liberalismo.org
Portada » Foros » Economía » LA DEMOCRACIA COMO UN PROCESO DE DESCUBRIMIENTO: HACIA UNA“ ECONOMIA AUSTRIACA&a

Economía

Estos foros están cerrados. Podéis debatir en Red Liberal.

LA DEMOCRACIA COMO UN PROCESO DE DESCUBRIMIENTO: HACIA UNA“ ECONOMIA AUSTRIACA&a
Enviado por el día 6 de Abril de 2004 a las 03:17
Primera Parte: ( Para aprender algo más sobre la gran escuela)
LA DEMOCRACIA COMO UN PROCESO DE DESCUBRIMIENTO: HACIA UNA“ ECONOMIA AUSTRIACA” DEL PROCESO POLITICO* Michael Wohlgemuth
“ Es en sus aspectos dinámicos, mas que los estáticos, donde se prueba el valor de la democracia... El ideal de la democracia descansa en la creencia de que la visión que dirigirá al gobierno emerge de un proceso independiente y espontáneo”. Friedrich A. Hayek( 1960: 109)“ Las perspectivas que ofrecen algunos de los análisis sobre ordenes espontáneos que ocurren fuera de situaciones de equilibrio pueden resultar útiles en aplicaciones a la política como a la economía”. James M. Buchanan1. Introducción: Economía Austríaca y democracia:
No existe una Economía Austríaca de la democracia. Es cierto que economistas austríacos como Hayek, von Mises o Lachmann han estudiado a los sistemas e ideas políticas. El estado, su poder e instituciones, su papel en la protección o destrucción del orden espontáneo del mercado se encuentra en el centro de tratamientos clásicos como La Constitución de la Libertad( Hayek, 1960), Ley, Legislación y Libertad( Hayek, 1973; 1976; 1979), Socialismo( Mises1936/ 76), Gobierno Omnipotente( Mises, 1944) o El legado de Max Weber( Lachmann, 1970). Y aun más notablemente, todo el proyecto de la teoría económica de la democracia es considerado a menudo como habiéndose iniciado con un“ austríaco”: con la formulación de Schumpeter sobre Otra Teoría de la Democracia( 1942: cap.22) 1. Sin embargo, parece correcto decir que no existe una economía de la política específicamente austríaca2. Lo que hoy se conoce como la economía de la política( esto es, el análisis positivo de la política aplicando las mismas herramientas y conceptos utilizados para el análisis positivo de los fenómenos económicos) no es economía austríaca sino neoclásica. La impresión común que brindan los economistas austríacos- aunque esto refleja una visión relativamente simplista y sesgada del asunto- es que los austríacos se interesan exclusivamente de conclusiones políticas normativas derivadas de su ideal sobre los procesos del mercado libre. Los austríacos no tienen renombre por analizar la política como es utilizando sus conceptos y herramientas austríacas especificas en una teoría del proceso político. Por lo tanto, parece haberse desarrollado una división del trabajo intelectual que ha producido dos áreas distintas de preocupación teórica: si quieres saber lo que los políticos no deberían hacer o poder hacer, pregúntale a los austríacos. Si quieres saber lo que los políticos hacen, cómo y porqué lo hacen, pregunta a los economistas de la Elección Pública( Public Choice). Sin embargo, nuestra afirmación de que los austríacos no han estudiado sistemáticamente el funcionamiento de los procesos políticos con las mismas herramientas analíticas y conceptos básicos que utilizan para el estudio de los procesos de mercado debe ser afinada aun más. Hayek, Mises o Kirzner han estudiado los problemas de la planificación e intervención política utilizando los mismos conceptos derivados de las condiciones de la acción humana: la falta de conocimiento de los actores, la coordinación de planes individuales sujeta a las reglas del juego, y las posibilidades e incentivos para actuar bajo esas reglas. La inhabilidad de las agencias políticas( digamos, en un régimen de socialismo de mercado) para mimetizar los procesos reales del mercado o para dirigir exitosamente al orden espontáneo del mercado hacia fines políticos preconcebidos ha sido una aplicación muy destacada y exitosa de la economía austríaca al estudio de la política. En verdad, los argumentos políticos presentados en el debate sobre el cálculo produjeron resultados empíricamente valiosos que muchas evaluaciones neoclásicas de la política no parecen poder brindar. Si bien el debate sobre el cálculo marca un punto crucial de cambio que llevó a una reevaluación de las virtudes( limitadas) de la teoría de precios basada en el equilibrio general y al desarrollo de una visión austríaca especifica sobre las virtudes de la competencia y los procesos empresariales de innovación y coordinación, el lado político del argumento no ha sido desarrollado con la misma resolución y distinción. Los austríacos de la variante hayekiana descubrieron que( a) la falta de conocimiento individual está en la raíz del problema económico,( b) encontrar, comprobar y difundir conocimiento útil es el principal papel de un sistema económico y( c) los procesos competitivos de mercado lo hacen mejor que cualquier otro sistema. Hayek y muchos austríacos( p. ej. Kirzner 1983) presentaron fuertes argumentos sobre la falta de conocimiento siendo también la raíz del problema político encontrar las leyes y regulaciones correctas. Sin embargo, no fueron