14 de Diciembre de 2004
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
Menos normas, más eficacia
Hans Monderman no piensa igual que sus colegas. El problema con los ingenieros del tráfico es que cuando hay un problema en una carretera siempre intentan añadir algo. A mi parecer es mejor quitar cosas. Lo cuenta en un artículo de Wired, Roads Gone Wild, como ejemplo de una corriente que entiende que para hacer más seguras las carreteras lo que hay que hacer es hacerlas parecer más peligrosas.
El primer ejemplo que pone es el de las rotondas. No necesitan semáforos ni señales de tráfico y sin embargo son más efectivas y seguras que los cruces tradicionales. Otro ejemplo más interesante es el de un pueblo danés de nombre Christianfield, en el que se eliminaron las principales señales de su intersección más importante, con lo que se acabó con los accidentes importantes. Dos localidades inglesas han eliminado las líneas centrales de las vías de doble sentido, ejemplo que están siguiendo otros pueblos. Un estudio ha encontrado que en esas condiciones la conducción es más segura y el número de accidentes cae un 35%. En West Palm Beach el ayuntamiento ha eliminado varias señales y ha estrechado la calzada. El resultado es una conducción más lenta y una mejora en la seguridad. El gestor de transporte de esa ciudad de Florida afirma que cuando tratas de acelerar las cosas el sistema tiende a fallar y estás atado a un sistema que permite el movimiento del tráfico de forma ineficiente y es hostil a los viandantes y al tráfico humano.
Generalmente la imposición de normas (de mandatos, en la fraseología de Hayek) sigue el siguiente curso: ¿Hay algo que no se hace y se debe hacer? Lo obligamos. ¿Hay algo que se hace y no se debe hacer? Lo prohibimos. ¿Hay un problema? hacemos o añadimos algo. Pero no se tiene en cuenta suficientemente cómo reaccionan las personas a esos arbitrios. En este caso la cuestión es mucho más sencilla, se trata simplemente de normas de tráfico, que son necesarias para el mejor uso común de las carreteras. Pero esta corriente tiene en cuenta cómo es el comportamiento humano más que lo habitual.
Con una gestión descentralizada y privada de las infraestructuras este tipo de iniciativas se podrían poner en marcha con mayor rapidez y amplitud, con lo que se podría descubrir qué métodos de gestión del tráfico son más adecuados para según qué situaciones. Ahora el proceso es mucho más lento.
Vía Marginal Revolution.
El primer ejemplo que pone es el de las rotondas. No necesitan semáforos ni señales de tráfico y sin embargo son más efectivas y seguras que los cruces tradicionales. Otro ejemplo más interesante es el de un pueblo danés de nombre Christianfield, en el que se eliminaron las principales señales de su intersección más importante, con lo que se acabó con los accidentes importantes. Dos localidades inglesas han eliminado las líneas centrales de las vías de doble sentido, ejemplo que están siguiendo otros pueblos. Un estudio ha encontrado que en esas condiciones la conducción es más segura y el número de accidentes cae un 35%. En West Palm Beach el ayuntamiento ha eliminado varias señales y ha estrechado la calzada. El resultado es una conducción más lenta y una mejora en la seguridad. El gestor de transporte de esa ciudad de Florida afirma que cuando tratas de acelerar las cosas el sistema tiende a fallar y estás atado a un sistema que permite el movimiento del tráfico de forma ineficiente y es hostil a los viandantes y al tráfico humano.
Generalmente la imposición de normas (de mandatos, en la fraseología de Hayek) sigue el siguiente curso: ¿Hay algo que no se hace y se debe hacer? Lo obligamos. ¿Hay algo que se hace y no se debe hacer? Lo prohibimos. ¿Hay un problema? hacemos o añadimos algo. Pero no se tiene en cuenta suficientemente cómo reaccionan las personas a esos arbitrios. En este caso la cuestión es mucho más sencilla, se trata simplemente de normas de tráfico, que son necesarias para el mejor uso común de las carreteras. Pero esta corriente tiene en cuenta cómo es el comportamiento humano más que lo habitual.
