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Primer aniversario de las “17 víctimas del viento”
Enviado por el día 18 de Agosto de 2006 a las 11:55
Primer aniversario de las “17 víctimas del viento”
En estos días se cumple el primer año del accidente en Afganistán que costó la vida a 17 soldaditos españoles. Mi más sentido pésame y solidaridad a sus familiares.
Toda la vida he creído, quizás erróneamente, que la mayor gloria para un soldado, es caer en el campo de batalla luchando por una causa; pero desde que el ex ministro de Defensa, señor Bono proclamo a los cuatro vientos, que antes se dejaba matar que matar, y según nuestro Señor Jesucristo condena la violencia, y que al le abofeteaba una mejilla, le ponía la otra para que se le abofeteara también, me he replanteado mis conceptos, y he llegado al más puro misticismo: “un soldado jamás debe de luchar, y si le atacan que se deje matar, antes que matar”. Desde hoy, proclamo que es la gloria del soldado, es no luchar. Pero se me plantea otra duda. ¿Para que cohones quiere un país ejército?
Por lo tanto, mi más profunda admiración a esos 17 soldaditos españoles que tuvieron la inmensa gloria de morir en el aire y por culpa el aire, sin pegar un solo tiro que pudiera haber matado a alguien ¡Cabe mayor gloria!
La historia cantará vuestra gesta como antes la cantó a héroes de Filipinas, de Cuba, de Flandes, de Sidi Ifni y tantos otros. Estos dejarán de ser los ídolos que por siempre les tuvimos y pasarán a la negrura de la historia, y vosotros a la cúspide de la misma.
En estos días se cumple el primer año del accidente en Afganistán que costó la vida a 17 soldaditos españoles. Mi más sentido pésame y solidaridad a sus familiares.
Toda la vida he creído, quizás erróneamente, que la mayor gloria para un soldado, es caer en el campo de batalla luchando por una causa; pero desde que el ex ministro de Defensa, señor Bono proclamo a los cuatro vientos, que antes se dejaba matar que matar, y según nuestro Señor Jesucristo condena la violencia, y que al le abofeteaba una mejilla, le ponía la otra para que se le abofeteara también, me he replanteado mis conceptos, y he llegado al más puro misticismo: “un soldado jamás debe de luchar, y si le atacan que se deje matar, antes que matar”. Desde hoy, proclamo que es la gloria del soldado, es no luchar. Pero se me plantea otra duda. ¿Para que cohones quiere un país ejército?
Por lo tanto, mi más profunda admiración a esos 17 soldaditos españoles que tuvieron la inmensa gloria de morir en el aire y por culpa el aire, sin pegar un solo tiro que pudiera haber matado a alguien ¡Cabe mayor gloria!
La historia cantará vuestra gesta como antes la cantó a héroes de Filipinas, de Cuba, de Flandes, de Sidi Ifni y tantos otros. Estos dejarán de ser los ídolos que por siempre les tuvimos y pasarán a la negrura de la historia, y vosotros a la cúspide de la misma.