mucho mas allá de eso. No desarrollaron una reformulación austríaca de la política que fuera análoga a su comprensión de la economía. No investigaron, por ejemplo, la hipótesis de que los procesos políticos competitivos en una democracia podrían superar a otros sistemas políticos posibles en cuanto se refiere a encontrar, comprobar, descubrir y utilizar valiosos conocimientos políticos. Por lo tanto, la economía de la política que comenzó con Black( 1948), Arrow( 1951) y Downs( 1957) no contiene ninguna contribución austríaca explicita o implícita y es hasta característicamenteno- austríaca, como veremos adelante. Podría haber dos razones principales, o tal vez uno podría decir excusas, para el rechazo de los austríacos a realizar contribuciones substanciales al nuevo programa de investigación de la elección pública( ver Wohlgemuth 1995a): 1. La mayor parte de la Elección Pública descansa en aplicaciones del paradigma neoclásico de maximizadores racionales, preferencias estables y estados de equilibrio, que no es muy diferente de lo que era al tiempo del debate sobre el cálculo socialista. Como Peter Boettke(1998: 2) señala, la lógica pura de la elección en un mundo de contingencias, costos y beneficios dados, y el no reconocimiento de la real ignorancia y error de los agentes prevalece tanto en las soluciones colectivistas al problema del calculo de Lerner( 1946) como, p.ej., en las soluciones eficientes a casi todas las cuestiones de la teoría de la democracia de Wittman( 1995). Estoy de acuerdo con Boettke( 1988: 2) en que“ este estilo de razonamiento ha probado ser útil para resolver muchos problemas, pero también ha llevado a muchos economistas a desviar su atención de cuestiones tales como el cambio, la novedad, el aprendizaje individual y organizacional, la evolución y adaptación institucional”. En síntesis, la Elección Pública ha desviado su atención de los temas austríacos– lo cual puede haber sido una razón para que los Austríacos desviaran la suya de la Elección Pública. 2. La mayor parte de la Elección Pública descansa en analogías entre los“ mercados” económicos y políticos que los austríacos han de encontrar muy inconvenientes. Los austríacos siempre destacaron la importancia de las precondiciones institucionales particulares de un sistema de mercado capitalista. Aun si, como Mises( 1949: 274) dice, la competencia esta“ presente en toda forma concebible de organización social”, estas formas pueden ser tan diferentes como para no permitir una analogía mayor entre los procesos políticos y los del mercado. Los derechos de propiedad de los actores, la naturaleza del orden institucional y la disponibilidad de medios de coordinación y control son tan fundamentalmente diferentes en sistemas de elección privada y política que un austríaco serio no puede simplemente tratarlos como ceteris y paribus. Ambos argumentos pueden ser considerados válidos, y serán adicionalmente substanciados en el trascurso de nuestra discusión. Sin embargo, como quiero sostener en este trabajo, esto no debería impedir a los economistas austríacos introducir temas austríacos en la teoría del proceso político. La contribución austríaca podría ser exactamente la de tomar mas seriamente al marco institucional de la acción política, la ignorancia constituyente de los actores políticos y los procesos de aprendizaje y coordinación como resultados de la interacción política. El resto de este trabajo está organizado como sigue: primero, presento en forma breve las obvias diferencias entre las estructuras institucionales de la competencia económica y política que ciertamente limitan la capacidad de cualquier modo de organización política para mimetizar los procesos de competencia en el mercado( también en su capacidad como procedimientos de descubrimiento). Sin embargo, enfatizaré también dos principios metodológicos para una adecuada evaluación del“ significado de la competencia” formulado por Hayek(1946/ 48) los que utilizaré como puntos de partida para mi evaluación de la democracia como un proceso de descubrimiento en el ámbito político. En la parte siguiente, se identifican dos visiones opuestas del“ significado de la democracia” las que reflejan en gran medida las diferencias esenciales entre una visión neoclásica, basada en el equilibrio y otra evolutiva, basada en el proceso de mercado, del“ significado de la competencia”. Luego, esbozaré el concepto general de los procesos de descubrimiento competitivo en diferentes aplicaciones. Discutiré la“ opinión pública” como el objeto central de la competencia política como un proceso de descubrimiento y, con posterioridad, analizaré los procesos políticos que llevan a la creación, descubrimiento y diseminación de opiniones públicas. En la siguiente parte, se presentan límites a los tipos ideales como“ democracia deliberativa” o“ mercado de ideas”. Esto lleva a un breve examen acerca de la posibilidad de considerar a la democracia como un“ orden espontáneo” en el sentido de Hayek. Finalmente, se extraen algunas implicancias de nuestra discusión para siguientes investigaciones y se proponen ciertas conclusiones políticas.

