liberalismo.org
Portada » Foros » Hispanoamérica » Armarse hasta las entrañas

Hispanoamérica

Estos foros están cerrados. Podéis debatir en Red Liberal.

Armarse hasta las entrañas
Enviado por el día 9 de Julio de 2005 a las 07:45
La guerra es una idea perenne en la mente del teniente coronel Hugo Chávez. En su fuero interno o en sus noches de insomnio, hace elucubraciones con los últimos cacharros del campo bélico. El hombre todo lo imagina, pues la única vez que tuvo ocasión de demostrar el valor castrense se ocultó en el Museo Militar sin disparar un solo tiro.

Ahora, envalentonado, dice estar construyendo el ejército más inexpugnable del mundo. Vamos, la nueva Armada Invencible que al final terminó yéndose a pique.

No sabemos con quién será la pelea. Estados Unidos ni le mira. Colombia bastante tiene con sus problemas domésticos; Brasil está en otra onda, mientras las pequeñas islas del Caribe piensan solamente en poder llegar a final de mes con sus escuálidos presupuestos.

Entonces: ¿Para qué tantas armas? Simplemente como entretenimiento de un militar quedado a medio camino entre las estrategias de cartulina de la Academia Militar y la cabalgadura en desbandada de Páez.

En las laderas de la cordillera de El Ývila, bien atrincherados, piensa ubicar a docenas de reservistas (algunos de ellos deberían hacer ejercicios físicos, pues da pena verlos desfilar) dispuestos, con fusiles oxidados, a salvar a la patria de un peligro inminente.

Debería nuestro Napoleón caribeño ponerse, en lo que a armamento se refiere, al día. Dejados atrás los bombarderos Lancaster, Manchester, Focke o los Handley de la II Guerra Mundial; escondidos en perdidos hangares los cazas Yakovoev Yak, Lackheed y Vought V, lo que se estila ahora son los sofisticados cazas que uno, sin ser Walter Martínez, vio, toco y voló en las instalaciones de Dassaul en la localidad de Burdeos.

Es más - y no es ciencia ficción -: existen armas más bien salidas de la “Guerra de las galaxias”. Son mortíferas y casi gozan de inteligencia. Artefactos capaces de destruir el mundo y contra las cuales no hay defensa posible.

Tome nota, mi Comandante revolucionario: Hay un instrumento mortal, una especie de rayo teledirigido llamado “Elipton”, cuyo “cañón de partículas neutras” es lo último en el ingenio bélico del futuro inmediato Según expertos, esa luz convertida en energía puede golpear casi instantáneamente un objetivo situado a centenares de kilómetros de distancia.

¿Se imagina, Máximo Líder Supremo, disponer de esa lindeza y con un poco de energía lanzar el rayo desde Fuerte Tiuna y hacer polvo de estrellas la cúpula del Capitolio estadounidense? No niegue usted, Presidente, que eso es una gozada.