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El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 08:35
Miguel de Unamuno (...), rector de la universidad de Salamanca, se había encontrado en territorio nacionalista al empezar la guerra civil. La República le había desilusionado, admiró a algunos de los jóvenes falangistas, y dio dinero para el alzamiento. Todavía el 15 de septiembre apoyaba al movimiento nacional. Pero el 12 de octubre de 1936 cambió de opinión. Estaba, como dijo más tarde, “aterrado por el cariz que estaba tomando aquella guerra civil, realmente horrible, debida a una enfermedad mental colectiva, a una epidemia de locura, con un sustrato patológico”. En aquella fecha, aniversario del descubrimiento de América por Colón, en el que se conmemoraba la “Fiesta de la Raza”, se celebró una ceremonia en el paraninfo de la universidad de Salamanca. Allí estaban presentes el doctor Pla y Deniel, obispo de Salamanca, y el general Millán Astray, el fundador de la legión extranjera, que por entonces era un asesor importante, aunque oficioso, de Franco. Su parche negro en un ojo, su único brazo y sus dedos mutilados lo convertían en un héroe del momento. Presidía el acto Unamuno, el rector de la universidad.
La ceremonia tenía lugar a un centenar de metros del cuartel general de Franco, instalado desde hacía poco tiempo en el palacio del obispo de Salamanca, por propia invitación del prelado. Después de las formalidades iniciales, vinieron los discursos del dominico Vicente Beltrán de Heredia y del escritor monárquico José María Pemán. Ambos discursos fueron muy apasionados. También lo fue el del profesor Francisco Maldonado, que atacó violentamente al nacionalismo catalán y al vasco, describiéndolos como “cánceres en el cuerpo de la nación”. El fascismo, el “sanador” de España, sabría cómo exterminarlos, “cortando en la carne viva como un cirujano resuelto, libre de falsos sentimentalismos”. Desde el fondo de la sala alguien gritó el lema de la legión extranjera: “¡Viva la muerte!”. Millán Astray dio a continuación los gritos excitadores de multitudes que ahora eran ya habituales: “¡España!”, gritó. Automáticamente, una serie de personas gritaron: “¡Una!” “¡España!”, volvió a gritar Millán Astray. “¡Grande!”, contestó el auditorio. Y al grito final de “¡España!” de Millán Astray, sus seguidores respondieron: “¡Libre!”. Varios falangistas, con sus camisas azules, hicieron el saludo fascista ante la fotografía sepia de Franco que colgaba de la pared sobre el estrado.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 08:37
Todos los ojos se volvieron hacia Unamuno, cuya antipatía a Millán Astray era conocida, y que, al levantarse para cerrar el acto, dijo: “Estáis esperando a mis palabras. Me conocéis bien y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir. Porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso, por llamarlo de algún modo, del profesor Maldonado. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo –y aquí Unamuno señaló al tembloroso prelado que estaba sentado a su lado–, lo quiero o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona”.
Hizo una pausa. Se produjo un silencio cargado de temores. Nunca se había pronunciado un discurso como aquel en la España nacionalista. ¿Qué diría el rector a continuación? “Pero ahora –continuó Unamuno– acabo de oír el necrófilo e insensato grito: “¡viva la muerte!” Y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían, he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero, desgraciadamente, en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán Astray pueda dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor”.
En ese momento, Millán Astray ya no pudo contenerse por más tiempo. “¡Mueran los intelectuales! –gritó–. ¡Viva la muerte!” Este grito fue coreado por los falangistas, con el que el militar que era Millán Astray tenía, en realidad, muy poco en común. “¡Abajo los falsos intelectuales! ¡Traidores!”, gritó José María Pemán, deseoso de limar las aristas del frente nacionalista. Pero Unamuno continuó: “Éste es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho”.
Siguió una larga pausa. Algunos de los legionarios que rodeaban a Millán Astray iniciaron un amenazador movimiento de aproximación al estrado. El guardia personal de Millán Astray apuntó a Unamuno con su ametralladora. La mujer de Franco, doña Carmen, se acercó a Unamuno y Millán Astray y pidió al rector que le diera el brazo. Él se lo dio y los dos salieron juntos, lentamente. Pero ésta fue la última vez que Unamuno habló en público.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 08:38
Aquella noche, Unamuno fue al casino de Salamanca, del que era presidente. Cuando los miembros del casino, algo intimidados por estos acontecimientos, vieron la venerable figura del rector subiendo las escaleras, algunos gritaron: “¡Fuera! ¡Es un rojo y no un español! ¡Rojo, traidor!” Unamuno entró y se sentó. Un tal Tomás Marcos Escribano le dijo: “No debería haber venido, don Miguel, nosotros lamentamos lo ocurrido hoy en la universidad, pero, de todos modos, no debería haber venido”.
Unamuno se marchó, acompañado de su hijo, entre gritos de “¡traidor!” El único que salió con ellos fue un escritor de segundo orden, Mariano de Santiago.
A partir de entonces, el rector ya no salió casi nunca de su casa, y la guardia armada que le acompañaba tal vez era necesaria para garantizar su seguridad. La junta de la universidad “pidió” y obtuvo su dimisión del cargo de rector. Murió con el corazón roto de pena el último día de 1936. La tragedia de sus últimos meses fue una expresión natural de la tragedia de España, donde la cultura, la elocuencia y la creatividad estaban siendo reemplazadas por el militarismo, la propaganda y la muerte.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 08:39
La Guerra Civil Española, de Hugh Thomas.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 09:36
Me parece que las palabras de Unamuno fueron pronunciadas con el mismo frenesí de aquellos a los que tanto criticaba. Millán Astray no era una persona con muchas luces a lo que se ve. Pero Unamuno si que debía haberlo sido, y tampoco lo fué.

Unamuno tenía razón en que para convencer hay que persuadir, cosa que para su desgracia, porque no supo o no quiso, no intentó el régimen. Pero cosa muy distinta es que le faltase razón al régimen. Tenía toda la razón que tiene media sociedad que recurre a la violencia en defensa propia contra la otra media. Los sublevados no debían lealtad a ningún orden, porque ese orden establecido había desaparecido, había sido traicionado por sus mismos garantes. No se respetaban derechos, vidas ni propiedades, de forma continuada y creciente desde hacía cinco años, y el estado de derecho había fracasado completamente. Nadie podía deber lealtad a un estado inexistente.

Las palabras de Unamuno parecen improvisadas y poco reflexionadas, o en todo caso reflexionadas por una mente confusa. Y eso es comprensible en un militar que no es un intelectual, pero no en un intelectual.

El error conceptual de Unamuno hizo mucho daño al régiemen, y debío haber sido desmontado de inmediato con argumentos, cosa que no se hizo. Que lo de Unamuno era un error, aquí queda dicho y explicado, a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.

Saludos
Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 09:49
La realidad es que la II Republica nació como liberal ante la dictablanda de Primo de Rivera( padre) y la corrupción monárquica y encontró en Unamuno y Ortega y Gasset a sus mayores defensores que luego antes el cariz que tomaba la República en manos de los rojos rechazaron con énfasis tales desatinos.
No hubo ningún error conceptual en Unamuno, era un liberal y como tal no es posible estar a favor ora de la izquierda ora de la derecha.El liberalismo rechaza todo autoritarismo.
Tanto la II República del Frente Popular como el Régimen Franquista eran autoritarios.

