Economía

nunca, nunca, nunca, por lo que más quieran, mencionen a Margaret Thatcher.

¿que por qué? porque es el perfecto ejemplo de cómo el neoliberalismo hace aguas por todos lados.

Vida y milagros:

Margareth Thatcher, en sus inicios como Prime Minister, se vio respaldada por dos economistas premios nóbel; Milton Friedman, fundador de la "escuela de Chicago" y que desarrolló la teoría del monetarismo y del mercado libre escribió un laudatorio artículo en 1979 en el Newsweek titulado "Hooray for Margaret Thatcher". En él animaba a los políticos americanos a que siguieran el ejemplo de Margaret Thatcher. En ese artículo venía a decir que lo que ocurriese en Gran Bretaña era de suma importancia para los americanos y que si el cambio de dirección del Laborismo a la política neoliberal de Thatcher tenía éxito se incrementarían las presiones para que el gobierno estadounidense recortase su poder. Tres meses más tarde, otro ídolo de Thatcher, Friedrich von Hayek, declaraba en un artículo del Forbes: "la admiro enormemente, sus políticas son las correctas, otra cosa distinta es que pueda hacer lo que sabe que se debe hacer". Hayek presentaba una imagen de Thatcher más como una liberal del siglo XIX que una conservadora, una opositora a cualquier interferencia del mercado. Bueno, hasta ahí las palabras de aliento y admiración. Milton Friedman, mientras tanto, se inflaba los bolsillos en Inglaterra vendiendo su nuevo libro 'Free to Choose' y presentando una serie de televisión en la que arengaba por la eliminación de cualquier interferencia del gobierno en el libre mercado, desde el salario mínimo hasta el programa de bien estar. Citaba en esa serie a países como Japón, Corea del Sur y Malasia para probar que la prosperidad dependía de que se le permitiera a esa 'mano invisible' del libre mercado actuar (sic, sic, sic, unos años después sus ejemplos sirven justamente para demostrar lo contrario). También afirmaba, de nuevo, que el experimento de Thatcher era de gran importancia para los EEUU, afirmaba que si Thatcher tenía éxito se demostraría el fracaso de los 50 ó 60 años de socialismo fabianista y marcaría el punto de inflexión en el que el sistema de la sociedad del bienestar regresase a las economías de mercado libre del siglo XIX.

Bien, en efecto, la aplicación de Thatcher en su país de los principios de Friedman -restricción del dinero en circulación, recorte en el gasto público- estaba produciendo algunos resultados: durante su primer año de mandato la inflación subió del 9% a más del 20%; los intereses y el desempleo aumentaron dramáticamente y la industria manufacturera británica, esa herencia del espíritu empresarial decimonónico inglés que tanto veneraban Friedman y Thatcher , se hundió en una profunda recesión de la cual aun no ha salido (ni se cree que pueda salir, por extinción total).

A partir de ese momento, ni Hayek ni Friedman mostraron el entusiasmo original por la trayectoria política de Thatcher. Pareciera que de repente su ejemplo no era tan decisivo. De hecho, se volvieron a su país a evangelizar sus estrategias, esas mismas que fallaron tan estrepitosamente en el Reino Unido, con el advenimiento de otro fantoche a la política: Ronald Reagan.

Pero a ese lo dejaremos para otro día.

En otro momento les cuento más sobre la vida y milagros de la dama de chapa y de cómo llevó a la ruina en un solo año como asesora de la empresa a Tiger Managements, el segundo fondo de inversión más grande del mundo. Supongo que ya conocerán el escándalo de Thatcher y las Hedge Funds.

Pues eso, si es neoliberal ni se le ocurra mentar a la siniestra dama.

un saludo