Economía
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Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2005 a las 13:36
http://www.juandemariana.org/comentario/248/
Adiós, Suecia, adiós
Suecia es un frío país del norte de Europa, famoso por la legendaria belleza rubia de sus mujeres y por ser el paradigma del no menos mítico Estado del Bienestar, uno de los escasos bastiones de la socialdemocracia realmente existente al que los estatalistas de izquierdas suelen recurrir, como a un talismán de mágicos poderes, para tratar de oponerlo a los modelos liberales de crecimiento y prosperidad. Los liberales tenemos a los países anglosajones, a las nuevas y pujantes repúblicas del este de Europa, a Japón o a los tigres asiáticos; a los socialistas, muerto el mito marxista, les queda al menos Suecia.
La primera de ambas leyendas es incontestable, y cualquiera que haya viajado al país escandinavo puede dar fe de ella; en relación con la segunda, sin embargo, hace apenas unos días el Diario Exterior publicó la recensión de un trabajo del chileno Mauricio Rojas, parlamentario y profesor de la Universidad de Lund, que puede considerarse algo así como el certificado de defunción del Estado sueco del bienestar, para desconcierto y zozobra de los socialdemócratas del mundo.
Como tantos modelos adoptados con entusiasmo por la izquierda política (tan aficionada a inventar Arcadias felices y paraísos colectivistas donde, en realidad, no hay nada), el estado sueco del bienestar ha tenido siempre algo de verdad a medias y mucho de mito. Ya en 2002, en un artículo publicado por el Mises Institute que causó bastante sensación, William Anderson desmontó dicha ingenua mitología poniendo de manifiesto, por ejemplo, que la renta de la que disfrutaba una familia sueca media era, a finales de los años 90, notoriamente inferior a la percibida por una familia media norteamericana… de raza negra. Lejos de ser obra de alguna malvada organización de neocones yankies, dicha estadística demoledora había sido tomada de un estudio elaborado por el Instituto de Comercio Sueco y ponía de manifiesto que el Estado del Bienestar, en su obsesión por la redistribución de la riqueza, posterga la capacidad de producción al alterar fatalmente el sistema de incentivos en el que se sustenta la voluntad emprendedora del ser humano, entorpeciendo de modo decisivo el crecimiento y atacando, por tanto, las bases de la prosperidad futura.
El trabajo de Rojas nos trae, apenas tres años después, la previsible buena nueva: el gobierno de Suecia, máximo exponente del Estado del Bienestar, está abandonando la senda del estatalismo y la redistribución por la vía de la recaudación y la provisión pública de toda clase de servicios para adoptar un sistema más propio de las economías liberales, basado en medidas como la reducción de la administración, la privatización de empresas públicas y el fomento de la competencia y la libertad de mercado.
(sigue)
Adiós, Suecia, adiós
Suecia es un frío país del norte de Europa, famoso por la legendaria belleza rubia de sus mujeres y por ser el paradigma del no menos mítico Estado del Bienestar, uno de los escasos bastiones de la socialdemocracia realmente existente al que los estatalistas de izquierdas suelen recurrir, como a un talismán de mágicos poderes, para tratar de oponerlo a los modelos liberales de crecimiento y prosperidad. Los liberales tenemos a los países anglosajones, a las nuevas y pujantes repúblicas del este de Europa, a Japón o a los tigres asiáticos; a los socialistas, muerto el mito marxista, les queda al menos Suecia.
La primera de ambas leyendas es incontestable, y cualquiera que haya viajado al país escandinavo puede dar fe de ella; en relación con la segunda, sin embargo, hace apenas unos días el Diario Exterior publicó la recensión de un trabajo del chileno Mauricio Rojas, parlamentario y profesor de la Universidad de Lund, que puede considerarse algo así como el certificado de defunción del Estado sueco del bienestar, para desconcierto y zozobra de los socialdemócratas del mundo.