Lee "Contraesto y aquello".
Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 10:17
Donde dice Millán Astray controló a sus huestes
Quiere decir Carmen Polo controló a las huestes
Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 10:10
Frenesí existió en las palabras de Unamuno pero no irreflexión, pues iluminación no les faltó. Viendo el espectáculo que se desparramó ante sus ojos, entendió el intelectual que en ningún caso ganarían los suyos. Unamuno se retiró, porque en esa contienda él ya no pintaba nada: Cualquier bando que ganara, no sería el suyo.
Tal vez entendió que su única elección era apostar por el menos malo, y eso a un anciano intelectual no le basta.
Unamuno formaba parte de esa mitad de la sociedad que se sublevó contra la tiranía gobernante, y por lo tanto la misma razón que asistía a las otras partes de esa mitad le asistía a él mismo.
Ese día el intelectual Unamuno libró una batalla contra los frenéticos militares, y en cuanto la perdió entendió que no ganaría la guerra.
Pero Unamuno respondió a las algaradas con palabras, y a sus palabras quiso el tropel responder con balas.
Millán Astray controló a sus huestes, lo que le convierte en menos malo que la mayoría de socialistas de la época. Demostró tener honor, que no es poco.
La guerra enfrentó a tres bandos: Los vencedores, los vencidos y los que pagaron con su libertad que los gobernantes ordenaran respetar sus vidas.
Saludos.
Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 10:19
Donde dice Millán Astray controló a sus huestes
Quiere decir Carmen Polo controló a las huestes
Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 12:29
De acuerdo en que Unamuno era un liberal.

Un liberal debe oponerse al autoritarismo cuando reina el orden. Oponerse al autoritarismo cuando hay caos es un suicidio. Unamuno entró en una grave contradicción interna, porque ni podía estar a favor de los revolucionarios ni entendió por qué estar a favor de los que querían restablecer el orden. En esas condiciones, lo que le queda a uno es irse o morirse, pero ya no marca ningún camino viable a la sociedad. Probablemente fué esa contradicción interna la que lo mató, al sentir que sus ideas lo llevaban a ese enorme absurdo sin solución aparente. Muriéndose en su casa, Unamuno en el fondo estaba siendo consecuente con su contradicción, pues era lo único a lo que esta podía llevarle. ¿Se supone que los sublevados hubieran debido hacer lo mismo que él? Hay que ser buenos, pero no tontos. Eso es de la Biblia.

En un momento de especial gravedad, Unamuno debió haber marcado caminos posibles para resolver la situación, pero en cambio "implotó", fallándole estepitosamente a la sociedad que debía guiar como intelectual. Unamuno se comportó como un exponente de esa España todavía grande pero caduca y marchita del s. XIX.

El que pierde su orientación en la vida de forma tan grave comete un grave error, un error por inacción.

Hay que estar en contra de un poder público autoritario si hay paz. Hay que pedir que el poder público restablezca el orden si no lo hay. Quedarse quieto ya es colaborar con el desorden, además de un suicidio. Quedarse inactivo entre víctima y criminal no es moral, es inmoral. Y en según qué casos, puede llegar a entenderse como cooperación necesaria...

Ahí está el error de Unamuno. Nadie dice que intencionado, pero sí claramente un error.

Saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 13:49
Unamuno fue un tipo consecuente y valiente. Una cosa es apoyar una rebelión contra un gobierno que ha perdido la razón, y otra bien diferente aplaudir o callar ante las salvajadas cometidas y dichas por parte de los alzados. Estaba muy por encima de los demás, y así hay que reconocerlo. Más Unamunos, Besteiros y Madariagas y menos Prietos, Largos, Francos y Millán Astrays es lo que necesitaba España.

Saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 14:53
Propugnar la inacción (como hizo encerrándose finalmente en su casa) en un momento en que la realidad le pasaba por encima es un fracaso. Y no sólo cometió ese error, también cometió el error de financiar un alzamiento sin ser consciente de todo lo que eso conlleva de cosas buenas y malas. ¿Qué esperaba, que cada soldado con un fusil fuera un filósofo? Así que no contento con no comprender bien la posición de los alzados, erró en sus cálculos de lo que significa un alzamiento y de repente sintió remordimientos.

Eso indica una decisión mal meditada y mal asimilada, algo imperdonable en un intelectual. Probablemente esperaba que el alzamiento fuera un paseo triunfal de pocos días, eso lo querían todos los sublevados, pero esas cosas no se eligen. Y Unamuno debería haber comprendido la situación y estar preparado para desgracias imprevistas e incluso innecesarias (nadie es infalible) o simplemente no participar desde el principio.

Unamuno llegó por el análisis a la parálisis, un defecto común entre la gente que se empeña en perderse en disquisiciones cuando ese momento ya ha pasado.

Azaña propuso a Mola un gobierno de unidad nacional después del alzamiento. Ya era demasiado tarde. Como dijo Mola, "ya no podemos parar a nuestras masas". Dijo que si lo hicieran, la cabeza de Azaña y la de él mismo serían las primeras en rodar por el suelo. Sin duda vieron la imposibilidad de hacer algo así, tenían un sentido de la realidad del que carecía Unamuno. No basta con pensar mucho, hay que conseguir que eso sirva para algo en el momento correcto.

Si Unamuno era uno de nuestros intelectuales más brillantes de la época y cometió estos errores de bulto, eso también explica en gran parte lo que pasó, por la ausencia de figuras de verdadera valía y liderazgo sensato.

Saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 14:59
Si para un liberal como Unamuno la elección es entre morir de cáncer o de SIDA ,se muere solo.

La excepcionalidad no es más que fascismo,hay que prevenir antes que curar.

Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 15:19
Exacto, el fascismo es sólo una medicina amarga cuando ya es demasiado tarde. Hay que prevenir que grupos interesados lleven a una sociedad a la situación previa a la guerra civil española. Eso no hace sino subrayar que los culpables de ese desaguisado son los que llevaron la sociedad a ese punto de ambiente revolucionario, y que eso es lo que hay que prevenir.

Saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 21:53
Bueno, considerar un error de bulto oponerse a aquellos que hacen de la guerra una razón para vivir es mucho considerar.
Unamuno, Ortega y otros tantos intelectuales debían saber mejor que nadie las consecuencias que podía deparar el alzamiento: Es admisible que los fanáticos republicanos y las masas nacionales no fueran conscientes de las posibles repercusiones, y si muchos censuran que los republicanos no hicieran causa común con los planteamientos de Besteiro, no entiendo cómo no pueden censurar que cuando Unamuno enfrentó sus planteamientos con los de Millán Astray el grueso del bando nacional apoyara a Millán.
Ese día en Salamanca los alzados demostraron que querían guerra, y no sólo eso pues también demostraron que ese dilema se resolvería utilizando armas en lugar de razonamientos.
Unamuno fue uno de los tantos artífices de la sublevación social contra la tiranía republicana, pero no porque fuera republicana si no porque era una tiranía.
Apuntar con ametralladoras a Unamuno después de su brillante (o lamentable, tanto monta) exposición fue amenazar de muerte a la razón.
El tiempo dio la razón a Unamuno, pues el acallamiento mediante armas no fue una medida eventual o de urgencia, pues dicha "tradición" se mantuvo en España durante muchas décadas más.
La diferencia es la que es: Si los prebostes republicanos hubieran defendido a Ramiro de Maeztu como doña Carmen Polo defendió a Unamuno, estaríamos hablando de otra cosa. Ese detalle y otros demuestran que los sublevados eran los menos malos.
Pero Unamuno fue fiel a sus ideas y se comportó como un valiente. Su valentía no es comparable a la de Millán o la de Franco, pues Unamuno sólo disponía de palabras.
Amenazaron de muerte a la razón los fanáticos y la razón dejó de existir; tal vez hasta nuestros días.
Incluso hoy mucha gente confunde a los militares con el alzamiento, y no digamos ya los que confunden al alzamiento con el franquismo.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 19 de Julio de 2006 a las 23:16
Ay, esto de los menos malos...
"La diferencia es la que es: Si los prebostes republicanos hubieran defendido a Ramiro de Maeztu como doña Carmen Polo defendió a Unamuno, estaríamos hablando de otra cosa. Ese detalle y otros demuestran que los sublevados eran los menos malos."
No hay ningún gilí que lea hoy a Ramiro de Maeztu, pero sí a García Lorca a quién al parecer no le protegió la Sra de los Collares.
Todo este rollo de la Guerra Civil es nauseabundo: TODOS, salvo la burguesía del PNV que no fusilaba por prejuicios religiosos, eran unos verdaderos BESTIAS.

Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 00:13
Me parece más pertinente comparar a García Lorca con Muñoz Seca, pero tampoco es cuestión de andar mareando la perdiz acerca de quién era semejante a quién.
La mujer de Franco se comportó como una señora amparando a Unamuno, favor de referirme una señora en el bando republicano.
No me consta que la mujer de un dirigente del Frente Popular le salvara la vida a ningún intelectual, de ser así reconoceré un error.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 07:44
En el plano literario, Muñoz Seca es incomparable con García Lorca. Me parece que eso está fuera de discusión. Como individuos, el asesinato de los dos fue un crimen exactamente igual de condenable.
Unamuno era una figura conocida en la época, reconocida internacionalmente. Era inconcebible, incluso en aquélla época, que le pudieran haber tocado un pelo, aunque con los cabestros nunca se sabe.
Y por supuesto, en el bando republicano, al igual que en el nacional, hubo casos de dignidades personales que se esforzaron en salvar la vida de antagonistas políticos.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 08:15
No era tan inconcebible, García Lorca era conocido internacionalmente y se lo llevaron por delante.
Lo que denunció Unamuno fue más o menos esto: Uds. han perdido la cabeza, y no me cuenten que es por España.
Por mucho menos mataron a García Lorca, precisamente por eso comparé a Muñoz Seca con él.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 08:05
Oponerse a aquellos que recurren a la guerra como único medio de autodefensa cuando es el único medio de autodefensa es un error de bulto. Los militares nunca hacen de la guerra un medio de vida sino que hacen del orden y su mantenimieno su razón de ser. La guerra es sólo una consecuencia extrema de actitudes humanas (o inhumanas) extremas y que no fueron patrocinadas por los militares, que pagaron un altísimo precio en vidas (en los dos bandos) por algo que otros habían traido, no lo olvidemos.

Diferencia republicanos-Besteiro Unamuno-Astray: los republicanos derivaron hacia una violencia gratuita innecesaria (o más bien sólo necesaria para una revolución artificial importada por una reducida camarilla), Unamuno propugnaba la inacción en un momento en que sólo la acción podía salvar la situación. Unamuno se expresaba de forma correcta sobre un fondo incorrecto, Astray se expresaba de forma incorrecta sobre un fondo correcto. Fué preferible seguir a un loco con razón que a un cuerdo errado.

Ese día los alzados fueron coherentes con el hecho evidente para todos menos para los obnubilados y confundidos que el momento de los diálogos ya había pasado. Se había ido demasiado lejos, durante demasiado tiempo y por demasiada gente por parte del otro bando, y ya no se podía simplemente "poner a cero" el contador. No se podía porque no hubiera funcionado. Las turbas habían sido armadas, eran continuamente azuzadas con consignas dementes que eran seguidas al pié de la letra...y hubieran seguido así si no se las para físicamente. ¿O alguien de verdad piensa que hubiera funcionado un "chicos, final de la fiesta, sean todos buenos, devuelvan los fusiles y cada uno a su casa"?.

Estoy de acuerdo en que Unamuno no se sublevó contra la república sino contra la tiranía, es decir, contra los que habían secuestrado la república. Como todos los demás sublevados. Lo primordial era defenderse, lo de menos el régimen político. Después se vió que nada que no fuese autoritarismo funcionaría, y yo personalmente confío mucho más en el criterio sobre eso de los que hicieron lo correcto de 1936 a 1939 que en el de los que hicieron lo contrario o de los que a 70 años vista presumen de conocer la historia mejor que los protagonistas...

Apuntar con armas a Unamuno es una manera ciertamente primitiva de defenderse ante las palabras de alguien por aquellos que no pueden usar las palabras con la misma agilidad. Pero eso no implica a priori tener razón o no tenerla.

El tiempo demostró que los que no podían usar las palabras con agilidad en segundos tampoco podían hacerlo en 40 años. Pero eso ni da ni quita razones. De hecho los argumentos que yo estoy dando aquí podían haber sido esgrimidos entonces, pero por alguna razón nadie lo hizo.

Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 08:16
Perdona que discrepe, pero creo que Unamuno no fué un valiente sino un inconsciente. Ni calibraba lo que había en las calles, propugnando la inacción y la persuasión, ni calibraba lo que había allí dentro con él. Tan es así, que de no haber sido por la Sra. Polo, sus palabras hubieran originado una tragedia allí mismo. Unamuno era el típico intelectual más apegado a sus ideas que a la realidad, sin darse cuenta de que las ideas son un instrumento hacia la realidad, y nunca una realidad en si misma. Y que si uno se comporta prefiriendo las ideas propias por encima de su incardinación con la realidad, normalmente se derivan consecuencias siempre negativas, y más o menos graves dependiendo del caso. En el fondo Unamuno miraba a sus ideas como un niño maniático a sus juguetes, y no toleraba intromisiones de la realidad en ellas. Eso es exactamente lo que se llama un fracaso del intelecto, que nunca se justifica en si mismo si no es para encontrar el camino a través de la realidad.

Los alzados no amenazaron a la razón, sino que amenazaron a todos los que se oponían por cualquier medio a la única solución viable en ese momento. Amenazaron a algunos de los autoproclamados y obnubilados sumos sacerdotes de la razón. No sólo eso, consiguieron remover todos los obstáculos del camino, sólo eso explica que la única solución posible pudiera ser llevada a efecto. Siempre tuvieron razón al alzarse en 1936, y su razón permanece intacta hasta nuestros días. Y según avanza la historia, la verdad resplandece más sobre todas las mentiras interesadas de sus enemigos y los yerros de todos los desorientados.

Unamuno propugnaba la persuasión. Cree el ladrón que todos son de su condición, cree el intelectual que todos los hombres se avienen a razones, y pueden ser persuadidos. Craso error. Especialmente craso pensar así de turbas comunistas armadas y asesinas...Si eso no es un error de bulto...

Unamuno pecó de una soberbia infinita al proclamarse en posesión de la verdad, más aún cuando cometía errores de este calibre. Unamuno no representa ninguna posición intelectual de mérito a la altura de lo que hubiera debido esperarse de él. Tal vez la edad había hecho mella en él, nunca lo sabremos.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 08:49
Se encontraban en la Universidad de Salamanca, en territorio nacional. Podríamos decir que un territorio muy apartado de la vanguardia.
No era el lugar para que se exhibiera Millán, y Millán no entendió eso.
Los que se equivocaron fueron Millán Astray y el que gritó "Viva la Muerte", Unamuno hizo lo que tenía que hacer.
Millán Astray merecería todo mi reconocimiento, si hubiera gritado que la Universidad no era lugar para soflamas, y llamado a la corrección al impetuoso cachorro.
Hubiera transmitido que luchaban por una idea, y no por una consigna.
Sería censurable que Unamuno acudiera al campo de batalla e interrumpiera a un general para incitar a la espiritualidad, anteponiéndola a las necesidades de la patria o del batallón.
Pero la autoridad moral en esa sala debió haber sido Unamuno.
El cáncer que se manifestó en esa sala, se extendió después por España.
Unamuno entendió que, en esa sala, todos luchaban contra la tiranía pero no todos por la libertad.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectua
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 08:53
Una España que, como decía prisionero, ya estaba enferma de SIDA.
Se abrieron las puertas del desastre.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectua
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 11:22
Millán Astray se equivocó en la forma, estoy de acuerdo, pero no en el fondo.

Unamuno hizo lo que "pensó" que tenía que hacer. Lo que hubiera debido hacer es comprender y dirigir intelectualmente la situación hacia algo mejor. No comprendía, y por eso no estaba en condiciones de dirigir nada hacia mejor.

Millán Astray no luchaba probablemente por una idea, simplemente luchaba.

Unamuno era una autoridad moral. Y lo que hizo equivale a lo que dices de ir al campo de batalla y llamar a la meditación. Tan es así que los ejércitos saben que la motivación del ejército o su desmotivación son un arma más, tan importante o más que las otras, y por eso se entregan con tanta dedicación a la propaganda de guerra.

