Teoría política

No hieres mi nacionalismo. Está demostrado que Panamá es una realidad como nación: Pensamos, actuamos, tenemos costumbres todas distintas a nuestros vecinos centro y sur americanos. El imperialismo yanqui no nos hizo, sólo se coaligaron con nuestra oligarquía para explotarnos y para favorecer sus intereses geopolíticos. Lo que digo es que los llamados próceres de la independencia de Panamá, siendo muchos de ellos de origen colombiano, traicionaron a su patria. Comenzando por el primer presidente de Panamá, Amador Guerrero, que era de Cartagena.

La oligarquía panameña, rastrera y asesina es desnudada por la embajadora Watt en otro medio noticioso:
Watt critica mala distribución de la riqueza en Panamá
Rafael Perez G.
rperez@prensa.com

Linda Watt
Primero fue acerca de la corrupción y la falta de transparencia en el sistema político y judicial panameño. Ahora la embajadora de Estados Unidos en Panamá, Linda Watt, habló de la pobreza y aseguró que casi 80 personas en Panamá -muchas de ellas ligadas por lazos empresariales y familiares- "controlan" cerca de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) en el país del Canal. Se estima que el PIB es de 12 mil millones de dólares.

Pero, ¿a qué se refiere la embajadora cuando habla de pobreza en Panamá? Me refiero, dijo, al 1.2 millón de panameños que vive con menos de dos dólares diarios. Eso es –añadió– más del 40% de la población. De eso, 1.2 millón, la mitad, dijo, vive en extrema pobreza, lo que significa que subsiste con menos de un dólar diario.

Watt, quien fuera invitada por Casa Esperanza para que hiciera unas reflexiones sobre la pobreza en Panamá, dijo, que "uno de cada cinco panameños vive con 30 dólares al mes, lo que nosotros gastamos en una salida familiar al cine, incluyendo el pop corn y la soda".

Casa Esperanza presentó ayer su campaña institucional de imagen "Erradicamos el trabajo infantil con salud y educación", que busca llamar la atención sobre el problema del trabajo infantil que en Panamá supera los 50 mil niños.

Panamá, dijo la diplomática, ocupa el segundo lugar en el hemisferio en cuanto a desigualdad en la distribución de los ingresos. El 20% de la población adinerada, dijo, devenga el 60% del ingreso anual del país, mientras que "el quinto más pobre percibe solamente el 2%".

Pero en su discurso no quedó allí. La corrupción, dijo, corroe y obstaculiza la fluidez de la labor del gobierno y de la empresa privada. La corrupción es la transferencia neta de la riqueza de sectores productivos hacia los sectores no productivos. Es un impuesto para los pobres, una carga para el ciudadano común y produce decisiones gubernamentales que son contrarias a la eficiencia económica. Hay que controlar la corrupción, afirmó, si se quiere reducir la pobreza.

La diplomática indicó que el Gobierno de EU trabajará con el de Panamá para ayudar a disminuir la pobreza.

En Panamá, los pobres y negros (sinónimos) ponen los muertos, como Ascanio Arosemena, muerto en 1964, luchando por la salida de los gringos del Canal, mientras que los blancos y ricos ahora se adueñan y reparten los bienes dejados por los gringos, como Alberto Alemán Zubieta, blanco y archi millonario, administrador del Canal. Y los ricos se siguen repartiendo las tierras de las áreas revertidas.

Oye panameño, no me crees cuando hablo de la cocaína y nuestra clase alta? Lee ésto: Seguro que lees inglés: http://www.drugwar.com/activearmyx.shtm