Como tantos modelos adoptados con entusiasmo por la izquierda política (tan aficionada a inventar Arcadias felices y paraísos colectivistas donde, en realidad, no hay nada), el estado sueco del bienestar ha tenido siempre algo de verdad a medias y mucho de mito. Ya en 2002, en un artículo publicado por el Mises Institute que causó bastante sensación, William Anderson desmontó dicha ingenua mitología poniendo de manifiesto, por ejemplo, que la renta de la que disfrutaba una familia sueca media era, a finales de los años 90, notoriamente inferior a la percibida por una familia media norteamericana… de raza negra. Lejos de ser obra de alguna malvada organización de neocones yankies, dicha estadística demoledora había sido tomada de un estudio elaborado por el Instituto de Comercio Sueco y ponía de manifiesto que el Estado del Bienestar, en su obsesión por la redistribución de la riqueza, posterga la capacidad de producción al alterar fatalmente el sistema de incentivos en el que se sustenta la voluntad emprendedora del ser humano, entorpeciendo de modo decisivo el crecimiento y atacando, por tanto, las bases de la prosperidad futura.
El trabajo de Rojas nos trae, apenas tres años después, la previsible buena nueva: el gobierno de Suecia, máximo exponente del Estado del Bienestar, está abandonando la senda del estatalismo y la redistribución por la vía de la recaudación y la provisión pública de toda clase de servicios para adoptar un sistema más propio de las economías liberales, basado en medidas como la reducción de la administración, la privatización de empresas públicas y el fomento de la competencia y la libertad de mercado.
(sigue)
Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2005 a las 13:38
El fenómeno operado en Suecia y descrito por Rojas no es nuevo (aunque sí llamativo, como se ha dicho, precisamente por el carácter simbólico de Suecia para los partidarios del intervencionismo), y es prácticamente un calco del proceso que ya hemos podido ver en otros países de Europa y en los Estados Unidos en el periodo iniciado a principios de la década de los ochenta: a una crisis económica profunda siguió un proceso de reformas emprendido por un gobierno de corte liberal que ha sido continuado e incluso profundizado por gobiernos posteriores de signo, al menos nominalmente, socialista. Con quince años de retraso, pero también Suecia ha tenido que rendirse a la evidencia y sacudir con decisión las anquilosadas bases sobre las que se asentaban sus políticas de gobierno.
Rojas sugiere, a la vista de las conclusiones mostradas en su estudio, seguir a Suecia también ahora, en su viaje de vuelta desde las fracasadas recetas estatistas hacia las soluciones basadas en el fortalecimiento de la sociedad y el fomento de la libertad de mercado. Y lo mejor de todo es que estas medidas salvajes no tienen, para tranquilidad de catastrofistas y augures del Apocalipsis ecológico, por qué ir en menoscabo, sino más bien al contrario, de ese recurso natural tan característico del país báltico al que se hacía referencia más arriba: la belleza de sus mujeres.
Rojas sugiere, a la vista de las conclusiones mostradas en su estudio, seguir a Suecia también ahora, en su viaje de vuelta desde las fracasadas recetas estatistas hacia las soluciones basadas en el fortalecimiento de la sociedad y el fomento de la libertad de mercado. Y lo mejor de todo es que estas medidas salvajes no tienen, para tranquilidad de catastrofistas y augures del Apocalipsis ecológico, por qué ir en menoscabo, sino más bien al contrario, de ese recurso natural tan característico del país báltico al que se hacía referencia más arriba: la belleza de sus mujeres.
Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2005 a las 16:29
Los rojillos miran a Suecia como el ejemplo a seguir, quizá porque todavía no se quitan su ideología nazionalsocialista. Miren si no, lo que hicieron los rojos en ese país:
En los albores del siglo XXI, el espíritu colectivista que sirvió de impulso al modelo socialdemócrata sueco se diluye ante la pujanza de los derechos del individuo. Y en este contexto, las recientes denuncias sobre esterilizaciones forzosas practicadas a miles de mujeres entre 1934 y 1976, algo perfectamente documentado y conocido desde hace años, ha conmovido al país y removido la mala conciencia del sistema de desarrollo más cercano a la utopía.
Los suecos intentan interpretar este episodio oscuro de su historia sumergiéndose en un psicoanálisis colectivo. A primera vista, sólo el contexto histórico permite entender que mujeres, en su mayoría con minusvalías psíquicas o congénitas o portadoras de otros rasgos catalogados como "inferiores", fueran privadas de su derecho a reproducirse. O al menos a esta hipótesis se remite Maija Runcis, historiadora de la Universidad de Estocolmo y cuyos trabajos han servido de base a los artículos de denuncia del Dagens Nyheter, que dieron vuelta al mundo.