Unamuno era sin duda la autoridad moral de la reunión, si bien una autoridad moral desacreditada a sí misma por lo incoherente de su discurso con la realidad.

Unamuno no entendió que no siempre se puede luchar contra una tiranía y a favor de la democracia. Sobre todo si más de la mitad de la población ha decidido apoyar partidos que apoyan una revolución comunista, asesinatos y estragos varios.

Admito que existe el caso notable de la Alemania de la postguerra. Teóricamente hubiera sido posible hacer lo mismo aquí. Pero hay que considerar que la tutela de Alemania después de la guerra fué ejercida no sólo por varios países, sino que contaban además con gran tradición y dominio democráticos, cosa que en España desgraciadamente no teníamos.

Eso indica una clara limitación del lado de los vencedores. Pero España no contó con ayuda exterior para eso, así que tuvo que aplicar los medios disponibles, para desgracia de los revolucionarios. Eso es un gran fallo de cálculo de los mismos, es como delinquir en Turquía: si lo haces, irás a parar a sus cárceles, que son las que son. Si quieres tener un futuro mejor, delinque en Europa, y si lo quieres mejor aún, no delincas.

Además está el hecho muy notable de que los alemanes tras la guerra tenían clara la noción de haber cometido un error como pueblo. Una gran parte del pueblo alemán recibió a los aliados como libertadores, y en verdad lo eran, librándoles de un exilio interior. Por tanto aceptaron fácilmente imprimir un nuevo giro a su política sin mayores problemas. Es público y notorio que en la izquierda española no hay ningún sentimiento de arrepentimiento, ni ninguno de sus integrantes ha pedido perdón por lo que trajeron a este país. Lo que dicho sea de paso, no habla muy favorablemente ni de su capacidad intelectual ni de su calidad humana.

Por eso yo pregunto desde aquí:

¿Para cuando una disculpa de la izquierda por los desmanes cometidos? ¿Para cuando el reconocimiento de la izquierda de su culpa por haber intentado involucionar traumáticamente un régimen democrático hacia una dictadura del proletariado?

Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intele
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 11:23
Precisamente por vivir instalada en esa incoherencia pierde la mentecata izquierda española todo vestigio de autoridad moral.

No espero respuesta, tal vez nunca llegue. Pero no me digan que unas disculpas no estarían justificadas...

Saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los in
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 11:38
Unamuno no se equivocó.

Comprendió perfectamente, aunque tarde, lo que que estaba ocurriendo.

ningún hombre decente puede apoyar una guerra, y menos aún darle cobretura moral.

Las guerras no son más que matanzas provocadas por descerebrados y por asesinos y nunca llevan a nada bueno.

No son el último recurso sino un peldaño más de degradación humana, y Unamuno que al principio por pasión o por miedo apoyó el alzamiento pronto se vió enfrentado a la aterradora realidad de la guerra, que no es más que encanallamiento y miseria humana a raudales.

había escogido un bando cuando en una guerra sólo el bando de los que no la quieren es el bando lícito.

En España en 1936, poca gente quería una guerra, pero se dejaron arrastrar por la estupidez criminal de unos cuantos políticos y militares sin escrúpulos.

En una guerra no hay buenos y malos, sino provocadores y criminales y el resto de la gente, que sobrevive como puede a la locura.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 11:02
Unamuno era un intelectual, y los intelectuales no pintan nada en las guerras.
Las guerras las hacen los guerreros, como Millán Astray, es decir, gente de acción, irreflexiva, mística y fanática.

ningún intelectual digno podía apoyar a ningún bando en aquella guerra, debían condenar esa guerra porque la guerra es siempre la consecuencia de un fracaso absoluto de la inteligencia.

al menos Unamuno fue valiente y digno a la hora de desmarcarse del bando franquista.

Mucho más triste fue la actitud de grandes poetas como Alberti y Miguel Hernández, que en lugar de tomar distancias se convirtieron en busrdos propagandistas y arengadores de las milicias y sus desmanes.

para animar a las tropas al combate no hacen falta intelectuales, basta con gente como Millán Astray.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 11:40
Cuando sale el ejército, es para matar.
Antes de julio del 36, la izquierda destruyó gran parte de la democracia, y ahí alzaron sus voces los intelectuales (Ortega, Unamuno, Madariaga,etc.); pero, a su vez, la contrarrevolución creó un radicalismo de oposición en extremo violento, al menos en sus primeros años, y mantuvo un gobierno autoritario durante casi cuatro décadas.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 11:50
Al César lo que es del César...

Millán Astray nunca busco la intelectualidad. Su vocación era militar y como tal vivió. Lo que no se le puede negar es el gran aporte que hizo al ejército español. Fue el fundador de la que sin lugar a dudas ha pasado a ser la mejor fuerza de asalto del ejército español, La Legión.

Saludos cordiales

Imperio
Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 12:07
En 1.919, Millán Astray comienza a pensar en tropas de asalto para Ýfrica:

"una larga estancia en Ýfrica, sirviendo en Policía Indígena, en regulares y en el Regimiento de Infantería de Serrallo número 69 unido a alguna afición al estudio y entusiasmo por el problema africano, dieron lugar a que germinase la idea de Organizar una Legión Extranjera, en vista del excelente resultado que a los franceses les había dado la suya, a la que después de la Gran Guerra titularon de Heroico Regimiento que, por su amor a Francia y su bravura, ha sido colocado en el primer puesto"

En 1.920, se crea el mejor cuerpo de élite del ejército español:

"con la denominación de Tercio de Extranjeros se creará una unidad militar armada, cuyos efectivos, haberes y reglamento por el que ha de regirse serán fijados por el Ministro de la Guerra"

Saludos cordiales

Imperio
Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 12:43
Marcial,

"ningún hombre decente puede apoyar una guerra, y menos aún darle cobretura moral".

"Las guerras no son más que matanzas provocadas por descerebrados y por asesinos y nunca llevan a nada bueno".

"había escogido un bando cuando en una guerra sólo el bando de los que no la quieren es el bando lícito".

"En España en 1936, poca gente quería una guerra, pero se dejaron arrastrar por la estupidez criminal de unos cuantos políticos y militares sin escrúpulos".

"En una guerra no hay buenos y malos, sino provocadores y criminales y el resto de la gente, que sobrevive como puede a la locura".

¿Usaría Ud. los mismos calificativos contra las democracias occidentales aliadas que hicieron la guerra a las potencias del eje?

¿Cuál cree Ud. que sería nuestro presente si aquellos aliados no hubieran actuado como lo hicieron?

¿Desconoce Ud. que la política de apaciguamiento (los del bando que no quería la segunda guerra mundial), lejos de parar a Hitler sólo propició que este invadiera confiado países adicionales, lo que hizo el problema mucho peor, causando a la postre más muertos que si se hubiera atajado antes?

Si está Ud. tan radicalmente en contra de la guerra en cualquier circunstancia, estará también en contra de que mantengamos un ejército ¿no? Pues mire Ud. a Líbano para saber lo que les pasa a los países sin ejército...

Es muy loable ser pacifista, desde luego mucho mejor que revolucionario estilo 1936. Pero es necesario salir de posiciones del tipo "no a la guerra" (todos estamos contra la guerra) para entrar en la sensatez de la realidad.

Saludos

Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 13:09
A Hitler se le pudo parar antes, sin necesidad de recurrir a una guerra. pero se le dejó hacer hasta que invadió Polonia.

Y maneras de pararle antes del 39 había muchas, desde enviar tropas francesas y británicas a Polonia y Checoslovaquia antes de la invasión a sanciones económicas, acercamiento a Mussolini, que antes de 1936 no era proalemán, etc..
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 12:53
“Millán Astray nunca busco (sic) la intelectualidad. Su vocación era militar y como tal vivió.”
Al menos se reconoce que era un cabestro de tomo y lomo. Quien tiene el españolísimo valor de gritar “muera la inteligencia!” ya sabemos de qué parte está.