Segunda parte
Enviado por el día 6 de Abril de 2004 a las 03:19
2. El significado de la competencia( política): puntos de partida hayekianos Como se sostuviera antes, la razón más importante para que los austríacos no se sumaran a otros economistas en modelar a la política como análoga a un intercambio en el mercado puede haber sido la consideración de las diferencias cruciales entre ambos modos de interacción social. Las relaciones políticas difieren de las relaciones típicas del mercado en dos aspectos principales e interrelacionados:( 1) el consumo forzado y la indivisibilidad de los bienes provistos, y( 2) la organización monopolista de su provisión. La primer característica hace a la política categóricamente diferente de los intercambios en el mercado; la segunda lo hace de los procesos de competencia económica( ver Buchanan1993/ 97: 178). La política no es la cataláctica; no hay intercambios voluntarios de derechos de propiedad privada. Y en una democracia, el votante individual del partido ganador, el votante del partido perdedor y el novotante tienen que convivir con los mismos bienes políticos– no importa si y cómo se eligen. Solamente el conjunto de votantes selecciona entre algunos pocos partidos y candidatos que compiten por un monopolio temporal para producir bienes políticos( Wohlgemuth 1999). Las principales razones, consecuentemente, por las que los sistemas políticos no pueden mimetizar el funcionamiento de la competencia en los mercados( también en su capacidad como procedimiento de descubrimiento) pueden resumirse como sigue( Wohlgemuth 1999: 191ss.): 1. Como la interacción entre los oferentes y demandantes de bienes políticos no es equivalente al proceso de intercambios voluntarios en el mercado, la coordinación política carece de una analogía significativa con el sistema de precios relativos, los que actúan como señales que permiten a los individuos adaptarse a circunstancias para las que ninguna mente individual tendría conocimiento suficiente. Por lo tanto, no es solamente que en la política los incentivos para que los ciudadanos se informen sobre cuestiones políticas son comparativamente débiles. Lo que resulta más esencial( y menos considerado en la literatura de la Elección Pública) es que en la política no existe un equivalente adecuado de las cualidades de un sistema flexible de precios relativos como instrumentos para el descubrimiento y uso de conocimiento local y habilidades en la sociedad( Wohlgemuth 1995a). 2. Las perspectivas para la creación de nuevos problemassoluciones, el descubrimiento de fracasos y la delimitación del ámbito de estos fracasos son más estrechos en el ámbito de los procesos de aprendizaje político que dentro del entorno creativo y selectivo de la competencia de mercado. Como en una sola jurisdicción con su monopolio“ natural” de gobierno existe solo un juego deproblemas- soluciones que sean probadas en determinado momento, la política es limitada usualmente al aprendizaje consecutivo por prueba y error. Los procesos competitivos de mercado, por su parte, permiten una comprobación continua, espontánea y paralela de muchos intentos de competencia empresarial efectiva al mismo tiempo( Vanberg 1993: 15ss.). Estas diferencias fundamentales imponen límites importantes a la competencia política para que una democracia funcione como un proceso de descubrimiento– en comparación con los procesos del mercado libre en un sistema capitalista. Son también una primera razón importante por la cual los austríacos defienden los procesos de mercado contra la interferencia de las fuerzas políticas bajo la etiqueta de la democratización de la sociedad. Hayek, por ejemplo, ocupa un lugar prominente por su lucha contra la afirmación de la democracia como una forma suprema de coordinación y control social. Por ello, para muchos observadores Hayek resulta conocido sólo por su crítica a las formas de democracia prevalecientes, y sus oponentes políticos gustan denunciarlo como un elitista conservador antidemocrático. Lo que mayormente se ignora, sin embargo, es su defensa elocuente de la democracia como el mejor método disponible de formación de opiniones políticas y control social– siempre que la toma de decisiones democrática se encuentre sujeta a la supremacía de la ley( Hayek 1960: capitulo 7). Apoyándome en esta parte de la visión de Hayek sobre la democracia, propongo una interpretación más amplia de la misma según las ideas que Hayek y otros austríacos