España
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¿Quién es espejo de rufianes? ¡Rubianes!
Enviado por el día 27 de Enero de 2006 a las 12:40
Si las lágrimas me lo permitiesen, queridos todos, vertiría, aun a riesgo de hacer correr las vuestras, el desahogo que el alma reclama ante la situación de esto que aún se llama España.
¿Hay palabras para tanta ignominia? Ni el más fino y penetrante estro, ni la pluma más vigorosa, podrían componer un adecuado retrato del triste espectáculo que se nos ofrece. No hay palabras.
Tan sólo me permito este ovillejo dedicado a la tragedia del mísero bufón, rastrero merecenario de las tablas (yo le daba a pisar otras para condecorarle con una soga) que ha vendido su voz tabernaria y sus modales arrabaleros a la triste causa de los enemigos de España, vilipendiada por tan atroz sujeto, acabada muestra de la hez que se ha hecho con el poder.
¡Pobre Pepito! Mira que no ser catalán; mira que llamarse Pepe, como el Partido enemigo, y con lo español que es el nombre. Y para colmo, así se llamaba el Padre de Cristo. Indulgencia para el sufrimiento del mediocre que ha de sostener su viciosa e inútilexistencia y comprar con excesos otros imprescindibles para él. Ahí va.
¿Quién es de chiste de Lepe?
Pepe.
¿Quién espejo de rufianes?
Rubianes.
¿Qué podia ser este borrego?
Charnego.
Siempre será, aunque ciego
de furor ataque a España,
el siervo de vil calaña,
Pepe Rubianes, charnego
¿Hay palabras para tanta ignominia? Ni el más fino y penetrante estro, ni la pluma más vigorosa, podrían componer un adecuado retrato del triste espectáculo que se nos ofrece. No hay palabras.
Tan sólo me permito este ovillejo dedicado a la tragedia del mísero bufón, rastrero merecenario de las tablas (yo le daba a pisar otras para condecorarle con una soga) que ha vendido su voz tabernaria y sus modales arrabaleros a la triste causa de los enemigos de España, vilipendiada por tan atroz sujeto, acabada muestra de la hez que se ha hecho con el poder.
¡Pobre Pepito! Mira que no ser catalán; mira que llamarse Pepe, como el Partido enemigo, y con lo español que es el nombre. Y para colmo, así se llamaba el Padre de Cristo. Indulgencia para el sufrimiento del mediocre que ha de sostener su viciosa e inútilexistencia y comprar con excesos otros imprescindibles para él. Ahí va.
¿Quién es de chiste de Lepe?
Pepe.
¿Quién espejo de rufianes?
Rubianes.
¿Qué podia ser este borrego?
Charnego.
Siempre será, aunque ciego
de furor ataque a España,
el siervo de vil calaña,
Pepe Rubianes, charnego