudadanos a autodeterminarse independientemente de lo que diga su vecino podríamos estar hablando de una verdadera y efectiva defensa del derecho de autodeterminación.

Ahora bien, si el tamaño del Estado, las fronteras no depende de la voluntad individual de los ciudadanos sino de que una vez definido un marco territorial establecido por unos implica que la pertenencia a uno u otro Estado se establece por mayoría, democráticamente, lo que me está diciendo es que se cambia una imposición, en el caso del artículo, la española por la catalana.

Sólo si se reconociera el derecho de los individuos a sumar sus tierras o no a una determinada nación podríamos hablar de un verdadero derecho de autodeterminación. ¿Permitirían los catalanes la emancipación del Valle de Arán? No, no me digan que ahora nadie lo considera porque la misma argumentación que hace sobre el tamaño de los estados vale para el tamaño de las regiones, de las comarcas, de las ciudades o pueblos o de los barrios.

No es en sí un deseo de pertenencia a una organización que le sea rentable o no lo que se tiene que considerar, puesto que eso, sorprende la argumentación en un economista supuestamente liberal, la rentabilidad es un concepto individual y de “acción humana” y no como resultado de una suma imaginada por aquellos que defiende una unidad territorial que se imponga a los que allí viven.

Ciertamente, desde un punto de vista económico la rentabilidad de estar en una ciudad u en otra es un acto individual y voluntario, pero no la pertenencia de una agrupación de personas a un Estado u a otro. Eso es simplemente falso.

Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 16:10 (17)
El tamaño de un Estado u otro no es argumento para definir la racionalidad de un reclamo de independencia. ¡Y este señor da clases! La nación-estado se fundamente en la imposición de una idea indentitaria que precisa la existencia de un estado que imponga lo mayoritario a los que no profesan esa fe. Que impongan. Porque en el momento en el que estamos aceptando que el Estado define la extensión de territorio, al mismo tiempo estamos aceptando que sea él el que controle el uso del mismo. Es decir, volvemos ver como somos unos propietarios precarios bajo la excusa de la pertenencia a un bien superior que es la Nación.

A mi modo de entender el Estado, de existir, está para defender la propiedad de las personas, no para alterarlas o para condicionarlas. Pero realmente, al hilo de la realidad histórica, nos hemos organizado de forma tal que ese deseo se queda en eso, en deseo. Y de ese deseo surge la idea de que aquellos que no se siente integrados en otro mayor o distinto, o que se sienten divididos en distintos otros estados dicen querer poder decidir su destino.

Tal cosa es sólo una forma más de usar la violencia puesto que sí en el momento en el que la situación en la que cualquiera haya tomado posesión de un terreno en un determinado territorio, las condiciones nacionales y estatales cambian sólo le queda la posibilidad de vender esas posesiones puesto que negarse a acatar la coacción del nuevo estado le lleva aparejado duras represiones legales cuando no, algún que otro conato de violencia, en el caso de las Vascongadas, ha llevado a la muerte a casi 1000 personas.

Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 16:12 (18)
bastiat, Xavier Sala i Martin debería contestarte de alguna forma, ya que no lo puede hacer Jefferson, pero el tema central es si la propiedad privada de los empresarios y de los ciudadanos puede considerarse " precarismo de facto" , como parece que sostiene eaco con la intención, sin duda, de que en realidad sean derechos de propiedad auténticos, o, encambio, debe considerarse ya a los bienes privados como propiedad de derecho y agredida una y otra vez por el Estado centralista tradicional; esa es la cuestión , esa es la matización, por otro lado, muy actual en España.
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 16:27 (19)
¿Y por qué centralista?

Realmente me da igual que el Estado sea centralista como descentralizado, porque el hecho es que el Estado impone su voluntad a los ciudadanos sobre sus propiedades tanto en cuanto se arroga ese derecho.

La cuestión de Sala i Martí, entiendo que como liberal, es que no debería defender la imposición estatal sobre las propiedades de los ciudadanos. Sólo procurar su defensa.

Pero el caso, y ya lo he dicho aquí alguna ocasión, es que él, supuesto liberal, defiende un estatuto de autonomía que es de hecho un paso previo a la secesión que está cargado de intervencionismo y profundamente liberticida. De hecho promueve de manera efectiva la demonización del la libertad de usar y recibir educación en castellano, lengua materna de muchísima gente en aquella región, y lo hace todo, lo asume todo en pos de su ideario nacionalista que parece ser superior a su ideario liberal.