derivaron en contextos más generales de la teoría de la evolución social. Esta interpretación se hará con la observación estricta de dos principios hayekianos, o advertencias, las que no solamente se aplican a la competencia en el mercado sino también a la evaluación de las virtudes comparativas de la democracia como un método político: •“ No es la aproximación a un inalcanzable o ideal vacío de contenido, la prueba debería ser la mejora sobre las condiciones que existirían sin competencia”( Hayek1946/ 48: 100), y •“... la competencia es más importante cuanto más complejas o‘ imperfectas’ sean las condiciones objetivas en las cuales tienen que operar”( ibid.: 103). Estos principios apoyan no solamente el argumento austríaco contra las nociones neoclásicas de“ fracaso del mercado” o“ competencia imperfecta”. Aplicados consecuentemente deben resultar también útiles como advertencias contra los calificativos prematuros de“ fracaso político” o“ competencia imperfecta” en una evaluación de la democracia como un método político. Este punto será mas claro si, en la siguiente parte, comparamos visiones diferentes del significado de la democracia.
Re: tercera parte
Enviado por el día 6 de Abril de 2004 a las 23:12
3. El significado de la democracia: dos visiones opuestas La economía de la política típicamente no considera la formación de la opinión pública. Esto, por supuesto, es una consecuencia casi inevitable de aplicar la economía neoclásica y sus modelos que comienzan con el supuesto de preferencias dadas. La microeconomía neoclásica y con ella la corriente principal de la Elección Pública se concentran en la lógica maximizadora de utilidad del agente representante sujeta a preferencias dadas. En el nivel macro el problema de agregar preferencias dadas domina la teoría económica. En ambos niveles se abstraen los procesos de formación de preferencias. Si bien esto puede ser un procedimiento útil para considerar muchos problemas de economía y algunos problemas de la política, es también responsable por el hecho de que muchas características importantes de los procesos democráticos no pueden ser tratados. Especialmente, la formación y cambio de las opiniones políticas( sobre preferencias y teorías de los actores ver más abajo) y el papel activo de los emprendedores políticos dentro de estos procesos son eliminados de la agenda. Los manuales de economía neoclásica han forzado a muchos economistas a reducir la competencia económica y política en la misma forma a mecanismos de pura agregación, como Arrow( 1951: 2) lo manifiesta,“ un procedimiento para pasar de un juego de gustos individuales conocidos a un sistema de toma de decisiones sociales”. No podría haber unacontra- declaración más radical que la de Hayek sobre la competencia como un procedimiento para el descubrimiento de tales preferencias, información y habilidades“ ya que sin el mismo, no seria conocido por nadie, o por lo menos no seria utilizado”(1968/ 78a: 179). Esto es obvio para la visión del orden de mercado de ambos autores. Pero, como mostraré ahora, las mismas visiones opuestas reaparecen en una comprensión Arrowiana y Hayekiana del significado de la democracia. Desde una perspectiva Arrowiana( y en gran parte la corriente principal de la Elección Pública) la democracia es vista como una clase de“maquina- inductiva”( Albert 1991: 204), cuya perfomance es evaluada según su capacidad para funcionar como un mecanismo agregativo que transforma preferencias dadas en una voluntad“ general” o función de bienestar social. Como observara Boulding( 1956: 102), en esta“ visión convencional, el proceso democrático es considerado una suma, un agregado, o resolución de preferencias individuales. Especialmente el“ teorema de la imposibilidad” de Arrow( Arrow 1951) ha inducido a algunos de los más creativos escritores a discutir las virtudes de la democracia predominantemente bajo el influjo de acertijos lógicos dentro de un sistema estático cerrado en el cual no hay lugar para la acción humana deliberada y la interacciónsocial. 3 Un libro de texto alemán define el“ objetivo normativo de la economía de la política” como el intento de responder a la pregunta“¿ cómo podemos obtener preferencias sociales desde las funciones de preferencias individuales?¿ Puede hacerse esto en forma no contradictoria?¿ Puede uno encontrar una regla de agregación... que permita a la sociedad actuar como un cuerpo colectivo tan consistentemente como un individuoracional?”