Y encima padre de los novios de la muerte; es decir, suegro de la muerte.
Sólo falta que alguien me diga que fue nombrado hijo predilecto de coruña, lo que emparentaría directamente a coruña con la muerte, por vía de sus nietos.
Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 13:15
Rectifico. Quien tiene el españolísimo valor de gritar “muera la inteligencia!” ya sabemos de qué parte no está: no está de parte de la inteligencia.

Y su “gran idea” la copia de los gabachos, en fin...
Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 14:53
Marcial,

Definitivamente eres un ingenuo. Hitler tenía un plan, el Reich de los mil años. Lo mismo le daba que enfrente estuvieran polacos o ingleses. En vez de matar algunos soldados polacos y disfrazarlos de alemanes para justificar un acto de "autodefensa" invadiendo Polonia, lo hubieran hecho con soldados ingleses o franceses. Eso sin contar la "provocación" que hubieran referido los alemanes y los "apaciguadores" ante tal despliegue de tropas "hostiles".

¿Por qué hay gente que es incapaz de comprender que hablando no se entiende la gente, sino que hablando sólo se entiende la buena gente?
Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 15:07
Gritar "muera la inteligencia" es una soberana estupidez. Máxime cuando precisamente la carrera de un militar se basa en el mérito y este es casi siempre consecuencia de la inteligencia.

No se pueden descontextualizar esos gritos fuera de tono. En un momento de acción, una inteligencia dubitativa no sólo no aporta nada sino que es un estorbo.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 16:36
Jarabo:

De lo que se había triunfado era, claro, está, del "liberalismo" (en el lenguaje que os gusta) y de la catástrofe por él inducida: la pérdida de la unidad del hombre y de la patria. Es verdad que el nacionalsindicalismo se había alzado, a principios de los treinta, contra el triple orden de realidades históricas que imperaban "sobre el haz de nuestra España", la liberal (entre comillas) la marxista y la contrarrevolucionaria o derechista.
Y era un axioma de la doctrina social de la iglesia (se entiende que hablo en el "contexto" de la época, cuando Millán Astray habló y la Polo tuvo el "gesto" con un anciano "desaforado"), compartido por Falange (no importa si auténtica o no ), Franco y toda la comparsa, que trodos los males de aquel presente, de la división del hombre, de la desagregación y pérdida de la nación, radicaba en el liberalismo.
Fue la utopía liberal -como escribiría poco después el más místico de todos ellos, José Corts Grau, al celebrar por fin que Estado y Nación volvieran a identificarse- la que "dilaceró en sí mismo al hombre, y, al disgregarle de la verdad, acabó por desarraigarle de su Patria, vagabundo en un estado a la deriva".
Era para ellos, entonces, el derrumbe del "Estado liberal" (¿¿??) como mpenúltima forma del estado moderno el axioma del que partían en la búsqueda de una respuesta diferente, original, puramente española (¡Muera la inteligencia, viva la muerte!), a la angustiosa pregunta sobre las posibilidades de reconstrucción del orden y de la unidad arruinados por el "liberalismo".
Era, para Dionisio Ridruejo, por ejemplo, el liberalismo el culpable de la pérdida de la patria una y unida, de la que el comunismo no era sino una forma errada de resolver la fragmentación.

¿No decía Laín "vamos con tanto coraje" contra el liberalismo victoriano como contra el marxismo?

Así que de esos gritos no hay nada descontextualizado. No fue un momento de accón. Era el programa: Forjar el imperio. La reserva espiritual de Occidente.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 16:50
Eso lo vio Unamuno, y lo vio Ortega y lo vieron otros tantos: La misión del intelectual fascista, construir un Estado totalitario (los García-Valdecasas, Laínes, ¡Arangurens!, Beneytos, etc., etc...)

¿Crees sinceramente que podían haber hecho otra cosa que callarse o que irse?
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 18:38
Cide:

En Falange Española, que es la única que existía hasta 1.937, militaban personajes ilustres como :Dionisio Ridruego, Alfonso García Valdecasas, Ernesto Giménez Caballero, José Antonio Primo de Rivera... Realmente, FE no veía al liberalismo como el principal mal para de de sociedad y por lo tanto traba para la salvación de la España de los años treinta. Los falangistas identificaban como principales males para que España no volviera a sus origenes: La anarquía de los partidos políticos, los separatismos y la lucha de clases. Lo que FE criticaba del liberalismo de los años 30 era "su excesiva preocupación por la libertad abstracta mientras que prospera la injusticia económica".

Por otro lado, el principal problema para que la II República fracasase y diese paso al inevitable alzamiento, es que la izquierda se radicalizó tanto, que contagió de dicho radicalismo a la derecha y a los monárquicos, pasando éstos dos grupos a posiciones fascistas. Desde mi punto de vista, fue así de cruel simple.

Saludos cordiales

Imperio
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 23:26
Querido _marcial:

"La guerra es la continuación de la política por otros medios. Los medios violentos"
VON CLAUSEVITZ

La guerra la hacen los políticos. Los políticos declaran las guerras y firman las paces.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 16:52
Desde lejos, no puede uno dejar de admirar a Unamuno por su valentía, equivocado o no.

¿Qué era lo correcto en esa España? No sé, Unamuno me recuerda a los que me hablan de mi abuelo español a quien no llegué a conocer. Era el prototipo de ese español, que creo aún existe, que estaba contra todo y todos. Odiaba por igual a Franco y a la república, a los Borbones y a los de izquierda. Amaba a su España pero apagaba la radio de onda corta cuando tocaban la Marcha Real. Como me hubiera gustado conocerlo.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 17:28
Unamuno escribió "Contra esto y Aquello"
Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 20:31
Cide, siento reconocer mi ignorancia en este tema que propones. No sé si el grito "viva la muerte" fué algo circunstancial o por el contrario algo que expresaba más una idea arraigada en el movimiento. El contexto se sitúa en los inicios del franquismo y como comprenderás, yo era "muy joven" entonces.

De todas formas creo que es un punto interesante, y pienso que si de verdad tenemos que encontrar un día un camino aceptable para todos, no será sin integrar todo lo que de acertado pueda haber en nuestro pasado ni sin rechazar todo aquello que esté errado.

Creo que no hallaremos las claves de nuestro nuestro presente si no terminamos de levantar todas las alfombras que se dejaron estar en 1978.

Para tu tranquilidad te diré sin embargo que no creo que todo se hiciese bien tras la guerra, especialmente en el campo ideológico. Hubiera sido mucho más deseable una posguerra a la alemana. Si aquí no se hizo, estimo que eso sólo indica la incapacidad de los alzados y su falta de experiencia democrática, a años luz de los países democráticos aliados que tutelaron Alemania después de 1945. Pero aquí no se recibió asistencia exterior para eso, y lo que había es lo que había.

Saludos
Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 20:37
Buneno, lo que quería hacer Millán Astray con su grito: "¡Muera la inteligencia!, era degradar el tono altivo con que Unamuno se refirió a él. En realidad, Millán Astray trasladado sus sentimientos de mejor forma si hubiese gritado: ¡Mueran los intelectuales! en clara alusión a Unamuno.

