11 de Julio de 2005

Uno de los efectos más sorprendentes y no menos esperado que nos a traído el salvaje atentado de Londres es la que podría llamarse 'Ofensiva Rubalcaba'. Personalmente a Alfredo Pérez Rubalcaba le jode, perdóneseme la expresión, el comportamiento de los británicos, tan diferente al expresado por los españoles en los tres días malditos. Comportamiento que es extensible a la oposición conservadora que no ha dudado en felicitar al gobierno laborista por su labor. Las comisiones parlamentarias, que seguro se formarán, tardarán un poco en llegar al fondo y no dudo que sus resultados pretenderán mejorar la seguridad (otro asunto es si lo conseguirán) y no arrojarse y escupirse culpas e insultos, como en España.

Pero volvamos a Rubalcaba que tiene miga. Dice el amigo en un ataque de amnesia voluntaria que nadie acusó al Gobierno del PP de 'imprevisión política'. Yo me pregunto cómo es posible que este hombre se acueste por la noche y pueda dormir a pierna suelta. Al gobierno 'pepero' se le achacó no sólo imprevisión política, al gobierno 'pepero' se le achacó la misma Guerra de Irak y si se me apura el terrorismo etarra. Al Gobierno pepero se le llamó desde mentiroso a facha, de terrorista (equiparando la guerra con los terroristas) a asesino y juraría que hasta se llegó a decir que conocía el atentado y nada hizo para evitarlo.

No contento con la mentira que desmiente la propia fonoteca de la SER, el ex portavoz del Gobierno de los GAL, acusa a Aznar de hacer una diplomacia paralela cargada de rencor. Supongo que la idea es no perdonar al anterior presidente su apuesta por el eje anglosajón y despistar al personal. Está claro que la política exterior de Zapatero ha sido desde el principio, no un desastre, sino su mayor error incluso desde que estaba en la oposición. Su apuesta por el lamentable y semimuerto eje francoalemán le obliga ahora a buscar un enemigo externo en el que justificarse. Aznar puede haberse equivocado en muchas cosas, pero no en su política y su presencia no deja de ser un problema para que ZP busque nuevas vías.

Pero como el amigo Rubalcaba no puede estar callado por algún tipo de problema nervioso, ha dejado claro que eso de la libertad de expresión es un derecho que debe administrarse con cuentagotas. Los partidos que no sean catalanes parece que les está prohibido opinar sobre el nuevo Estatuto catalán hasta que no sea definitivo. Desconozco si en esta prohibición está incluido Alfonso Guerra, el propio PSOE, diferente del PSC e incluso la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega que ha osado decir que no se aprobará si no se encuentra dentro del marco constitucional, con permiso de don Jesús, claro.

Y como dice el refrán, no hay tres sin cuatro, ¿o era dos sin tres?, la expulsión de la mierda del vertedero no le ha merecido ninguna opinión, lo que no deja de ser una buena noticia para esa alianza de las incivilizaciones hispanas que son los acuerdos en la sombra con ETA, vía Perpiñán. No vaya a ser que si Rubalcaba dice algo, los etarras que no se anda con chiquitas, se cabrén y tiren con bala o con coche bomba, lo que les venga mejor.

La verdad es que ZP tiene que estar orgulloso, tiene un perro de presa, dicho sea de forma metafórica, que no se sabe si manda más que el dueño en Moncloa. Desde luego la ofensiva Rubalcaba deja a la Operación Barbarroja en un juego de niños. Menos mla que las vacaciones están cerca y nos quedaremos con los incendios de Narbona. Un consejo, lleven una extintor de mano, seguro que lo tendrán que usar en algún momento.