Cheque escolar: el poder de los padres
Por Enrique de Diego
Un bono por el coste del puesto escolar con el que cada familia acude al colegio de su elección es la propuesta del Nobel de Economía, Milton Friedman, para liberalizar el último reducto del estatismo: la enseñanza.
Se ha convertido en un tabú intelectual. Una de esas propuestas silenciadas, que se perfila como la solución para el creciente colapso del modelo educativo y de su creciente estatalización. A través de preguntas y respuestas, ofrecemos una divulgación de las claves fundamentales del cheque escolar.
¿En qué consiste?
Las ayudas del Estado se transfieren directamente a las familias, de forma que éstas son las que deciden el centro al que envían a sus hijos. La ayuda por cada niño escolarizado se corresponde con el coste del puesto escolar.
¿Cuál es el efecto sobre el modelo educativo?
Introduce la competencia. Los centros han de mejorar su oferta para dar satisfacción a sus clientes. Eso eleva la calidad.
¿Y sobre el pluralismo?
Habría una mayor diversidad de la oferta, porque grupos minoritarios de padres podrían estar interesados en que la educación de sus hijos incidiera más en algún aspecto concreto, por ejemplo, la música.
¿Y sobre el profesorado?
Tendría un incentivo para desarrollar una profesión indudablemente profesional, evitando los efectos de la burocratización. Muchos profesores podrían querer unirse para poner en marcha sus criterios pedagógicos. Los colegios estarían, además, interesados en fichar a los profesores más creativos, dinámicos y preparados.
¿Quién tendría el poder en el sistema educativo?
Indudablemente, los padres, pues ellos decidirían a qué colegios desean llevar a sus hijos.
¿Podrían los colegios cobrar cantidades adicionales por actividades extraescolares?
Es una opción dentro del cheque que, en cualquier caso, cubriría el coste de la enseñanza.
¿Tendría algún otro efecto el cheque escolar?
Resolvería cualquier conflicto lingüístico, porque los padres elegirían la enseñanza para sus hijos, sin estar condicionados por los políticos.
¿Qué papel le quedaría al Estado?
Establecería los mínimos exigibles de la educación y ejercería la inspección.
¿Por qué es tabú hablar del cheque escolar?
Porque cuestiona los estatus de las cúpulas sindicales de docentes y de las patronales, y quita el poder a los políticos para desarrollar procesos de ingeniería social educativa.
¿Se ha experimentado esta opción educativa?
Funciona en Suecia, Nueva Zelanda y Australia, en cinco regiones italianas, en varios Estados norteamericanos... En España, el Ayuntamiento de Valencia desarrolla una iniciativa limitada en las escuelas municipales.
¿Cuáles han sido sus efectos en la práctica?
Reducción del gasto público y mejora de la calidad. En Estados Unidos, los experimentos se han puesto en práctica en barrios deprimidos con escuelas conflictivas y los resultados han sido excelentes.
¿No quedarían sin atender zonas rurales o deprimidas?
La enseñanza es un sector con comportamientos similares a cualesquiera otro económico. No hay lugar que queda desabastecido de panaderías. Una enseñanza estatal es un modelo tan ineficiente como una minería o una siderurgia estatales.