Con una gestión descentralizada y privada de las infraestructuras este tipo de iniciativas se podrían poner en marcha con mayor rapidez y amplitud, con lo que se podría descubrir qué métodos de gestión del tráfico son más adecuados para según qué situaciones. Ahora el proceso es mucho más lento.
Vía Marginal Revolution.
Comentarios
Vamos a ver. Soy liberal e ingeniero de caminos, así que opino en calidad de ambos.
En el tema de la regulación del tráfico influyen muchos factores. Por nombrar los que vienen al caso:
-Factores sicológicos. Cuanto más seguro piensen los conductores que es un tramo menos precauciones tomarán.
-Factores de idiosincrasia. No responden igual ante los mismos estímulos los hombres que las mujeres ni desde luego en Dinamarca que en España. Estudios comparativos demuestran que, en general, a los conductores latinos se les deben dar menos libertades a la hora de conducir.
Te aseguro que la idea de “desregularizar” el tráfico no es válida de manera universal. Sólo hay que llevar la idea al extremo para ver el absurdo. ¿Te imaginas el tráfico en Madrid o Manhattan sin ningún tipo de ordenación?
Las rotondas son una solución a las intersecciones viarias bastante regulada. No necesitan de señalización porque todos conocemos sus normas. Quién tiene y quién no tiene prioridad, qué intermitentes hay que poner, etc. Además no son la solución óptima de manera universal, ni mucho menos.
Por otro lado el caso de West Palm Beach me parece un caso de regularización extrema, además de que la accidentalidad es sólo un factor a la hora de medir la eficacia de la medida.
Un saludo
En el tema de la regulación del tráfico influyen muchos factores. Por nombrar los que vienen al caso:
-Factores sicológicos. Cuanto más seguro piensen los conductores que es un tramo menos precauciones tomarán.
-Factores de idiosincrasia. No responden igual ante los mismos estímulos los hombres que las mujeres ni desde luego en Dinamarca que en España. Estudios comparativos demuestran que, en general, a los conductores latinos se les deben dar menos libertades a la hora de conducir.
Te aseguro que la idea de “desregularizar” el tráfico no es válida de manera universal. Sólo hay que llevar la idea al extremo para ver el absurdo. ¿Te imaginas el tráfico en Madrid o Manhattan sin ningún tipo de ordenación?
Las rotondas son una solución a las intersecciones viarias bastante regulada. No necesitan de señalización porque todos conocemos sus normas. Quién tiene y quién no tiene prioridad, qué intermitentes hay que poner, etc. Además no son la solución óptima de manera universal, ni mucho menos.
Por otro lado el caso de West Palm Beach me parece un caso de regularización extrema, además de que la accidentalidad es sólo un factor a la hora de medir la eficacia de la medida.
Un saludo
Una muy divertida en mi pueblo y que llevo maravillándome años ya.
Pusieron una rotonda en un cruce concurrido. Yo encantado de encontrarme sin semáforos mientras la hacían y una vez acabada ¡ponen semáforos! No me di cuenta al principio porque están normalmente parpadeando en ámbar, eso casi no se puede considerar semáforo, hasta que un día ¡en medio de la rotonda! se pone rojo uno de los que "por sorpresa" habían aparecido en las salidas.
Los peatones tienen un paso de cebra, un semáforo en rojo y un "botonsito" ad hoc que, naturalmente, pulsan cuando más tráfico hay porque conductores y peatones van a trabajar a las mismas horas, los peatones a las fábricas cercanas y los conductores más lejos.
Tenemos en hora punta lo peor de las rotondas y lo peor de los cruces con semáforo.
La explicación, en la que están de acuerdo los sociatas (son los que pusieron el invento) y peperos (me lo han dicho) es que la gente "no se para porque no son demasiado educados". Recuerdo que las rotondas se "popularizaron" a la voz de que en Uropa era *la* solución.
Semos uropedos.
Amén.