Saludos cordiales

Imperio
Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 22:28
Es natural que Millán Astray no consintiera esas palabras delante de su tropa, incluso es admisible que no se las hubiera permitido pronunciar a Unamuno incluso sin testigos.
Yo creo que Unamuno respondió de ese modo inapropiado, como respuesta al inapropiado modo en que su Universidad fue convertida en jaleo de masas e irracionalidad en estado puro.
El primer error nace en el intelectual nacional, ese tal Maldonado, que arremete contra vascos y catalanes.
El segundo error nace del espectador que desbordado por el deseo de extirpar el tumor nacionalista con sus propias manos, pero convencido de que para ello hay que ir a la muerte grita Viva la Muerte.
Pero el tercer y definitivo error lo comete Millán Astray como máxima autoridad militar en ese lugar, al dar rienda suelta al ardor guerrero.
Todo esto ocurrió durante el discurso de ese tal Maldonado, pues el de Unamuno fue duro y contundente por lo que acababa de ocurrir.
Lo dice al principio: "Todos los ojos se volvieron hacia Unamuno, cuya antipatía a Millán Astray era conocida, y que, al levantarse para cerrar el acto, dijo: “Estáis esperando a mis palabras. Me conocéis bien y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir. Porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso, por llamarlo de algún modo, del profesor Maldonado."
Cuando Millán grita que muera la inteligencia, lo que está haciendo es interrumpir el discurso de Unamuno. No olvidemos que Unamuno esperó su turno para exponer su opinión, y respetó la libertad del militar a expresarse.
Repito que si Millán le hubiera advertido al que gritó "Viva la Muerte" que aquello era una Universidad amiga del alzamiento y no el campo de batalla, ningún nacional allí presente habría perdido un ápice de coraje, pero más de uno habría optimizado el uso de su razón.
Pero no ganó la razón, y a las pocas horas Salamanca entera estaba convencida de que Unamuno era un miserable.
Esa fue la España que ganó la guerra.
Por eso, no toda la España que apoyó el alzamiento ganó la Guerra.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 22:30
¿Qué estás leyendo el libro de H.Thomas?
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 20 de Julio de 2006 a las 22:35
No, aquí apenas se ven libros de Historia española.
Unamuno se convirtió en uno de mis escritores favoritos cuando leí San Manuel Bueno, Mártir en el colegio.
Hace años leí algunas biografías acerca de él, y en Internet aparece mucho.
Creo que es uno de los grandes hombres que ha dado España.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 01:08
Ortega y Gasset volvió a España en 1955. No apoyó a la República en la Guerra Civil, pese a ser republicano... ¿Cómo apoyarla siendo liberal?
A su vuelta, el gobierno franquista no le permitió recuperar su cátedra. No pudo seguir enseñando.
De él se escribió: Su callar era un decir. Ortega, creo yo, no murió por la enfermedad diagnosticada por los médicos. Otra enfermedad, otro cáncer fue invadiendo partes cada vez más extensas de su espíritu. (…) Ortega, creedme, al mirar en derredor y contemplar la situación del mundo, se murió ―se murió él. No se puede vivir exigiendo esperanzadamente la mayor altura a la existencia para, al cabo de los años, encontrándose con que el mundo se ha ido tornando cada vez más estúpido y brutal"
Fernando Vela, “Evocación de Ortega”, en Sur, Nº 241, p. 12, Buenos Aires, julio y agosto de 1956.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 02:57
Fragmento de la carta que Ortega y Gasset envió a Einstein y otros intelectuales que se manifestaron en favor del Frente Popular tras el alzamiento.
"Einstein se ha creído con derecho a opinar sobre la guerra civil española y tomar posición ante ella. Ahora bien, Albert Einstein usufructúa una ignorancia radical sobre lo que ha pasado en España ahora, hace siglos y siempre. El espíritu que le lleva a esta insolente intervención es el mismo que desde hace mucho tiempo viene causando el desprestigio universal del hombre intelectual, el cual, a su vez, hace que hoy vaya el mundo a la deriva, falto de pouvoir spirituel (poder espiritual)".
Léase que para Ortega no era nada obvio que el alzamiento no estuviera justificado.
Ortega y Gasset había sido declarado padre espiritual de la República por el gobierno republicano.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 03:09
José Antonio Primo de Rivera era un hombre muy culto y con notable capacidad para atemperar la temperatura emocional de sus masas.
Es poco discutible que dentro de los incondicionalmente comprometidos con el bando nacional existiera una persona más inteligente que José Antonio.
Si bien, no se trataba él de un intelectual.
Desde la cárcel, el 5 de noviembre de 1936 escribió esto:
PROYECTO DE GOBIERNO NACIONAL
"1. Amnistía general.
2. Reposición de los funcionarios declarados cesantes a partir del 18 de julio.
3. Disolución y desarme de todas las milicias. La existencia comprobada de grupos organizados militarmente hará recaer la responsabilidad sobre las asociaciones o partidos con los que mantengan relación notoria.
4. Alzamiento del estado de alarma y de prevención. (Si por razones de orden público no se considera esto posible, modificación de la ley O.p. en el sentido:1º. de que la prisión gubernativa no pueda durar más de quince días, ni ser impuesta más de dos veces cada seis meses; 2º. que las clausuras de centros políticos se sujeten a las mismas normas; 3º. que las multas gubernativas se hayan de imponer por resolución fundada y, no siendo impuestas en aplicación de preceptos fiscales, no se hagan efectivas sino después de agotados los recursos legales).
5. Revisión de las incautaciones realizadas durante el período anormal, en orden a acomodarlas a los preceptos vigentes antes del 18 de julio.
6. Declaración de inamovilidad de todos los funcionarios públicos, salvo lo que dispusieran los reglamentos orgánicos de los distintos cuerpos vigentes el 18 de julio.
7. Supresión de toda intervención política en la administración de Justicia. Esta dependerá del Tribunal Supremo, constituido tal como está y se regirá por las leyes vigentes antes del 16 de febrero último.
8. Implantación inmediata de la ley de Reforma agraria.
9. Autorización de la enseñanza religiosa, sometida a la inspección técnica del Estado.
10. Formación de un Gobierno presidido por D. Diego Martínez Barrio, del que formen parte los señores Alvarez (D. Melquíades)
(asesinado por la República en esas fechas), Portela, Sánchez Román, Ventosa, Maura (D. Miguel). Ortega y Gasset y Marañón.
11. Redacción de un programa de política nacional reconstructiva y pacificadora.
12. Clausura de las Cortes durante seis meses y autorización al Gobierno para legislar dentro de las líneas del programa aprobado".

Tal vez Primo de Rivera también intuyó lo que se le venía encima, porque repito que todos los partidarios del alzamiento ganaron la guerra.
Esa es una falacia que debe desmontarse.
Otra cosa es que Primo de Rivera hubiera estado de acuerdo en un proceso de integración con Europa regido por los EEUU, pero al tratarse de un ser inteligente no es descartable que al cabo de unos años hubiera entendido que ese camino era el bueno.
Ni a rojos ni a azules les interesaba que siguiera vivo, esa es la verdad.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 03:11
Error: Tal vez Primo de Rivera también intuyó lo que se le venía encima, porque repito que NO todos los partidarios del alzamiento ganaron la guerra.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 04:21
Se puede pensar que José Antonio escribió el texto coaccionado por los republicanos, pero de haber pretendido los republicanos utilizarle como mediador es inconcebible que le dejaran referirse a Melquíades Ýlvarez, asesinado 75 días antes del 5 de noviembre.
De haber querido dar la impresión a las bases falangistas de que su líder había recapacitado, los republicanos se hubieran encargado de corregirle algunos detalles, como postular a un muerto para liderar el Ministerio de Justicia.
Por otra parte la relación de nombres que proponía para formar gobierno no eran rojos, aunque tampoco todo lo contrario.
Se dice que los milicianos dieron tanto impulso al cuerpo de Melquíades Ýlvarez, que cayó del otro lado del camión.
Está claro que si lo escribió fue porque quiso y porque no se pudo imaginar que alguien tuviera motivos para asesinar a aquel señor, y dice Serrano Suñer que no le extraña que lo escribiera porque la calidad política en ambos bandos le parecía nula a José Antonio.
La mayoría de gente a quien propuso José Antonio se llamaban a sí mismos liberales, desconozco yo hasta qué punto lo eran.
Fue incomunicado al empezar la guerra, y escribió el texto sabiendo solamente que el alzamiento había fracasado, pues se vivía un estado de guerra.
Desconocía quién ganaría la Guerra, pero no era nada optimista fuera el vencedor quien fuese:
A) Si gana el Gobierno: 1º) fusilamientos; 2º) predominio de los partidos obreros (de clase, de guerra); 3º) consolidación de las castas de españoles (funcionarios cesantes, republicanización, etc.).
Se dirá: el Gobierno no tiene la culpa. Los que se han sublevado son los otros.

