Hispanoamérica
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¡Parece mentira!
Enviado por el día 15 de Octubre de 2005 a las 03:58
Los mismos que arrasaron con las civilizaciones indígenas, los mismos que nos insultan llamándonos sudacas, sufre una situación colonial en su tierra. Este señor tiene un artículo excelente del tema: http://www.elcazadordelibros.com/breva.htm
Re: ¡Parece mentira!
Enviado por el día 15 de Octubre de 2005 a las 03:59
¡Qué risa, coño!:
"Miro una foto del ministro español de Asuntos Exteriores dándole sonriente la mano a su colega británico, y me pregunto de qué diablos sonríe don Abel Matutes. Habida cuenta, sobre todo, de que el inglés acaba de decirle que esa sugerencia de compartir la soberanía de Gibraltar durante cien años de cara a una futura devolución de la cosa, se la puede ir metiendo España por donde le quepa. Por su parte, el ministro guiri también sonríe, mirando a los fotógrafos como diciéndoles: no sé si habéis oído la propuesta de este soplagaitas. En cuanto a Matutes, parece que está mirando al inglés; pero en realidad también mira a los fotógrafos de reojo, consciente del papelón. Se trata de esa sonrisa fija, rictus conciliador y desesperado, que hizo famosa su antecesor don Javier Solana; y que parece la marca de fábrica de todo ministro español de Exteriores cuando acaban de sodomizarlo –perífrasis diplomática- los representantes de alguna potencia extranjera. "
"Miro una foto del ministro español de Asuntos Exteriores dándole sonriente la mano a su colega británico, y me pregunto de qué diablos sonríe don Abel Matutes. Habida cuenta, sobre todo, de que el inglés acaba de decirle que esa sugerencia de compartir la soberanía de Gibraltar durante cien años de cara a una futura devolución de la cosa, se la puede ir metiendo España por donde le quepa. Por su parte, el ministro guiri también sonríe, mirando a los fotógrafos como diciéndoles: no sé si habéis oído la propuesta de este soplagaitas. En cuanto a Matutes, parece que está mirando al inglés; pero en realidad también mira a los fotógrafos de reojo, consciente del papelón. Se trata de esa sonrisa fija, rictus conciliador y desesperado, que hizo famosa su antecesor don Javier Solana; y que parece la marca de fábrica de todo ministro español de Exteriores cuando acaban de sodomizarlo –perífrasis diplomática- los representantes de alguna potencia extranjera. "