Pusieron una rotonda en un cruce concurrido. Yo encantado de encontrarme sin semáforos mientras la hacían y una vez acabada ¡ponen semáforos! No me di cuenta al principio porque están normalmente parpadeando en ámbar, eso casi no se puede considerar semáforo, hasta que un día ¡en medio de la rotonda! se pone rojo uno de los que "por sorpresa" habían aparecido en las salidas.
Los peatones tienen un paso de cebra, un semáforo en rojo y un "botonsito" ad hoc que, naturalmente, pulsan cuando más tráfico hay porque conductores y peatones van a trabajar a las mismas horas, los peatones a las fábricas cercanas y los conductores más lejos.
Tenemos en hora punta lo peor de las rotondas y lo peor de los cruces con semáforo.
La explicación, en la que están de acuerdo los sociatas (son los que pusieron el invento) y peperos (me lo han dicho) es que la gente "no se para porque no son demasiado educados". Recuerdo que las rotondas se "popularizaron" a la voz de que en Uropa era *la* solución.
Semos uropedos.
Amén.
la "solución" a los problemas de tráfico es muy sencilla: privatización...
y luego que cada propietario haga lo que quiera...
y si no estais de acuerdo mirad el tráfico de internet lo rápido que va a pesar de que cada día aumenta más la demanda de capacidad de tráfico.
y luego que cada propietario haga lo que quiera...
y si no estais de acuerdo mirad el tráfico de internet lo rápido que va a pesar de que cada día aumenta más la demanda de capacidad de tráfico.
Zeitnot: buena respuesta, lógica.
Erpayo: y que cada uno haga lo que quiera, y Manhattan se destruiría en tres días, sálvese quien pueda.
Y en las interestatales que cruzan América de costa a costa, aquello sería Mad Max, salvajes de la carretera.
"Desregularizar" el tráfico de manera universal es -como bien dice Zeitnot- imposible. Porque no es lo mismo Valladolid que New York City, ni las autopistas de América y las de Alemania.
Hay que tener cuenta, lógica y necesariamente, la idiosincrasia de cada país y situación.
Las rotondas ya las quisiera yo para Manhattan, en vez de cuatro calles confluyendo en un centro que se colapsa y no deja avanzar a ninguna de las vías.
Si el tráfico se privatiza, cruzar América me costaría, en vez de unos céntimos, unos cientos de dólares; y estaríamos a merced de los peajes impuestos por las compañías privadas, por no hablar del perjuicio para la libre circulación de mercancías, camiones, movilidad.
Un desastre para América.
Erpayo: y que cada uno haga lo que quiera, y Manhattan se destruiría en tres días, sálvese quien pueda.
Y en las interestatales que cruzan América de costa a costa, aquello sería Mad Max, salvajes de la carretera.
"Desregularizar" el tráfico de manera universal es -como bien dice Zeitnot- imposible. Porque no es lo mismo Valladolid que New York City, ni las autopistas de América y las de Alemania.
Hay que tener cuenta, lógica y necesariamente, la idiosincrasia de cada país y situación.
Las rotondas ya las quisiera yo para Manhattan, en vez de cuatro calles confluyendo en un centro que se colapsa y no deja avanzar a ninguna de las vías.
Si el tráfico se privatiza, cruzar América me costaría, en vez de unos céntimos, unos cientos de dólares; y estaríamos a merced de los peajes impuestos por las compañías privadas, por no hablar del perjuicio para la libre circulación de mercancías, camiones, movilidad.
Un desastre para América.
Pues sería interesante saber qué pasa cuando se va la luz y se lleva los semáforos, aunque suelen ser períodos cortos.
Y es esencial estudiar el comportamiento de los conductores. Yo he observado lo siguiente, aunque no le recomiendo a nadie comprobarlo:
Si a un conductor le dices: "gira a la derecha" o "a la izquierda" justo antes de un semáforo, la probabilidad de que se lo salte sin querer (en caso de estar rojo) es altísima.