En su libro "Kroppens tunna skal" ( La sutil envoltura del cuerpo), publicado hace unas semanas, la historiadora Karin Johanisson, de la Universidad de Uppsala, se suma a los expertos que intentan hallar una explicación a los avatares suecos de la selección humana. En uno de los capítulos, se refiere al surgimiento del concepto de salud pública en la construcción de la sociedad sueca de bienestar. En este sentido, Karin Johanisson no se extraña de que los programas de esterilización forzada, encaminados a "limpiar la sociedad de los elementos menos deseados"pasaran inadvertidos entonces.
"La salud pública se entendía como el sueño de un movimiento de masa que se disponía a dejar las enfermedades y la miseria", escribe la historiadora. Su libro arroja luz en la oscuridad pero deja sin respuesta uno de los interrogantes que más aturden ahora a los suecos: ¿Cómo pudo la higiene racial dejar sus huellas en un movimiento que enarboló las banderas de la igualdad y la solidaridad? Y sobre todo: ¿Cómo subsistió hasta 1976 sin suscitar un debate parlamentario en su contra?
Margot Wallström, ministra de Asuntos Sociales, ha anunciado la creación de una comisión oficial para investigar las condiciones en que fueron esterilizadas esas 60.000 personas.
Cuando surgen estos fantasmas del pasado colectivo, no faltan voces que alertan contra los abusos del presente. Las esterilizaciones forzosas se han abolido , pero tienen ciertos equivalentes en prácticas actuales más sofisticadas, según Torbjörn Tännsjö, profesor de Filosofía de la Universidad de Estocolmo. Tännsjö considera intromisiones en los derechos reproductivos, por ejemplo, las restricciones en los nuevos métodos de fecundación o la prohibición de algunas técnicas reproductivas.
A ver con qué defienden esto...
En los albores del siglo XXI, el espíritu colectivista que sirvió de impulso al modelo socialdemócrata sueco se diluye ante la pujanza de los derechos del individuo. Y en este contexto, las recientes denuncias sobre esterilizaciones forzosas practicadas a miles de mujeres entre 1934 y 1976, algo perfectamente documentado y conocido desde hace años, ha conmovido al país y removido la mala conciencia del sistema de desarrollo más cercano a la utopía.
Los suecos intentan interpretar este episodio oscuro de su historia sumergiéndose en un psicoanálisis colectivo. A primera vista, sólo el contexto histórico permite entender que mujeres, en su mayoría con minusvalías psíquicas o congénitas o portadoras de otros rasgos catalogados como "inferiores", fueran privadas de su derecho a reproducirse. O al menos a esta hipótesis se remite Maija Runcis, historiadora de la Universidad de Estocolmo y cuyos trabajos han servido de base a los artículos de denuncia del Dagens Nyheter, que dieron vuelta al mundo.
En su libro "Kroppens tunna skal" ( La sutil envoltura del cuerpo), publicado hace unas semanas, la historiadora Karin Johanisson, de la Universidad de Uppsala, se suma a los expertos que intentan hallar una explicación a los avatares suecos de la selección humana. En uno de los capítulos, se refiere al surgimiento del concepto de salud pública en la construcción de la sociedad sueca de bienestar. En este sentido, Karin Johanisson no se extraña de que los programas de esterilización forzada, encaminados a "limpiar la sociedad de los elementos menos deseados"pasaran inadvertidos entonces.
"La salud pública se entendía como el sueño de un movimiento de masa que se disponía a dejar las enfermedades y la miseria", escribe la historiadora. Su libro arroja luz en la oscuridad pero deja sin respuesta uno de los interrogantes que más aturden ahora a los suecos: ¿Cómo pudo la higiene racial dejar sus huellas en un movimiento que enarboló las banderas de la igualdad y la solidaridad? Y sobre todo: ¿Cómo subsistió hasta 1976 sin suscitar un debate parlamentario en su contra?
Margot Wallström, ministra de Asuntos Sociales, ha anunciado la creación de una comisión oficial para investigar las condiciones en que fueron esterilizadas esas 60.000 personas.
Cuando surgen estos fantasmas del pasado colectivo, no faltan voces que alertan contra los abusos del presente. Las esterilizaciones forzosas se han abolido , pero tienen ciertos equivalentes en prácticas actuales más sofisticadas, según Torbjörn Tännsjö, profesor de Filosofía de la Universidad de Estocolmo. Tännsjö considera intromisiones en los derechos reproductivos, por ejemplo, las restricciones en los nuevos métodos de fecundación o la prohibición de algunas técnicas reproductivas.
