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Aprendamos de Alemania
Enviado por el día 20 de Septiembre de 2005 a las 11:31
Independientemente de los resultados en las legislativas alemanas y de la mayor o menor conveniencia de una gran coalición CDU-SPD, o de la mayor o menor conveniencia, dice Borrell, de hablar de impuestos en campaña electoral (lo dirá por experiencia propia), de Alemania propongo extraer las siguientes tres lecturas:
Primero, contamos con democracia cristiana (Merkel, 35%), separada física e ideológicamente de liberales (Westerwelle, 10%), y contamos con socialdemocracia (Schroeder, 35%), separada de izquierdas (Lafontaine, 10%), y de Verdes (Fischer, 10%). ¡Qué envidia!
Segundo, como propuso para España el "bellotari" Rodríguez Ibarra, partidos con menos del 5% del electorado en todo el territorio no obtienen representación parlamentaria, lo que evita el crisol de landers de la República de Weimar y el crisol multinacionalista de la democracia española. ¡Qué envidia!
Tercero, los liberales sólo niegan el gobierno "semáforo" (rojos, verdes y amarillos, ellos) pero no la triple entente con conservadores y socialdemócratas. Lo mismo, conservadores y socialdemócratas niegan acercarse a Oskar Lafontaine. Aquí, unos y otros sólo negarían entenderse con la opción mayoritaria del otro lado del río, y correrían a los brazos de Verdes o cualquier opción que sumara su mayoría con las minorías para anular a la otra mayoría. ¡Qué envidia!
Creo sinceramente que el PP no tiene por ensamblaje de coherencia pegamento suficiente para aunar liberales, demócratas cristianos, centristas, economicistas y tecnócratas, al igual que el PSOE no cuenta con hilatura para albergar a la vez a federalistas, poscomunistas, socialdemócratas y liberales "libertarios".
La promoción de la recuperación de IU como espacio y del surgimiento de un centrismo o lerrouxismo y de un espacio neocon apartado de la corriente liberal, más allá del miedo de los partidos a perder peso porcentual, creo, sería positiva para el sistema, en tanto eliminaría el relativismo político, esto es, el peso mayoritario de lo minoritario, más peligroso, creo, que el relativismo moral del que habla Benedicto XVI.
Primero, contamos con democracia cristiana (Merkel, 35%), separada física e ideológicamente de liberales (Westerwelle, 10%), y contamos con socialdemocracia (Schroeder, 35%), separada de izquierdas (Lafontaine, 10%), y de Verdes (Fischer, 10%). ¡Qué envidia!
Segundo, como propuso para España el "bellotari" Rodríguez Ibarra, partidos con menos del 5% del electorado en todo el territorio no obtienen representación parlamentaria, lo que evita el crisol de landers de la República de Weimar y el crisol multinacionalista de la democracia española. ¡Qué envidia!
Tercero, los liberales sólo niegan el gobierno "semáforo" (rojos, verdes y amarillos, ellos) pero no la triple entente con conservadores y socialdemócratas. Lo mismo, conservadores y socialdemócratas niegan acercarse a Oskar Lafontaine. Aquí, unos y otros sólo negarían entenderse con la opción mayoritaria del otro lado del río, y correrían a los brazos de Verdes o cualquier opción que sumara su mayoría con las minorías para anular a la otra mayoría. ¡Qué envidia!
Creo sinceramente que el PP no tiene por ensamblaje de coherencia pegamento suficiente para aunar liberales, demócratas cristianos, centristas, economicistas y tecnócratas, al igual que el PSOE no cuenta con hilatura para albergar a la vez a federalistas, poscomunistas, socialdemócratas y liberales "libertarios".
La promoción de la recuperación de IU como espacio y del surgimiento de un centrismo o lerrouxismo y de un espacio neocon apartado de la corriente liberal, más allá del miedo de los partidos a perder peso porcentual, creo, sería positiva para el sistema, en tanto eliminaría el relativismo político, esto es, el peso mayoritario de lo minoritario, más peligroso, creo, que el relativismo moral del que habla Benedicto XVI.