Desde una perspectiva diferente, representada por el“ racionalismo crítico” de Popper, las filosofías políticas de Hayek o Buchanan, el trabajo teórico de Boulding o Kuran, las cuestiones principales son diferentes. La virtud de la democracia es en ellas evaluada predominantemente según su capacidad para servir como procedimiento guiado por normas para la formación, descubrimiento y utilización de opiniones yproblemas- soluciones conjeturales. Así, para Popper(1945/ 66) las características distintivas de un buen sistema de gobierno no pueden juzgarse según estados preconcebidos finales de felicidad o bienestar maximizado sino según las instituciones y procesos que permiten una crítica abierta y así, como una analogía a las conjeturas y refutaciones científicas, llevan a la articulación de alternativas y al reemplazo pacífico de los malosgobernantes. 5 En forma similar, Hayek( 1960: 108f) sostiene:“ La democracia es, por sobre todo, un proceso de formación de opinión. Su principal ventaja no reside en su método para seleccionar a aquellos que gobiernen sino en que, debido a que una gran parte de la población toma parte activa en la formación de opinión, y en forma correspondiente una variedad más amplia de personas esta disponible para ser seleccionada... Es en estos aspectos dinámicos, mas que en los estáticos, que el valor de la democracia es probado... El ideal de la democracia descansa en la creencia que la visión que guiará al gobierno emerge de un proceso independiente y espontáneo. Requiere, por lo tanto, la existencia de una gran esfera independiente del control mayoritario en la cual las opiniones de los individuos se forman”.
Los aspectos dinámicos de la democracia como un proceso de formación de opinión pueden ser resumidos con tres proposiciones principales, todas las cuales presentan fuertes diferencias con la perspectiva neoclásica de Arrow:( 1) preferencias políticas construidas sobre conjeturas y teorías falibles acerca de la forma en que el mundo político y el económico funcionan;( 2) la formación de la opinión democrática es el resultado de la interacción humana en un proceso abierto de conocimiento y descubrimiento;( 3) el elemento importante en este proceso no es la supremacía sino el cuestionamiento de opiniones mayoritarias actuales.( 1) lateoría- componentes de las preferencias Vanberg y Buchanan( 1989: 50) han señalado que las preferencias consisten en una combinación de componentes evaluativos y cognitivos. Las preferencias dependen de intereses en los resultados( lo que uno quiere) como asimismo en teorías sobre los efectos de ciertas acciones( lo que uno piensa). Después de todo,“ el hombre es un‘ animal teórico’, un animal fabricando, adoptando y utilizando‘ teorías’ que son efectivas en la acción”( Albert 1979: 23). La combinación de propensiones idiosincrásicas y subjetivas( componente evaluativo) con concepciones, expectativas o teorías igualmente subjetivas, pero falibles y posiblemente erróneas( componente cognitivo), explica las preferencias por alternativas económicas y también políticas. En cierto sentido, la creación de preferencias políticas descansa aun más en el componente cognitivo. Las preferencias por bienes de consumo diario( alimentos, ropa, actividades de distracción y culturales) pueden ser principalmente cuestión de gustos, siendo entonces irreflexivas y no permitiendo ninguna justificación(“ de gustibus...”). La formación de preferencias políticas, sin embargo, no puede dejar de lado“ las visiones especulativas o explicativas que la gente se ha formado sobre... la sociedad o el sistema económico, el capitalismo o imperialismo, y otras entidades colectivas tales, las que el científico social debe considerar como no mas que teorías provisionales”( Hayek1952/ 79: 64). El ciudadano que desea expresar una opinión lo hace con referencia a ciertas conjeturas sobre causa y efecto( no importa lo inapropiadas que sean desde la perspectiva de observadores‘expertos’). 