No se puede aumentar indefinidamente la presión de una caldera. La cosa tenía que estallar. Y estalló. Pero ahora
B) –¿Qué va a ocurrir si ganan los sublevados?
Un grupo de generales de honrada intención; pero de desoladora mediocridad política. Puros tópicos elementales (orden, pacificación de los espíritus ... )
Detrás:
1º) El viejo carlismo intransigente, cerril, antipático.
2º) Las clases conservadoras, interesadas, cortas de vista, perezosas.
3º) El capitalismo agrario y financiero, es decir: la clausura en unos años de toda posibilidad de edificación de la España moderna. La falta de todo sentido nacional de largo alcance.
Y, a la vuelta de unos años, como reacción, otra vez la revolución negativa.

Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 04:23
Porque mucha gente sabe que José Antonio está enterrado junto a Franco en el Valle de los Caídos y con eso tiene suficiente.
Pero José Antonio no pidió que le enterrarán allí, ya que él podía ser facha pero nunca fue franquista.
Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 10:22
Ibergótico:

Es evidente que no todos los que estaban a favor del alzamiento ganaron la guerra. Pero algunos la perdieron mucho antes del 1 de abril de 1.939. Es evidente que FE perdió la misma(y con ella, sus sueños de convertir un estado nacional-sindicalista) mediante el decreto de unificación con Comunión Tradicionalista en abril de 1.937.

http://www.galeon.com/razonespanola/re98-est.htm

Por otro lado, no deja de ser un hecho comprobado, aunque no difundido y deliberadamente ocultado, que existió una disidencia falangista activa contra la unificación y por tanto, contra el futuro régimen de Franco. Ya durante la guerra, el General Yagüe tuvo problemas por pedir el perdón para los enemigos y por pedir que los falangistas que no colaboraron con el régimen y que no aceptaron la unificación (en clara alusión a Manuel Hedilla) abandonaran las cárceles.

Es ya en 1.939 cuando grupos de falangistas descontentos con el régimen de Franco, deciden crear una falange disidente y fuera del partido único, lo que les lleva a la clandestinidad. Entre sus objetivos, estaba asesinar a Franco e intentar restablecer el proyecto revolucionario de la creación de un estado nacional-sindicalista.

¿Qué FE nunca fue franquista? Por supuesto.

Saludos cordiales

Imperio
Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 10:51
Ibergótico, ¿puedes citar tu fuente para ese escrito de Jose Antonio desde la cárcel llamado "PROYECTO DE GOBIERNO NACIONAL"?

Saludos
Re: Re: Re: Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 18:50
Primo de Rivera visto por Serrano Suñer
http://www.generalisimofranco.com/20n/prensa/F.htm
En este enlace se puede leer:
Le inspiraba alguna confianza Sanjurjo por su modestia y su valentía y porque lo creía bien inclinado hacia él. L inspiraba aprecio y confianza Mola, al que consideraba hombre metódico y racional: “Este hombre no parece un general español pues trabaja al estilo de un general alemán”, me dijo en una ocasión. Franco no le inspiraba simpatía ni mucha confianza, y quizá por todas esas causas, en los días inciertos que precedieron al Alzamiento de julio, José Antonio se aferraba más y más a su idea del Gobierno de concentración nacional que, con plenos poderes, pudiera impedir el conflicto trágico que ya se presagiaba y orientar al país hacia algunas reformas a través de las cuales se pudieran plantear las cosas de otro modo. ¿Era una utopía? Él lo consideraba posible y no veía otra solución. “No le des vueltas, Ramón, no hay otra fórmula para evitar el horror de la guerra que puede venir, que vendrá, estoy seguro, y que a todo trance hay que evitar. Es una solución clásica y un tanto gastada pero es la única: un Gobierno nacional en el que yo tendré que sentarme con Calvo Sotelo, con Prieto – sentarme junto a éste me resultará menos incómodo que tener otras compañías–, con Gil Robles... Cuando se haya conjurado el peligro ya veremos quién lleva el gato al agua. Hoy es esto lo que hay que proponer al Ejército: hay que contar con él para que apoye esta solución, pues de otra manera estamos perdidos y llegará la tragedia.” No es extraño que iniciada ya la guerra civil y aislado él en Alicante garrapatease en su celda los borradores con la lista de un gobierno de ese tipo que Prieto conservó y dio a conocer; y que, como consta en su proceso, se ofreciera al Gobierno republicano para mediar y atajar la sangría de cuyo desenlace no se prometía nada bueno.
Manifiesto de José Antonio Primo de Rivera:
http://www.rumbos.net/ocja/jaoc2173.html

El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 11:20
Primero: los que se alzaron el 17 de julio de 1936 no se alzaron contra la República, que ya no existía, ni contra el Gobierno de la República, ya que no había ningún Gobierno de la República en España, sino contra la revolución colectivista puesta en marcha por el PSOE y sus aliados revolucionarios la misma noche del día de las elecciones de febrero de ese mismo año, revolución colectivista a la que se prestaron a servir de careta los suicidas pequeño-burgueses masones, al modo de Azaña, cuyo seguro destino era acabar en el GULAG que toda revolución colectivista ha producido en el siglo XX, o bien suicidados arrojados por una ventana, al estilo colectivista, como el checo Jan Masaryk día 10 de marzo de 1948.

Segundo: fracasado el alzamiento e iniciada la guerra, la dinámica del enfrentamiento a muerte puso en primera línea del protagonismo histórico a cuantos estaban animados por manías homicidas, en uno y otro bando: Millán Astray, Buenaventura Durruti, etc., etc., etc., y relegó a la impotencia a cualquier persona medianamente civilizada: Unamuno, Ortega, Julián Besteiro, etc., etc., etc.

Tercero: la idea de intelectual no es una idea clara y distinta; todos los hombres son intelectuales ya que todo hombre tiene entendimiento; si se entiende por intelectual la tercera acepción del DRAE (“dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras”), entonces cualquier imbécil es un “intelectual” (“verbi gratia” la mayoría de la clase docente) pues, como comentaba don Gustavo Bueno refiriéndose al colectivo de amasijeños agrupados en la “Alianza de Intelectuales Antiimperialista”, el mecánico electricista que arregla el coche a cualquiera de tales “intelectuales” tiene las facultades intelectivas mucho más desarrolladas que los firmantes del papelucho “dedicados preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras”.
El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 11:22
Cuarto: tanto los conspiradores colectivistas que habían dado el golpe de estado que aupó a Azaña a la “presidencia de la republica” inexistente y habían enviado a la policía a asesinar a los jefes de la oposición (Gil Robles y Calvo Sotelo) como los que se alzaron contra ellos tuvieron el apoyo de gentes “dedicadas preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras”: Manuel Machado, Pérez de Ayala, Eugenio d'Ors, Miguel Miura, Jardiel Poncela, Muñoz Seca o Salvador Dalí valen tanto o más que los Alberti, Lorca y Picasso a los que ha quedado reducida la cultura española del siglo XX para los desdichados jovenzuelos víctimas de la LOGSE y de la clase docente, mayoritariamente neo-totalitaria y dedicada a transformar la historia de España en la historia del Amasijo; en esto todo queda en criterios subjetivos: los rojos prefieren a unos y los que no somos rojos preferimos lo que nos da la gana, ya que a mí nada me impide, por muy cana.llas o necios que me parezcan, apreciar algunas obras de Miguel Hernández, Antonio Machado, Pierre Drieu La Rochelle o Louis Ferdinand Celine.

