Economía
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Libertad y economía
Enviado por el día 25 de Enero de 2005 a las 01:04
Debido a la existencia del libre albedrío, por medio del cual el hombre tiene libertad de elección, es necesario una orientación adecuada, ya que podemos elegir tanto el Bien como el Mal. Este es el precio que el orden natural ha impuesto al hombre como precio a su supervivencia. De ahí que el predicador religioso sugerirá que elijamos el Bien, siendo éste el sentido de la ética.
Una vez que Adam Smith descubre que el mercado es un proceso autoregulado, y que no necesita ser dirigido desde el Estado, el predicador liberal debe sugerir que se mantenga la moneda estable, se garantice la propiedad privada, etc., de manera de garantizar que las decisiones económicas, acordes con la ética, produzcan resultados beneficiosos para todos.
La libertad económica, como la individual, es una ventaja condicional, ya que está supeditada a las adecuadas acciones y decisiones del hombre. De ahí que es esencial la ética, tanto en el comportamiento social como en el económico.
Cuando el hombre se queja y dice "el sistema liberal es malo e injusto", adopta la misma actitud del que reniega contra Dios debido al sufrimiento reinante en el mundo. Recordemos que en el Génesis aparece, varias veces: "Y vió (Dios)que era bueno". Si en el mundo existe sufrimiento es porque nos hemos olvidado de leer el "manual de instrucciones" (la Biblia). Ese "manual" ha de posibilitar tanto la mejora del orden social como la mejora del orden económico.
El hombre, a veces, imagina un Dios que interviene, a su favor, suspendiendo las leyes naturales. Cambia su libertad por protección y así su vida será segura. Transfiere las causas y los efectos de sus acciones a las sabias decisiones del Dios imaginado. De ahí que no tiene responsabilidad por sus actos, porque tampoco tiene libertad.
Otra postura distinta es la que busca la adaptación a las leyes naturales. El hombre trata de adaptarse a esas leyes y la seguridad la encuentra en la posibilidad de hacer previsiones respecto del futuro. De esta forma sigue siendo libre y responsable, sin perder su seguridad.
En el plano económico, muchos prefieren la existencia de un Estado protector, quien decidirá por ellos. Cambiarán la protección por la libertad.
Otros prefieren la existencia de reglas del juego claras y estables. Así podrán predecir el futuro y en esa previsión encontrarán su seguridad. Se sentirá libre cuando se adapte a las reglas establecidas.
En esta analogía puede apreciarse que la religión natural adopta una actitud similar a la adoptada en las posturas económicas de tendencia liberal, mientras que el paganismo se identifica con las economías de planificación estatal.
Visite www.geocities.com/pompiliozigrino
Una vez que Adam Smith descubre que el mercado es un proceso autoregulado, y que no necesita ser dirigido desde el Estado, el predicador liberal debe sugerir que se mantenga la moneda estable, se garantice la propiedad privada, etc., de manera de garantizar que las decisiones económicas, acordes con la ética, produzcan resultados beneficiosos para todos.
La libertad económica, como la individual, es una ventaja condicional, ya que está supeditada a las adecuadas acciones y decisiones del hombre. De ahí que es esencial la ética, tanto en el comportamiento social como en el económico.
Cuando el hombre se queja y dice "el sistema liberal es malo e injusto", adopta la misma actitud del que reniega contra Dios debido al sufrimiento reinante en el mundo. Recordemos que en el Génesis aparece, varias veces: "Y vió (Dios)que era bueno". Si en el mundo existe sufrimiento es porque nos hemos olvidado de leer el "manual de instrucciones" (la Biblia). Ese "manual" ha de posibilitar tanto la mejora del orden social como la mejora del orden económico.
El hombre, a veces, imagina un Dios que interviene, a su favor, suspendiendo las leyes naturales. Cambia su libertad por protección y así su vida será segura. Transfiere las causas y los efectos de sus acciones a las sabias decisiones del Dios imaginado. De ahí que no tiene responsabilidad por sus actos, porque tampoco tiene libertad.
Otra postura distinta es la que busca la adaptación a las leyes naturales. El hombre trata de adaptarse a esas leyes y la seguridad la encuentra en la posibilidad de hacer previsiones respecto del futuro. De esta forma sigue siendo libre y responsable, sin perder su seguridad.
En el plano económico, muchos prefieren la existencia de un Estado protector, quien decidirá por ellos. Cambiarán la protección por la libertad.
Otros prefieren la existencia de reglas del juego claras y estables. Así podrán predecir el futuro y en esa previsión encontrarán su seguridad. Se sentirá libre cuando se adapte a las reglas establecidas.
En esta analogía puede apreciarse que la religión natural adopta una actitud similar a la adoptada en las posturas económicas de tendencia liberal, mientras que el paganismo se identifica con las economías de planificación estatal.
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