Hispanoamérica
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La sociedad «Tocorobó»
Enviado por el día 2 de Diciembre de 2005 a las 12:40
El incidente provocado en la Argentina por la inversión del diputado electo Borocotó - integró la lista de un partido y se pasó a otro antes de haber asumido -, convertido en «Tocorobó» según la ingeniosa reflexión del humorista Nik, ha causado mucha indignación, pero poco se ha resaltado lo que, a mi juicio, es lo más aberrante: que el motivo del cambio haya sido un puesto para el hijo.
Según La Nación, 10-11-05 “… Lorenzo Borocotó habría exigido un puesto expectante para Eduardo Lorenzo Borocotó (hijo), también médico. Y hasta habría advertido que de lo contrario abandonaría el espacio macrista… la única respuesta de Macri fue… tajante: "Andate"… Alberto Fernández le habría ofrecido al hasta ayer dirigente de Pro la presidencia de la Comisión de Salud de la Cámara baja y que para su hijo habría un puesto de director nacional en el Ministerio de Salud.”
Si es éso lo que menos nos importa, si consideramos «normal» que los puestos para los familiares se negocien de esta forma, ¿no seremos nosotros también una versión «Tocorobó», de sociedad invertida en principios y valores?
José Deym
Según La Nación, 10-11-05 “… Lorenzo Borocotó habría exigido un puesto expectante para Eduardo Lorenzo Borocotó (hijo), también médico. Y hasta habría advertido que de lo contrario abandonaría el espacio macrista… la única respuesta de Macri fue… tajante: "Andate"… Alberto Fernández le habría ofrecido al hasta ayer dirigente de Pro la presidencia de la Comisión de Salud de la Cámara baja y que para su hijo habría un puesto de director nacional en el Ministerio de Salud.”
Si es éso lo que menos nos importa, si consideramos «normal» que los puestos para los familiares se negocien de esta forma, ¿no seremos nosotros también una versión «Tocorobó», de sociedad invertida en principios y valores?
José Deym
Re: La sociedad «Tocorobó»
Enviado por el día 3 de Diciembre de 2005 a las 12:53
El silencio ante esta reflexión es elocuente. A nadie le interesa, ni le preocupa, ni le sorprende. «¡Viva la sociedad Tocorobó!»