A ver con qué defienden esto...
Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2005 a las 17:56
Mefisto, eso no es defendible desde ninguna óptica. ¿Acaso eso significa que uno deje de creer en ese "sistema de desarrollo que más se acerca a la utopía" (esto viene del artículo)? Tu interpretación de la historia no parece permitir la evolución. Uno hace tal cosa (está muy mal), entonces todo un modelo debe ser descartado. Es un pensamiento un tanto infantil. ¿O me equivoco? Con respecto a lo que menciona chocolatero no parece haber un acuerdo de mínimos entre los liberales todavía. Aún así lo que dice Robertson es más un modelo de bienestar sumado a medidas liberales en lo económico (en ciertos sectores de la economía) que eficientizan y dan libertad de elección individual en vez de estancarse y atrofiarse. En esencia Suecia sigue dando bienestar a sus ciudadanos. Estos aparentes híbridos no son para nada incompatibles. Supongo que cualquiera de ustedes elegiría más vivir en suecia que en la India o en China o en el sudeste asiático. ¿O me equivoco?
Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2005 a las 18:22
Uno hace tal cosa (está muy mal), entonces todo un modelo debe ser descartado. Es un pensamiento un tanto infantil. ¿O me equivoco?
Sí, te equivocas. Hombre, cuando uno se convence de que puede planificar una economía comienza tambien a tratar de planificar otras cosas, hasta llegar a extremos como este. Pasó en Alemania, pasó en Suecia, pasó en México (acá se esterilizaron a miles de indígenas en los 70's, justo cuando el gobierno mexicano alcanza su grado máximo de intervencionismo).
Eso no hubiera pasado bajo la ideología liberal. El estado decidió que lo mejor para su población era esterilizar a los miopes, a los "promiscuos", a los que no tenían ojos de color verde o azul. El que haya podido hacer eso es consecuencia de que pudiera elegir por sus ciudadanos otros aspectos, empezando por los económicos.
Supongo que cualquiera de ustedes elegiría más vivir en suecia que en la India o en China o en el sudeste asiático. ¿O me equivoco?
Al menos en mi caso quizá no hubiera nacido en Suecia. Mi abuela materna sufre de miopía, probablemente hubiera sido esterilizada por el estado bonachón sueco, todo en pos de una mejor sociedad.
Como no puedo por razones de tiempo resumir la bibliografía que tengo, te remito a este artículo por si te interesa ver desde otra óptica a este país:
http://www.liberalismo.org/bitacoras/7/1023/
Sí, te equivocas. Hombre, cuando uno se convence de que puede planificar una economía comienza tambien a tratar de planificar otras cosas, hasta llegar a extremos como este. Pasó en Alemania, pasó en Suecia, pasó en México (acá se esterilizaron a miles de indígenas en los 70's, justo cuando el gobierno mexicano alcanza su grado máximo de intervencionismo).
Eso no hubiera pasado bajo la ideología liberal. El estado decidió que lo mejor para su población era esterilizar a los miopes, a los "promiscuos", a los que no tenían ojos de color verde o azul. El que haya podido hacer eso es consecuencia de que pudiera elegir por sus ciudadanos otros aspectos, empezando por los económicos.
Supongo que cualquiera de ustedes elegiría más vivir en suecia que en la India o en China o en el sudeste asiático. ¿O me equivoco?
Al menos en mi caso quizá no hubiera nacido en Suecia. Mi abuela materna sufre de miopía, probablemente hubiera sido esterilizada por el estado bonachón sueco, todo en pos de una mejor sociedad.
Como no puedo por razones de tiempo resumir la bibliografía que tengo, te remito a este artículo por si te interesa ver desde otra óptica a este país:
http://www.liberalismo.org/bitacoras/7/1023/
Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 26 de Agosto de 2005 a las 20:44
Creanlo o no Winston Churchill era tan partidario de la esterilizacion de deficientes mentales o fisicos (como lo eran muchos politicos y otras personas de gran relevancia social durante el primer tercio de siglo XX) que hasta propuso una ley de esterilizacion de deficientes el año 1910 en una comunicacion a Asquith. Despues de la Segunda Guerra y de la derrota de los nazis que se habian implicadon a fondo (por decirlo de alguna manera) en estas practicas eugenesicas, estas adquirieron mala reputacion, y los mismos que las habian defendido, Churchill y otros, no hablaron mas del tema porque era "politicamente incorrecto" avant la lettre.