6 Alguna forma de expectativas más o menos razonadas es necesaria para justificar las preferencias políticas expresadas. Un ciudadano puede utilizar su propio y estrecho interés o cierta comprensión general del bien común como una guía para lo que quiere– en ambos casos su preferencia por alternativas políticas( candidatos, partidos, leyes, regulaciones) tiene que basarse en teorías o conjeturas acerca de la viabilidad de esas alternativas para servir a esos respectivos intereses. La formación de preferencias políticas y opiniones es así predominantemente formación de teorías conjeturales. Boulding( 1956) captura los argumentos anteriores con su concepto de“ imagen” o“ estructura subjetiva del conocimiento”. Los objetos alternativos de preferencia y elección primero tienen que ser percibidos, y esto ya implica“ un altamente conocido proceso de interpretación y aceptación”( ibid.: 14) ya que las alternativas“ no tienen usualmente la cortesía de desfilar en orden por sobre el camino de la imaginación”( ibid.: 84). En la terminología de Boulding, la imagen de valor( esto es,“ el ordenamiento en la escala de mejor o peor” entre las alternativas dadas, ibid.: 47), que en la Elección Social de Arrow y en la mayor parte de la economía motiva exclusivamente la acción humana es solo parte de toda la imagen que guía la acción humana. Y no es una parte que pueda ser aislada propiamente de otros aspectos de la imagen, tales como, la“ imagen relacional”( las hipótesis subjetivas sobre los sistemas y regularidades causales en el mundo exterior). Esto es sumamente importante cuando la visión estática de la agregación de preferencias como ordenamientos de valor puro es abandonada in favor de una visión dinámica sobre la creación y cambio de opiniones y, por ende, de las imágenes de valor combinadas con las imágenes relacionadas.( 2) la formación de opinión política como un proceso de aprendizaje abierto Se han identificado dos componentes de las opiniones políticas: interés en los resultados políticos y teorías acerca de las causas y efectos políticos. En el proceso de intercambio de opiniones, las opiniones políticas se forman e intercambian sobre todo en el lado teórico. Para estar seguros, no se implica que las opiniones políticas serían el resultado de procesos demandantes de una formación teórica meticulosa y pesada sobre los temas políticos. Esto resulta más evidente en vista de los intereses bajos y a lo sumo indirectos para que elciudadano- votante ordinario piense en temas políticos. El punto básico ha sido ya realizado por Schumpeter(1942/ 87: 261):“ el ciudadano privado meditando sobre los asuntos nacionales ... es un miembro de un comité que no puede funcionar, el comité de toda la nación, y por eso es que gasta poco esfuerzo disciplinado en comprender un problema político de lo que gasta en un juego de bridge... En la mesa de bridge... el éxito y el fracaso están claramente definidos; y no podemos conducirnos irresponsablemente porque cada error que hacemos no solamente se conocerá sino que nos será asignado inmediatamente. Estas condiciones, por su fracaso para ser alcanzadas por la conducta política del ciudadano ordinario, muestran porqué es que en política no tiene la perspicacia y el juicio que despliega en su profesión”. En su momento discutiré las implicancias de estas importantes diferencias en más detalle. En este punto, es suficiente decir que el argumento schumpeteriano no es idéntico con la“ ignorancia racional” en el sentido de Downs( ver Downs 1957: parte III). El votante downsiano realiza dificultosos cálculos sobre cuanta información vale la pena adquirir para satisfacer sus preferencias como las expresara solamente en su“ valor de voto”( la utilidad personal derivada del resultado electoral dependiente de las diferencias entre los partidos y la probabilidad de emitir un voto decisivo). Resulta de estos cálculos que no hay razón para adquirir ninguna información política. Y en verdad, si la participación política es reducida a la ocasional elección de partidos en distritos grandes, no hay recompensa en términos de“ valor del voto” y no hay razón instrumental racional para adquirir ningún tipo de información política. Las preferencias de los votantes serían entonces nada sino una cuestión de“ gusto” – y no de intereses materiales en el resultado electoral. Por ello, si uno limita su visión a la racionalidad instrumental en términos de preferencias materiales sobre los resultados electorales, las teorías( las imágenes relacionales de los ciudadanos sobre temas políticos)no cumplen ningún papel y los intereses materiales( aun si dirigen los cálculos racionales) tampoco hacen una diferencia. Mucha gente( no solo científicos sociales), sin embargo, tiene ideas“ teóricas” acerca de cómo funciona el mundo de la política( y la economía), y como debería funcionar para que ellos( y otros) estuvieran mejor. Las razones principales para esto no pueden estar directamente relacionadas a las cualidades instrumentales del voto adecuado. Mas bien uno debería considerar los incentivos intrínsecos y extrínsecos en términos deauto- estima y una reputación por tener opiniones correctas. Hirschman( 1989) presenta dos razones para considerar a las opiniones como elementos del bienestar individual:“ no tener una opinión es comparable a no tener