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Keynes y su pobre teoría V
Enviado por el día 6 de Febrero de 2004 a las 15:48
El amigo Rueff resume las ideas del “lord” Keynes:
“Para lord Keynes, los pasos en el razonamiento parecen ser los siguientes. Como resultado de su insuficiente propensión al consumo, los trabajadores capaces de aprovechar un aumento en el empleo, no están dispuestos a aumentar sus gastos de consumo en proporción a la renta adicional que podrían obtener. Además, no tienen propensión a invertir, no demandarán nada con el incremento re recursos que no destinan a gasto adicional”.
Pero a continuación el amigo Rueff saca las conclusiones lógicas de esta formulación:
“ Si existe el desempleo, significa que los trabajadores quieren trabajar más. Si ofrecen su trabajo en el mercado, es porque desean obtener un aumento de remuneraciones; y si no quieren destinar su incremento de recursos a incrementar su gasto en el consumo o inversión, es porque pretenden incrementar las cantidades de dinero que mantienen disponible. Si esto no fuera así, su oferta de trabajo sería puramente platónica. Podría existir posibilidades de más trabajo, pero no habría deseo de hacerlo y no existiría el desempleo”
“ Siendo esto así, mantengo que la demanda adicional de saldos de tesorería es equivalente en sus efectos económicos a la demanda de bienes de inversión y por tanto, es capaz de proporcionar un mercado para las fuerzas de trabajo ofrecidas, en las mismas condiciones que la demanda para estos bienes. Para mostrarlo, estoy obligado a estudiar en detalle el efecto de la demanda de dinero (...) Puede parecer desproporcionados con la importancia práctica menor del caso de que trata. No hay duda de que un incremento en los saldos de tesorería deseados nunca será mayor que una suma ilimitada, y que tan pronto como los individuos han alcanzado el limite de los atesoramientos que desean tener, destinarán cualquier aumento de recursos a aumentar su demanda de bienes de consumo o de bienes de inversión. Pero puesto que la hipótesis de que el incremento de ingresos no corresponderá con un incremento de la demanda, es la misma que la del argumento keynesiano, es indispensable, para juzgar es último, estudiar el caso anterior con detenimiento”
En realidad , el amigo Keynes se equivoca al suponer que los ingresos que se destinan a demandar dinero, se pierden definitivamente de la masa de ingresos requeridos para absorber la producción a ellos asociada, creando así un estado permanente de equilibrio con desempleo. Según Rrueff esta idea es consecuencia de dos errores fundamentales que caracterizan el pensamiento keynesiano: “El primero es la idea ultra simplificada de que el dinero y los instrumentos de crédito no son mas que símbolos vacíos sin ningún valor. Este, puede decirse, es el efecto de un nominalismo monetario del cual toda la teoría general esta impregnada”
Como hemos visto, las ideas nominalistas del dinero ( el dinero como mero “bono de compra”), ya habían sido refutadas, sesenta años antes por Menger. Lastima que Keynes tuviese una teoría monetaria tan pobre.
“ Para Keynes, ahorrar es no demandar nada. (Keynes) no se da cuenta de que acumular dinero o papel comercial es demandar los valores de los cuales el dinero o el papel comercial son representación, y que disminuir los encajes es liberar los mismos valores, ofreciendo estos en el mercado”
El segundo error de Keynes, consiste en omitir el funcionamiento del mecanismo regulador mediante el cual, el mercado es capaz de generar el dinero adicionalmente demandado. Rrueff trata el caso de un dinero exclusivamente metalico: “ Si un trabajador, aprovechándose de un incremento del empleo, aumenta sus saldos de tesorería, manteniéndose constantes todas las restantes condiciones, incluidos los saldos de tesorería deseados por el resto de miembros de la sociedad, el incremento de los saldos atesorados por los propietarios de los ingresos aumentados y no gastados, necesariamente tiene como consecuencia el descenso de los saldos atesorados de otros miembros de la sociedad por debajo del nivel que desean mantener. Para restablecer sus saldos de tesorería al nivel deseado, estos últimos no tendrán otro remedio más que ofrecer sin demandar. Esto tenderá a producir una caída en el sistema de precios considerado como un todo.
Un precio, sin embargo, permanece estable en medio de esta caída de precios: el precio del oro. Por tanto, la caída en el sistema de precio del oro. Por tanto, la caída en el sistema de precios tiende a producir una transferencia de recursos productivos de los productores cuyos precios han caído hacia el producto cuyo precio no ha variado, una disminución en la producción de los primeros y un incremento en la producción de oro.
Puesto que la caída en los precios y la consiguiente transferencia de recursos productivos continua mientras la causa que los produce persiste – esto es, la insuficiencia de los saldos de tesorería mantenidos en relación con aquellos deseados - este doble movimiento tiene que tener por resultado igualar ambos niveles mediante el incremento de la cantidad de metal monetizado, y al mismo tiempo establecer las relaciones correspondientes con aquellos entre el precio del oro, (...) y el de los otros precios del mercado.
Por tanto, la demanda de saldos adicionales de tesorería habrá tenido el efecto de desviar las fuerzas laborales ofrecidas en un incremento del empleo, de la producción de bienes de consumo o bienes de inversión no deseados, hacia la producción de metal destinado a la monetización y la consiguientemente de proporcionar el incremento de los encajes deseados”.
Pero, en realidad la teoría keynesiana, no es mas que un caso especial de un supuesto general.
A saber, que las varias formas viable de incrementar la producción, no arrojen al mercado los productos que los preceptores de las rentad desean adquirir. En este caso, “el desempleo será simplemente la expresió del rechazo de los dueños de los ingresos a aceptar lo que no quieren”.