Y por supuesto que mientras el estado asuma para sí mas y mas competencias será cada vez mas difícil de la intromisión en los derechos de propiedad y, cada vez será mas habitual el que los distintos estados, estaditos y cosas parecidas exijan diferenciarse los demás en pos de un ideario real o inventado (los suevos ni mas ni menos) para tener el control absoluto sobre un determinado territorio obligando a la minoría, por muy grande esa sea, a aceptar el nuevo estatus de manera democrática, pero igualmente violenta.

Pero el hecho fundamental es si existe la nación o la nación se impone que es una cosa adyacente al tema de Eaco y presente en el de XSM

Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 16:45 (20)
dices bien, porque las limitaciones al uso de la propiedad privada por parte del Estado tradicional sigue existiendo en un Estado centralista o en un Estado descentralizado. Pero la defensa de Cataluña y lo catalán que realiza Xavier Sala i Martin parece estar en la línea del liberal Jefferson. En cambio habría que debatir las ventajas que una solución pacífica y comercial tendria frente al mantenimiento violento del concepto de nación estatal o nación política.
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 16:59 (21)
Aclaración: Jefferson no llegó a ser catalán
http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Jefferson
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 17:04 (22)
Será el Estatut algo parecido a http://www.fmmeducacion.com.ar/Historia/Documentos... ?
Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 18:59 (23)
Hombre Fais, yo no tengo ningún problema si el ser nación política no incluye poder establecer diferencias legales, ni poder actuar de manera discriminatoria contra las minorías, si no significa imponer una lengua, si no significa poder imponer una determinada cultura, si no significa coartar la libertad de los ciudadanos, si no significa reclamar derechos históricos, ni ficheros, ni obras de arte, y , sobre todo, si no significa reclamar derechos históricos.

Porque Fais, de lo que se trata es que los estados lo forman los ciudadanos, la asociación libre y de ciudadanos libres, con la libre disponibilidad y pleno derecho sobre sus propiedades. No es un derecho del pueblo, ni un derecho colectivo previo, ni puede surgir de ello derechos colectivos posteriores. El Estado surge, a lo sumo, como un sistema para garantizar los derechos individuales de los ciudadanos.

Todo lo demás son inventos.

Por cierto inventos que vienen muy bien a los socialistas. El concepto de nación así expresado justifica la existencia de Estado y una vez justificado el Estado se justifica su crecimiento hasta la extenuación...

Nunca mejor dicho.

Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 21:59 (24)
Thomas Jefferson.

Me gusta la declaración de Virginia.... como empieza. Lo que no tengo tan claro es como acaba. Ni tengo tan claro alguno de sus puntos, puesto que hacer una declaración como esa, sobre todo la del primer párrafo, y luego decir que una mayoría puede modificar cualquier gobierno que esa mayoría no considere que logre el bien común que esa mayoría considere adecuado...

¿Sigue rigiendo entonces el primer párrafo?

Bueno. Si seguimos a Jefferson, estamos justificando que democráticamente se llegue al socialismo. Si es que él no considera inalienable lo que dice en el primer párrafo.

Por cierto, me gustaría haber podido preguntarle, a Jefferson, pero va a ser que no, si a la luz de ese primer párrafo un hombre de Virginia, un ciudadano que bajo el gobierno del Rey de Inglaterra tuviera todos sus derechos reconocidos y se sintiera a gusto con la situación podría secesionarse del Estado de Virginia con todas sus propiedades sin que por ello sufriera la violencia de sus vecinos.

Porque de lo que yo estoy hablando no es del derecho de propiedad tutelado por el Estado o Nación o Estado-Nación, sino de si esa estructura puede alterar la libertad y la propiedad de las personas, hasta el punto de que una mayoría de un territorio definido por ellos, a su capricho, considera que tiene derecho a decidir la pertenencia a uno u otro Estado.

Enviado por el día 19 de Enero de 2006 a las 22:24 (25)
bastiat, solamente la historia de los EEUU nos puede confirmar si las ideas liberales se perfeccionan o no. http://www.contraclave.org/filosofia/hamilton.pdf

En cambio la tradición europea considera que el Estado es un ente superior que impone a sus ciudadanos una supuesta voluntad general que puede atentar contra sus derechos, también el derecho de propiedad conviertiéndolo en algo precario. Por eso desde los EEUU se espera que las nuevas repúblicas que consiguieron su independencia de la URSS o de Rusia puedan regenerar las ideas políticas de la vieja Europa y su Unión.

Enviado por el día 20 de Enero de 2006 a las 08:57 (26)
bastiat, Xavier tiene en su Web la contestación de una señora a su artículo de 2002
http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2002...
Y también su contestación
http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2002...
Es muy interesante...

Enviado por el día 20 de Enero de 2006 a las 16:55 (27)
He leído lo que has enlazado y siempre resulta emocionante leer sobre aquella época y sus ilustrísimos personajes...

