Economía
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refutación a la propiedad pública
Enviado por el día 17 de Enero de 2006 a las 17:03
hay dos nenes y 1 pelota.
Uno la agarra y empieza a jugar con ella. El otro viene y dice que la quiere. Se empiezan a pelear hasta que el más fuerte se la lleva y deja al otro llorando.
Los padres de los dos nenes, ideólogos de una socidead justa y sin propiedad, acuden al lugar llamados por los llantos.
Viendo el dilema de quien tiene derecho a jugar con la pelota que es de todos, forman el Comité Regulador del Uso de Elementos Botantes Deportivos en Pro de la Justicia Social.
En su primer reunión discuten los siguientes asuntos:
Fijan que la pelota se repartirá en cantidades de tiempo iguales según la cantidad de personas que quieran usarla. A tal fin se forma el subcomité de inscripción para uso de elementos botantes y se fija un horario de inscripción de 9:00 a 10:00 de la mañana.
Se fija que la pelota se entregará por orden de llegada a los interesados, por lo que ya empieza a haber cola a las 6:00 de la mañana para poder jugar primero.
Los padres de los chicos que tienen habilidades probadas en el fútbol se quejan porque creen que ellos deberían usar más la pelota y entonces se realizan salvedades a los artículos anteriores, fijando que según un informe presentado por técnicos de barrio además de la calificación promedio que tuvieron los padres en educación física y los antecedentes deportivos de alta competencia de la familia se otorgorá un puntaje que será proporcional al tiempo que pueda utilizar el chico la pelota. Para llevar a cabo eso se forman los sub-comites de evaluación técnica y de recolección de antecedentes, con asociación con el deparmento de genética deportiva dependiente del ministerio de cultura y deportes.
Con tantos comités y sub-comités algún avispado dice " nos saldría más barato comprarle una pelota a todos". Dicho y hecho el Estado compra (en el exterior) 8.000.000 de pelotas y las reparte entre la población.
Los padres de los nenes están contentos y vuelven a juntarlos para que jueguen los dos con sus respectivas pelotas.
Uno de los nenes deja la pelota y agarra una bicicleta, el otro también la quiere y le pega y se la saca.
Los padres cansados ya de los caprichos de los nenes y como esto influía en la economía del país deciden tirar todos los juguetes a la basura.
Uno la agarra y empieza a jugar con ella. El otro viene y dice que la quiere. Se empiezan a pelear hasta que el más fuerte se la lleva y deja al otro llorando.
Los padres de los dos nenes, ideólogos de una socidead justa y sin propiedad, acuden al lugar llamados por los llantos.
Viendo el dilema de quien tiene derecho a jugar con la pelota que es de todos, forman el Comité Regulador del Uso de Elementos Botantes Deportivos en Pro de la Justicia Social.
En su primer reunión discuten los siguientes asuntos:
Fijan que la pelota se repartirá en cantidades de tiempo iguales según la cantidad de personas que quieran usarla. A tal fin se forma el subcomité de inscripción para uso de elementos botantes y se fija un horario de inscripción de 9:00 a 10:00 de la mañana.
Se fija que la pelota se entregará por orden de llegada a los interesados, por lo que ya empieza a haber cola a las 6:00 de la mañana para poder jugar primero.
Los padres de los chicos que tienen habilidades probadas en el fútbol se quejan porque creen que ellos deberían usar más la pelota y entonces se realizan salvedades a los artículos anteriores, fijando que según un informe presentado por técnicos de barrio además de la calificación promedio que tuvieron los padres en educación física y los antecedentes deportivos de alta competencia de la familia se otorgorá un puntaje que será proporcional al tiempo que pueda utilizar el chico la pelota. Para llevar a cabo eso se forman los sub-comites de evaluación técnica y de recolección de antecedentes, con asociación con el deparmento de genética deportiva dependiente del ministerio de cultura y deportes.
Con tantos comités y sub-comités algún avispado dice " nos saldría más barato comprarle una pelota a todos". Dicho y hecho el Estado compra (en el exterior) 8.000.000 de pelotas y las reparte entre la población.
Los padres de los nenes están contentos y vuelven a juntarlos para que jueguen los dos con sus respectivas pelotas.
Uno de los nenes deja la pelota y agarra una bicicleta, el otro también la quiere y le pega y se la saca.
Los padres cansados ya de los caprichos de los nenes y como esto influía en la economía del país deciden tirar todos los juguetes a la basura.
Re: refutación a la propiedad pública
Enviado por el día 17 de Enero de 2006 a las 19:15
jajajajaajjajjaajaja. Genial :)
¿Tuyo o copiado? (me refiero a textual o como adaptación)
Saludos.
¿Tuyo o copiado? (me refiero a textual o como adaptación)
Saludos.
Re: refutación a la propiedad pública
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 00:28
Muy Bueno, claro que si fuesen socialdemocratas compraría 8 millones de bicicletas y demás hasta que se acabe el ingreso estatal y allá que subir los impuestos, para pagar a los subcomites y supracomites, al la entidad sindical de estos, etc.
Saludos
Saludos
Re: refutación a la propiedad pública
Enviado por el día 18 de Enero de 2006 a las 05:37
Es cierto, en el comunismo cuanto menos cosas mejor.
El capitalismo es el único sistema que logró trasformar el consumo en algo positivo. Ahí está su principal fortaleza.
En todos los demás sistemas cada vez que alguien consume algo está produciendo un gasto, por lo tanto es algo negativo.
El capitalismo es el único sistema que logró trasformar el consumo en algo positivo. Ahí está su principal fortaleza.
En todos los demás sistemas cada vez que alguien consume algo está produciendo un gasto, por lo tanto es algo negativo.