Quinto: ya puestos aprovecho para decir que la obra de Jardiel vale por cien Lorcas y la de Dalí por cien Picassos, y ya pueden indignarse lo que quieran los amasijeños descerebrados.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 22:35
Ay, la educación logsiana y las taifas... aquellos barros...
Francesc Cambó i Batlle
Esta es el apartado que se refiere a su actitud en la guerra civil de la página de vikipèdia (wikipedia en castellano, portugués, inglés, francés; pero vikipèdia en catalán) dedicada a la vida de Francesc Cambó.
No va aconseguir l'acta de diputat en les eleccions de 1931, que van donar lloc a la Segona República Espanyola, i va marxar a l'estranger. Va entrar altre cop al parlament el 1933, però no el 1936. En esclatar la Guerra civil espanyola, es trobava a l'estranger. Inicialment, no estava a favor dels militars revoltats, però els va acabar ajudant, pel temor que s'establís una República d'esquerres si guanyaven la guerra els republicans.
Es curioso, se habla en la página catalana de que acabó ayudando a los alzados, pero se cuenta con la boca muy chica.
En la página wikipedia en español (no vikipèdia) se cuenta lo mismo, pero el ambiguo els va a cabar ajudant (les acabó ayudando) que prácticamente da a entender que al pobre hombre no le quedó más remedio, se convierte en la página wikipedia en español en lo siguiente: pero su temor al establecimiento de una República de izquierdas le llevó a cambiar su posición hasta el punto de financiar con cuantiosas aportaciones al bando de los nacionales.
No es lo mismo aportar grandes sumas de dinero que apoyar porq
Creo que se entiende, y lo que se entiende es que prácticamente se vio obligado a apoyar a los nacionales por miedo a que se estableciera en España una República de Izquierdas.
Extracto de carta enviada por Francesc Cambó
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 22:38
No es lo mismo aportar grandes sumas de dinero que apoyar porque no queda más remedio.
Lo que da a entender la vikipèdia...
El extracto de la carta viene ahora, se me escapó el mensaje.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 21 de Julio de 2006 a las 22:53
EXTRACTO DE LA CARTA ENVIADA POR FRANCESC CAMBÓ AL DAILY TELEGRAPH:
Cal notar que el feixisme a Espanya va ser gairebé insignificant fins després de les eleccions del 16 de febrer. En aquestes eleccions, i a Madrid, allà on el feixisme era més nombrós i tenia més envergadura, els seus candidats només van aconseguir 3000 vots d'un electorat de més de 400.000 votants.
Cabe decir que el fascismo fue prácticamente insignificante en España hasta después de las elecciones del 16 de febrero. En estas elecciones y en Madrid, allí donde el fascismo era mayor en número y en envergadura, sus candidatos sólo obtuvieron 3.000 votos de un electorado superior a 400.000 personas.
A Espanya, el Front Popular es va organitzar per lluitar contra un feixisme inexistent. Però tot perseguint un fantasma va aconseguir crear una realitat que es va anomenar feixisme només perquè era el nom que li donaven els seus enemics. En realitat, no respon a altra cosa que a la natural reacció defensiva a què es troba abocat qualsevol ens polític quan la seva mateixa existència es troba amenaçada per les forces violentes del desordre. I mentre el govern, representat per l'anarquia, no vol o no és capaç de complir els sets deures més elementals de manteniment de l' ordre i fer respectar la llei.
En España, el Frente Popular se organizó para luchar contra un fascismo inexistente. A pesar de perseguir un fantasma consiguió crear una realidad que se denominó fascismo sólo porque ese era el nombre que daban a sus enemigos. En realidad, no responde a otra cosa más que a la natural reacción defensiva a que se aboca cualquier ente político cuando su propia existencia es amenzada por las fuerzas violentas del desorden. Y mientras el gobierno, representado por la anarquía, no quiere o no es capaz de cumplir sus deberes más elementales como mantener el orden y hacer respetar la ley.

Francesc Cambó sucedió a Enric Prat de la Riba al frente del nacionalismo catalán.
Una mayoría de catalanes renegó de él por haber formado parte de dos gobiernos en Madrid.
No volvió a España después de la guerra, ni mostró simpatía por el régimen de Franco.
Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 22 de Julio de 2006 a las 10:33
Federico García Lorca dijo:
"Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política."
Se escondió en casa de un amigo falangista cuando el alzamiento y al ser detenido intentaron salvar su vida más falangistas. A García Lorca le señaló con el dedo la CEDA, y por encima del carácter político de la denuncia hay que pensar en la simple y llana envidia, pecado capital español.
La envidia que se manifestaba en el otro bando cuando se fusilaban burgueses para embargar sus propiedades, violar a sus hijas y liquidar su cuenta bancaria.
Porque el alzamiento fue un fracaso y se convirtió en una guerra.
Federico García Lorca no creía en la frontera política, de modo que en una España en guerra él no hubiera visto dos bandos: Hubiera visto una España rota, igual que Unamuno, y se le hubiera partido la médula.
Pero cuando el alzamiento le quedó más cerca Queipo de Llano que doña Carmen Polo, y el militar actuó primero.
La denuncia que en su contra cursó la CEDA le acusaba de: 1) Apoyar al Frente Popular, 2) Mantener amistad con Fernando de los Ríos y 3) Homosexualidad.
Lorca no apoyaba ni dejaba de apoyar al Frente Popular, era el Frente Popular el que apoyaba a Lorca. Como mucho García Lorca podía ser un colaborador, ilustre.
Pero de haber sido suficiente esa relación no hubiera cabido lugar a la soplapollada de acusar a alguien de ser amigo de otro.
En Granada ganaron las elecciones las derechas, en febrero del 36, pero el gobierno de la República las anuló y ordenó repetir en mayo. Fernando de los Ríos, que se definía como antimarxista y liberal de izquierdas, fue uno de los socialistas más beligerantes. La izquierda ganó en mayo.
La CEDA ardía y en cuanto triunfó el alzamiento, a falta de De los Ríos echó mano de García Lorca… porque allí el caso era matar, igual que tanto montaba Calvo Sotelo como Gil Robles.
Pero además era homosexual, que además de la fama y reconocimiento internacional, era lo único que podía encrespar hasta ese punto a los derechistas más rancios de la época.
A Lorca lo mataron sin motivo, pero el principal crimen que le atribuían en la denuncia era ser maricón.
García Lorca no murió por la República, igual que Muñoz Seca no murió por España.
A García Lorca lo asesinaron, no se puede hablar de un crimen político porque lo promovió la CEDA.
Re: Re: El alzamiento y los intelectuales
Enviado por el día 22 de Julio de 2006 a las 11:06
Franco dijo del asesinato de García Lorca:
"Se ha hablado mucho en el extranjero de un escritor granadino, el vuelo de cuya fama no puedo yo medir hasta qué fronteras hubiera llegado; se ha hablado mucho porque los rojos han agitado ese nombre como un señuelo de propaganda. Lo cierto es que en los momentos primeros de la revolución en Granada, ese escritor murió mezclado con los revoltosos. Son los accidentes naturales de la guerra. Granada estuvo sitiada durante muchos días y la locura de las autoridades republicanas, repartiendo armas a la gente, dio lugar a chispazos en el interior, en alguno de los cuales perdió la vida el poeta granadino. Como poeta su pérdida ha sido lamentable y la propaganda roja ha hecho pendón de este accidente, explotando la sensibilidad del mundo intelectual. En cambio, esa gente no habla de cómo fueron asesinados fríamente, con saña que pone espanto en el ánimo más templado, don José Calvo Sotelo, don Víctor Pradera, don José Polo Benito, el duque de Canalejas, don Honorio Maura, don Francisco Valdés, don Rufino Blanco, don Manuel Bueno, don José María Albiñana; don Ramiro de Maeztu, don Pedro Muñoz Seca, don Pedro Mourlane Michelena, don Antonio Bermúdez Cañete, don Rafael Salazar Alonso, don Alfonso Rodríguez Santamaría, presidente de la Asociación de la Prensa; don Melquíades Ýlvarez, don Enrique Estévez Ortega, don Federico Salmón, padre Zacarías G. Villadas, don Fernando de la Quadra, don Gregorio de Balparda y tantos otros cuya lista haría interminable estas contestaciones. Queda dicho que no hemos fusilado a ningún poeta".

Aquí queda la explicación de Franco: Y ellos más.
"Que le den café, mucho café" dijo Queipo de Llano para autorizar la ejecución.