Por otro lado, yo encuentro la dificultad de que son sucesos estadísticamente escasos y eso hace difícil la evaluación. Por ejemplo, bajar de tres a cero accidentes graves no es tan significativo estadísticamente, digamos, como bajar de 15.000 a 12.000. Por tanto, es más fácil evaluar medidas a gran escala (campañas de tráfico, etc.) que pequeñas medidas en áreas concretas. saludos
Y es esencial estudiar el comportamiento de los conductores. Yo he observado lo siguiente, aunque no le recomiendo a nadie comprobarlo:
Si a un conductor le dices: "gira a la derecha" o "a la izquierda" justo antes de un semáforo, la probabilidad de que se lo salte sin querer (en caso de estar rojo) es altísima.
Por otro lado, yo encuentro la dificultad de que son sucesos estadísticamente escasos y eso hace difícil la evaluación. Por ejemplo, bajar de tres a cero accidentes graves no es tan significativo estadísticamente, digamos, como bajar de 15.000 a 12.000. Por tanto, es más fácil evaluar medidas a gran escala (campañas de tráfico, etc.) que pequeñas medidas en áreas concretas. saludos
En las grandes urbes no sería una reforma válida, los índices de siniestralidad se dispararían y el caos estaría servido. Como bien dicen aquí los colegas Kimbell y Zeitnot habría que observar la idiosincrasia, y aún así esto solo sería posible en urbes pequeñas o relatívamente pequeñas. Por cierto José Carlos soy Fernando, de Halcon Liberal, ya puedo escribir en tu bitácora gracias a Daniel, que ha subsanado el problema.
Un saludo liberal.
Un saludo liberal.
Mientras que en España la policia no instale el sistema de camaras digitales que hay en Inglaterra en las carreteras la cosa va bien.
Ahora que el dia que las pongan echaos a temblar...
Ahora que el dia que las pongan echaos a temblar...
zeitnot,
Por supuesto. Como he explicado las normas en el uso de un bien común son necesarias. En relación con lo que dicen estos ingenieros me parece interesante:
1) Que tienen en cuenta más que lo habitual, el comportamiento de la gente.
2) Que la de eliminar parte de las señalizaciones es una medida eficaz, y que un aumento de las mismas no lleva siempre a mejores soluciones.
3) Que es una solución válida, pero no universal. Es decir, habría que ver hasta dónde y cuándo es válida. Y que el mejor modo de hallarlo es por medio de un sistema privado de infraestructuras (un tema complicado, pero que no voy a abordar aquí). Su carácter empresarial y descentralizado daría más fácilmente con ese conocimiento sobre cuál es la mejor solución para según qué problema.
Un saludo y gracias por tu aportación.
Por supuesto. Como he explicado las normas en el uso de un bien común son necesarias. En relación con lo que dicen estos ingenieros me parece interesante:
1) Que tienen en cuenta más que lo habitual, el comportamiento de la gente.
2) Que la de eliminar parte de las señalizaciones es una medida eficaz, y que un aumento de las mismas no lleva siempre a mejores soluciones.
3) Que es una solución válida, pero no universal. Es decir, habría que ver hasta dónde y cuándo es válida. Y que el mejor modo de hallarlo es por medio de un sistema privado de infraestructuras (un tema complicado, pero que no voy a abordar aquí). Su carácter empresarial y descentralizado daría más fácilmente con ese conocimiento sobre cuál es la mejor solución para según qué problema.
Un saludo y gracias por tu aportación.
con "cada uno haga lo que quiera" me refiero a que cada propietario imponga en su carretera las normas que considere oportunas.
Es lo justo. Y además te garantizo que todos tendríamos una carretera por la que discurrir a nuestro gusto.
Es lo justo. Y además te garantizo que todos tendríamos una carretera por la que discurrir a nuestro gusto.
Y buenas noches, me voy a leer un rato a Revel en "El conocimiento inutil" que está genial y a dormir.
Un abrazo liberal =)
Un abrazo liberal =)
Bueno, pues un post mas...
http://kantor-blog.blogspot.com
Sobre un gran escritor y filosofo que desgraciadamente ha pasado por economista.
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Sobre un gran escritor y filosofo que desgraciadamente ha pasado por economista.
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