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Teoría política
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Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 12:42
"El poder político creó la educación pública para dominar el alma de los individuos. Su única misión era crear siervos sumisos. Así fue en sus orígenes autoritarios, así sigue siendo hoy en día. El último ejemplo lo tenemos en la infame campaña de “Educación Cívico-Tributaria”, dirigida a estudiantes de 10 a 16 años, que Hacienda está realizando desde su página web.
La Agencia Tributaria insta a los profesores de primaria y secundaria a que sometan a sus alumnos un aquelarre de imágenes maniqueas y frases manipuladoras. Las mentiras, los errores, las distorsiones y la farsa sin disimulo ni decoro recorren un documental animado cuyo objetivo es erradicar los sentimientos de libertad desde la misma infancia.
A través de cuatro adolescentes virtuales, conocidos como "la Generación T", el escolar puede ir interactuando en varios escenarios, donde se le van explicando las plagas bíblicas que sucederían si el Estado no recaudara impuestos. Ya se sabe: con un Gobierno menos glotón, nos indigestaríamos todos; con una clase política menos ladrona, todos seríamos más pobres. El mundo al revés; el mundo del engaño, el mundo de la mentira, el mundo de la izquierda.
Bastarán unos extractos procedentes de la versión en texto para darnos cuenta de la sucesión de falacias y grotescas tergiversaciones que el socialismo patrio pretende inculcar a los jóvenes para controlar la libertad.
La educación es gratuita
En la primera escena del documental aparece un profesor que informa a la "Generación T" de que "las administraciones públicas tienen que garantizar la gratuidad de la educación hasta los dieciséis años". "En España el Bachillerato y los ciclos formativos también son gratuitos".
Sigue en
http://revista.libertaddigital.com/articulo.php/12...
La Agencia Tributaria insta a los profesores de primaria y secundaria a que sometan a sus alumnos un aquelarre de imágenes maniqueas y frases manipuladoras. Las mentiras, los errores, las distorsiones y la farsa sin disimulo ni decoro recorren un documental animado cuyo objetivo es erradicar los sentimientos de libertad desde la misma infancia.
A través de cuatro adolescentes virtuales, conocidos como "la Generación T", el escolar puede ir interactuando en varios escenarios, donde se le van explicando las plagas bíblicas que sucederían si el Estado no recaudara impuestos. Ya se sabe: con un Gobierno menos glotón, nos indigestaríamos todos; con una clase política menos ladrona, todos seríamos más pobres. El mundo al revés; el mundo del engaño, el mundo de la mentira, el mundo de la izquierda.
Bastarán unos extractos procedentes de la versión en texto para darnos cuenta de la sucesión de falacias y grotescas tergiversaciones que el socialismo patrio pretende inculcar a los jóvenes para controlar la libertad.
La educación es gratuita
En la primera escena del documental aparece un profesor que informa a la "Generación T" de que "las administraciones públicas tienen que garantizar la gratuidad de la educación hasta los dieciséis años". "En España el Bachillerato y los ciclos formativos también son gratuitos".
Sigue en
http://revista.libertaddigital.com/articulo.php/12...
Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 13:39
Soy partidario de que se le tiene que enseñar a pagar impuestos a los estudiantes, pero a diferencia de lo que piensan las autoridades de su Agencia Tributaria, creo que ver la cantidad de de plata que tienen que pagar bastaría para tener toda una generación en contra de los impuestos.
Re: Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 14:05
Toda educación lleva implicitos unos valores, esto es algo bien conocido desde hace mucho tiempo.
Re: Re: Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 14:11
implícitos??, a mi me parecen bastante explícitos
Re: Re: Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 14:12
Y de hecho son gratuitas, en el sentido de que el receptor del servicio no tiene que pagar nada para acceder a el. Que es la sociedad via impuestos la que paga a los profesores y mantiene las instalaciones es una obviedad.
Re: Re: Re: Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 14:21
"La Sociedad" no existe como persona que todos los meses tiene que ir a la caja de rentas para darle 1/3 de sus sueldo a los funcionarios de turno. Lo que hay son millones de personas que con sus impuestos pagan la educación de otros. Estaría bueno que los estudiantes fueran casa por casa a pedir plata para ir a la universidad, a ver que tan "gratuito" les parece.
Re: Re: Re: Re: Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 17:22
Sí, qué gracioso, "la sociedad" paga. Así queda la conciencia tranquila y se justifica a la perfección el pillaje, que por ser recíproco es menos pillaje, y podremos tranquilamente vivir todos a costa de todos pensando en qué gran filántropo es el Estado.
Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 19:35
Bueno, los privados también se organizaron y crearon instituciones de educación para tener siervos sumisos pagados por los mismos siervos.
Han desaparecido desde que el Estado tomó esa "labor".
Pero el Estado también ha dejado de hacerlo.
Han desaparecido desde que el Estado tomó esa "labor".
Pero el Estado también ha dejado de hacerlo.
Re: Re: Sin ideología, no hay Estado. Ejemplo demostrativo de cómo inculcarla.
Enviado por el día 22 de Diciembre de 2005 a las 19:51
Si los siervos pagan voluntariamente de su propio bolsillo para reforzar su servidumbre, no hay problema; allá ellos.
El Estado claro que lo hace. Quizá no en tú país. En el mío, sí. Adoctrina por partida doble: un Estado central y 17 Estados periféricos. Todos y cada uno de ellos con gran vocación.
El Estado claro que lo hace. Quizá no en tú país. En el mío, sí. Adoctrina por partida doble: un Estado central y 17 Estados periféricos. Todos y cada uno de ellos con gran vocación.