Estimado compatriota: noto que tus opiniones son extremas. Según tú, en nuestro país todos los ricos son oligarcas, todos los blancos son oligarcas, y todos los oligarcas son asesinos, vendepatrias, explotadores, lavadores de dinero, descendientes de los esclavistas del siglo XVIII, etc. Honestamente, me parece que todos los estereotipos son malos y en lugar de permitirnos entendernos mejor, logran todo lo contrario. Esto es particularmente válido en un país tan heterogéneo como el nuestro. Si seguimos así tendríamos que decir que todos los negros son flojos, todos los judíos avaros, todos los cholos son brutos, etc. Tu actitud llevaría a la destrucción de la capacidad de diálogo de nuestra sociedad. Me parece que hay que moderarse. Yo estudié en la Universidad de Panamá, no soy oligarca ni rabiblanco y tengo buenos amigos de todas las clases sociales y de todos los tonos de piel. ¿No es eso una ventaja en un país como el nuestro? ¿Acaso la justicia y la ley no debe ser igual para todos? ¿Y si no lo es, no debemos luchar para que lo sea? ¿Crees que es eso posible descalificando a un grupo social por su origen o raza?

Como liberal, no simpatizo con los parásitos sociales que desde sus riquezas heredadas intentan imponer cortapisas a la dinámica de la competencia a fin de mantener sus prendas y rentas. Pero afirmar que todas las fortunas de nuestro país son producto de malas artes es tan extremista como increíble.

Saludos cordiales.

La historia de la separación de Panamá de Colombia no responde, en mi opinión, ni a una leyenda rosa ni a una leyenda negra. La nación panameña no fue inventada ni por Teodoro Roosevelt ni por Wall Street. Se fue forjando durante el siglo XIX, durante el cual se produjeron al menos tres intentos de separación del Istmo de Colombia. De hecho, los panameños eran (y somos) distintísimos a los hermanos colombianos (con excepción de los costeños del Caribe colombiano). Y como prueba final de la nación panameña está nuestra capacidad de mantenernos independientes de EEUU, a pesar de tenerlos en medio de nuestra sociedad por casi cien años. Solo una nación con fortaleza pudo soportar esta clase de presencia colonial sin sucumbir a las presiones anexionistas y preservarse como estado independiente. De otra manera fuesemos un estado más de EEUU o al menos otro Puerto Rico.

En cuanto al juicio de los dirigentes de la independencia, una vez más me parece absurdo catalogarlos como ángeles de bondad o demonios de maldad. Eran seres humanos, con defectos y virtudes y con los intereses normales de cualquier persona. Al final hay que juzgarlos, como dicen los Evangelios, por sus frutos: Un país independiente, con un presente y un futuro en mi opinión considerablemente mejores que los alternativos: haber permanecido como una olvidada provincia de Colombia.

Saludos cordiales.

Estimado panameño cortés: Te aclaro: Es obvio que no se puede generalizar, el mundo no es blanco y negro, hay matices. Lo que te quiero decir es que en nuestro país existe un grupo oligárquico, que tal y como dejó en claro la embajadora estadounidense Linda Watt, se dedica a vivir de sus rentas, controlando la mitad del Producto Interno Bruto de Panamá, unos seis mil millones de dólares anuales. Esta clase social está enquistada en el poder, manipula a todos los gobiernos, y explota al resto del país, hipotecando nuestro futuro, porque vive de los préstamos que les proporcionan los organismo internacionales. Creo, como tú, que Panamá es una nación, nacida por derecho propio; pero el Estado panameño, léase bien, el Estado panameño, no la nación, es creación de Phillippe Buneau Varilla y de nuestra oligarquía corrupta, con el apoyo de los Estados Unidos. Sí, nos convenía más como pueblo separarnos de Colombia y de su no menos corrupta oligarquía. Pero parece que tú olvidas las luchas inquilinarias de los 20, cuando la oligarquía panameña explotaba a los pobres que vivían en las casas de madera, y la gente se alzó. Ahí nos ayudo mucho un español anarquista, José María Blásquez de Pedro, que fue el fundador del izquierdismo en Panamá y que fue expulsado del país. Perdoname, pero para mí la oligarquía y los próceres de la independencia son la misma basura traidora.

Eso que mencionas de los estereotipos es cierto, pero quiero hacerte una pregunta: ¿Has escuchado alguna vez que en la provincia de Los Santos exista una asociación de desempleados como la asociación Modesco de Colón? Será que los santeños serán más trabajadores que los colonenses? O será que los colonenses sufren de empleomanía? -Deseos ardientes de ser funcionarios estatales- Habrá algo de cierto en los estereotipos?