Es mala cosa juzgar el pasado con los parametros y los prejuicios del presente porque puede uno encontrarse con "sorpresas" de este calibre.
Churchill, muy atento a su imgen publica, evito mencionar el tema en sus memorias, escritas tras la guerra.
Afortunadamente lo escrito queda, y si buscan en Google por Churchill + Eugenics encontraran 6,500 referencias al tema. Valga este parrafo de la propuesta de ley de Churchill como muestra del pensamiento churchilliano (y de buena parte de la intelectualidad y personas publicas europeas y americanas) de aquel tiempo:
"Eugenics is ... the modern name given to the science which deals with the influences which improve the inborn qualities of a race, but more particularly with those which develop them to the utmost advantage, and which generally serves to disseminate knowledge and encourage action in the direction of perpetuating a higher racial standard."
Otros eugenistas conocidos eran gentes como Teodore Roosevelt (el presidente USA), AGBell (el inventor del telefono), y los fundadores del partido laborista britanico.
Sopresas de la vida.
Hay otras opiniones de Churchill sobre Alemania, el nazismo y la autentica naturaleza de la Segunda Guerra Mundial (esa que segun la version oficial fue consecuencia de las locuras de un solo hombre) que merecerian mas difusion de la que han tenido por lo esclarecedoras que resultan, pero que han quedado fuera de los circuitos de informacion mas populares por su "incorreccion" con respecto a la version oficial.
Es mala cosa juzgar el pasado con los parametros y los prejuicios del presente porque puede uno encontrarse con "sorpresas" de este calibre.
Churchill, muy atento a su imgen publica, evito mencionar el tema en sus memorias, escritas tras la guerra.
Afortunadamente lo escrito queda, y si buscan en Google por Churchill + Eugenics encontraran 6,500 referencias al tema. Valga este parrafo de la propuesta de ley de Churchill como muestra del pensamiento churchilliano (y de buena parte de la intelectualidad y personas publicas europeas y americanas) de aquel tiempo:
"Eugenics is ... the modern name given to the science which deals with the influences which improve the inborn qualities of a race, but more particularly with those which develop them to the utmost advantage, and which generally serves to disseminate knowledge and encourage action in the direction of perpetuating a higher racial standard."
Otros eugenistas conocidos eran gentes como Teodore Roosevelt (el presidente USA), AGBell (el inventor del telefono), y los fundadores del partido laborista britanico.
Sopresas de la vida.
Hay otras opiniones de Churchill sobre Alemania, el nazismo y la autentica naturaleza de la Segunda Guerra Mundial (esa que segun la version oficial fue consecuencia de las locuras de un solo hombre) que merecerian mas difusion de la que han tenido por lo esclarecedoras que resultan, pero que han quedado fuera de los circuitos de informacion mas populares por su "incorreccion" con respecto a la version oficial.
Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 27 de Agosto de 2005 a las 18:38
No nos sorprende Churchill era facista el señor siempre creia que el estado debia tener algun control sobre los individuos para el bien de la nacion.
Re: Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 27 de Agosto de 2005 a las 20:26
Visionario Churchill. Que gran razón. No por nada fue uno de los personajes más ilustres del siglo XX. Ojalá más de un político hoy tuviese la visión del viejo lobo.
Salute.
Salute.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 27 de Agosto de 2005 a las 20:34
Un Servidor de Su Graciosa Majestad...nada mas.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 27 de Agosto de 2005 a las 20:43
Their satanic majestic...no stones?
ja, ja, ja.
ja, ja, ja.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 27 de Agosto de 2005 a las 21:01
Of course..vos lo defendes, no yo.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Más cositas de Suecia.
Enviado por el día 28 de Agosto de 2005 a las 07:52
Pues de hecho no hay que olvidar que fue el partido conservador britanico el que nacionaliso las telefonicasse dijo que era para dar un servicio mas economico y universal al pueblo pero la verdad fue para asegurar un facil trabajo de espionaje telefonico incluso lo confesaron al explicar como detectaron espias durante la segunda guerra mundial y la guerra fria.
Cosas del facismo el fin justifica los medios y ya sabemos como finaliza la historia.
Cosas del facismo el fin justifica los medios y ya sabemos como finaliza la historia.