individualidad, identidad, carácter, personalidad”( ibid.: 75), y:“ la vacilación, indiferencia u opiniones dudosas han sido siempre recibidas con desprecio, mientras que se ha brindado aprobación y admiración a la firmeza, y la articulación completa de una opinión( ibid.: 76). Por ello, mientras que el“ valor de voto” instrumental de Downs de realizar la elección correcta no provee incentivos para que los ciudadanos elaboren sobre el componente teórico de sus opiniones políticas, tiene un“ valor de reputación” de poseer esa opinión que motiva al menos cierto aprendizaje sobre temas políticos. Como consecuencia de la dominación de la utilidad de la reputación en el sentido de Kuran(1995) 7, el ciudadano es “ más dependiente de la sociedad en contextos políticos que en el ámbito del consumo ordinario”( ibid.: 162). Esta dependencia, a su vez, demanda el reconocimiento que las opiniones políticas articuladas yno- articuladas descansan en gran parte“ en creencias formadas por el debate público, que consisten en los supuestos, hechos, argumentos y teorías que son comunicadas públicamente”( ibid.: 18). Es bajo estas premisas que se establece el significado de la democracia como un proceso de creación de conocimiento. Como se mostrara en mas detalle en la sección 6, aun si la urna como tal provee incentivos pobres para que los votantes se ocupen de elaborar teorías políticas y señales pobres sobre el contenido de las opiniones políticas de los votantes, existen dos razones por las que la democracia provee incentivos para la formación de opiniones políticas lo que incluye un proceso interactivo de creación e intercambio de opiniones“ teóricas” individuales acerca de los medios, fines y limitaciones políticas:( 1) La libertad de expresión, de prensa y de reunión son mejor y más efectivamente resguardadas en sociedades democráticas que en la mayoría de las que no lo son; por ello la apertura del proceso de formación de opiniones para visiones nuevas u opuestas tiene un mejor respaldo institucional.( 2) En las sociedades democráticas la gente esta más acostumbrada a confrontar con opiniones diferentes, a menudo en conflicto, que la gente en sociedades nodemocráticas; por ello mas gente esta motivada a adquirir y defender su“ propia” visión sobre ciertos temas importantes si quieren evitar el aislamiento social y la perdida de autoestima. La democracia y la competencia de ideas políticas puede, entonces, ser considerada como un procedimiento para la generación y la evaluación crítica de hipótesis políticas. En qué medida este proceso es realmente abierto a la novedad y la crítica efectiva debe ser todavía analizado. Pero aun si, como muestro en la sección 7, la realidad de los procesos políticos está lejos de las situaciones“ ideales” de deliberación y debate político, creo que la democracia es más conducente a la combinación esencial de creatividad y crítica que otros sistemas políticos( ver sección 6). La competencia entre opiniones y alternativas políticas( programas, propuestas, partidos), como la competencia como un proceso de descubrimiento en general, recibe su principal justificación sobre la base de que no conocemos por anticipado qué opiniones y alternativas existen y qué políticas son consideradas bajo qué condiciones como“ correctas” o“ aceptables” por aquellos que tienen que soportarlas. Así, en forma similar a la provocativa defensa de Hayek(1968/ 78a: 179) de la libertad de competir(“ si alguien conociera realmente todo lo que la teoría económica denomina datos, la competencia ciertamente sería un método muy costoso para asegurar el ajuste a esos datos”) uno podría afirmar: si uno conociera todo acerca de las opiniones y alternativas políticas que gran parte de la economía de la política trata como datos( preferencias dadas, determinadoespacio- temas...), la democracia sería un método muy costoso y un gobierno por consenso de elites sería preferible a las formas competitivas de gobierno deliberativo. La falta constitucional de conocimiento y, por ello, la elevada probabilidad de teorías y percepciones erróneas no representaría un problema desde la perspectiva de esta posiciónevolucionista- liberal sino la justificación principal de la democracia y la libertad de expresión, prensa yreunión. 