Hispanoamérica

LA HUELGA QUE PUEDE CAMBIAR A ARGENTINA
DE LA VICTORIA DE ESTA HUELGA DEPENDEMOS TODOS

No es la partida de Lavagna lo que va a determinar el futuro próximo del país sino la victoria o la derrota de la huelga de los pilotos y técnicos de Aerolíneas Argentinas.

Que prevalezca un Lavagna o un De Vido puede ser decisivo para los capitalistas que maman de las tetas del Estado o que lucran con tal o cual cotización del peso.

Kirchner y Lavagna se dividen acerca de cómo enfrentar la inflación, pero en ambos casos la factura la pagarían los trabajadores.

Con la ‘receta’ de Lavagna –‘enfriar’ la economía– habrá mayor desocupación.

Con la de Kirchner –seguir subsidiando a los contratistas- más carestía.

Pero si triunfan los trabajadores aeronáuticos se abre una inmensa perspectiva para que los costos de la salida de la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores.

Se abriría la perspectiva de que se aumenten los salarios a costa de las ganancias fabulosas de exportadores, banqueros, fondos de pensiones, especuladores inmobiliarios, supermercadistas o contratistas del Estado.

La perspectiva de que el salario mínimo sea de 1.800 pesos, lo que cuesta una canasta familiar, y no el básico de un técnico de Aerolíneas, que no llega a los 800 pesos.

Que la jubilación sea el 82% del salario mínimo, no el monto de indigencia de 390 pesos, cuando la Anses tiene un superávit de 5.000 millones de pesos, que se destinan al pago al FMI.

Que cese el trabajo basura y la precariedad laboral.

Kirchner se ha alineado contra los trabajadores, multando a los sindicatos que luchan, amenazando con cerrarlos, recibiendo a la burocracia de carneros que lidera Alicia Castro.

Kirchner, que echó a Lavagna posando de ‘izquierdista’, mostró su verdadera careta de derechista defendiendo al vaciador Marsans, contra los trabajadores aeronáuticos.

En el caso de Aerolíneas, los trabajadores enfrentan a una ‘vaciador’ profesional, que tiene empeñados los activos de la empresa, que tiene balances fraudulentos, que enfrenta juicios aquí y en España.

Una victoria de nuestros trabajadores será un golpe enorme al saqueo de los recursos industriales y tecnológicos de Argentina.

Muchos viajeros han quedado de a pie, pero por responsabilidad de los patrones, que pretenden lucrar pagando salarios africanos.

Por la responsabilidad del gobierno que le da piedra libre a una empresa a la que él mismo no le ha firmado los balances de tres ejercicios, porque son fraudulentos.

Más allá de eso, sin embargo, lo que importa es el interés colectivo: la victoria de la huelga sería un avance de la mayoría nacional.

Por eso la CGT y la CTA deben llamar a un paro nacional inmediato.
Más todavía cuando el mismísimo Kirchner rechazó el reclamo de la CGT de aumentar el mínimo salarial que debería quedar exento de impuestos.
La huelga de pilotos y técnicos de AA ha clarificado las cosas y demarcado los campos.
Por la victoria de la huelga de AA.