Pero no sé si realmente podemos deducir de ello, puesto que creo que el texto en cuestión no acaba de rematar, que el liberalismo puede perfeccionarse mirando a los EEUU.

Si bien es cierto que pocos países hay que siendo grandes geográficamente puedan presumir de un alto grado de libertades, también es cierto que no sería muy razonable pensar que allí se ha perfeccionado el liberalismo. Mas bien, estudiando la evolución de aquel país podemos encontrar muchos de los errores que, en alguna medida anticipados por Hamilton, se puede caer si la vigilancia sobre el poder político no se hace de manera efectiva, o si la Constitución en la que se basa el acuerdo de los ciudadanos para el buen gobierno no pone los límites adecuados a la acción del poder.

Sinceramente, y teniendo en cuenta mi admiración por aquel país, me choca bastante su división estatal. Si algo tengo claro es que los estados han supuesto un freno al desarrollo de un liberalismo efectivo en defensa del ciudadano, pese a ser el origen de la unión, los famosos 13 estados, al ser fácil presa de una proliferación de políticos locales que asumiendo tareas que no deberían de haber tenido se han superpuesto a la acción federal o a la acción de los ciudadanos.

A mi modo de ver, el estado liberal, algo que probablemente cause erisipela a mas de un anarco ver junto, si ha de evolucionar es a la limitación de su función y a poner por encima de regionalismos o estados federados o confederados el papel de las ciudades, no como prestadoras de servicios sino como elemento en el cual se regula la vida cotidiana basándose en las leyes emanadas de todo el pueblo.

Pero esto no es perfeccionar el liberalismo sino aplicarlo y acercarlo a la perfección que para mí representa el Anarco-capitalismo aunque esté lejos de poder ser realizable.
Enviado por el día 20 de Enero de 2006 a las 16:59 (28)
bastiat, habría que entender que perfeccionar el liberalismo es aplicarlo y para ello cada país elige la mejor forma según su historia, sus peculiaridades, sus ciudadanos libres, activos, etc, pero sin abandonar los principios, por ejemplo, el principio que afirma que propietario es el propietario privado y no el Estado. El Estado es el verdadero "precarista" de la propiedad de las personas privadas. Y éstas podrán recuperarla si Él las destruye o las gestiona mal. Eso es lo que quería decir realmente Eaco con su magnífico artículo, pero lo decía en negativo.
Enviado por el día 20 de Enero de 2006 a las 18:17 (29)
Bueno, yo no sé ya que quería decir Eaco al respecto de si el Estado es el verdadero precarista o precariador. Lo que sí sé es que hablar de que hay diferentes formas de aplicar el liberalismo es en si una obviedad puesto que el liberalismo no estipula el cómo aplicarlo, sino que de lo que se trata es de fomentar la libertad. De ahí que diga que el liberalismo perfecto sea el Anarco capitalismo aunque peque de ser irrealizable por el momento.

Por ello, quizás lo importante de recalcar que lo del “bien común” no puede significar un cheque en blanco para que aquellos que ocupen el poder, en virtud de lo que ellos determinen que es ese “bien común” tenga la capacidad de coartar la libertad de los ciudadanos y el uso que se quiera hacer de sus propiedades.

Nada más.

Pero no se puede presumir de aplicar el liberalismo (XSM) cuando se agarra uno a preceptos nacionalistas no para buscar más libertad, el estatuto salido del Parlamento Catalán es una aberración intervencionista y liberticida, sino para poner delante de la libertad el nacionalismo.

De ahí mis críticas a XSM.

Y no sólo eso, sino que de igual manera mis críticas irán encaminadas a cualquiera que enarbolando el bien común y la idea de nación determine políticas restrictivas de la libertad de las personas y de sus propiedades.

Enviado por el día 21 de Enero de 2006 a las 13:35 (30)
El separatismo y nacionalismo utilizado como excusa para un nuevo intervencionismo político y económico, ya sea stalinista o hitleriano, no tiene nada que ver con el liberalismo. Pero faltan las opiniones de los economistas liberales sobre si el Estatut es contrario al liberalismo, por lo menos la de los economistas liberales catalanes...
Enviado por el día 21 de Enero de 2006 a las 21:55 (31)
Pues eso es lo que le esoy preguntando yo a Xabier Sala i Martí.

Pero me gustaría tambien que me respondiera a la pregunta sobre qué pasaría si un pueblo, un barrio, una comarca quisiera seguir perteneciendo a España. Un ciudadano simplemente.
Enviado por el día 22 de Enero de 2006 a las 10:23 (32)
Enviado por el día 22 de Enero de 2006 a las 19:55 (33)
Enviado por el día 23 de Enero de 2006 a las 16:25 (34)

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