8 Este argumento es sintetizado por Hayek( 1978: 102f) como sigue:“ El argumento principal desde el cual puede decirse que surgen todos los postulados liberales es que las soluciones más exitosas a los problemas de la sociedad han de ser esperadas si no confiamos en la aplicación del conocimiento de alguien en particular sino que alentamos el proceso interpersonal de intercambio de opiniones del que puede esperarse que surja un conocimiento mejor... La libertad de opinión individual era demandada precisamente porque cada individuo era considerado falible, y el descubrimiento del mejor conocimiento era esperado solo de la prueba constante de todos los argumentos que la libre discusión permite”. Como un proceso de descubrimiento, la competencia de opiniones e ideas resulta más útil y efectiva cuando las opiniones políticas no están fijadas o“ dadas” sino en proceso de formación y abiertas a adaptarse a nuevas circunstancias yexperiencias. 9 Y, nuevamente, como argumentara Boulding( 1956: 102f) en marcado contraste con la visión de Arrow:“ la naturaleza del proceso político... no es la de la suma de preferencias individuales fijas sino el proceso de modificación mutua de imágenes tanto relacionales como evaluativas en el transcurso de la mutua comunicación, discusión, y debate. El curso de la discusión es puntualizado por decisiones que son esencialmente temporarias en naturaleza en el sentido de que no cierran la discusión aunque, por supuesto, tienen el efecto de modificarla”. Es precisamente en este proceso de modificación de la imagen u opinión pública temporal que las minorías tienen una papel crucial y beneficioso por cumplir.( 3) el papel de las opiniones minoritarias En la economía austríaca, la heterogeneidad y variabilidad de productos o preferencias no son consideradas imperfecciones, sino precondiciones elementales del desarrollo social. Lo mismo debería ser cierto en una Economía Austríaca de la democracia. A diferencia de muchos teóricos de la Elección Social, para los Austríacos, la cuestión si una colectividad podría actuar consistentemente como un actor humano no tienen básicamente sentido. El tema Austríaco no es la construcción y garantía de una regla consistente de la mayoría, es el cuestionamiento de las opiniones y políticas actualmente basadas en la mayoría( o en la minoría). En una crítica directa a Arrow( 1951), Buchanan( 1954) señaló que la agregación de preferencias dirigidas a obtener una mayoría gobernante permanente y sin ambigüedades trae el peligro de la explotación permanente y sin ambigüedades de las minorías. El principio de la mayoría, sostiene Buchanan, solo podría ser un instrumento utilizable de control político y creación de conocimiento, si el“ problema” de Arrow respecto a las mayorías cíclicas ocurriera en verdad:“ Sirve para asegurar que las alternativas en competencia pueden ser adoptadas experimental y provisionalmente, y pueden ser reemplazadas por nuevas alternativas de compromiso aprobadas por un grupo mayoritario de siempre cambiante composición. Este es el proceso de elección democrática, cualesquiera sean las consecuencias para la economía del bienestar y la función de bienestar social”( Buchanan 1954: 119). Desde una perspectiva evolucionista del proceso político, por lo tanto, la democracia no es acerca de la realización permanente, comprehensiva y más exacta de las preferencias mayoritarias. Es sobre las posibilidades de que las minorías puedan cambiar las opiniones y visiones de la mayoría. Hayek( 1960: 109) enfatiza este punto cuando señala que“ el argumento por la democracia presupone que cualquier opinión minoritaria puede convertirse en una mayoritaria”. El hecho que nuevas visiones e hipótesis casi necesariamente emergen de minorías, contribuye a la importancia de brindar oportunidades de ingreso a grupos minoritarios e individuos en la medida que existen solamente en sistemas democráticos bajo el amparo de laley. 10 Esto permite más que el simple derecho de expresión de las minorías políticas. Permite también mayores esferas de autonomía privada y libertad para actuar, lo que permite, a su vez, que grupos persigan diferentes objetivos y prueben diferentes practicas al mismo tiempo, en tanto no violen la libertad de otros para hacer lo mismo. El crecimiento de la civilización depende de la libertad de las minorías para actuar, una tarea no pequeña:“ La concepción que los esfuerzos de todos deberían estar dirigidos por la opinión de la mayoría o que la sociedad es mejor en tanto se conforma mas a los estándares de la mayoría es, en realidad, una reversión del principio por el cual la civilización ha crecido. Su adopción general significaría probablemente el estancamiento, sino la decadencia, de la civilización. El avance consiste en unos pocos convenciendo a los más. Nuevas visiones deben aparecer en algún lado antes de que se conviertan en mayoritarias... es siempre a partir de una minoría que actúa diferente que la mayoría que ésta termina aprendiendo a hacer algo mejor”.( Hayek 1960: 110).