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Tengo que tragarme mis palabras, y disculparme con Vargas Llosa...
Enviado por el día 23 de Enero de 2006 a las 21:35
Definitivamente su artículo no es racista... Es más, es la explicación más lúcida que he leído acerca de los orígenes del racismo latinoamericano. Me explico a continuación...
http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2006/0...
Re: Tengo que tragarme mis palabras, y disculparme con Vargas Llosa...
Enviado por el día 23 de Enero de 2006 a las 21:38
"Plantear el problema latinoamericano en términos raciales como hacen aquellos demagogos es una irresponsabilidad insensata. Equivale a querer reemplazar los estúpidos e interesados prejuicios de ciertos latinoamericanos que se creen blancos contra los indios, por otros, igualmente absurdos, de los indios contra los blancos."
Tiene razón. Nuestro problema más allá del asunto racial; este continente está muy mezclado. El problema es entre demócratas, gentes de principios, y los ladrones de siempre... Entre ellos, los oligarcas panameños...
Re: Re: Tengo que tragarme mis palabras, y disculparme con Vargas Llosa...
Enviado por el día 23 de Enero de 2006 a las 21:39
Cualquiera que no sea ciego y obtuso advierte, de entrada, en América Latina, que, más que raciales, las nociones de “indio” y “blanco” (o “negro” o “amarillo”) son culturales y que están impregnadas de un contenido económico y social. Un latinoamericano se blanquea a medida que se enriquece o adquiere poder, en tanto que un pobre se cholea o indianiza a medida que desciende en la pirámide social. Lo que indica que el prejuicio racial –que, sin duda, existe y ha causado y causa todavía tremendas injusticias- es también, y acaso sobre todo, un prejuicio social y económico de los sectores favorecidos y privilegiados contra los explotados y marginados.

América Latina es cada vez más, por fortuna, un continente mestizo, culturalmente hablando. Este mestizaje ha sido mucho más lento en los países andinos, desde luego, que, digamos, en México o en Paraguay, pero ha avanzado de todos modos al extremo de que hablar de “indios puros” o “blancos puros” es una falacia. Esa pureza racial, si es que existe, está confinada en minorías tan insignificantes que no entran siquiera en las estadísticas (En el Perú, los únicos indios “puros”, serían, según los biólogos, el puñadito de urus del Titicaca).

Re: Re: Re: Tengo que tragarme mis palabras, y disculparme con Vargas Llosa...
Enviado por el día 23 de Enero de 2006 a las 21:41
En definitiva, la llegada de estos 'indios' al poder no debería acarrear el arribo de una nueva clase de 'privilegiados' de color:
Además de racistas y militaristas, estos nuevos caudillos bárbaros se jactan de ser nacionalistas. No podía ser de otra manera. El nacionalismo es la cultura de los incultos, una entelequia ideológica construida de manera tan obtusa y primaria como el racismo (y su correlato inevitable), que hace de la pertenencia a una abstracción colectivista –la nación- el valor supremo y la credencial privilegiada de un individuo. Si hay un continente donde el nacionalismo ha hecho estragos es América Latina. Esa fue la ideología en que vistieron sus atropellos y exacciones todos los caudillos que nos desangraron en guerras internas o externas, el pretexto que sirvió para dilapidar recursos en armamentos (lo que permitía las grandes corrupciones) y el obstáculo principal para la integración económica y política de los países latinoamericanos. Parece mentira que, con todo lo que hemos vivido, haya todavía una izquierda en Latinoamérica que resucite a estos monstruos –la raza, la bota y el nacionalismo- como una panacea para nuestros problemas. Es verdad que hay otra izquierda, más responsable y más moderna –la representada por un Ricardo Lagos, un Tabaré Vásquez o un Lula da Silva- que se distingue nítidamente de la que encarnan esos anacronismos vivientes que son Hugo Chávez, Evo Morales y el clan de los Humala. Pero, por desgracia, es mucho menos influyente que la que propaga por todo el continente el presidente venezolano con su verborrea y sus petrodólares.