20 de Diciembre de 2004
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
La República
Juan Carlos Girauta comienza todos los párrafos de su último artículo con la pañabra sabemos, seguida de la exposición de las estrategias de la izquierda española de los últimos tiempos. Lo titula La República. Os invito a leerlo. Atención al último párrafo.
Comentarios
Habrá que leerlo sí. Daludos José Carlos después de un finde tranquilo, volvemos con fuerza.
Un abrazo liberal.
Un abrazo liberal.
Por cierto José Carlos, chapó por la web que me diste de iberlibro, he conseguido en un anticuario argentino "la virtud del egoismo" de Ayn Rand.
Un abrazo liberal.
Un abrazo liberal.
Jose carlos, ¿has visto en el catoblepas la crítica de felipe jímenez pérez al libro de hans herman hoppe.
> 'Por más que releo el último párrafo, no lo pillo. Ayuda, please'.
Ese último párrafo no tiene sentido sin los cinco precedentes; releerlo muchas veces sin hacer lo mismo con los otros, lo hace inasible por completo.
> Escribe Girauta iniciando ese párrafo final: 'Lo que todavía no sabemos es si es posible seguir haciendo todo eso (....)'
Por mi parte, le hubiese pedido a Girauta que me aclarase qué o quién o quiénes son o somos el país desasistido. Que de ser lo que, o los que yo pienso, sin vacilación alguna le contesto: sí, sí que es posible seguir haciendo todo eso; y aún más, desgraciadamente. Y a las pruebas me remito.
Pues ¿dónde está el clamor que alcance los palacios de la Carrera de San Jerónimo, de la Moncloa o de la Zarzuela? ¿Dónde el grito vehemente de una multitud? Sólo clama una voz en la mañana y se busca amordazarla. Y otra voz que ha sonado y resonado, eficaz, con vigor y esfuerzo, lastimosa, aflictiva, con ánimo y pasión en el palacio de la soberanía nacional, en una Comisión parlamentaria, y que sí ha sido escuchada, esa voz, por no haber sido la de todos, mejor si hubiese callado.
Que el 'país desasistido' proclame la determinación inequívoca de seguir siendo libre y soberano, reitero que por desgracia, a una parte no pequeña de ese país puede parecerle innecesario: seguramente cree que nunca ha sido ni más libre ni más soberana. Y, acabando: ninguna duda tengo de que a quienes conforman esa parte del país el Cicerón de Girauta les queda lejos, muy lejos, y más en la idea que en el tiempo.
Ese último párrafo no tiene sentido sin los cinco precedentes; releerlo muchas veces sin hacer lo mismo con los otros, lo hace inasible por completo.
> Escribe Girauta iniciando ese párrafo final: 'Lo que todavía no sabemos es si es posible seguir haciendo todo eso (....)'
Por mi parte, le hubiese pedido a Girauta que me aclarase qué o quién o quiénes son o somos el país desasistido. Que de ser lo que, o los que yo pienso, sin vacilación alguna le contesto: sí, sí que es posible seguir haciendo todo eso; y aún más, desgraciadamente. Y a las pruebas me remito.
Pues ¿dónde está el clamor que alcance los palacios de la Carrera de San Jerónimo, de la Moncloa o de la Zarzuela? ¿Dónde el grito vehemente de una multitud? Sólo clama una voz en la mañana y se busca amordazarla. Y otra voz que ha sonado y resonado, eficaz, con vigor y esfuerzo, lastimosa, aflictiva, con ánimo y pasión en el palacio de la soberanía nacional, en una Comisión parlamentaria, y que sí ha sido escuchada, esa voz, por no haber sido la de todos, mejor si hubiese callado.
Que el 'país desasistido' proclame la determinación inequívoca de seguir siendo libre y soberano, reitero que por desgracia, a una parte no pequeña de ese país puede parecerle innecesario: seguramente cree que nunca ha sido ni más libre ni más soberana. Y, acabando: ninguna duda tengo de que a quienes conforman esa parte del país el Cicerón de Girauta les queda lejos, muy lejos, y más en la idea que en el tiempo.
Hay un matiz en el artículo de Juan Carlos Girauta, que aparece precisamente en su título, 'La República', y en la cita de Cicerón que lo justifica:'Esta Patria no nos ha engendrado y educado sin contar con que, a su vez, nosotros contribuyamos a su subsistencia” que pudiesen merecer una reflexión en la que entrasen la Monarquía y la República.
A mí, no me ha parecido el caso. Pero ahí está: Cicerón escribe su obra en el 51 a.C con la República a punto de morir y la acción la retrotrae en ocho décadas, a su momento de esplendor. Nada más.
A mí, no me ha parecido el caso. Pero ahí está: Cicerón escribe su obra en el 51 a.C con la República a punto de morir y la acción la retrotrae en ocho décadas, a su momento de esplendor. Nada más.
Dados los dos precedentes, el del bombardeo de Alcoy a Cartagena y el de la Guerra Civil, no soy muy entusiasta de la república en España y menos con los "compañeros de viaje" que hay. Prefiero una monarquía constitucional como símbolo de la unidad y de la Historia común (y si tanto fastidia a los rovireches, algo bueno tendrá), y no creo sinceramente que nos sea más cara que una Presidencia de la República. Pero cada vez tengo más dudas sobre si el monarca actual o el que viene tienen claro su papel, tanto el simbólico como el del ejemplo de austeridad que deberían dar cada día, cada hora y cada minuto, y no me refiero a la boda, que eso pasa una o dos veces por siglo, sino a quién paga las cacerías, a quién abrazan más efusivamente, etc. Estoy confuso y pienso en voz alta.
Corrijo, la fragata iba de Cartagena a bombardear Alicante (encima Alcoy es de interior, orejas de burro pa mí). Además, el episodio lo comenta Cristina Losada en LD
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_...
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_...
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